Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


PREFERENCIAS LÉXICAS PARA LA NOMINACIÓN DE LAS RELACIONES SOCIALES EN EL CONTEXTO UNIVERSITARIO

Autores e infomación del artículo

Yosbel Rodríguez Pérez*

Melissa Prieto Amador**

Raúl Chacón LLanes***

Universidad de Artemisa, Cuba

e-mail: yosbel.rp@nauta.cu


Resumen
El presente trabajo se propone el registro e interpretación de las preferencias léxicas entre estudiantes que cursan la Licenciatura en Educación en la especialidad de Español-Literatura de la Universidad de Artemisa. Tratándose de una tarea de corte filológico y de carácter cualitativo, se buscó sustentación en fundamentos y conceptos de lexicología y sociolingüística, y se exploraron antecedentes de trabajos de este tipo, incluyendo los dedicados al léxico estudiantil. Se prepararon cuestionarios encaminados a obtener información, que se aplicaron, siguiendo métodos y técnicas como el cuestionario y la encuesta, a una muestra de 30 estudiantes, de una población conformada por 50, lo que representa el 60%. La descripción del material obtenido permitió registrar e interpretar las preferencias léxicas, que pueden resultar de notable utilidad para emprender estudios posteriores sobre las características del habla y del léxico de un sector poblacional considerable en la provincia de Artemisa –los estudiantes-, con lo cual se estaría aportando material lingüístico para otras investigaciones de este tipo y de mayor alcance.
Palabras clave: registro-interpretación-preferencias léxicas, contexto universitario, vocabulario estudiantil
Abstract
The present work proposes the registration and interpretation of the lexical preferences among students who study the Bachelor in Education in the specialty of Spanish-Literature of the University of Artemisa. In the case of a philological and qualitative-type task, support was sought in foundations and concepts of lexicology and sociolinguistics, and background of work of this type was explored, including those dedicated to the student lexicon. Questionnaires were prepared to obtain information, which were applied, following methods and techniques such as the questionnaire and the survey, to a sample of 30 students, from a population made up of 50, which represents 60%. The description of the obtained material allowed to register and interpret the lexical preferences, which can be of considerable utility to undertake further studies on the characteristics of speech and lexicon of a considerable population sector in the province of Artemisa -the students-, with which would be contributing linguistic material for other investigations of this type and of greater scope.
Key words: register-interpret-lexical preferences, university context, student vocabulary

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Yosbel Rodríguez Pérez, Melissa Prieto Amador y Raúl Chacón LLanes (2020): “Preferencias léxicas para la nominación de las relaciones sociales en el contexto universitario”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (marzo 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2020/03/relaciones-sociales-universitario.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante2003relaciones-sociales-universitario



INTRODUCCIÓN
La sociolingüística diversifica y profundiza los estudios sobre el léxico a partir de la idea de que el hablante selecciona de la norma de su comunidad lingüística las variantes léxicas que mejor responden a sus preferencias, a sus necesidades, a los contextos de uso, a las esferas en las que interactúa con otros hablantes. El hablante no es tampoco un ente abstracto; se inscribe en un estrato social desde el cual adecua sus necesidades comunicativas a los diversos contextos en que produce sus actos de habla. Se descubren entonces variantes culta, estándar, formal o informal, popular, vulgar de la misma lengua. Por otra parte, existen también registros generacionales.
Históricamente los jóvenes han marcado sus diferencias de los adultos con modismos y giros lingüísticos propios, a veces muy creativos, que pueden o no generalizarse, pero siempre serán distintivos. Esas expresiones se manifiestan principalmente en el registro estándar, para la comunicación llana, más informal y espontánea, pues no persigue otros fines que el simple intercambio. El problema estará en la carencia de otros registros para interactuar en contextos especializados o en la extensión de los vocablos propios de las situaciones coloquiales e informales a espacios que requieran de la variante culta.
La presente investigación se propone caracterizar algunas esferas del registro estándar de los jóvenes en el ámbito escolar. De hecho, los estudios sociolingüísticos realizados en Cuba han penetrado poco en las regularidades observables en el registro estándar del habla informal de ese grupo social en el contexto antes apuntado, y mucho menos en las especificidades que podrían detectarse entre los que realizan estudios en carreras pedagógicas.
Se trata de una investigación descriptiva y sincrónica llevada a cabo en el contexto universitario. Los estudiantes que se tomaron como muestra proceden de diferentes zonas geográficas. Esta última información es importante, pues permitiría analizar el grado de “contaminación” o de nivelación del léxico.
Se parte de la consideración de que el registro estándar de comunicación informal no es exclusivo de ningún grupo de edades específico, pero tiene particularidades generacionales y locales que generalmente se manifiestan con energía entre algunos grupos, e históricamente los jóvenes, y en especial los estudiantes, han sido portadores de preferencias que los han distinguido de otros grupos que conforman el espectro sociolingüístico de una comunidad.
Se traza como objetivo caracterizar las preferencias léxicas de estudiantes de la especialidad de Español-Literatura en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, Universidad de Artemisa, para la nominación de relaciones sociales en el contexto universitario. Se defiende la idea de que en el registro estándar de comunicación informal entre estudiantes de la especialidad Español-Literatura se revelan preferencias léxicas para la nominación en las relaciones sociales del contexto universitario.
La investigación, necesariamente, lleva a plantearse tareas específicas como las siguientes:

  • Indagación en los fundamentos que aportan la lexicología y la sociolingüística y en experiencias precedentes sobre estudios de léxico para orientar el trabajo hacia el vocabulario estudiantil en el contexto universitario.
  • Caracterización de las preferencias léxicas para la nominación de relaciones sociales en el contexto universitario entre estudiantes que cursan la especialidad de Español-Literatura en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Artemisa.
  • Determinación de las voces y frases que constituyen preferencias léxicas entre los estudiantes, y de los recursos utilizados por ellos para la nominación, a partir del análisis del material lingüístico acopiado.

Se pusieron en práctica métodos teóricos como análisis documental, el histórico-lógico, el analítico-sintético y el inductivo deductivo; métodos empíricos como la observación, la entrevista y la encuesta, y el método estadístico-matemático para cuantificar datos en torno a las preferencias léxicas.
El trabajo aporta a la práctica un conocimiento sobre los recursos para la nominación y las preferencias léxicas de los estudiantes, útil para cualquier trabajo educativo posterior con el lenguaje. Su importancia consiste en introducir por primera vez una investigación de corte filológico en la esfera de las carreras pedagógicas.

DESARROLLO
I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE LÉXICO EN EXPERIENCIAS PREVIAS QUE APORTAN MODELOS ÚTILES PARA EL TRABAJO
De todos los niveles en que se estructura la lengua –fonológico, morfológico, lexical, sintáctico y, pudiera añadirse, textual-, el más notable (dando a esta voz el sentido de que se hace notar) es, indudablemente, el lexical porque su unidad estructural básica es la palabra.
La palabra es el signo lingüístico por excelencia –de hecho, es el que suele utilizarse comúnmente para ilustrar en lingüística el concepto de signo-  porque evidencia claramente las llamadas ”dos caras” que, según el lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1858-1913), caracterizan al signo: el significante, por ser un fenómeno sonoro, audible, material, físico, con “cuerpo”, es decir, con una forma; y el significado, pues a la vez encierra y comunica una idea, un concepto, un contenido semántico que alcanza pleno sentido en un contexto de uso determinado.
La definición de palabra, sin embargo, no deja de ser un problema. La lingüista cubana Marlen Domínguez dice que es un “segmento de discurso que aparece entre dos pausas o dos espacios en blanco” 1, pero a continuación acepta lo impreciso de esa definición 2.
Lo cierto es que la palabra vive como hecho abstracto en los diccionarios, en la lengua; pero como realidad viva y concreta en los usos reales que hacen de ella los hablantes de la lengua, es decir en el habla. Esta dicotomía lengua / habla, introducida también por Sausurre en su Curso de lingüística general, permitió centrar la atención de las investigaciones primero en la lengua, para después dirigir el interés hacia sus usos sociales, dando origen a la sociolingüística comociencia que se ocupa de explicar la relación lenguaje-sociedad.
Precisamente la competencia sociolingüística de un hablante dependerá, en buena medida, de la variedad de estos registros que pueda tener incorporados, y que activará en situaciones concretas de comunicación, según el contexto en que se produzca el acto comunicativo. Por ejemplo, el profesor empleará el registro culto durante el ejercicio de su profesión o en sesiones académicas y de intercambios profesionales con sus colegas, pero cuando conversa con ellos en otros espacios o está en familia, activará el registro estándar; y si está en una playa jugando dominó con sus amigos, posiblemente adopte giros del registro popular. Por lo general, los hablantes cultos no incorporan a su interacción comunicativa jergas o expresiones del registro vulgar, aunque también las conocen. Lo importante es disponer de los registros necesarios para interactuar adecuadamente en las diferentes esferas de la vida social. Y el léxico, aunque no exclusivamente él, marca las distinciones entre lo culto, lo estándar, lo popular y lo vulgar.
A continuación, se expone brevemente lo que caracteriza a cada uno de esos registros.
Culto u oficial esel uso de un idioma en la comunicación intelectual de sus hablantes, uso lo suficientemente fijo como para permitir un amplio entendimiento entre los usuarios, pero también lo suficientemente flexible como para aceptar todas las innovaciones que impone la vida cultural de la comunidad”. 3 Los autores de este criterio añaden que es el “registro más alto de los usos del idioma y que forma el marco de referencia necesario para el sentido de la corrección lingüística del hablante (…) nivel a partir del cual los diccionarios establecen las calificaciones de uso del léxico”. 4
El estándar, plantea José Manuel Blecua, autor de las citas anteriores, es un registro más amplio que el primero y más difundido, con cierta tendencia a la neutralidad: el que usan los medios de comunicación, el que se escucha por la radio y sirve por excelencia a la comunicación interpersonal y social, pues quiere hacerse inteligible a todos los hablantes de la comunidad.
El popular es más relajado en el aspecto de la pronunciación  y se acompaña de giros, expresiones y construcciones populares, aunque según Sergio Valdés Bernal, “…es nuestra forma más general de comunicación, la cotidiana, la que utilizamos en todo contexto no oficial (…) Pero no podemos confundir el habla popular con esa forma de pronunciación relajada, casi incomprensible, con que algunos se manifiestan en nuestra lengua nacional. Ya esa forma de hablar  se aproxima a lo vulgar, y nada tiene que ver con lo popular”. 5
El vulgar abusa de la presencia de expresiones soeces, groseras, socialmente reprobables. A veces es registro de comunicación entre grupos marginales y se identifica con ciertas jergas (ambientes carcelarios, grupos delincuenciales, etc.)
Los estudios sobre léxico no son recientes en las investigaciones del lenguaje; incluso tienen una historia anterior al nacimiento de la lingüística estructural o moderna impulsada por Ferdinand de Saussure. Ya desde la Antigüedad y durante toda la Edad Media los filósofos y los copistas en los monasterios emprendían la traducción de unas a otras lenguas y comparaban el vocabulario entre ellas en busca de precisión al trasladar ideas y conceptos; pero estas comparaciones alcanzan mayor auge a partir del Renacimiento, sobre todo desde el siglo XVIII, con el descubrimiento del sánscrito -antigua lengua religiosa de la India-  y su estudio y comparación con otras lenguas clásicas de la Antigüedad como el griego y el latín, lo que genera el desarrollo de la corriente del comparatismo histórico.
La comparación del sánscrito con las otras lenguas evidenció analogías entre ellas, lo que permitió plantear como hipótesis la existencia de una lengua indoeuropea anterior, de la que habrían nacido varias familias de lenguas.
El comparatismo, extendido luego a otras áreas geográficas del planeta, dejó importantes huellas en el conocimiento de la estructura y funcionamiento de las lenguas y en el estudio del vocabulario y sus relaciones con la cultura de los pueblos.
Tras el nacimiento de la lingüística moderna estos estudios continuaron, y una vez descrita y analizada la lengua como sistema, comenzaron a llamar la atención los fenómenos del habla. Como ya se dijo, ello propició el nacimiento de nuevas ciencias derivadas de la lingüística, entre ellas la sociolingüística, que se adentra en las relaciones entre la lengua y la sociedad, es decir, en los usos que hacen de ella los hablantes como agentes sociales para satisfacer sus múltiples necesidades comunicativas.
Con la sociolingüística los estudios sobre el vocabulario se amplían. Se investiga la riqueza léxica, entendida como la capacidad desarrollada por los hablantes para conocer, retener y usar palabras6 ; la disponibilidad léxica, que permite conocer el dominio léxico de una persona, es decir su léxico disponible,  entendido como el conjunto de voces almacenadas en el LÉXICÓN MENTAL del hablante y que están disponibles para ser utilizadas cuando las circunstancias comunicativas lo requieran, y las preferencias léxicas, que explican la elección –voluntaria o inconsciente- que hace el hablante de determinada pieza léxica para expresar determinado contenido semántico, de acuerdo con su riqueza léxica, el dominio de registros, sus necesidades expresivas, las características de los interlocutores, los contextos en que se comunica o el grado de formalidad / informalidad  de la comunicación.
El presente trabajo establece los modos de nominación utilizados en el vocabulario estudiantil, es decir, en un grupo generacional. Se centra en el registro estándar de comunicación informal, o sea, en aquel que se activa para los intercambios espontáneos, coloquiales, llanos, sin otras pretensiones que la simple comunicación, aunque a veces no transcurra entre iguales e involucre los considerados superiores, y aunque determinadas voces puedan aparecer incluidas también en los otros registros: el culto o el popular.
Sus antecedentes han sido varias investigaciones: la coordinada por la Dra. Ana María González Mafud sobre el habla culta en la ciudad de la Habana 7 y la emprendida por Aurora Camacho Barreiro sobre el vocabulario estudiantil, también en el área de la capital.
La decisión de analizar y describir uno de los componentes de la actividad discursiva de los estudiantes estuvo motivada por el hecho de que la juventud constituye un grupo social muy dinámico cuyas características, tanto sociales como sicológicas, condicionan que en su habla se reflejen marcadamente procesos y fenómenos propios de la actividad discursiva en diferentes entornos de nuestra sociedad.
Los resultados obtenidos por esta última investigación indujeron a indagar acerca de las preferencias léxicas entre estudiantes del nivel medio de la especialidad de Español-Literatura, muy útil para una caracterización más amplia y completa del vocabulario estudiantil.
Con ese fin se organizaron seis cuestionarios que fueron aplicados, de manera individual, a todos los estudiantes de la matrícula y en varias sesiones de trabajo. Podía haberse recogido información léxica de múltiples esferas de la realidad, pero se decidió limitar la búsqueda al área de las relaciones sociales, y en especial a la nominación de relaciones sociales que pudieran manifestarse en el ámbito escolar. Para ello se prepararon series de preguntas sobre:

  1. Denominaciones del profesor
  2. Denominaciones del estudiante
  3. Denominaciones del personal que trabaja en la escuela
  4. Denominaciones de las asignaturas
  5. Denominaciones de los exámenes y sistema de evaluación
  6. Otras denominaciones

Al aplicar los cuestionarios a los estudiantes se procedió de manera tal que no pudieran intercambiar respuestas, para intentar recoger la mayor cantidad posible de nominaciones con el mínimo de “contaminación”.
En la formulación de los cuestionarios se evitó introducir la denominación esperada a través de algún lexema derivativo o tautológico. En algunos casos se hicieron preguntas de profundización para obtener la información más completa sobre la materia analizada. Se procede de esta manera cuando el estudiante aseguraba no conocer ninguna respuesta o solo una de las previstas por el autor; es decir, si el autor contaba con una serie de posibles respuestas para una misma noción y el informante utilizaba exclusivamente una de ellas, recurriría a la indagación más profunda para obtenerlas.
A continuación se exponen apuntes teóricos que están en la base de la investigación que se realiza.

  • I ESTUDIO DE LOS RECURSOS NOMINATIVOS EMPLEADOS EN EL VOCABULARIO ESTUDIANTIL

Este estudio permite distinguir:

  1. Una forma externa de denominación.
  2. Ciertos tipos semánticos.
  3. El uso de préstamos.

El autor incluye en su investigación combinaciones estables de palabras, es decir, fraseologismos, ya que cumplen una función nominativo-expresiva al denotar referentes de ciertas realidades y conceptos del entorno estudiantil.
A continuación se profundiza en las distinciones de los recursos denominativos antes presentados.

  • Forma externa de la denominación

Desde el punto de vista de la forma externa, la nominación puede realizarse a partir de:

  • Palabras derivadas
  • Vocablos truncados
  • Palabras compuestas.

2.  Tipos semánticos
Este recurso no remite a la forma de la palabra, como en el caso precedente, sino a su contenido, a su valor semántico.  En efecto, en el habla del grupo social analizado se aprecian ciertos cambios en la combinatoria verbal regulados por las restricciones y mecanismos existentes en el seno del sistema lingüístico. Asimismo, entre los tipos semánticos más representativos pueden mencionarse las metáforas, las metonimias, sinécdoques, especializaciones de sentido, entre otros.     
3. Préstamos
Los préstamos que se registran son fundamentalmente anglicismos, es decir, voces tomadas del inglés. Son los más frecuentes.
4. Unidades fraseológicas
A pesar de que las unidades fraseológicas son numéricamente escasas en el material, equivale a un 30 % de las entradas registrada. Se advierte que dichas estructuras satisfacen en alto grado las necesidades nominativo-expresivas de los jóvenes encuestados. En el significado de estas unidades entran todos los tipos de expresividad, rasgo al que le son inherentes determinados matices emocionales, valorativos o estilísticos.
5. Tipos híbridos
A los efectos del presente trabajo se llama híbrido o se conceptualiza como tal a un tipo de característica que combina cambios tanto en la forma externa de la denominación (el significante) sin ceñirse específicamente a alguno de los paradigmas antes apuntados –palabras derivadas, vocablos truncados y palabras compuestas-, como en el contenido semántico (significado) de la voz o la unidad fraseológica. 
Con estas caracterísicas se registra una amplia variedad de palabras y frases, principalmente fórmulas de saludo y vocativos que satisfacen la función apelativa del lenguaje.
II. CARACTERIZACIÓN E INTERPRETACIÓN DE LAS PREFERENCIAS LÉXICAS DE LOS ESTUDIANTES. CONSIDERACIONES DERIVADAS DEL PROCESAMIENTO DE DATOS
El análisis del material lingüístico confirma el criterio de que el vocabulario estudiantil se forma -como todo léxico- mediante recursos de la lengua general. Los modos de nominación más representativos en este vocabulario son la derivación por sufijación, la truncación o corte de unidades léxicas, el alargamiento o expansión de palabras, la especialización del significado léxico y la metaforización. Además, es muy relevante el empleo de unidades fraseológicas de muy diversa estructura.
Por lo general, los estudiantes utilizan voces neutras y otras estilísticamente marcadas, pero, al parecer, no reparan en las diferencias estilísticas que un uso u otro suponen; por tanto, se observa un gran uso sinonímico.
Así, el estudiante o profesor inteligente y sagaz es, para nuestros encuestados, inteligente, brillante, filtro, afilad(o), quema(d)o, mecha(d)o, vola(d)o, escapad(o) y taco.
Por otra parte, el estudiante “corto de entendederas” y de malos resultados académicos es bruto, burro, ñame, socotroco, topo y cafre.
El estudiante designa un examen, asignatura o lección difícil como dura, chícharo, sorbeto, ladrillo, clavo, bomba y hueso. Y para calificar el mismo referente, pero de fácil realización, utiliza sustantivos en función de adjetivos valorativos o directamente adjetivos, como regalo, pan, suave y jamón.
La acción de suspender un examen se denomina también desaprobar, caerse, fallar, ponchar y colgar. Por otra parte, la acción de irse de la escuela sin autorización de padres y maestros se denomina fugarse y  echarse el día.
Se registra, además, una serie de voces ponderativas del grado de excelencia de algo (exámenes y asignaturas) o de alguien (profesor, resto del personal que trabaja en la escuela y alumnos). Dicha serie está integrada por los vocablos cancha, suave, fiera, chévere, mamey y jerarca, por la unidad fraseológica fuera de serie y, por supuesto, por el adjetivo bueno, que constituye la palabra clave de la valoración.
El empleo de formas apocopadas, así como de denominaciones elípticas, tiene una frecuencia relativamente alta en el vocabulario estudiantil, lo que confirma su capacidad expresiva.
En el sector estudiantil predomina la interrelación con otros sectores sociales, más allá de sus intenciones que, en general, lo llevan a preferir relacionarse con sus contemporáneos y a distanciarse de los adultos.
El léxico estudiantil es generacional y no se inscribe necesariamente en el registro vulgar del idioma, sino que está más cerca del registro estándar, aunque por el carácter transitorio, pasajero de muchas de sus voces y frases se acerca al registro popular.
III. VOCES Y FRASEOLOGISMOS QUE CONSTITUYEN PREFERENCIAS LÉXICAS Y RECURSOS UTILIZADOS POR LOS ESTUDIANTES PARA LA NOMINACIÓN
Una vez caracterizadas e interpretadas, a partir del análisis del material lingüístico acopiado, las preferencias léxicas extraídas de los estudiantes de la muestra, se puede pasar a la determinación de aquellas voces y unidades fraseológicas o fraseologismos que, por su regularidad, tienen un carácter preferencial, así como de los recursos que con mayor frecuencia son utilizados para la nominación de las relaciones sociales en el ámbito escolar. En lo sucesivo se presentan primero los recursos y después se ejemplifican las voces y frases de preferencia.
III. I EJEMPLOS DE FORMAS EXTERNAS DE DENOMINACIÓN
Las palabras derivadas se forman exclusivamente por sufijación, pues la prefijación no representa realmente un mecanismo para la creación de nuevas palabras
Entre los sufijos más representativos por su productividad y frecuencia pueden mencionarse los siguientes:
-ido, -ito, -ina,-ente, -nte, -ado, -ista, -ón.
-ista: Mediante este sufijo una simple actitud o postura puede convertirse en doctrina o tendencia.
Por ejemplo, complejista nombra a la persona que sufre algún complejo o trastorno de la personalidad que la hace sentir inferior y dificulta sus relaciones sociales; finalista se dice del estudiante que estudia un día antes del examen y también del que, para entregar tareas, espera ser el último.
-ente: sufijo que forma adjetivos, principalmente derivados de verbos para indicar caracterización de persona u objeto.
Por ejemplo, repitente nombra al estudiante que debe repetir un grado escolar.
-ón: En algunos casos, sufijo que se agrega a raíces verbales para expresar el agente de una determinada acción: de mirar, mirón: el que mira con disimulo el examen de otro estudiante para responder el propio; de copiar, copión: el que toma por escrito meticulosamente todas las notas y comentarios hechos por el profesor en clases.
En otros casos, este sufijo actúa como intensificativo, por lo que se le reconoce un matiz altamente expresivo. Su valor primario (aumento de la cualidad) llega a ser sustituido por el valor afectivo. Por ejemplo: de polilla, polillón: alumno que siempre está estudiando en bibliotecas y en cualquier otro lugar o circunstancia; de guataca, guatacón: el que hace o dice lo que puede halagar a otros con propósitos interesados; de consciente, conscientón: el que escribe al dictado, estudia o realiza cualquier otra tarea estudiantil con plena conciencia y seriedad. El sentido despectivo caracteriza a estas denominaciones. 
-ito: este sufijo es utilizado más con valor despectivo que como diminutivo.
Batidito: Se le dice al profesor o estudiante que es muy estricto, que no es de agrado, que es poco amigable y rígido en el trato hacia los demás.
Puntualito: Dícese del estudiante que asiste a todos los turnos de clase y que no se pierde ninguna actividad escolar.
Intelectualito: Es el estudiante que estudia y sabe mucho
En el caso de los vocablos truncados. el autor coincide con Charles Kany en que si el proceso de abreviación ´´se mantiene dentro de los límites de la claridad, normalmente hace más eficaz la expresión. Sus atajos, su economía de esfuerzo y su reticencia sugestiva contribuyen sobremanera a la función comunicativa del habla´´ 8.  El recurso gramatical conocido como apócope tiene una alta incidencia en el material registrado. El corte de una palabra se ha extendido entre las generaciones más jóvenes condicionado por la economía de recursos expresivos que propicia, particularmente en el uso de las formas de tratamiento en sus funciones apelativa y referencial. A menudo, este procedimiento se explica como un fenómeno de economía en la información lingüística, lo cual se aviene con el dinamismo propio de los sectores juveniles.
Pre: Apócope de preuniversitario. Este corte es muy frecuente. Se refiere tanto al lugar donde los estudiantes reciben la instrucción media superior como a la enseñanza correspondiente a dicho nivel. Por esta razón, se escuchan los enunciados siguientes: “Yo estudio en el pre Revolución de Octubre´´ y ´´ estoy terminando el pre…”
Profe: La alternancia que se origina entre las denominaciones ´´ profesor ´´ y la forma apocopada ´´ profe ´´ es manifiesta. Entre los estudiantes universitarios se observa una casi absoluta preferencia por esta última, salvo en los siguientes casos:

  • Cuando utilizan el nombre propio del profesor como forma de tratamiento, hecho que condiciona rasgos diferenciadores, cualitativamente distintos, en las relaciones educador- educando;
  • cuando el lazo afectivo entre el alumno y el profesor no es fuerte;
  • cuando el profesor impone una forma de mayor cortesía, por ejemplo: doctor;
  • cuando se trata de una persona de avanzada edad que infunde respeto.

Es evidente que estos dos últimos usos están condicionados por razones de índole sociocultural. Por otra parte, la unidad léxica ´´ profesor ´´ es la forma de tratamiento utilizada con preferencia, mientras que la forma ´´maestro´´ parece reservarse solo a los niveles primarios de enseñanza.
Chiva: Alumno que, comunicando algo conocido, traiciona la confianza de sus condiscípulos o del colectivo. Se trata de la forma truncada del adjetivo ´´chivato ´´, el cual parece haber sido desplazado por aquella.
Dire(c): Apócope del vocablo director. Dicho fenómeno puede producirse hasta la vocal –e- o hasta la consonante que cierra la segunda sílaba. Los estudiantes lo emplean solo en su función referencial, es decir, el alumno lo utiliza para referirse a la persona que encarna la máxima jefatura de la escuela, pero nunca para dirigirse directamente a ella, por lo que se está en presencia de una diferenciación desde el punto de vista de la situación comunicativa.
En lo que respecta a las palabras compuestas, a partir de este recurso de la lengua surge una nueva palabra. El vocablo resultante puede designar una mera asociación de ideas ya expresadas o denotar una realidad completamente nueva. Por lo general, el emisor persigue cierto efecto emotivo, que puede manifestarse de forma despectiva o humorística y, en otros casos, constituye una fuente de denominación neutral de dicha realidad.
Lengualarga / lengüilarga: Alumno que comunica al profesor o a otros condiscípulos algo que debía ser de conocimiento limitado o secreto. Se advierte un matiz despectivo en esta denominación.
Limpiapiso: Persona encargada de la limpieza en los centros estudiantiles. En esta unidad léxica se advierte cierta connotación negativa, que se atenúa con denominaciones alternativas.
Entreturno: Tiempo entre un turno de clases y otro, en el cual los estudiantes disfrutan de un receso y se preparan para comenzar una nueva clase. Esta unidad léxica constituye una denominación neutral, desprovista de matices afectivos.

IV EJEMPLOS DE TIPOS SEMÁNTICOS
3.2 METÁFORA
Este recurso tropológico apareció con significativa frecuencia en nuestro material, hecho que corrobora su eficacia expresiva. Se registran formaciones, por supuesto, con más clara motivación que otras, pero en la generalidad de los casos está implícito el acercamiento de dos realidades diferentes a partir de algún rasgo o cualidad común que se acentúa hasta transformarse en identidad. La metáfora traslada el sentido de las palabras y establece una relación de analogía o parecido entre el nuevo significado y el primitivo o recto. El campo de acción de este recurso, como sabemos, es ilimitado, ya que todos los seres y objetos de la naturaleza son susceptibles de recibir la acción metafórica.

3.2.1 METÁFORAS ZOOMÓRFICAS
a) Nombre de animales aplicados a personas
Estas metáforas se agruparon siguiendo el orden de los siguientes campos semánticos:
Estudiosidad:
Polilla: Educando que siempre está leyendo. La imagen subyacente sugiere que dicho estudiante es tan dado a los libros como la polilla, pues no se desprende fácilmente de ellos.
Brutalidad:
Topo: alumno de corto alcance, que en toda yerra o se equivoca.
Burro: Alumno corto de entendederas, bruto. Su uso es común a otros países de Hispanoamérica.
Fraudulencia:
Águila: alumno que se fija en el examen de otro para responder el propio. Debe recordarse que existe la expresión ´´vista de águila´´ que hace alusión, precisamente, a la de gran alcance.
b) Nombres de animales aplicados a objetos inanimados
Chivo: Nota o papel pequeño con el resumen de la materia que se lleva oculto para ser mirado en los exámenes. Este vocablo en el español de Cuba alude a lo que es o tiene apariencia de ilícito. Por supuesto que la relación metafórica que aproxima el contenido sociopolítico y el uso propio del vocabulario estudiantil se encuentra, precisamente, en el carácter fraudulento de dichos fenómenos.
Vaca: Papel que se lleva oculto al examen y que por su gran extensión puede incluir numerosos apuntes. Esta denominación está aún por afianzarse entre nuestros estudiantes, pero resulta curioso que designen de esta manera al ´´chivo´´ de mayor tamaño.
3.2.2 Metáfora del mundo vegetal
Los ejemplos se agruparon también de acuerdo con el campo semántico: brutalidad y dificultad.
Brutalidad:
Ñame: Alumno o profesor bruto.
Dificultad:
Chícharo: Pregunta, examen o evaluación de difícil comprensión o ejecución.
3.2.3 METÁFORAS DE LO INANIMADO
Para designar rasgos de los fenómenos de la realidad circundante, el alumno emplea denominaciones cuya motivación primaria se encuentra, precisamente, en el mundo referencial concreto. Para expresar, por ejemplo, algunas peculiaridades de los exámenes o asignaturas recurren a las siguientes metaforizaciones.
Aburrimiento:
Bomba: Examen o asignatura aburrida, cansona.
Dificultad:
Clavo: Asignatura o examen que genera, por difícil, serios problemas al alumno.
Hueso: Asignatura o examen de difícil aprendizaje y ejecución.
Facilidad:
Jamón: Examen o asignatura fácil. En el registro coloquial cubano existe el giro fraseológico adverbial, ´´ de jamón ´´, que expresa la facilidad o comodidad en la obtención de una cosa.
Pan: Examen o asignatura fácil, comprensible.
3.2.4 DE LO INANIMADO A LO ANIMADO:
Bomba: Persona de mal carácter, antipática.
Filtro: Alumno que capta con rapidez cualquier materia por ser inteligente y talentoso.
Radar: Alumno que se fija en el examen de otro compañero. Este calificativo, de cierto contenido humorístico, se origina por analogía con este aparato capaz de captar la situación y distancia de un objeto alejado o no visible.
3.2.5 ACCIÓN METAFÓRICA.
Soplar: Dictar a otro, generalmente con disimulo, algo que tiene que decir o escribir en un examen. Esta forma verbal equivale al peninsularismo ´´apuntar´. Es oportuno señalar que, a diferencia de otros países hispanohablantes, el vocablo ´´soplón´´ -derivado de la forma verbal comentada- no designa al alumno que ´´apunta´´ o sopla, sino que tiene otra connotación en nuestro contexto sociopolítico.
3.3 METONIMIA
A través del empleo de este recurso se altera, de algún modo, el significado de las palabras.
Ponchar. Suspender, desaprobar un examen. En el español de Cuba, esta acción está estrechamente vinculada con el vocabulario del béisbol, pues cuando un jugador de este deporte recibe un ´´ponche´´ se le declara fuera de juego, incapacitado para continuar en una confrontación de esta índole.
3.4 ELIPSIS
Este recurso lingüístico aproxima el principio de economía del lenguaje a la extraordinaria dinámica de la vida moderna. Como afirmara Gisela Cárdenas: ´´ es sabido que el uso constante de una palabra en una combinación fija (…) hace que una de las palabras del sintagma especialice su significado en una dirección determinada´´9 .
La totalidad de estas formaciones elípticas son empleadas indistintamente por profesores y alumnos, pues pertenecen al léxico neutral. Las denominaciones oficiales de diversos exámenes, tales como prueba final, prueba intrasemestral, control sistemático y pruebas de generalidades son frecuentemente sustituidas por las formaciones elípticas:
La final. Examen que tiene lugar al finalizar el curso escolar; la intrasemestral: examen que se aplica a mediados de curso, entre un semestre y otro.
El control: examen de contenido breve que persigue medir al aprendizaje sistemático del alumno y se aplica con frecuencia variable en el curso; las generalidades: examen final, en el que se evalúan los conocimientos adquiridos durante el curso, especialmente en la enseñanza media.
Comentario aparte merecen los vocablos ´´mundial´´ y ´´extraordinario´´, resultado de la elipsis de sus respectivos determinados: ´´examen mundial´´ y ´´examen extraordinario´´. El primero es, en sí mismo, una metáfora: se asocia a un evento determinante, oportunidad única y final. Constituye el examen que se convoca una vez concluido el curso académico y el periodo evaluativo ordinario, mientras que el segundo es aquel examen que se convoca cuando el alumno no aprueba en período ordinario de evaluación.
Además, se registran los siguientes ejemplos:
Auxiliar: Elipsis de ´´auxiliar de limpieza´´, persona encargada de la limpieza de la escuela.
Registro: Elipsis de ´´registro de control´´ o de ´´registro de asistencia´´: libro o cuaderno en el que el profesor lleva el control de la asistencia, calificaciones y otras incidencias.
3.5 SINÉCDOQUE
Este recurso tropológico, así como los anteriormente comentados y ejemplificados, sigue el mismo procedimiento en la lengua escrita y en el discurso oral, como lo demuestran los siguientes ejemplos:
Cerebro: alumno inteligente.
Pincho: Director u otra persona que asume una alta responsabilidad en el ámbito escolar. Este vocablo, de uso muy generalizado en el registro coloquial cubano, tiene su origen más inmediato en el léxico sociopolítico.
3.6 ESPECIALIZACIÓN DE SENTIDO
La especialización de sentido implica el paso de un vocablo del léxico general a uno especializado donde adquiere un nuevo significado.
Afilarse: Estudiar intensamente, prepararse para un examen. En sentido general, en Cuba alude a la acción de prepararse, esforzarse, disponerse cuidadosamente para cualquier tarea.
Desaparecido. Alumno o profesor que, sin razones justificadas, no asiste a clases con cierta frecuencia.
Diazepam: Asignatura, libro o lección aburrida. Esta denominación, así como la expresión enfática e intensificativa diazepam en vena, designa aquello que no despierta el interés del alumnado.
Fijarse: Mirar, cuidando de no ser visto, el examen de otro compañero. Más que poner atención en algo o alguien, encierra una acción reprobable.
Finalista: Alumno que solo estudia al final del periodo, en los días próximos a los exámenes.
Fugarse: Escaparse de la escuela durante alguna sesión o el día completo sin el conocimiento de padres y maestros.
Mecharse: Estudiar intensamente, sobretodo en vísperas de exámenes.
Parásito: alumno que suele copiar las clases por otro o que se fija en los exámenes. Este calificativo tiene su origen en la peculiaridad de estos organismos para vivir sobre todo o dentro de él y a sus expensas.
Pasar: Aprobar el curso y continuar los estudios en el grado o nivel inmediato superior.
Quemarse. Estudiar intensamente, prepararse para un examen.
Suave: También se utiliza para calificar lo que es bueno. En el español de Cuba, particularmente entre nuestros jóvenes se califica de ´´suave´´ lo mismo a una persona que a un objeto, a una prenda de ropa que a una vivienda; siempre con el propósito de realzar, de destacar la excelencia, la belleza, etcétera.
Taco: Alumno o profesor de aguda inteligencia. En sentido general, alude a una persona de cualidades positivas. El desplazamiento semántico ha sido en un sentido meliorativo pues los diccionarios registran la acepción ´´persona desvergonzada, desenfadada…´´ En otras modalidades americanas del español, la palabra ´´taco´´ designa al alumno torpe, que aprende con dificultad.
Tío,-a: Persona encargada de la limpieza de la escuela o que desempeña otras funciones de servicio en ella. En el uso de esta forma de tratamiento entre nuestros estudiantes se advierte un acercamiento afectivo, relación que parece acentuarse con el uso del pronombre posesivo correspondiente a la primera persona gramatical añadida a dicho vocablo en su función apelativa: ´´mi tío´´, ´´mi tía´´. Según Santiesteban, el vocablo tío ´´es una forma de tratamiento que los estudiantes becarios dan a cocineras, personal de limpieza, y bedeles de sus escuelas´´. Por otra parte, el Diccionario General Ilustrado de la lengua española (Vox) registra: ´´forma de tratamiento y de respeto que se da en los lugares a la mujer casada o entrada en edad y más adelante, ´´ mujer rústica y grosera, tómase a menudo a mala parte´´. Con estos resultados se corrobora que los estudiantes lo emplean como apelativo familiar de personas de avanzada edad; el matiz despectivo no fue percibido.
Turista: Alumno o profesor que se ausenta de clases con cierta frecuencia.
Por otra parte, son numerosas las denominaciones del léxico sociopolítico que han penetrado en el habla estudiantil, dada la extraordinaria movilidad en el contexto nacional. Como ejemplo, pueden mencionarse las siguientes: extremista, finalista y pincho.
En la misma medida el léxico general ha nutrido el vocabulario estudiantil. Es el caso de vocablos como lengualarga (lengüilarga) y limpiapiso.

V EJEMPLOS DE PRÉSTAMOS
Los préstamos que se registran son fundamentalmente anglicismos, es decir, voces tomadas del inglés. Son los más frecuentes:   
(El) guan (the one ´´el uno, el principal´´): ´´director de la escuela´´. Esta unidad léxica de la lengua inglesa es empleada en el registro coloquial cubano para designar la figura máxima en un lugar o situación cualquiera.
Ticher (teacher: maestro, profesor): Forma de tratamiento que en el ámbito estudiantil desempeña ya la función apelativa, ya la referencial. Los estudiantes no solo se refieren de esta manera al profesor que imparte el idioma inglés, sino a cualquier otro.
VI EJEMPLOS DE UNIDADES FRASEOLÓGICAS
Senkiu (Thank you): Este vocablo en inglés significa ´´gracias´´ y es empleada con el fin de agradecer algo y no solo los estudiantes la utilizan, sino que está socialmente popularizada.
Bróder (Brother): Este vocablo significa ´´hermano´´ y no solo los estudiantes lo utilizan con el fin de acercarse a un amigo de forma afectuosa considerándolo como uno más de su familia.

  • FRASEOLOGISMOS NOMINALES:

Se registran los siguientes modelos:

  • Adjetivo + sustantivo

Buena gente: Alumno o profesor agradable, complaciente, que establece buenas relaciones sociales.
Cuatro ojos: Alumno que mira el examen de otro con propósitos fraudulentos. Esta denominación se ha empleado tradicionalmente para designar al individuo que usa espejuelos.
La tiza: Voz que connota valoración positiva. Con ella se nombra al estudiante o profesor que irradia una imagen de elegancia y cuidado en su porte, que agrada por su apariencia, su modo de proyectarse ante los demás y su forma de ser y de actuar

  • Sustantivo + preposición + sustantivo

Ñame con corbata: Alumno bruto, corto de entendederas.
3.3.2 FRASEOLOGISMOS VERBALES:
Salir raspando: Obtener en un examen la mínima calificación posible para ser aprobado.
3.3.3 FRASEOLOGISMOS VERBALES REFLEXIVOS:
Echarse el día: Ausentarse de clases todo el día o sesión sin autorización de padres y maestros. El verbo ´´echar´´ tiene en nuestra variante de lengua una connotación peyorativa por su asociación con la esfera del sexo; sin embargo, este matiz no parece tan acentuado entre los estudiantes.
Echarse el turno: Ausentarse de un turno de clases sin justificación alguna. En este caso también es válido el comentario precedente.
Quemarse las pestañas: Estudiar intensamente sin cejar en el esfuerzo.
3.3.4 FRASEOLOGISMOS CON LOS VERBOS COPULATIVOS SER Y ESTAR
Estar arriba: Disfrutar un alumno de la preferencia y de las atenciones del profesor.
Ser el que más dice: Actuar con dominio total de una determinada situación, atribución del director del centro estudiantil o de quien ocupe la jefatura.
3.3.5 Fraseologismos adverbiales:
(Estar) en babia (en blanco, en china, en la luna): En sentido general, expresan el desconocimiento que se tiene de una materia o asignatura. Todas estas expresiones fraseológicas aluden a lugares hipotéticos o reales en donde parece encontrarse la mente del alumno.
(Estar) en candela (en llamas): Confrontar serias dificultades, encontrar obstáculos para la realización de un examen. También hace referencia al hecho de suspender el curso escolar.
VII. EJEMPLOS DE TIPOS HÍBRIDOS ENCONTRADOS
Qué bolá (también qué bolón, qué bolaíta): es qué hay, cómo andas, cómo estás. Frecuentemente QUÉ BOLA, ASERE o QUÉ BOLÓN, ASERE, ÑÓ ASERE... Lo de BOLÁ pudiera originarse en el léxico beisbolero. Los procesos de gestación y diseminación de un vocablo ocurren a veces sin premeditación, en el subconsciente de los hablantes y no siempre pueden explicarse con absoluta objetividad.
Por su parte, la voz asere tiene ya historia. Según el periodista Osviel Castro Medel en un artículo publicado en Juventud Rebelde en el 2002 10, es "conjunto de seres apestosos", pero el lingüista cubano Sergio Valdés Bernal, citando a Gisela Cárdenas Molina, Antonia María Tristá Pérez y Reinhold Werner, autores del Diccionario del español de Cuba. Español de Cuba-español de España (p. 44), lo presenta como un término coloquial: “persona con quien media una relación de amistad. […] //2. coloq. Se usa para dirigirse a una persona en tono de confianza” 11, a lo que añade que la etnóloga, también cubana, Lydia Cabrera, autora del antológico libro El monte y fallecida en Miami en la primera década del siglo XXI, la da como voz de procedencia yoruba con el significado de “loco”, con lo que Valdés Bernal no está de acuerdo porque “ no convence” 12 . En relación con el vocablo de referencia, dice el lingüista cubano Rodolfo Alpízar que su popularidad data de los años 80, cuando una
generación de jóvenes que no conocieron la voz SEÑOR como fórmula de saludo, no la usaban porque les había llegado con connotaciones ideológicas negativas asociadas a la burguesía, pero una vez desaparecida esa clase social, y no sintiéndose cómodos tampoco con la voz COMPAÑERO, que había remplazado a aquella, empezaron a usar ASERE, voz “neutra”, menos comprometida ideológicamente que las dos fórmulas de saludo anteriores. De ahí su rápida expansión del occidente al oriente del país, y su enorme popularidad como vocativo, primero entre los varones de aquella generación, y poco a poco entre todos los jóvenes, incluyendo hoy, aunque no masivamente, a representantes de sexo femenino. Tiene en todos los casos un matiz popular, no vulgar, y se registra como vocativo en fórmulas de saludo que adoptan estructura oracional del tipo qué bolá, asere. En esos usos alterna con otros vocativos como qué bolá, el mío (la mía), qué bolá, compadre, y también con el sintagma con reducción de vocales mi’jo, mi’ja. 
Fula: Lo recoge el Diccionario de la RAE (vigésimosegunda edición digital) con dos acepciones: 1) coloquialmente, para denominar en Cuba al dólar estadounidense y 2) como despectivo, para referirse a una persona que no inspira confianza. La voz fulo procede del África subsahariana, con significado de “pálido”, “inexpresivo”, debido al color amarillo-rojizo de los negros fulas que llegaban de África a América como esclavos, según Sergio Valdés Bernal 13. El diccionario recoge los siguientes derivados: fulastre (chapucero, engañoso) y fulastrería (acción indigna, engañosa). La expresión jugar fulastrería se usaba cuando se quería decir que alguien había sido engañado: A fulano le jugaron fulastrería. Por todo lo visto, fula tiene, por tanto, una connotación negativa, y no puede olvidarse que cuando llegó el dólar, lo hizo como ilícito, hasta que se legalizó. Por extensión, se aplicó luego también al CUC que lo sustituyó.

CONCLUSIONES

  • La información aportada por la lexicología y la sociolingüística, así como la consulta de estudios previos realizados con diferentes sectores de población en torno al léxico, suministraron los fundamentos teóricos y metodológicos que sustentan la presente investigación.
  • Los instrumentos preparados y aplicados a la muestra seleccionada de estudiantes permitió demostrar la existencia de preferencias léxicas para la nominación de relaciones sociales en el ámbito escolar. A partir del análisis del material lingüístico, estas pudieron ser caracterizadas e interpretadas.
  • El estudio permitió determinar las voces y unidades fraseológicas que constituyen preferencias léxicas y también los recursos usados con mayor frecuencia por los estudiantes para la nominación de relaciones sociales en el ámbito escolar.
  • Aunque la investigación no es de perfil pedagógico, sus resultados pueden ser aprovechados por la didáctica para estimular la reflexión y la autorreflexión de los estudiantes acerca del léxico y sobre la necesidad de adecuarlo a las características del receptor y de las situaciones de comunicación. Con esto los profesores disponen de otra vía para contribuir a la educación lingüística de los futuros profesionales.

BIBLIOGRAFÍA

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  • Castro Medel, Osviel (2002): “¿Qué bolá, asere?” (artículo) En Juventud Rebelde. 28 de julio.
  • Diccionario de la RAE. Vigesimosegunda edición (digital)
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  • González Mafud, Ana María et al. (2010): Léxico del habla culta de La Habana. Departamento de Estudios Lingüísticos y Literarios. Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana. Editorial UH.
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  • _______________ (2011): La hispanización de América y la americanización de la lengua española. La Habana. Editorial UH. Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana.
*Institución: Universidad de Artemisa, Cuba Categoría docente: Instructor Categoría académica: Licenciado Dirección electrónica: yosbelrp@uart.edu.cu, yosbel.rp@nauta.cu
** Institución: Biblioteca Municipal del municipio Guanajay, Provincia Artemisa, Cuba Categoría docente: estudiante de tercer año de la carrera español-Literatura de la Universidad Artemisa Dirección electrónica: melissap26@nauta.cu
*** Institución: Universidad Artemisa, Cuba Categoría docente: Asistente Categoría académica: Máster Dirección electrónica: raulch@uart.edu.cu
1Domínguez, Marlen. Riqueza léxica. Conferencia ofrecida en el marco del Seminario sobre la enseñanza de la lengua. Academia Cubana de la Lengua, 11 de mayo de 2011 (notas manuscritas).
2Acepta la existencia de “multipalabras” como por un lado o a través de, que echan por tierra la definición (notas manuscritas).
3 Citado por J. M. Blecua en La norma y las normas… de los investigadores mexicanos L. F. Lara y R. Ham Chande (Material digital).
4 Citado por J. M. Blecua de L. F. Lara y R. Ham Chande. Ibidem.
5Sergio Valdés Bernal. “En torno al nexo ente lengua y cultura”, en Inmigración y lengua nacional, p.8
6Marlen. Riqueza léxica. Conferencia ofrecida en el marco del Seminario sobre la enseñanza de la lengua. Academia Cubana de la Lengua, 11 de mayo de 2011 (notas manuscritas).
7Léxico del habla culta de La Habana. Dpto. de Estudios Lingüísticos y literarios. Facultad de de Artes y Letras. Universidad de La Habana. Edit. UH, La Habana, 2010.
8 Kany, Charles. Semántica hispanoamericana: Edit. Aguilar; Madrid, 1969, p. 210.
9 Cárdenas, Gisela: Elipsis y cambios funcionales en la prensa cubana. En Anuario L / L No. 9. La Habana, Cuba, 1978, p. 114.
10 Artículo “Qué bola, asere”.  Juventud Rebelde. Edición del 28 de julio de 2002.
11 Sergio O. Valdés Bernal. La hispanización de América y la americanización de la lengua española. p. 386
12 Ibidem
13 Sergio Valdés Bernal. La hispanización de América y la americanización de la lengua española. P. 390

Recibido: 13/12/2019 Aceptado: 25/03/2020 Publicado: Marzo de 2020

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