M. en Arq. Rigoberto Lárraga Lara
En este ensayo se invita a la reflexión crítica del quehacer de la arquitectura en especial en lo que se enseña, y se pone por práctica en las escuelas de arquitectura, su repercusión social, y como este fenómeno global pone en “crisis” la profesión. Sin el ánimo de ser alarmistas o apocalípticos, sí es de nuestro interés, construir una autocrítica del papel social de la profesión, alejándonos de su antónimo, el protagonismo del arquitecto “artista”, inmerso en la anarquía formal seudo “inspirada” en la caja negra del proceso creador del “iluminado”.