Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


INFLUENCIA DEL TIPO DE VÍNCULO AFECTIVO MATERNO Y PATERNO EN LA CONDUCTA AGRESIVA DE LOS ADOLESCENTES. CASO NOVENO AÑO DE LA UNIDAD EDUCATIVA DEL MILENIO OLMEDO, PERIODO 2016 – 2017

Autores e infomación del artículo

Guadalupe del Rosario Bravo Cedeño*

Rosa Margarita Guevara Cevallos**

Isidro Rafael Navia Rodríguez***

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

grbravo1112@outlook.com


Resumen
Es imperioso destacar que la familia es un sistema social constituido por su dinámica familiar, de acuerdo a esto el presente estudio se orienta a la psicología clínica. Su objetivo es analizar las emociones y comportamientos de los adolescentes dado por el tipo de vínculo afectivo y conducta agresiva en el Noveno Año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo, periodo 2016 – 2017. Para tener una información precisa, se hizo necesario indagar las vivencias afectivas de los padres de familia hacia sus hijos y como  estos se vinculan a su contexto socio-educativo. La metodología utilizada para determinar si los diferentes tipos de vínculo afectivo desarrollados y mantenidos entre padres y adolescentes, se relacionan con las conductas agresivas de manera directa o indirecta, fue no experimental de tipo descriptivo correlacional, empleando el método de análisis documental de acuerdo a la teoría de apego de Jonh Bowkby y otros autores para fundamentar de forma teórica la investigación. La muestra estuvo constituida por 74 adolescentes a quienes se aplicó un cuestionario de preguntas tomando como referencia el inventario de Apego con padres y madres de familia (Ippa, Armsden & Greenberg, 1987) y el cuestionario de agresividad (Aq) de Buss y Perry versión reducida (Vigil - Colet Et Al., 2005), el mismo que fue adaptado de acuerdo a la realidad investigada. Los resultados obtenidos permitieron dar un juicio de valor de cómo interfieren dichos vínculos en la conducta de los adolescentes. Concluyendo que hay un número considerable de estudiantes que presentan conductas agresivas, las mismas que pueden ser autolesiones, comportamientos delictivos, agresión verbal, entre otras, lo que se convierte en un problema a nivel familiar, colegial y social. Los resultados obtenidos orientaron al diseño de una propuesta de intervención para resignificar los vínculos afectivos, basadas en charlas y talleres continuos, dirigidas a los padres y estudiantes desde un punto de vista principalmente afectivo, basado en una buena comunicación y relación.
Palabras clave: Vínculo afectivo materno y paterno, conducta agresiva, adolescentes, dinámica familiar, comportamiento social.
Abstract
It is imperative to emphasize that the family is a social system constituted by its family dynamics, according to this, the present study is oriented to clinical psychology. Its objective is to analyze the emotions and behaviors of adolescents given by the type of affective bond and aggressive behavior in the Ninth Year of the Educational Unit of the Olmedo Millennium, period 2016 - 2017. To have an accurate information, it was necessary to investigate the experiences affective of parents to their children and how they are linked to their socio - educational context. The methodology used to determine if the different types of affective bond developed and maintained between parents and adolescents, are related to aggressive behavior directly or indirectly, was non-experimental descriptive correlational type, using the method of documentary analysis according to the attachment theory of Jonh Bowkby and other authors to theoretically support research. The sample was constituted by 74 adolescents to whom a questionnaire of questions was applied taking as a reference the inventory of attachment with parents and mothers of family (Ippa, Armsden & Greenberg, 1987) and the questionnaire of aggressiveness (Aq) of Buss and Perry version reduced (Vigil - Colet Et Al., 2005), the same that was adapted according to the reality investigated. The results obtained allowed us to assess the value of how these links interfere in the behavior of adolescents. Concluding that there is a considerable number of students who present aggressive behaviors, which can be self-harm, criminal behavior, verbal aggression, among others, which becomes a problem at the family, school and social level. The results obtained led to the design of an intervention proposal to resignify the affective bonds, based on talks and ongoing workshops, aimed at parents and students from a mainly affective point of view, based on good communication and relationship.
Keywords.
Maternal and paternal affective link, aggressive behavior, adolescents, family dynamics, social behavior.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Guadalupe del Rosario Bravo Cedeño, Rosa Margarita Guevara Cevallos e Isidro Rafael Navia Rodríguez (2018): “Influencia del tipo de vínculo afectivo materno y paterno en la conducta agresiva de los adolescentes. Caso noveno año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo, periodo 2016 – 2017”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/index.html/caribe/2018/03/conducta-agresiva.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1803conducta-agresiva


Introducción
En los actuales momentos, es común enfrentarse ante una sociedad con altos índices de violencia, ante esta situación la Organización Mundial de la Salud (2002), señala que “la violencia se percibe como un problema de salud pública en todo el mundo” debido a que la violencia o agresividad se la puede ver en cualquier contexto social, en las calles, el hogar y con mucha frecuencia en la escuela. En este último, muchos docentes se encuentran con grupos de estudiantes que presentan conductas problemáticas, entre las que se destacan conductas agresivas, manifestaciones conductuales que inician en la transición de la infancia a la adolescencia, y se hacen evidentes en la interacción con sus padres, debido a múltiples causas como la escasa vinculación afectiva, lo que se relaciona conjuntamente con la comunicación y tipo de familia de la cual proceden.
La aparición de alteraciones en los patrones de conducta en el niño desde los primeros años de vida, ha sido motivo de muchos estudios, destacando que el vínculo afectivo en las personas es de gran interés dentro de la psicología, debido a que este lazo afectivo es construido desde las primeras relaciones entre los padres e hijos, desde el momento en que nacen, les permite tener una conexión basada en el amor, comprensión y respeto; desde esta mirada, es de mucha importancia hacer notar la influencia que tienen las relaciones de los padres de familia sobre el comportamiento de los hijos y cómo afecta en las conductas disruptivas de estos.
En el tipo de vínculo afectivo con las figuras de apego que puedan tener los adolescentes, compete el tipo de comportamiento que generarán durante el desarrollo hacia la etapa adulta, tomando conciencia en el autoconocimiento y auto conservación. Trembley (2009), destaca “la importancia del estudio de la agresividad en estas edades porque considera que es la única forma de prevenir y conocer el origen de las conductas agresivas”. Esto último se corrobora con la experiencia de los docentes, quienes informan que en las aulas hay un aumento de estudiantes con este tipo de conducta a los que es bastante complicado manejar, siendo una de las causas principales para este tipo de comportamiento, el hecho de que los padres no les prestan atención o ejercen control sobre ellos con violencia.
La característica principal de este trabajo, trata sobre el vínculo afectivo y las conductas agresivas que puedan tener los adolescentes en diferentes ámbitos de su vida, dados por el tipo de vínculo afectivo con sus padres lo que provee un marco referencial alto, dentro del proceso de desarrollo de las personas. La presente indagación se la realizó desde una perspectiva psicológica de interés académico, tomando como referencia al Noveno Año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo, periodo 2016 – 2017; con lo cual, se quiere poner en evidencia la importancia de conocer las repercusiones que tiene la relación entre padres e hijos y el nivel de afectación directa o indirecta en el desarrollo de conductas agresivas.
Los resultados, discusión y análisis de datos que fueron expuestos permitieron apreciar que, hay un aumento de estudiantes con este tipo de conducta por la carencia afectiva materna y paterna, lo que genera determinadas manifestaciones de agresividad las cuales a su vez son generadas de una deprivación afectiva de los adolescentes y su relación con el tipo o estilo de vinculación afectiva que tengan con sus padres. Con la información obtenidos a través de esta investigación se puede colaborar a la sensibilización en los profesionales para resaltar la importancia de tener un vínculo afectivo saludable generado desde el nacimiento del bebé.
Metodología

El abordaje metodológico de este estudio, se dio para dar cumplimiento al objetivo de analizar las emociones y comportamientos de los adolescentes dado por el tipo de vínculo afectivo y conducta agresiva en el Noveno Año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo, periodo 2016 – 2017; considerando oportuno efectuar un estudio con una perspectiva no experimental de tipo descriptiva correlacional, con método deductivo e histórico lógico para la exposición discursiva de las ideas, así como el método del análisis documental para realizar los aportes y criterios de los diferentes autores, por medio de lo cual se pudo examinar la temática expuesta, habiendo la necesidad de consultar los elementos teóricos conceptuales de las variables de estudio. Se tomó el criterio de los estudiantes obtenido a través de la toma de dos cuestionarios estructurados para los cuales se toma como referencia el inventario de apego con padres y madres de familia (IPPA, Armsden & Greenberg, 1987) y el cuestionario de Agresividad (AQ) de Buss y Perry Versión reducida (Vigil - Colet et al., 2005.

  • Desarrollo
  • Vínculo afectivo

El vínculo humano es tomar en consideración que el núcleo principal de cómo se relacionan los individuos con los demás, es el resultado de cómo ha sido la experiencia vivida desde los primeros años de vida con las figuras parentales. De allí que, el desarrollo evolutivo de los seres humanos, es un “proceso narrativo que la persona va construyendo desde la realidad física, incorporando los elementos de esta realidad, los estímulos, los modelos de referencia, incluidos los de género y los esquemas que las figuras vinculares le van proporcionando y que le van a permitir empezar a desenvolverse y adquirir experiencia” (Horno, 2004). La interiorización de los estímulos de la realidad se realiza a través de las relaciones vinculares o vínculos afectivos, como son papá, mamá y cuidadores. De tal modo, el vínculo afectivo “es la construcción de los primeros lazos afectivos entre madre e hijo/a, padre o adulto cuidador, el cual responde a una necesidad biológica, primaria fundamental que es el afecto; a su vez genera un marco de confianza en el otro y en la vida, en un contexto de comunicación y de desarrollo” (Bowlby, 1999).
Uno de los factores determinantes para la salud mental y emocional de los seres humanos, está dado por el tipo de vínculo afectivo que ha desarrollado durante la etapa de la niñez y adolescencia. La conducta que se observa en este apego “es el papel primordial que juega en la competencia autobiográfica afectiva futura, en cuanto a calidad de las relaciones interpersonales, autoestima, salud emocional e incluso, en los vínculos afectivos con los hijos y el tipo de relación de pareja en la edad adulta” (Martínez, 2008). La normal transición de la niñez a la adolescencia, así mismo por el tipo de vinculación de la cual proviene la conducta de deprivación afectiva, los adolescentes comienzan a manifestar conductas agresivas e impulsivas, engaños, mentiras, y manifestaciones de violencia física y verbal, entre otras.
Se debe comprender el corte psicoanalítico que poseen muchas de las teorías expuestas, y así la importancia a la infancia como predisponente para el desarrollo de la personalidad y estrategias para la vida de los seres humanos; por este motivo hay que hacer hincapié en la relación que el niño, niña o adolescente debe tener con la figura de apego para su desarrollo psicológico, poniendo interés esencial a los riesgos que pueden presentarse si el vínculo se ausenta o se rompen. En la teoría propuesta por Bowlby (1999),”la figura de apego, puede ser o no ser su madre o padre que represente su cuidador principal, será el referente para los vínculos múltiplos posteriores”. La formación del vínculo afectivo entre el padre y la madre, niño, niña o adolescentes, es una conducta desarrollada a lo largo de la vida, lo cual influirá en la capacidad para establecer relaciones familiares y sociales, esto permitirá que la persona tenga la capacidad de establecer un buen ajuste emocional, social y psicológico. “Si hubiera que elegir algún factor determinante para la salud mental y la vida emocional futura de un ser humano, sin duda, entre los más importantes, estaría el tipo de apego afectivo que ha desarrollado en los primeros años de su infancia” (Bowlby, 1993).
Al hablar de apego, es conocer sobre el vínculo de los seres humanos y su forma de relacionarse con los demás, lo que se forma en gran parte con las experiencias vividas en los primeros años con la figura de sus padres o cuidadores, lo que condiciona las relaciones afectivas posteriores. A decir de Dailos (2012), la teoría de apego se puede entender fundamentalmente como “una teoría de la regulación emocional, cuando el niño tiene miedo, está inquieto o ansioso se dirige a los padres en busca de protección y seguridad”. De lo expuesto se determina que el vínculo afectivo es un proceso importante en la vida de los seres humanos, debido a que regulará varias relaciones posteriores, también el comportamiento que tenga para enfrentarse ante las diferentes situaciones problémicas que se les puedan presentar. La familia será la fuente de apoyo y aprobación para el niño, niña y adolescente durante toda su vida.

  • Formación y mantenimiento del vínculo afectivo

El vínculo afectivo se forma con los padres o figura de apego desde el momento en que se da el nacimiento de un bebe, lo que le permite generar una forma de relación con el contexto, de esta manera se determinará la formación su personalidad, así como los sentimientos de afecto, confianza y seguridad, lo que se convierte en una fuente de inducción para que el niño o niña entre en contacto de forma adecuada y gesticule la densidad de cada uno de los estímulos recibidos. Dentro de este apartado, se tomará en consideración la siguiente clasificación de dominios para la formación del apego:

  • Base segura. Es la persona a la cual está dirigida el apego o vinculo, siendo el padre, madre o cuidador, en el cual el niño deposita su confianza y dirige su atención en momentos de amenaza o en los cuales sienta peligro su integridad. Representado así la seguridad dentro del mundo y dentro de su propia psique.
  • Exploración y disfrute. Es la relación recíproca entre el encuentro de la base segura y la exploración, ya que si existe la base segura y se necesita la exploración, no obstante si no se siente seguro y confiado en que va a lograr estar en un sitio donde no corra peligro, como resultado: el juego en el niño será reducido.
  • Protesta y enfado, provocado por una ansiedad dado por la separación, su función es mantener intacto el apego del niño o niña, ya que está cruzando por circunstancias de peligro en las cuales se puede apoyar sobre su base segura, para que el cuidador permanezca a su lado en un futuro.
  • Pérdida. La pérdida o la amenaza de pérdida se centra en gran parte de la angustia psicológica. Se necesita de una amenaza o una pérdida para tomar como importante la madurez psicológica alcanzada. Para la formación del vínculo es necesario conocer los distintos tipos de vínculos que pueden formarse entre el niño y sus cuidadores, también determinarán la conducta de un niño o niña. (Holmes, 2009)

Cada uno de estos dominios para la formación del vínculo afectivo, son un factor influyente para que los seres humanos, desarrollen una conducta deseada. “El vínculo que une al niño con su madre es producto de la actividad de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es aproximarse a la madre” (Bowlby J. , 2006, pág. 249). El apego, es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres desde el momento en que nace, proporcionándole seguridad en todos los aspectos, lo que le servirá como medio para el desarrollo de la personalidad, dado que, el apego es el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño, que es determinado por su principal figura de afecto como es la mamá, papá o cuidador, quienes deben tener como elementos principales, la sintonía, el equilibrio y la coherencia.

  • Estructura familiar y formación de vinculo

La familia como institución social se ha modificado de acuerdo con las condiciones socioculturales y económicas de un país o pueblo, donde la variedad de tipos de familia que actualmente existen en la sociedad, dificulta la elección de una definición única y general. Por lo tanto, la estructura familiar se identifica con sistemas y subsistemas, en los cuales se formará su adaptabilidad para la cual será importante el vínculo que posean. La familia es una forma de vida en común, constituida para satisfacer las necesidades emocionales de cada uno de sus miembros, de tal modo que sus emociones, sean positivas o negativas, actúen de forma directa en el vínculo afectivo que se pudiera dar.
No obstante y de acuerdo con lo anterior, el deterioro de las relaciones y vínculo afectivo dentro del contexto familiar influye principalmente en los niños y adolescentes, lo que tiene sin duda alguna su origen en el elevado índice de agresividad, debido a que no cuentan con el mínimo necesario para cubrir sus necesidades emocionales que les permita vivir como verdaderos seres humanos. Todo esto hace que se produzcan estados de desintegración de los grupos familiares, inestabilidad y maltrato entre cada uno de los miembros. El tipo de vínculo afectivo que se desarrolle dentro del seno familiar dependerá de los elementos de la estructura familiar, por lo cual es necesario detallarlos para poder conocer los elementos.
Existen diferentes elementos como: Subsistemas, entendiéndose por los lazos y las uniones que se tiene, sean conyugales, parentales, fraternales; Limites, reglas que definen quienes participan y de qué manera participan, los límites necesariamente deben ser claros, existen también límites difusos y límites rígidos, estos se basan en los subsistemas; Jerarquías, los diferentes posicionamientos que ocupan los miembros de la familia, en relación al orden jerárquico dentro del sistema; Alianzas, afinidad entre dos unidades de un sistema, con intereses similares y valores en común; Coaliciones, suele suceder cuando una alianza se pone en contra de otra; y, Triángulos, equilibra la relación dentro de un sistema. (Minuchin, Michael, & Wai-Yung, 2011).
La mayor parte de las actividades humanas se desarrollan dentro de la esfera social, es por eso que “el núcleo familiar es tan indispensable para el desarrollo del hombre, es ahí donde se forja el carácter y la personalidad de cada individuo; este desarrollo inicia y se fortalece en el seno familiar; mismo que va cambiando según la época” (Gómez, 2001, pág. 72). El tiempo que se ha atravesado en el transcurso de la vida, va cambiando dentro de la esfera de la sociedad, sin embargo, lo que se debe modificar es la estructura familiar, debido a que es uno de los factores más influyentes para el desarrollo de la personalidad.
La estructura familiar, ha cambiado mucho desde que la mujer se desempeña en el mercado laboral, rol que ha asumido por el crecimiento personal y mejorar la economía del hogar, este rol importante, ha traído como consecuencia para determinados casos la separación de la familia e incluso el divorcio. “Las actividades de los diversos miembros están sujetas a regularidades, aunque puedan existir variaciones dentro de amplios márgenes. Los procesos que se llevan a cabo en la crianza y educación familiar dependen de la estructura y, ambos; estructura y proceso, están interconectados por la función” (Radcliffe-Brown, 1996, pág. 69).
La familia es el primer agente de vínculo afectivo y de aprendizaje social de los individuos, donde según su cultura va aprendiendo y a la vez aplicando conductas, costumbres y valores que definirán su personalidad. De lo expuesto se parte que, la estructura familiar con el simple hecho de conformarla, está introducida al sistema donde cada uno tiene que sujetarse a trabajos como medio para sustentar la economía del hogar, convirtiéndose en un factor influyente en la crianza de los hijos, por el tiempo que se deben ausentar, teniendo como resultado que muchos padres se descuidan de las necesidades afectivas, sexuales y de educación que deben darles desde los primeros años de vida.
Promover el desarrollo de los vínculos afectivo en la vida de los seres humanos es una prioridad, para la familia, Ministerio de Salud, y demás organismos competentes, considerando que el desarrollo afectivo es la base del desarrollo físico, cognitivo y social desde los primeros años de vida, lo que se hace posible teniendo la presencia de los padres, madres o cuidadores durante su desarrollo. Desde este punto, los vínculos afectivos juegan un papel esencial en la construcción de la identidad de los individuos y en su desarrollo afectivo.

  • Agresividad

En el hombre como en otros animales, existe un mecanismo psicológico que una vez estimulado, suscita sentimientos subjetivos de enojo, así como cambios físicos que preparan al cuerpo para la lucha. Este mecanismo se pone en marcha fácilmente y, como otras respuestas emocionales, es estereotipado en ese sentido instintivo. (Storr, 2004, pág. 28)
La palabra agresividad, proviene de la palabra agresión o comportamiento agresivo, como atacar verbal o físicamente a otros. “La agresividad se utiliza como un medio para la experimentación hacia el mundo sin necesidad del daño al otro, o si la necesidad es de conocer y explorar solamente puede ser una movilidad de la persona, una energía que impulsa hacia una acción, determinada por la persona, si es desencadenante de problemas con el mundo que le rodea, o si dirige su energía a una actividad extra que genere ganancia personal y a algún equipo o deporte” (Perez, 2016). Lo expuesto, permite  tomar a la agresividad como “una característica de la naturaleza humana que ha sido fundamental para la evolución de la especie. Desde la prehistoria, las conductas agresivas del ser humano han sido la base de la supervivencia” (Cornellá & Llusent, 2006).
En los niños y adolescentes, la agresividad puede presentar diferentes razones, tales como la necesidad de amor y falta de atención, lo que en muchos de los casos se hace difícil entender que el niño y/o adolescente sufre a causa de los conflictos vividos dentro de su entorno familiar. “La conducta agresiva en los niños se manifiesta de distintas maneras en diferentes aspectos de la vida, evolucionando hasta llegar a ser incontrolable” (Serrano I. , 2010). La agresividad en los adolescentes se manifiesta de la siguiente manera:
Agresividad adaptativa: aparece en contextos esperables. Se trata de una función de supervivencia, observable en el reino animal. Agresividad mal adaptativa: se trata de una agresividad no regulable o desinhibida. Existe una clara desproporción con el estímulo causante. Supone una disfunción en los mecanismos internos de regulación psicológica. Agresividad social, propia de ambientes desfavorecidos, donde la lucha por conseguir recursos es una constante. Suele haber una híper-adaptación al medio hostil y requiere una intervención en profundidad desde las esferas políticas, sociales, educacionales, económicas, etc. (Cornellá & Llusent, 2006). La conducta como base en el desarrollo es impuesta por los padres, esto dado por la forma en la que se manejan o conviven en el hogar, siendo la afectividad o apego una de las variables más relevantes para que se dé o no el desarrollo de la agresividad.

  • Tipo de agresividad y causa

La conducta agresiva es intencionada y el daño causado puede ser físico o psicológico, en muchos de los casos se da por adaptación o por necesidad de defenderse ante posibles peligros. Existen varias definiciones sobre los diferentes tipos de agresividad, en las cuales según la modalidad, puede tratarse de agresión física o verbal, relación interpersonal, la agresión puede ser directa o indirecta, así como también, de acuerdo al grado de actividad implicada, la agresión puede ser activa o pasiva.
Existen diferentes tipos de agresividad, entre los cuales se tienen: “1. Reactiva: caracterizada por ser impulsiva, afectiva e incontrolada; y, 2. Proactiva: que es premeditada, planeada e intencionada Estas referencias son tomadas acerca de la agresividad en la epilepsia, en la que se puede presentar una agresividad que la mueve la emocionalidad en contra de una agresividad más en el plano estratégico”. (López & Vadillo, 2010)
La agresividad puede mostrarse y demostrarse en muchos aspectos de la vida, esto como una forma de desfogue hacia el exterior, o interior con consecuencias, no placenteras para algunas personas, ya que si las respuestas son placenteras ante la agresividad, se estaría hablando de un trastorno como tal, que no sería conducta sino algo incontrolable, que se debe trabajar con un conjunto interdisciplinario de profesionales en esta competencia.
La agresividad y sus causas son diversas, pueden ser debidas a factores individuales del temperamento, sin descartar que pudiera darse como situaciones biológicas o enfermedades que afecten a la corteza cerebral de la persona agresiva. Otra de las causas se enmarca en la toxica dinámica familiar, donde prevalecen las palabras agresivas sobre los hijos; otra causa a considerar son las características de los padres o cuidadores, mismos que pueden presentarse en unas veces con actitudes hostiles o la incongruencia entre los padres; la excesiva exposición de violencia que perciben los niños y adolescentes en la televisión y videojuegos, es considerada otra de las causas. Sin embargo, son los padres los que tienen el papel principal para evitar que se desarrollen conductas agresivas de sus hijos.

  • La adolescencia

La adolescencia es un periodo de la vida con intensos cambios y transiciones que generan y conlleva muchos procesos tanto físicos, psíquicos como sociales, procesos que les permite pasar de la etapa de la niñez a la adultez. Estos cambios tienen una amplia variación, por lo que es necesario conocerlos para poder hacer diferencias entre lo que es normal y anormal durante el crecimiento y desarrollo de los púberes. Cada uno de los aspectos son importantes, y más aún la etapa intermedia que es la adolescencia, la misma que se tomará como referente para este trabajo de investigación.
La adolescencia es una de las fases de la vida más fascinantes y quizás más complejas, una época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y experimenta una nueva sensación de independencia. Los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en práctica valores aprendidos en su primera infancia y a desarrollar habilidades que les permitirán convertirse en adultos atentos y responsables. Cuando los adolescentes reciben el apoyo y el aliento de los adultos, se desarrollan de formas inimaginables, convirtiéndose en miembros plenos de sus familias y comunidades y dispuestos a contribuir. Llenos de energía, curiosidad y de un espíritu que no se extingue fácilmente, los jóvenes tienen en sus manos la capacidad de cambiar los modelos de conducta sociales negativos y romper con el ciclo de la violencia y la discriminación que se transmite de generación en generación. Con su creatividad, energía y entusiasmo, los jóvenes pueden cambiar el mundo de forma impresionante, logrando que sea un lugar mejor, no sólo para ellos mismos sino también para todos. La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta, que cronológicamente se inicia por los cambios puberales y que se caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de crisis, conflictos y contradicciones, pero esencialmente positivos. No es solamente un período de adaptación a los cambios corporales, sino una fase de grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y social. (UNICEF, 2002)
Aproximadamente a los 10 años de edad, los niños y las niñas comienzan un largo periodo a través de la adolescencia, en donde lo que busca es el descubrimiento de sí mismo; sin embargo por sus senderos esculpidos e indefinidos, este largo proceso puede resultar agotador y confuso, revitalizador y apasionante. En este periodo, se señala el comienzo de una búsqueda de la identidad y de un camino para darle un sentido a la vida y encontrar dentro de su contexto al cual pertenece. La etapa de la adolescencia debería de ser el mejor período de la vida de los seres humanos. La mayoría de las funciones tanto físicas como psicológicas como fuerza, reflejos, rapidez, memoria, entre otros, están en plenitud.
Durante la etapa de la adolescencia, tanto su cuerpo como su mente cambian de forma inesperada, lo cual genera un choque con lo conocido y lo que va a conocer. Es durante esta etapa que las ideas nuevas, el arte y las creencias tienen un mayor impacto en la imaginación del adolescente. “La etapa de cambio en las transiciones más complejas de la existencia, en la infancia se ve un ritmo acelerado de crecimiento y cambio, también se desarrolla la capacidad de razonar ideas más abstractas y de explorar los conceptos, desarrollar hipótesis y de meditar sobre el futuro (Terán & Mier, 2007). Este cambio se muestra en la siguiente tabla:
El cuadro presenta las diferentes etapas por las que un adolescente tiene que pasar a lo largo de este proceso de cambio, de manera física, comportamental, desafío a la autoridad, búsqueda de identidad, entre otras formas de conducta. En este proceso se producen cambios en el manejo de relaciones interpersonales, como la relación entre el adolescente y sus padres, se modifican se afianzan o decrecen. En resumen, se puede decir que muchos de los problemas a los que se enfrentan los adolescentes son consecuencia de comportamientos favorecidos genéticamente, sin embargo no es necesario o deseables en el momento actual de su evolución si el vínculo afectivo con el cual son recibidos desde el momento que nacen es diferente.

  • Resultados

Para llevar a efecto el estudio, se tuvo en consideración los indicadores del vínculo afectivo de los padres de familia y la conducta agresiva de los adolescentes del Noveno Año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo. En el siguiente cuadro se muestran los análisis respectivos de acuerdo a los resultados obtenidos.

  • Cuestionario de agresividad adaptado (Aq) de Buss y Perry versión reducida (Vigil - Colet Et Al., 2005)

En la categoría de agresividad el indicador “de vez en cuando no puedo controlar el impulso de golpear a otra persona”, se mostró con un 36,49 % que representa a 27 adolescentes de los 44 consultados, se muestra que se puede o no dar esta situación, lo que podría generar inconvenientes en el diario vivir de los adolescentes, dado a que se presenta un alto índice de peleas dentro y fuera del colegio y del hogar. Otro indicador relevante es “si alguien me golpea le respondo golpeándole también”, tiene un 25,68 %; y, “sé que mis amigos me critican a mis espaldas” con un 39 % de aceptación respectivamente. No obstante, el resultado logrado considera un factor de riesgo ya que podría incrementar la agresividad sin una evaluación del contexto familiar y social de los adolescentes.
El análisis realizado a cada uno de estos indicadores, permiten destacar que hay una tendencia significativa de niveles de agresividad física en los estudiantes del Noveno Año de la Unidad Educativa Milenio Olmedo, periodo durante el periodo 2016 – 2017, dado a que los valores referenciales se ubican con mayor significancia en la escala valorativa “ni verdadero ni falso para mí”, demostrándose que hay una marcada indiferencia para cada uno de los aspectos evaluados, ante la presencia de la agresividad.
En la dimensión agresividad verbal, los indicadores “me enfado rápidamente pero se me pasa enseguida”, alcanzó un 47,30 % de aceptación; “a menudo no estoy de acuerdo con la gente”, un 39,19 % les es indiferente; “cuando estoy frustrado, muestro el enfado que tengo” con un 25,68 % de indiferencia; “a veces me siento tan enfadado como si estuviera a punto de estallar” el 27,03 % la aceptación es elevada, al igualo que el indicador me “pregunto por qué algunas veces me siento tan resentido por algunas cosas”, el 24,32 %.
El análisis realizado a cada uno de estos indicadores, permiten destacar que hay una predisposición de niveles de agresividad verbal en los estudiantes del Noveno Año de la Unidad Educativa del Milenio Olmedo, dado a que los valores referenciales se ubican con mayor significancia en la escala valorativa “completamente verdadero para mí”, demostrándose que cada uno de los aspectos evaluados, una pauta para reflexionar sobre la problemática social en la que se están desarrollando los adolescentes.
En la dimensión Ira, los indicadores “cuando no estoy de acuerdo con mis amigos discuto abiertamente con ellos”, alcanzó un 35,14 % que se muestran de forma indiferente; “me pregunto por qué algunas veces me siento tan resentido por algunas cosas” el 32,43 % de aceptación.
En esta dimensión y con los indicadores consultados, permiten hacer énfasis que en los adolescentes se muestra una tendencia significativa para desarrollar ira, dado a que los valores referenciales se ubican con mayor significancia en la escala valorativa “ni verdadero ni falso para mí”, lo que podría generar inconvenientes en el diario vivir de los adolescentes. No obstante, se considera a la dimensión “Ira”, un factor de riesgo, debido a que se podría incrementar la agresividad sin una evaluación del contexto familiar y social en donde se desarrollan los adolescentes.
En la dimensión Hostilidad, los indicadores, “a veces soy bastante envidioso”, alcanzó el 55.41 % para el indicador completamente falso para mí; “algunas ocasiones siento que la gente se está riendo de mí a mis espaldas”, tiene un porcentaje del 32.43 % destacando que no es ni verdadero ni falso para ellos; “cuando la gente se muestra especialmente amigable, me pregunto que querrán”, tiene el 27.03 %, haciendo relevancia que es completamente verdadero para ellos.

Con el resultado promedio de cada uno de los indicadores dentro de la dimensión hostilidad, se muestra que los estudiantes están con una actitud provocativa y contraria, en muchas de las ocasiones sin motivo alguno hacia los demás, lo que indica que hay una tendencia a que haya en ellos una conducta abusiva y agresiva y que al no ser controlada se puede reflejar en violencia emocional o física.

  • Cuestionario adaptado de acuerdo al inventario de apego con padres y madres de familia (Ippa, Armsden & Greenberg, 1987)

En el Inventario de Apego con padres y madres de familia, se pudo observar que un 41,89 % siente que sus padres respetan sus sentimientos y son aceptados tal y como son con un 77,03 %; a los adolescentes les gusta saber la opinión de sus padres cuando hay cosas que lee preocupan, lo que es representado con un 40.54 %; ellos perciben que los padres saben cuándo ellos están molestos por algo, esto con un 39.19 %. Casi nunca o nunca se sienten avergonzado y tontos cuando hablan con sus padres sobre sus problemas, resultado que se muestra con el 44.6 %; un 37.84 %. Cuando discuten sobre algo, solo algunas veces sus padres tiene en cuenta su punto de vista, esto responde un 36.50 %. Algunas veces los adolescentes molestan a sus padres con sus problemas, lo que se evidencia con el 40.50 %. Los adolescentes aseguran que sus padres les ayudan a entenderme mejor a mí mismo con el 51.35 % de respuestas aceptables y se sienten entendidos un 50 %, por eso; les cuentan sobre sus problemas y dificultades en un 31.08 %; lo que hace que ellos no sientan rabia hacia sus padres, se representa con el 68.9 %. Siempre que están molestos por algo, sus padres tratan de comprenderlos en un 32.43 %, lo que les hace confiar plenamente en ellos en un 66.22 %; contar con ellos cuando necesitan desahogarse, resultado dado en un 43.24 %; y, si sus padres saben que algo les molesta, les preguntan sobre el tema un 41.89 %.
De acuerdo a los resultados obtenidos, se denota que hay un elevado porcentaje de estudiantes, donde se muestra que los padres casi siempre o siempre, demuestran afecto a hacia sus hijos, sin embargo, hay un grupo significativo que indica que no reciben ese vínculo afectivo de parte de sus padres.
Discusión de los resultados
Para analizar las emociones y comportamientos de los adolescentes dado por el tipo de vínculo afectivo y conducta agresiva en el noveno año de la Unidad Educativa Milenio Olmedo, periodo 2016 – 2017, se proceden a la aplicación de cuestionarios adaptados, siguiendo el modelo del inventario de apego con padres y madres de familia (ippa, armsden & greenberg, 1987) y un cuestionario de agresividad (aq) de Buss y Perry versión reducida (Vigil - Colet et al., 2005), dirigida a los estudiantes. Estos procedimientos determinan lo siguiente:
Se destaca que hay una tendencia significativa de niveles de agresividad física en los estudiantes consultados, dado a que los valores referenciales se ubican con mayor significancia en la escala media, lo que indica que hay agresividad. Los jóvenes de hoy en día pasan por múltiples problemas que atañen al mundo moderno, anteriormente, se peleaba con porras y palos, ahora es con misiles y a control remoto. Pero estos avances han llevado a la sociedad a convertirse en consumista y plástica, yendo al despeñadero de la soledad, egoísmo y falta de valores que antes lo catalogaban como un hombre de bien. Estas taras han provocado que las familias sean disfuncionales, con la tríada perfecta rota, sin una cabeza de hogar que se sustente el uno con la otra, hijos sin padres o sin madres, hijos huérfanos o abandonados, etc.
En el análisis correlacional entre adolescentes con conductas agresivas y el tipo de vínculo que presentan con sus padres, muestran que si hay vínculo desconocido con sus padres, por lo que hay incidencia de agresividad (física, verbal, ira, hostilidad), presentando una actitud provocativa y contraria, en muchas de las ocasiones sin motivo alguno hacia los demás, lo que indica que hay una tendencia a que haya en ellos una conducta abusiva y agresiva y que al no ser controlada se puede reflejar en violencia emocional o física.
A pesar de que en su mayoría exista confianza y comunicación con sus padres la relación con ellos no es la adecuada, por lo que los adolescentes generan conductas agresivas ante los demás. Brando, Valera (2008) en su investigación sobre estilos de apego y agresividad en adolescentes, observó una similitud los resultados aquí presentados, lo que denota la influencia del vínculo afectivo y relación directa con la conducta agresividad del adolescente.
Hay un elevado porcentaje de estudiantes que reciben afecto de sus padres, sin embargo, hay un grupo significativo que indica que no reciben ese vínculo afectivo. Situación que hace reflexionar sobre la cruda realidad provoca hoy en día muy pocas familias completas y felices. Es triste saber cada día matrimonios se separan y más pelean las partes económicas correspondientes que el amor que deben brindar a sus hijos. Por esta y muchas más razones los adolescentes de la actualidad tienen comportamientos agresivos y de desconfianza, los padres no se percatan que abandonan a sus hijos por dedicarle más tiempo al trabajo; para obtener mayores réditos económicos, sin saber que este abandono repercutirán en su deserción escolar o en el bajo rendimiento académico o en indisciplina que a la larga compilará a un ente negativo para la sociedad.
Los estudios realizados reflejan un cuadro que debería ser analizado para mejorar el autoestima de los adolescentes y en conjunción con talleres para padres que sirvan de apoyo moral ante situaciones que ellos; los padres, no puedan solucionar por falta de apego, afecto o tiempo mal gastado. Son pocas las familias que de verdad se preocupan por el desarrollo cognitivo y afectivo de sus hijos, estos ejemplos vivos deben ser resaltados y elogiados para que sean semilleros de una gran sociedad.
Conclusiones
Este trabajo permite concluir que, el vínculo afectivo es un factor predeterminante y mantenedor de las conductas agresivas de los adolescentes demostrando su influencia directa. Se recomienda el seguimiento y fortalecimiento de casos en los cuales se evidencie deterioro del vínculo afectivo y manifestaciones de conducta agresiva, con la finalidad de fortalecer los vínculos afectivos del adolescente y prevenir vínculos negativos posteriores.
Los resultados obtenidos demuestras que existe una relación significativa entre la agresividad y los distintos tipos de vínculo afectivos que presentan los adolescentes con sus padres, concluyendo que, el tipo de vínculo que desarrollan a lo largo de sus primeros años de vida será un factor influyente para el desarrollo de la conducta, sea de forma positiva o negativa, por lo tanto le afectará en el desarrollo de su personalidad.
A través del conocimiento de las vivencias afectivas acerca de la imagen que los padres de familia poseen sobre sus hijos se puede decir que esto se relaciona directamente con la agresividad de los estudiantes, dado por la falta de manifestaciones de afecto, las mismas que son tan necesarias e importantes ya que los hijos desde el momento en que nacen, se conciben como seres frágiles a quienes se les debe amor y cuidado entregado. De este modo, el vínculo no puede considerarse como una función aislada, sino como experiencias efectivas básicas que influirán en la vida y por ende en cualquier tipo de actos de las personas.
Los resultados apuntan al diseño y desarrollo de una propuesta de intervención para resignificar los vínculos afectivos, basadas en charlas y talleres continuos dirigidos a los padres y estudiantes desde un punto principalmente afectivo, basado en una buena comunicación y relación, con el objetivo de lograr una reflexión crítica y una transformación en el establecimiento de los vínculos afectivos y las diversas formas de relacionarse con la familia y su contexto, entre ellos el escolar. Desde esta mirada los resultados muestran la importancia de la investigación dentro del contexto social y educativo del Ecuador y América Latina.

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* Docente Universidad Técnica de Manabí. Ecuador
** Estudiante Universidad Técnica de Manabí. Ecuador
*** Docente Universidad Técnica de Manabí. Ecuador

Recibido: 04/03/2018 Aceptado: 09/03/2018 Publicado: Marzo de 2018


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