Carmen A Rodríguez Herrera *
Pedro Tejera Escull **
Universidad de Oriente, Cuba
ptejera@uo.edu.cuResumen
El trabajo que se presenta con el título Visión de Fidel Castro Ruz en torno al ambiente tiene como objetivo analizar algunos elementos que conforman la visión de Fidel Castro Ruz sobre el ambiente que favorecen la comprensión de los acuciantes problemas del mundo actual. Entre estos elementos tenemos los
principales condicionantes que incidieron en el proceso de conformación de la visión de Fidel Castro en torno al ambiente, a través de tres momentos: formativo, de madurez y proyectivo.
Palabras Clave: ambiente, crisis ambiental, desarrollo sostenible y pensamiento de Fidel Castro Ruz.
Summary
The work presented with the title Vision of Fidel Castro Ruz on the environment aims to analyze some elements that make up the vision of Fidel Castro Ruz on the environment that favor the understanding of the pressing problems of the current world. Among these elements we have the main factors that influenced the process of conformation of Fidel Castro's vision about the environment, through three moments: formative, mature and projective.
Keywords: environment, environmental crisis, sustainable development and thinking of Fidel Castro Ruz.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Carmen A Rodríguez Herrera y Pedro Tejera Escull (2018): “Visión de Fidel Castro Ruz en torno al ambiente”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (enero 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/index.html/caribe/2018/02/vision-fidel-ambiente.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1802vision-fidel-ambiente
Introducción:
El presente trabajo ofrece, desde la perspectiva social, un análisis del interés y la ejecutoria de Fidel Castro Ruz en torno a la problemática ambiental, uno de los temas que exige sistematización y profundización. Con ello, el estudio no solo amplía los límites que se conocen de las diferentes facetas de su pensamiento, sino que contribuye a la organización de sus ideas; lo cual conformaría su visión en torno al ambiente.
La actualidad de las valoraciones sobre la visión de Fidel Castro en torno al ambiente viene dada por el escenario de un mundo en el que los problemas de la relación entre el hombre y la naturaleza se agudizan, hasta llegar a la crisis ambiental que hoy se manifiesta globalmente. Lo anterior requiere conocer facetas importantes de su vida que han condicionado su accionar y pensar.
En la actualidad el desequilibrio de la relación hombre-naturaleza ha producido la llamada crisis ambiental, que ha ido extendiéndose en su carácter y de manera considerable a más aspectos de la vida social; la agudización de los problemas medioambientales adquiere una dimensión no solo local y regional, sino global, pasando a formar parte de los principales problemas globales de la humanidad.
Hoy, cuando la humanidad pone en peligro hasta su propia existencia, se requiere de un cambio de actitud de los hombres con su medioambiente, que permita su utilización sostenible para satisfacer sus necesidades, en correspondencia con las condiciones socioeconómicas y culturales en que se desenvuelven, de ahí la necesidad de desarrollar la cultura en su dimensión ambiental.
Desarrollo:
Conformación de la visión de Fidel Castro en torno al ambiente.
Fidel Alejandro Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926. Fue el tercero de los siete hijos (cuatro varones y tres mujeres), sus padres Lina Ruz, cubana y Ángel Castro, emigrante español, que luego devino en un propietario azucarero.
Luego de su nacimiento, el contexto fue impactado por las consecuencias de la crisis económica de 1929 en los países desarrollados, que arrastró a la recesión económica a los países dependientes. Al mismo tiempo, en América Latina se aprecia la expansión imperialista de Estados Unidos de Norteamérica.
La crisis del capitalismo entre 1929 y 1933 provocó una situación revolucionaria que movió el dominio de Estado Unidos sobre Cuba. La política norteamericana intervenía cada vez más en los asuntos políticos de la Isla, bajo un nuevo manto político de “buen vecino”.
En Cuba se desarrolló la conocida Revolución del 30, en la cual toma auge el movimiento revolucionario. Décadas después, Fidel Castro Ruz comienza a despuntar como líder.
Entre el final de la década del 30 e inicios de la del 40 transcurre la Segunda Guerra Mundial, con su acompañamiento de sangre y destrucción en Europa y otras partes del mundo. Cuba formó parte del campo de los aliados contra la Alemania fascista, a la vera de Estado Unidos. Un impacto tremendo tuvieron en la sociedad las dos bombas atómicas lanzadas por el ejército estadounidense, hecho que tocó muy profundo la sensibilidad del joven Fidel y que provocó su rechazo ante un acto que segó la vida de innumerables personas y que provocó daños terribles al ambiente.
Asimismo, la influencia de las condiciones sociales y políticas en las cuales Fidel Castro desenvuelve su adolescencia y juventud no se desvinculan de una educación familiar que le inculcó el respeto hacia la naturaleza a partir del amor hacia el lugar donde nació, Birán, caracterizado por una casa de madera muy dura, de caguairán, rodeada de palmas muy tupidas, cocoteros, cedros, que apasionaban mucho a su padre, quien disfrutaba de su altura y de sus sombras.
Desde muy temprano, en ese ambiente campestre se acostumbró a las imágenes y al trabajo del campo, los árboles, la caña de azúcar, las aves, los insectos1 .Las lluvias frecuentes, el verdor deslumbrante de los pastos, los arbustos y los árboles hacen que se relacione cada vez más con un contexto natural donde flora y fauna se mezclan con la ingeniosidad de su padre.
Fidel Castro se desarrolla en medio de un contexto sociopolítico que deviene en fragua para sus ideas revolucionarias. Su procedencia familiar le dio acceso a la cultura, fue escuela formadora de su ideal de justicia e igualdad social.
En la entrevista concedida a Frei Betto Fidel reconoce este hecho cuando plantea: “Tuvimos una vida en común, allí donde nací, donde vivía, con la gente más humilde, todos aquellos muchachos que andaban descalzos (…) eran nuestros compañeros y nuestros amigos en todo, no pertenecíamos a otra clase social.”2
Es meritorio destacar que su personalidad rebelde no fue obra del azar, pues recibió una educación familiar basada en la disciplina, el respeto a la dignidad humana y en valores morales universales que moldearon su carácter; pero vivió al mismo tiempo una realidad aplastante que condicionó su formación.
En otro momento de la entrevista concedida a Frei Betto, Fidel admite la influencia de la educación familiar y de la escuela para su formación desde el punto de vista ético; al respecto platea: “Creo que fueron creando distintos valores éticos. Esos valores tienen que haber nacido de las enseñanzas, es decir, de la enseñanza de la escuela, de los profesores. Yo diría que incluso desde la familia, desde la casa” 3.
En sus estudios en Santiago de Cuba destinó tiempo a caminatas y ascensos de montañas, lo cual le permitió el contacto estrecho con toda la riqueza de la naturaleza. Estas acciones repercutieron en su firmeza de carácter, el afianzamiento de sus valores, su preparación física y, al mismo tiempo, acentuaron su amor y respeto por la naturaleza.
Una influencia determinante en su visión del ambiente y su praxis política en general fue la lectura de los textos de José Martí desde su adolescencia y su total identificación con las ideas humanistas e independentistas del apóstol.
Un hito importante en la formación del pensamiento ambiental de Fidel Castro lo constituye su entrada a la Universidad de La Habana el 4 de septiembre de 1945, donde matriculó en las Facultades de Derecho y de Ciencias Comerciales. El 13 de octubre de 1950 obtiene el título de Doctor en Derecho. Conoce las ideas de Mella y Villena en el ambiente académico, sin abandonar el ideario martiano; lo cual le permite criticar y enfrentar vicios, la corrupción política, la inseguridad social; fenómenos que son fuente de agudización de la pobreza, cuestión que ocupa un lugar significativo en sus reflexiones en torno al ambiente.
El ingreso a la Universidad de La Habana le da acceso a obras que le permitieron alcanzar madurez política, lo cual confirma su formación marxista. Esto se comprueba a partir de sus propias palabras al responder a la pregunta de Frei Betto sobre si ya tenía una formación marxista, Fidel le dice: “Sí, ya yo tengo una formación marxista-leninista, ya yo tengo una idea revolucionaria bastante cabal, yo la adquiero, realmente, cuando era estudiante universitario (…) en mis contactos con la literatura revolucionaria”4 Sus primeros pasos vinculados a los destinos de Cuba fueron sin dudas en el ámbito universitario.
El ambiente universitario proporcionaba un acercamiento desde una visión más acabada al pensamiento de José Martí y de los próceres de nuestra independencia. En cuanto a esto plantea: “Yo antes de ser comunista utópico o marxista, soy martiano, lo voy siendo desde el Bachillerato, no debo olvidar la atracción enorme del pensamiento de Martí sobre todos nosotros. Yo fui siempre también un profundo y devoto admirador de las luchas heroicas de nuestro pueblo por su independencia” 5.
De igual forma, el pensamiento positivista latinoamericano, encabezado por José Ingenieros; así como el pensamiento progresista de la intelectualidad, que en muchos casos ejercía la docencia universitaria, devinieron, por tanto, en fuentes teóricas reconocidas por el propio Fidel para su conformación ideológica, la cual le permite su entrada en el escenario político cubano con un nivel teórico superior.
Un momento que inicia su impronta en el proceso revolucionario cubano es su primer juicio, en 1950, en defensa de los campesinos desalojados de sus tierras. Este hecho muestra su preocupación por la situación del campesino, de cuya fuerza dependía la nación para cualquier intento de libertad del monopolio sobre la tierra, que presuponía el carácter dependiente de la economía cubana.
En las obras de Martí descubrió las primeras nociones sobre el imperialismo, el papel de un solo partido para conducir la revolución, su aguda conciencia de la guerra necesaria, su certera aplicación de la práctica revolucionaria en la coyuntura concreta de su época, la necesidad de la búsqueda de la unidad entre los pueblos de América frente al naciente imperialismo; idea martiana que Fidel ha defendido durante toda su vida.
Una idea importante fue la referida a que antes que Lenin, Martí organiza un partido para hacer la revolución, el Partido Revolucionario Cubano. No era un partido socialista, puesto que era una sociedad colonial, donde un puñado de patriotas estaba luchando por la independencia.6
Fidel Castro Ruz desde muy pequeño se preocupó por obtener información acerca de lo que le rodeaba y mostró una gran sensibilidad ante la pobreza y la injusticia social. Con esa convicción elaboró sus ideas sobre el papel y el lugar que desempeñaría la Revolución Cubana como parte indisoluble de la Revolución Latinoamericana en la tarea pendiente de completar el desarrollo económico, social y cultural de la región, donde su preocupación por el deterioro ambiental fluye.
Durante el tiempo que permaneció en prisión, tras los sucesos del Moncada, Fidel realizó una intensa labor de preparación política junto a sus compañeros a través de múltiples lecturas. Lo anterior le permitió afirmar al historiador Mario Mecía que durante el tiempo en prisión Fidel Castro “terminó de forjar su visión del mundo y completó el sentido de su vida”7 .
En la última mitad de los años 50 transcurrió una productiva etapa de aplicación de ideas: el exilio, la preparación de la guerra y su ejecución, bajo principios de racionalidad política, militar y ambiental. El teatro de operaciones escogido es la Sierra Maestra, aliada y protectora en el despliegue de la lucha revolucionaria.
En este período el contacto con la naturaleza fue especialmente intenso, al igual que con los campesinos; lo cual contribuyó a moldear de forma importante su pensamiento revolucionario en general y en torno al ambiente, en particular. En ese contexto emergió la idea del Gran Parque 26 de Julio en la zona suroriental, aún no materializada en toda su dimensión.
Por tal motivo, hacia mediados de los años 50 del siglo XX culmina un primer momento en la conformación del pensamiento ambiental de Fidel Castro, que se puede denominar formativo. En él surgen las ideas y convicciones primarias, que luego se desarrollarán en momentos posteriores de mayor alcance de sus ideas.
Fidel, en su quehacer revolucionario, se acoge a la tradición marxista y al legado martiano, desarrollados de manera creciente y enriquecidos a partir de los acontecimientos relacionados con la preparación y desarrollo de la Revolución de 1959. Su pensamiento se dirigió contra el mecanicismo y el dogmatismo de diferente corte, dominantes en la época. Tanto en la sustancia de sus ideas, como en las consideraciones explícitas sobre el proceso histórico, su pensamiento se inscribe en una concepción filosófica de carácter materialista dialéctico, la cual enfoca la historia y la sociedad como proyectos humanos libremente construidos, sobre la base de determinaciones objetivas de diversa índole.8
En este contexto y bajo la influencia de estas y otras mediaciones se inicia un segundo momento del pensamiento ambiental de Fidel Castro, muy productivo en términos prácticos. Al igual que en el primer momento, existen condicionantes internos y externos que contribuyeron a dar continuidad a la conformación del pensamiento del líder de la Revolución cubana en torno al ambiente.
El triunfo de la Revolución cubana en 1959 y la presencia de Fidel Castro en cumbres y debates internacionales consolidan su visión acerca de lo ambiental, que tiene en su discurso ante la Organización de Naciones Unidas en 1960 un momento de suma importancia, al tiempo que avanzaba la Revolución triunfante a pesar de los ataques constantes a los que era sometida. Este segundo momento en la conformación de la visión ambiental de Fidel Castro puede denominarse de madurez.
En el plano internacional la visión de Fidel Castro en torno al ambiente se desenvuelve en medio de conflictos de toda índole. La guerra de Viet Nam, los conflictos en el Medio Oriente, la independencia de naciones africanas, el despliegue de los movimientos guerrilleros en Latinoamérica, el auge del movimiento pacifista en medio del correlato de fuerzas entre el campo socialista y el imperialismo. La misma carrera por la conquista del cosmos y su posterior militarización, así como la tremenda crisis de los años 1974–1975, caracterizada por su cortedad y hondura, matizan un contexto que comienza a cambiar dos décadas después.
La esperanza de paz, estabilidad y desarrollo surgida tras la desaparición de la guerra fría no se materializó. El mundo estaba desgarrado por la violencia étnica, las guerras fratricidas, la fragmentación traumática de estados, el intervencionismo, la inseguridad para los países del Tercer Mundo; lo cual afecta la soberanía nacional.
En ese contexto que marcaba su pensamiento, a mediados de los años 80, Fidel Castro señalaba: “Se habla del comienzo de una década de esperanza para América Latina porque algunos indicadores, como los relativos a la inflación, al déficit presupuestario y al ingreso de capital han mejorado” 9. Sin embargo, el mismo Fidel afirma más adelante:
Pero no nos engañemos, nunca antes hubo más pobres y marginados en nuestro continente, nunca antes los países latinoamericanos fueron sometidos a un mayor saqueo. En los últimos 12 años, por solo dos conceptos: el pago del servicio de la deuda externa y las pérdidas asociadas al intercambio desigual, la América Latina se ha desprendido de 700 000 millones de dólares. La famosa deuda, sin embargo, hoy se eleva a más de 450 000 millones10 .
Aquí se expresa una relación entre el crecimiento económico, malinterpretado como desarrollo, y el incremento de las desigualdades, el subdesarrollo y la pobreza en América Latina. Al mismo tiempo, se denuncia el destructivo peso de la deuda externa, junto a la erosión de los capitales latinoamericanos por los servicios derivados de la misma.
En consecuencia, los remedios aplicados aumentaron la desigualdad y agravaron las condiciones de vida de las grandes mayorías. La pobreza crítica se extendió a casi la mitad de la población latinoamericana, el desempleo se incrementó, el salario real disminuyó. Más de 8 millones de niños menores de 5 años estaban desnutridos y cerca de 700 000 morían anualmente antes de cumplir esa misma edad. Aumentó de forma explosiva la población y la marginalidad en las grandes ciudades. El deterioro del medioambiente se aceleró. Creció la violencia y la inseguridad social. El narcotráfico, fomentado desde el exterior por un mercado insaciable e incontrolado, se consolidó como sistema supranacional de corrupción y crimen; todo ello en complejo y enmarañado proceso, que al mismo tiempo favorecía las ganancias de los países acreedores.
Las luchas de nuestro Comandante en jefe en los años 80 por el Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), el no pago de la deuda externa, la integración latinoamericana, su enfrentamiento al neoliberalismo, en un contexto en el cual crecían los estudios sobre la crisis ambiental amparados por los organismos de las Naciones Unidas, son el colofón del segundo momento en el desarrollo de su pensamiento en torno al ambiente. Un impulso importante en la maduración de su pensamiento sobre lo ambiental fue el enfrentamiento abierto del Comandante en jefe a la ideología neoliberal, cuya instauración en gobiernos latinoamericanos acarreó daños prácticamente irreparables a la naturaleza.
Precisamente, en los años 80, con la lucha por el no pago de la deuda externa y la defensa de la integración económica de los países latinoamericanos y caribeños, avanzó la proyección de Fidel Castro como líder latinoamericano. La Habana se convirtió en capital de los debates para los representantes de los más diversos sectores poblacionales de la región, que concurrieron a analizar y tomar conciencia de los riesgos que el Comandante en jefe abordaba con claridad meridiana. La preocupación por la protección del ambiente estuvo presente en las propuestas que realizara Fidel Castro en esos tiempos.
Durante las primeras décadas de la Revolución una constante en los planes de desarrollo, inspirados en el liderazgo de Fidel Castro, fue la introducción de técnicas de rotación de cultivos, el tránsito de los abonos químicos a otros orgánicos, la instalación de industrias que tuvieran un impacto noble sobre el medioambiente, independientemente de los costos. En el acto central por el 26 de Julio en Cienfuegos en 1984, refiriéndose a obras en construcción en esa provincia, expresó:
Se construye una gran purificadora de agua para evitar la llegada de residuales al mar. Es una planta grande y costosa, que no obstante debemos construir en esta y en otras muchas industrias para preservar la pureza de nuestras aguas y del medio ambiente, porque el éxito completo de este gran desarrollo industrial de Cienfuegos se medirá un día por nuestra capacidad de mantener suficientemente limpias las aguas de esta bahía, como para que se puedan seguir produciendo los excelentes camarones que se pescan (…)11 .
Las complejas y difíciles circunstancias que Cuba enfrenta en la última década del siglo XX y los acontecimientos posteriores contribuyeron al desarrollo de las ideas de Fidel Castro acerca del ambiente. Por un lado, la crisis ambiental se había agravado en el contexto internacional, al tiempo que el país se debatía en una crisis interna, que afirmaba en cierta medida el deterioro del medioambiente. Por otra parte, el país era víctima de fenómenos que le impactaban directamente, como son la intensidad de los ciclones, al tiempo que se recrudecen las sequías; el polvo del Sahara, que inhibe la humedad, y los efectos del evento El niño, que comienzan a ser apreciados en la inestabilidad climática cubana. En consecuencia, se incrementan los incendios forestales, aumentan las temperaturas, se afectan los humedales, junto a otros eventos que demuestran la compleja situación ambiental nacional.
El pensamiento de Fidel Castro en torno a la crisis ambiental requiere de un análisis profundo en los momentos actuales. Al respecto planteó en una de sus reflexiones que “el cambio climático afectará al continente americano de forma importante, al generar más tormentas violentas y olas de calor, que en Latinoamérica provocarán sequías, con extinción de especies e incluso hambre”12 . En la solución de los problemas ambientales de alcance global, generadores de la crisis ambiental, el líder de la Revolución cubana señala algunos pasos que tendría que dar la humanidad:
Primero: lograr la sustitución de la cultura consumista y derrochadora del mundo industrializado y de los sectores de altos ingresos en los países subdesarrollados por un modo de vida que tienda al uso más racional de los recursos y a la significativa reducción de la agresividad contra el medio.
Segundo: propiciar un cambio radical en las condiciones socioeconómicas del Tercer Mundo, mediante la transformación del actual sistema de relaciones económicas internacionales y de las estructuras económicas y sociales, que en la mayoría de los países subdesarrollados favorece la existencia de esas numerosas capas de hambrientos, enfermos, desposeídos e ignorantes13 .
Estas circunstancias matizan un nuevo momento en el desarrollo del pensamiento de Fidel Castro en torno al ambiente, que se caracteriza por la denuncia, la divulgación de ideas y la elaboración de propuestas de solución. Este momento podría denominarse proyectivo en la evolución de su pensamiento acerca del ambiente.
A lo interno, a partir de 1990, con el derrumbe del socialismo eurosoviético y la desintegración de la URSS, el país enfrentó la más profunda crisis desde el triunfo de la Revolución, que puso a prueba todas las capacidades de resistencia de la nación.
No obstante, la preocupación por la preservación del ambiente fue una constante que se materializó en el perfeccionamiento del marco regulatorio y la creación de instituciones especializadas. En este contexto, se da un impulso especial a la legislación sobre el medioambiente. Se aprueba la Ley 33 de Medio Ambiente y la Estrategia Ambiental Nacional, se crea la red de unidades de medioambiente (UMA), se habilita el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), resultado del perfeccionamiento del Estado cubano para atender con prioridad estos asuntos en el país; todo ello bajo el liderazgo y conducción especial del líder histórico de la Revolución cubana.
En la línea divulgativa se abordan los temas ambientales en discursos y en particular en las Reflexiones del Comandante en jefe, donde además propone soluciones, entre las cuales emerge la necesidad de hacer conciencia en las masas y la utilización de la cultura para modificar los comportamientos humanos. Al mismo tiempo, se enfatiza en la responsabilidad del capitalismo salvaje y consumista en la gravedad de los problemas que se enfrentan. Otro detalle importante de la etapa es el optimismo, manifestado a partir de la consideración de que aún queda tiempo si se actúa con celeridad y decisión.
Otro aspecto destacable en este tercer momento es la multiplicidad de eventos internacionales, las investigaciones especializadas acerca del ambiente, el impulso de la concepción del desarrollo sostenible, los estudios sobre los índices de desarrollo humano que publica cada año a Organización de Naciones Unidas. A partir de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, 1992, y de la aprobación de la Agenda 21 se ha iniciado un abrupto camino hacia la toma de conciencia y el cambio de los comportamientos. Lo anterior tiene en Fidel Castro a uno de sus más distinguidos promotores por la integralidad de sus reflexiones y el preciso enfoque de las causas generadoras; igualmente, por la aportación de soluciones y su confianza en la mitigación de los efectos de la crisis ambiental actual.
Los primeros años del siglo XXI complicaron el panorama internacional por sucesivas crisis en el capitalismo, con repercusión en todas las naciones del mundo, incluida Cuba. La utilización de nuevas tecnologías para la producción de combustibles, la contaminación de los mares por diversas causas, el incremento en la atmósfera de gases de efecto invernadero debido al desarrollo de la sociedad de consumo son cuestiones que han estado en el centro de las denuncias del Comandante en jefe a través de sus frecuentes reflexiones; las cuales constituyen un legado teórico para las presentes y futuras generaciones.
El análisis realizado hasta aquí sobre los momentos a partir de los cuales la visión de Fidel Castro en torno al ambiente se ha ido conformando como proceso, hasta alcanzar el grado de integralidad que se aprecia hoy, se apoya en la interconexión entre la complejización del contexto internacional en cada momento, con el incremento de la información sobre la crisis ambiental y el crecimiento del liderazgo y proyección del Comandante en jefe, elementos que devienen en el criterio de diferenciación. En cada momento sucesivo se acentúa el alcance, junto a la capacidad de predecir los acontecimientos a través del tiempo, habilidad que se ha evidenciado desde sus luchas en la guerrilla. También se pone de manifiesto su compromiso con los humildes y explotados del mundo entero. Ver Anexo I.
Si bien la concepción de Fidel en torno al ambiente no resulta ser una teoría, cuestión pleidnte justificada, pues no se trata de un científico o académico, sino de un político que interpreta y propone alternativas de solución al problema identificado, sí ofrece una visión sistémica e integradora, que implica un cambio absoluto del paradigma dirigido al análisis de este fenómeno. En este sentido, el líder de la Revolución cubana identifica las interacciones que vinculan a los diversos elementos del fenómeno, intenta establecer la organización interna e identifica los intercambios de los sujetos con el ambiente.
De esta manera, se aprecia la conformación de la visión de Fidel Castro en torno al ambiente en tres momentos, que tienen entre sus particularidades las siguientes:
1. El contexto familiar, la educación recibida desde temprana edad incluye el respeto hacia la naturaleza.
2. El vínculo con su ideario político, donde refleja las ideas martianas referidas a la pobreza, el subdesarrollo y la desigualdad social.
3. La concepción de una proyección de desarrollo independiente en una nación constantemente asediada y con desventajas socioeconómicas estructurales, así como culturales.
4. Fuerte influencia del pensamiento de avanzada interno y externo, de cada contexto, y su implementación en la solución de problemas dentro de la nación y en otras naciones a través de las relaciones de cooperación.
Conclusiones:
En este capítulo se definen las categorías principales que soportan los análisis realizados: lo ambiental, la crisis ambiental y el desarrollo sostenible. Igualmente, se indaga en la formación del pensamiento de Fidel Castro en tres momentos, denominados: formativo, de madurez y proyectivo; a través de los cuales su visión en torno al ambiente rebasa el ámbito nacional y alcanza connotación universal; lo que revela cualidades que lo distinguen. Esas cualidades son integralidad, capacidad predictiva y carácter revolucionario de su visión; esta última contentiva de optimismo, voluntad transformadora y compromiso clasista de cada propuesta. Así, gradualmente, se va conformando, según las circunstancias, un pensamiento maduro en torno a los temas ambientales.
BIBLIOGRAFÍA
Asamblea General de Naciones Unidas, Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo: Informe Nuestro Futuro Común, 1987. Disponible en: http://www.un.org/es/ga/president/65/issues/sustdev.shtml. Consultado Mayo2016.