Yolanda Moreno Hermenegildo*
Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México (ISCEEM).
yolis_moreno_11@hotmail.com
Resumen
El contexto social, económico y político de la década de los ochenta, es propicio para la conformación de grupos que protestan y denuncian la condición de marginación, de exclusión y de explotación de la que están siendo objeto, en este escenario surge la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ). Se describe brevemente su origen, el sentido político y pedagógico de su propuesta educativa, como una significación en la que se entreteje lo político y lo pedagógico, expresado en el uso metafórico de la organización como escuela y a través de las acciones colectivas que realiza para presenciarse como sujeto educativo. Los movimientos sociales actualmente no son solo una reacción al conflicto estructural, sino acciones mediadas por dinámicas y prácticas sociales distintas. Desde esta postura la investigación tiene como finalidad comprender las experiencias educativas de las escuelas de la UPREZ. La metodología que se utilizó consistió en la revisión de bibliografía referente a la temática, la técnica empleada es la entrevista semiestructurada, el enfoque es de carácter cualitativo y se consideró que las voces de los fundadores son de vital importancia ya que en ellas se aprecia el significado de las experiencias que han tenido como docentes en las escuelas de organización. Las conclusiones a las que se arriba después del arduo recorrido de la investigación, son las significaciones diversas que los fundadores otorgaron a su práctica a partir de sus experiencias, pero también como estas han evolucionado a partir del contexto y de su participación como organización social ante la situación política actual.
Palabras clave: escuelas de organización social - alternativa pedagógica - experiencia educativa de los fundadores de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ).
Abstract
The social, economic and political context of the 1980s was conducive to the formation of groups that protested and denounced the condition of marginalization, exclusion and exploitation to which they were being subjected. It was in this scenario that the Unión Popular Revolutionaries Emiliano Zapata (UPREZ) emerged. Its origin is briefly described, as well as the political and pedagogical meaning of its educational proposal, as a meaning in which the political and pedagogical are interwoven, expressed in the metaphorical use of the organization as a school and through the collective actions it carries out to be present as an educational subject. Social movements today are not only a reaction to structural conflict, but actions mediated by different social dynamics and practices. From this position, the research aims to understand the educational experiences of the schools of the UPREZ. The methodology used consisted of a review of the literature on the subject, the technique used is the semi-structured interview, the approach is qualitative and it was considered that the voices of the founders are of vital importance since they appreciate the meaning of the experiences they have had as teachers in the schools of organization. The conclusions reached after the arduous journey of the research are the diverse meanings that the founders gave to their practice based on their experiences, but also how these have evolved based on the context and their participation as a social organization in the face of the current political situation.
Key words: schools of social organization - pedagogical alternative - educational experience of the founders of the Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ)
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yolanda Moreno Hermenegildo (2020): “La UPREZ, una experiencia pedagógica alternativa”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (mayo 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2020/05/uprez-experiencia-pedagogica.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante2005uprez-experiencia-pedagogica
INTRODUCCIÓN
Reconocer la presencia de las organizaciones sociales como un campo donde se mueve una diversidad de sujetos con sueños, necesidades y expectativas propias, que se identifican por algo que los convoca y los congrega para luchar. Esta sensación de ser y no ser, es lo que nos lleva a tomar consideraciones de carácter epistémico, teórico, político, ético y metodológico, que nos posicionan en un lugar estratégico desde el cual investigar a las escuelas de organización, como una alternativa pedagógica en las voces y las experiencias de los fundadores de la UPREZ.
Esta sensación de incompletitud y la necesidad de transitar de la ausencia a la presencia, de hacer posible la existencia de saberes y experiencias educativas distintas a las tradicionales, esta manera de percibir el mundo y la realidad me brinda la posibilidad de pensar las experiencias de las organizaciones sociales, desde la invisibilidad, desde el plano de la ausencia, por lo que no han sido consideradas para su estudio en toda su complejidad y consistencia. Se han dejado de lado algunos aspectos que no han sido de relevancia para la ciencia hegemónica. En este sentido se está refiriendo a la posibilidad de pensar y reflexionar acerca de las escuelas de organización, a partir del carácter popular y alternativo que soportan y expresan en sus voces, experiencias y proyectos.
Por tanto, la postura epistémica que se recupera es a partir de las Epistemologías del Sur, que plantean un pensamiento más comprensivo de la realidad, esta manera de pensar es una forma de estar en el mundo ligando saberes y experiencias de vida. Esta postura de carácter crítico vislumbra un modo de pensar que cuestiona a la modernidad y al modo de producción del saber hegemónico, en este sentido se someterán a una revisión crítica algunos conceptos hegemónicamente definidos por la racionalidad moderna, como conocimiento, dando paso a miradas más comprensivas sobre la relación conocimiento-poder, que permitan ampliar la discusión, incluyendo otras alternativas epistémicas para entender la realidad, algunas de estas alternativas nos las ofrecen los movimientos sociales, en sus vertientes colectivas e individuales, por lo que es necesario develar los aspectos epistemológicos, teórico-metodológicos que dichas movilidades sociales contemporáneas nos están planteando.
En suma, en este artículo se bordan tres planteamientos que refieren a las escuelas de organización como una alternativa pedagógica que emerge en las voces y las experiencias de los fundadores de las organizaciones sociales que surge en la década de los ochenta en el Estado de México.
En un primer acercamiento se plantea el punto de emergencia de la UPREZ, como organización social, desde el momento de su fundación y potenciación, dado el contexto histórico, político, social y económico que dio lugar a su surgimiento a partir de las aportaciones de algunos que se han interesado por estudiar su presencia en el contexto social actual.
En el segundo planteamiento, se describe la perspectiva metodología que hizo posible visibilizar la existencia estas organizaciones y es precisamente la precariedad del contexto en la década de los ochenta, el espacio propicio para la emergencia de estas organizaciones y acciones colectivas.
Hay un tercer planteamiento que advierte la capacidad que tienen de generar propuestas educativas que permiten hacer otra lectura del mundo, a través las formas de resistencia que presentan y de luchar por un mundo más justo y equitativo, que vislumbran en las significaciones que hacen sobre la concepción de las relaciones y la existencia de otras formas posibles de estar en el mundo.
Los planteamientos que aquí se recuperan se encuentran en las dimensiones de la sociología de las ausencias y de las emergencias que refiere Boaventura (2014). Para visibilizar lo que no existe de acuerdo con la epistemología dominante, mediante la experiencia y los saberes que emergen de los grupos sociales considerados como no existentes.
DESARROLLO
La sociología de las ausencias se presenta como el horizonte desde el cual será posible hacer presente la experiencia social invisibilizada por las ciencias sociales hegemónicas. De este modo se mira como “un procedimiento transgresivo, una sociología insurgente para intentar mostrar que lo no existente es producido activamente como no existente, como una alternativa descartable, invisible a la realidad hegemónica del mundo”. (Santos, 2006:23)
Desde la sociología de las ausencias, es posible visibilizar las experiencias educativas, suprimidas o marginadas que resultan de la acción colectiva de algunas organizaciones sociales como es el caso de la UPREZ. De este modo se pueden identificar los principales planteamientos políticos, filosóficos y pedagógicos que den cuenta de la presencia de una propuesta pedagógica alternativa en las escuelas de organización creadas por la UPREZ.
Los referentes teóricos aquí citados, me convocan a articular un horizonte epistemológico desde el cual pueda develar el fragmento de la realidad que me interesa estudiar, desde un pensamiento que visibiliza los problemas que afectan a la sociedad, como, la desigualdad, la marginación, la exclusión y la opresión, pero al mismo tiempo nos brinda la posibilidad de pensar y tener la expectativa de una vida y una sociedad distinta.
Para lograrlo responde Santos (2006)
No es simplemente un pensamiento lo que necesitamos; necesitamos un nuevo modo de producción de conocimiento. No necesitamos alternativas, necesitamos un pensamiento alternativo de las alternativas. Porque nos encontramos ante el panorama de una sociedad compleja, los conflictos ya no se reducen al tradicional sistema económico, van más allá invadiendo el terreno cultural y el político, afectando la identidad personal de los individuos, así como la motivación y los patrones culturales que caracterizan o definen su acción colectiva. (p.16)
Hoy la acción colectiva no se lleva a cabo para demandar y exigir la satisfacción a necesidades económicas, laborales y salariales o la participación en el sistema social y político. En este escenario y en pleno auge de los movimientos sociales como formas de acción colectiva, surge la UPREZ como una experiencia de organización social en defensa de los derechos de los más desprotegidos y poco favorecidos por el sistema económico vigente, surge con la idea de generar las condiciones para provocar una transformación social, que brinde otras alternativas de mundos posibles a los sujetos que se encuentran marginados y excluidos.
En este trabajo se logró un acercamiento a las experiencias educativas de las escuelas de organización, a través de lo expresado en las voces y las experiencias de los fundadores de la UPREZ, lo que nos ayudó comprender las rupturas epistemológicas, los enfoques y las posturas políticas que las soportan. Del mismo modo resultó gratificante, entender la concepción de sujeto que quieren formar, las relaciones y luchas que surgen al interior de las organizaciones sociales, reconocer si se da una democratización del conocimiento, así como advertir la emergencia de saberes pedagógicos diferentes, a los que supone la educación tradicional.
Esta aproximación al objeto de estudio se hizo a través de las teorías que se han enfocado al estudio de los movimientos sociales, que se inscriben en el ámbito de la sociología de la acción, desde esta perspectiva la sociedad aparece como una actividad intencional que se desprende de la capacidad humana de producir sentidos y actuar de acuerdo con éstos. Los supuestos teóricos que aquí se advierten marcaron la pauta y el rumbo que se requería para hacer la investigación, sin embargo, en cada planteamiento teórico se observa que los actores investigadores se constituyen, actúan y proponen desde lo social.
Hay estudios que han impulsado a los movimientos sociales, intentado dar presencia a las experiencias, los conocimientos y saberes que emergen en la lucha contra lo predeterminado e instituido por los modos dominantes del saber, como los realizado por (Melucci, 1999), (Touraine, 1999), (Bolos, 2008), (Zemelman, 2011), (Santos, 2014), entre otros, quienes se han preocupado por redimir, revelar y hacer presente los saberes de aquellos grupos oprimidos, silenciados y ausentes que, sin duda, han estado presentes en el desarrollo social y político de varios países.
Los movimientos sociales, que aquí nos ocupan, son aquellos que plantean organizarse de forma independiente, demandando a las instancias de gobierno desde una posición de autonomía, recuperando el aspecto del conflicto como relevante para la conformación de actores organizados y que expresan la definición de roles, jerarquías y liderazgos. Estos aspectos permiten vislumbrar los elementos que constituyen el comportamiento de las organizaciones sociales, en cuanto a la idea de servicio comunitario como lo popular y la solidaridad como el sentido de congregación.
Desde esta perspectiva, coincidimos con Touraine (1999), en el entendido de que los movimientos sociales son:
Grupos portadores de una concepción determinada de la sociedad, en virtud de su propia acción: ahí se encuadran en nuestros días iniciativas antinucleares, feministas o sindicales. Como esas concepciones de la sociedad son en amplia medida incompatibles, se suscitan conflictos que están en el origen mismo del cambio social, es decir, de las transformaciones que afectan a las normas sociales, a las representaciones colectivas y a las leyes. De este modo la sociedad se autoproduce, "inventando" el sentido de su acción. (p.29)
Entonces, los movimiento sociales, se identifican como un conjunto de actores con una concepción común de sociedad, de acuerdo al tipo de relación que guardan con otros actores opuestos por relaciones de dominación , que tienen las mismas orientaciones culturales y luchan por la gestión social en pro de los intereses particulares de un grupo social en conflicto que se encuentran en un estado de marginación, exclución y explotación.
En los años sesenta emergieron movimientos sociales con características muy específicas:
Poniendo de manifiesto las dificultades que tenían para ser comprendidos por las dos principales corrientes sociológicas de la Época: el modelo marxista y el modelo estructural-funcionalista. Un aspecto particularmente sorprendente fue que estas perspectivas tampoco podían explicar por qué se reactivaban los movimientos sobre todo en un momento que se caracterizaba, en la mayor parte de las sociedades occidentales, por un gran crecimiento económico y de bienestar social. (Melucci, 1999: 220)
Ante este escenario, la aparicion de grupos sociales era inexplicable, pues la situación económica y laboral que se apreciaba, no era lo que impulsaba su emergencia, los movimientos sociales ahora pugnan por reconocimiento, aceptacion e igualdad. La lucha por el salario, la jornada laboral y el estatus politico, eran cosa del pasado, los movimientos sociales tradicionales se habían abordado analíticamente en términos de conflictos de clase, pero los nuevos movimientos sociales se resistían a tal conceptualización.
Por lo que a Melucci (1999), lo que llama su atención de los nuevos movimientos sociales, es la relación de los movimientos clásicos que tenían que ver con las diferencias entre las formas históricas de clase y las formas de acción colectiva que surgieron en las últimas décadas.
Las nuevas formas de agregación social poseen una naturaleza permanente y no coyuntural, “ellas coexisten con otras categorías más consolidadas (como las clases, los grupos de interés y las asociaciones); y aunque varíen en sus formas empíricas, son un componente estable e irreversible de los sistemas sociales contemporáneos” (Melucci, 1999: 25). Los actores que se incorporan a los nuevos movimientos sociales tienen como cometido revelar los problemas que existen en la sociedad, y no luchan por cuestiones materiales o para lograr una posición en el sistema, lo hacen por proyectos simbólicos con carga cultural que atribuye orientaciones distintas a su acción colectiva; quieren cambiar la vida y el destino de las personas mediante la lucha y que esto implique también un cambio en la sociedad y en las relaciones sociales.
Por lo que, Melucci (1999), conceptualiza a los movimientos sociales como:
Una forma de acción colectiva que: primero, está basada en la solidaridad, segundo, está inmersa en el desarrollo de un conflicto y, tercero, está rompiendo los límites del sistema en el cual ocurre la acción. Esta definición tiene la ventaja de que ubica a los movimientos sociales separándolos de otros tipos de acciones colectivas que frecuentemente se confunden con ellos. (p.10)
Con esta apreciación se puede identificar o diferenciar el carácter de un movimiento social respecto al de una acción colectiva. Sin embargo; deja claro la vinculación que se establece entre ambos; además de advertir como la implicación del conflicto repercute en la ruptura respecto al sistema social al que hacen referencia. Los movimientos sociales surgen casi siempre del encuentro entre la existencia estructural de un conflicto y las condiciones coyunturales en las que se encuentra un sistema. Los movimientos, a su vez, provocan nuevos cambios, que acentúan o reducen las contradicciones y por ende el conflicto.
Son claras las funciones que cumplen respectivamente las acciones conflictivas y los movimientos sociales. Las primeras provocan ajustes en el sistema, contribuyen a la afirmación de la sociedad civil, a la democratización y politización de la vida cotidiana. Asimismo; facilitan la organización de la población y el surgimiento de líderes. Respecto de los segundos, y en concordancia con la definición de (Melucci, 1999) se ha afirmado que los grandes cambios que se han producido en el orden social del mundo en las últimas décadas son, en gran medida, a consecuencia de los movimientos sociales.
En los años sesenta:
Los actores, en los conflictos son cada vez más temporales y su función es revelar los problemas, anunciar a la sociedad que existe un problema fundamental en un área dada. Tienen una creciente función simbólica, tal vez podría incluso hablarse de una función profética. Son una especie de nuevos medios de comunicación social (Marx y Holzner, 1977 y Sazón, 1984). No luchan meramente por bienes materiales o para aumentar su participación en el sistema. Luchan por proyectos simbólicos y culturales, por un significado y una orientación diferentes de acción social. Tratan de cambiar la vida de las personas, creen que la gente puede cambiar nuestra vida cotidiana cuando luchamos por cambios más generales en la sociedad. (Melucci, 1999:70).
En este contexto surgen las organizaciones sociales manifestándose de diversas formas para denunciar las anomalías que se advierten por la inequidad y la desigualdad en cuanto a la distribución de la riqueza ya que mientras unos acaparaban y acumulaban capital económico otros carecían de todo bien material.
Estos grupos sociales compartían la sensación de opresión y exclusión, lo que hizo que se encontraran y organizaran para ir en busca de un mundo mejor. Por lo que Bolos (2008), opina que estos actores tienen la sensación “de ser excluidos de la distribución de los recursos económicos, políticos y sociales, pero al mismo tiempo se plantean expectativas, acciones y formas organizativas autónomas, es decir, son capaces de organizarse, realizar acciones y propuestas independientes de los ámbitos que el Estado crea para esos fines” (Bolos, 2008:21) Las organizaciones sociales tienen algo en común, la mayoría se constituyeron cuestionando y oponiéndose a un determinado sistema de gobierno, planteándose a la vez, iniciativas y propuestas para resistir, luchar y buscar otras alternativas.
En 1986, en pleno auge de los movimientos sociales como formas de acción colectiva surge la UPREZ, una organización social reivindicativa en defensa de los derechos de los más desprotegidos y poco favorecidos por el sistema económico vigente, surge con la idea de generar las condiciones para provocar una transformación social, que brinde otras alternativas de mundos posibles a los sujetos que se encuentran en una situación de marginación y exclusión.
Para tener un amplio conocimiento de la UPREZ, como organización social. Ruiz (2005) la identifica, como un “Frente Popular” y dice que es el resultado de la unión de varias organizaciones populares. Tiene como antecedente a la Organización de Izquierda Revolucionaria Línea de masas (OIR-LM), de corte maoísta, fundada en 1980, la cual valoraba la participación de los integrantes en los movimientos sociales como una estrategia política para la revolución y el cambio social. Más tarde y como consecuencia del terremoto de 1985 se incorporó al Movimiento Urbano Popular (MUP), en la ciudad de México, de este modo la UPREZ se constituyó como una organización social y un espacio de acumulación de fuerzas políticas para la transformación social. Desde este planteamiento se concibe a la UPREZ, como una organización social que lucha por la construcción de espacios de poder en el ámbito local y territorial en la ciudad de México y en otras entidades del país para procurar a través de la acción colectiva una transformación de la sociedad.
Este apartado muestra de forma detallada el proceso que se siguió en el desarrollo de la investigación, dando a conocer los pasos, las etapas, los procedimientos y los instrumentos utilizados en la recuperación y el análisis de las experiencias educativas que se vierten en las voces de los fundadores de las escuelas de organización. Para el propósito de esta investigación fue necesario acudir a los fundadores ya que, ellos, son los que pueden aportar a través de sus experiencias, los significados que han construido en torno a la orientación pedagógica que reviste las experiencias educativas de las escuelas de la UPREZ.
Asumiendo una postura crítica, se propone partir de la contingencia y la emergencia de los movimientos sociales, construir y reconstruir el pensamiento para dar cuenta de las experiencias educativas que se gestan en las escuelas de organización específicamente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ). Las Epistemologías del Sur recurren a los instrumentos y técnicas de corte cualitativo porque son los más confiables dadas las pretensiones de esta postura, ya que el trabajo con sujetos y subjetividades requiere de una capacidad interpretativa de parte del investigador porque la realidad a interpretar es a partir de la dirección en que se muevan las subjetividades como producentes de otras realidades posible.
Por tanto, las Epistemologías del Sur se enfocan en:
La búsqueda de conocimientos y de criterios de validez del conocimiento que otorguen visibilidad y credibilidad a las prácticas cognitivas de las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido históricamente victimizados, explotados y oprimidos, por el colonialismo y el capitalismo globales (Santos, 2009b:12). Citado en (Mandujano, 2014:97)
Desde esta perspectiva es necesario un acercamiento más íntimo y reflexivo a las experiencias educativas que realizan los movimientos sociales con el afán de visibilizar su acción colectiva, los cuestionamientos que hacen sobre su quehacer educativo y los planteamientos pedagógicos que proponen para lograr evadir los niveles de marginación y opresión, dando cabida a nuevos paradigmas de emancipación con el fin de transformar su realidad. Los referentes teóricos que hicieron posible este propósito son Hugo Zemelman y Boaventura de Sousa, ya que ambos comparten la idea de conocer aceptando las contingencias de la realidad social y recuperando las emergencias, en el diálogo de diversos esquemas teóricos.
Para poder realizar dicho diálogo se recurrió la sociología de las ausencias y de las emergencias planteada por Boaventura De Sousa Santos, como una perspectiva teórica – metodológica, en la que se vislumbra la emergencia de un pensamiento que critica a la modernidad y cuestiona al pensamiento occidental hegemónico como el espacio privilegiado para la producción de conocimientos. Zemelman (2011), lo refiere como un pensamiento alternativo de las alternativas que emanan de las emergencias sociales, como los movimientos que surgen en la década de los ochenta para reinventar otras formas de conocimiento, debido a una inconformidad con las actuales formas de plantear la relación entre el conocimiento y lo social. Este pensamiento alternativo emerge como un razonamiento diferente que preside los conocimientos, que plantean las actuales movilidades colectivas.
En el momento en que emerge una razón diferente, cosmopolita y subalterna,
Se proponen entonces tres programas sociológicos que abren paso a esta racionalidad moderna: una sociología de las ausencias, encargada de expandir el presente, una sociología de las emergencias que permita contraer el futuro, y un trabajo de traducción capaz de crear inteligibilidad mutua entre experiencias posibles y disponibles (Mandujano, 2014:100).
Pensar en los movimientos sociales, es reconocer que existen y que se hacen presente a través de sus formas de lucha, de resistencia y de protesta ante lo instituido por el capitalismo. Dar cuenta de su existencia, de las experiencias y los saberes que generan, me ha llevado a tomar una serie de decisiones y determinaciones de carácter epistémico, teórico y metodológico, que me posicionan en un lugar estratégico, desde el cual investigar las experiencias de los fundadores de las escuelas de organización, específicamente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ). Estas decisiones y este lugar permiten posicionarse desde una perspectiva más clara en torno a la realidad social que vivimos. facilitando la identificación de los instrumentos, las herramientas y las técnicas adecuadas para indagar el campo y ubicar a los informantes claves que proporcionaron la información necesaria para los fines de la investigación.
Se identificó a la entrevista no estructurada como la más viable para la recuperación de la información, pues fue necesario hacer un análisis minucioso de los significados arrojaron en sus experiencias los fundadores de las escuelas de la UPREZ, se puntualizó la viabilidad de esta técnica por la incursión al contexto de las escuelas de organización cargadas ya de una trama de significados, por su particular forma de emergencia fundacional y por su trayectoria frente a las determinaciones del estado y su relación con otros actores sociales.
Por entrevistas cualitativas no estructuradas entendemos reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras. Las entrevistas siguen el modelo de una conversación entre iguales, y no de un intercambio formal de preguntas y respuestas (Taylor, 1987: 31).
Es necesario que el informante o entrevistado exprese con libertad sus opiniones y sentimientos de modo que permita profundizar en su mundo interior y así comprender, desde la perspectiva de estos, sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan sus propias palabras.
Se realizaron de una a dos entrevistas a cada uno de los informantes, se optó por seis fundadores de la organización, se hizo la elección de estos, porque fueron los que tuvieron la idea y la iniciativa de conformar a la UPREZ desde sus inicios, por lo que se pensó que la información que se recuperó de ellos fue de primera fuente y por tanto más veraz y oportuna para el logro de los objetivos de la investigación.
De las experiencias expuestas en las voces de los fundadores de la UPREZ, emergieron algunas significaciones que refieren las dimensiones o categorías que identifican, a las escuelas de organización como una alternativa pedagógica.
En las voces y las experiencias de los fundadores de la UPREZ, se develan significados que visibilizan la presencia de una propuesta pedagógica alternativa, se percibe su existencia en el dialogo que se establece entre sus experiencias y sus expectativas, entre lo que dicen y sus prácticas, entre lo que expresan y lo que callan. Estas significaciones dialogan también con las que hace el investigador como interprete como participe de la experiencia social de la que se habla.
Se encontraron ciertas dificultades en la comprensión de dichos significados, que van desde el manejo de la información, pasando por confusiones conceptuales y discrepancias en la práctica y la teoría, esto reflejó en el distanciamiento que se percibió, entre las prácticas colectiva o acciones realizadas por los miembros de la organización y el discurso que formularon acerca de las mismas. Por lo que se tomó en consideración la incidencia de estas categorías, en las diferentes acciones, demandas y estructuras organizativas de la UPREZ,
En este sentido, abordaremos lo popular por ser parte medular de sus prácticas, al referir a la participación ciudadana expresada en el Movimiento Urbano Popular. Por lo que es importante destacar el papel y la actuación de lo popular, en sus diferentes proyectos. Tales como, una educación popular, vivienda a costos populares, poder popular, etc. El discurso de los Fundadores de la UPREZ señala que su acción responde exclusivamente a los intereses de la comunidad, del pueblo. Sin embargo, las prácticas y las experiencias muestran que la organización ha buscado preponderantemente hacer alianzas con los partidos políticos,
La concepción de democracia que se pone en juego en las organizaciones sociales se vislumbra en todos sus proyectos, prácticas y experiencias sociales. Ya que la UPREZ, no pretende lucrar con la gente y los beneficios que les otorga a través de la lucha y las negociaciones. Su estructura organizativa funciona mediante el ejercicio democrático por medio de asambleas, en las que todos y cada uno de sus integrantes, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, comerciantes, obreros y maestros tienen derecho a voz y voto.
Sobre la cuestión de la autonomía de las organizaciones sociales, se plantea que una organización para que sea considerada como movimiento urbano popular debe tener como principio y substrato básico de su existencia y actuación, la independencia ideológica y política, señala y distingue la autonomía respecto del Estado, la burguesía y los partidos políticos, plantea la propuesta de un programa propio y alternativo en materia urbana y de organización social, política y educativa.
La nostalgia por las ruinas de parte de los colonizados, de los dominados, representa el inquietante recuerdo de una destrucción, al mismo tiempo se muestran como la señal de que la destrucción no fue total, y que siempre se puede edificar y resurgir de los escombros (como el ave fénix) para proyectar un futuro alternativo. Aunque las condiciones y las circunstancias no sean favorables, existe la posibilidad de aprovechar las malas experiencias para cambiar el rumbo y hacer nuevos caminos, como se expresa en el siguiente comentario.
Cuando llegue a las escuelas de organización, yo era un maestro tradicional, yo pegaba, yo tenía mi regla, tenía mí borrador, mi gis y mi chancla, les decía a los chamacos: pongan la mano, hacia todo lo que tuviera a la mano para someter a los alumnos, (MI1/SGD/17/05/2017).
En este proceso de autoconocimiento y reconocimiento de los déficits que se tienen para un mejor desempeño de la práctica social y educativa reside la capacidad de concienciación que refiere Freire (1969), en su propuesta de educación para la liberación. Mediante esta toma de conciencia, se pueden buscar otras alternativas para pensar la educación.
La pedagogía de Paulo Freire posee esta mágica cualidad de abrir brechas e invitar a buscar nuevos territorios a encontrarse y dialogar con otras formas de mirar la realidad y ver a la educación como el proceso de concientización que habrá de llevarnos a la reflexión y a pensar que existen otros mundos posibles.
Bibliografía
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