Diógenes Jesus Diaz Ríos
Martín Arana es un joven ingeniero de software, no de los mejores en la universidad, pero si muy bueno para hacer negocios. Junto con algunos amigos, logró vender una aplicación de negocios a un hospital privado cuando aun estaba en primer año de la universidad. Desde entonces se dio cuenta que su habilidad y conocimiento en programación, junto con las de algunos socios más hábiles que él, en este aspecto, podían ser una oportunidad para hacer empresa. Al terminar la universidad ya tenía una empresa dedicada al desarrollo de software a la medida, sus clientes eran empresas de su ciudad que estaba experimentando un crecimiento económico sin precedentes desde hacía cinco años. Las empresas crecían, impulsadas por el consumo interno fruto del gran avance en exportaciones del país. Pero esto también fue detectado por otras empresas y personas que eran sus competidores, sin embargo, había logrado hacerse de un prestigio en el mercado, gracias a sus aplicaciones potentes, confiables y de bajo costo.