Yorkhys Quevedo Pascual*
José Guillermo Montero Quesada**
Universidad de Las Tunas, Cuba
yqpascual@ult.edu.cu
Resumen
El artículo consiste en reflexiones acerca de la orientación educativa como componente de las identidades deportivas en estudiantes de Cultura Física. Está motivado por las irregularidades manifestadas durante el proceso de formación educativa de quienes cursan la licenciatura en dicha especialidad en la República de Cuba. Sobre la base de estas dificultades se reflexionó desde el punto de vista teórico y metodológico con el objetivo de ofrecer pautas para la realización de estudios en este perfil profesional, como tecnologías prospectivas, tales como metodologías y estrategias. El estudio se realizó a partir de la revisión bibliográfica y la experiencia profesional de los autores. La indagación posibilitó elaborar nuevas aproximaciones desde el punto de vista conceptual e ideas para ampliar su abordaje desde la perspectiva de la educación.
Palabras claves: orientación educativa, identidad deportiva, Cultura Física.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yorkhys Quevedo Pascual y José Guillermo Montero Quesada (2019): “La orientación educativa como componente de las identidades deportivas en estudiantes de cultura física”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (diciembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/12/orientacion-educativa-identidades.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1912orientacion-educativa-identidades
Introducción
La Educación Superior cubana está realizando esfuerzos para mantener su modelo de universidad moderna, humanista, universalizada, científica, tecnológica, innovadora y profundamente comprometida con la construcción de una sociedad próspera y sostenible. Para ello se hace necesario recurrir a las identidades de cada uno de los perfiles de formación profesional. En este sentido, desde hace más de treinta años, se profundiza en el conocimiento y análisis de las identidades deportivas, su construcción y funciones, no solo como percepción de mismidad y su permanencia en el tiempo, sino desde diversas acepciones en el marco de su carácter individual o colectivo.
El tema de la identidad deportiva ha sido tratado por diversos autores en distintos campos de actuación de los profesionales de la Actividad Física y el Deporte. De ellos se ha tomado como referentes teóricos para sustentar la orientación educativa, desde dicha perspectiva a: Ruffino (2003), Vázquez (2008), Hernández B. y Capella, C. (2014) y Hernández Mulero y Berengüí (2016).
Los primeros acercamientos relacionados con la identidad deportiva en Cuba correspondientes a las investigaciones patrocinadas por el otrora Centro de Estudios de Deporte y Cultura de la Facultad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte de Las Tunas, Cuba (CENDECUL) de 1907 a 1914, el cual se integra al Centro de Estudios Pedagógicos de Las Tunas y continúan trabajando en esta línea de investigación. Dentro de los trabajos realizados se destacan los de Montero Quesada (2013, 2014, 2015, 2016a, 2016b, 2017a, 2017b) y Silva (2013).
En el contexto de la Facultad de Cultura Física de Las Tunas, se han detectado dificultades en la orientación educativa. Para un cambio en este sentido se requiere de nuevas miradas sustentada en los presupuestos teóricos acerca de la identidad deportiva. Para ello se hacen adecuaciones en función de las necesidades y exigencias de la formación profesional de los que cursan la carrera de Cultura Física.
Materiales y métodos
Para la investigación se utilizó la metodología cualitativa, consistente en la compilación de datos fácticos mediante entrevistas a directivos del Instituto Nacional de Educación Física, Deporte y Recreación (Inder), profesores y estudiantes de la Facultad de Cultura Física de Las Tunas y egresados de esta institución, con el propósito de obtener información relacionada con el conocimiento que poseen acerca de la orientación educativa, la identidad deportiva y la relación entre estas dos variables. Fueron importantes los conversatorios sostenidos durante sesiones de clase, como complemento de la información obtenida mediante entrevistas. Se enfatizó en las interacciones sociales de los estudiantes en el contexto universitario que incidieron en la formación de sus identidades como parte del proceso de orientación educativa.
Se recurrió al método experiencial vivencial mediante el cual los investigadores sintetizan los conocimientos adquiridos en el marco de las relaciones sociales con estudiantes y demás profesores de la mencionada Facultad, en un término de más de una década. El análisis es de carácter descriptivo y valorativo, enmarcados en la relación de la orientación educativa y la identidad deportiva dirigida a los estudiantes de Cultura Física. Además, se explican y valoran regularidades de la correlación de ambas variables. Para ello se hizo corresponder criterios teóricos y metodológicos con la información vivenciada, de este modo fueron posibles la elaboración de conceptos, explicaciones e interpretaciones que facilitaron llegar a conclusiones.
Resultados y discusión
En el contexto cubano se realizan esfuerzos para mejorar el componente identitario en la actividad deportiva, pero aún es insuficiente el tratamiento en cuanto a la orientación educativa. En este sentido, se considera que es una problemática de alcance amplio, puesto que es responsabilidad de profesores y directivos que de alguna manera inciden en este sistema del proceso de la educación.
Los comentaristas, narradores deportivos y otros agentes de la comunicación no siempre utilizan un lenguaje técnico en las emisoras locales, de este modo, disocian la terminología técnica y afectan la proyección identitaria del deporte en su dimensión técnica y táctica, lo cual debe ser esclarecido en el discurso pedagógico.
En el contexto del entrenamiento se manifiestan serias dificultades, para lo cual se requiere una preparación de los profesores y de quienes se entrenan para este cometido, de modo que puedan mostrar competencias mediante las cuales logren orientar en función de la identidad deportiva, como componente esencial para su desempeño. Por esta razón debe priorizarse la orientación educativa multidireccional más vinculada con el perfil de formación profesional, de modo que se garantice la compenetración interpersonal que se ponen de manifiesto en acciones conjuntas para el cumplimiento de los objetivos deportivos (Montero, 2017b, p.17).
En el contexto educativo de la carrera de Cultura Física se distinguen diferentes actores relacionados directamente con la formación de la identidad deportiva, tales como: estudiantes atletas, familia, profesores, entrenadores, directivos. La forma cómo interactúan está relacionada con las percepciones sociales acerca del complejo de mensajes relacionados con el hecho deportivo (Montero, 2013) en todas sus dimensiones; incluye además, tal como planteara (Valcárcel, 1996), intercambio de conocimientos, vivencias y experiencias de carácter bidireccional y complejo, estructurados en sistemas de códigos y mensajes.
Por esta razón, es necesario identificar el nivel de incidencia de cada uno de estos componentes personales en la orientación educativa en todos los sistemas del proceso educacional, como partes inherentes a la identidad deportiva.
En observaciones realizadas en la Facultad de Cultura Física de Las Tunas se evidencian algunas dificultades que inciden en el desarrollo de la identidad profesional deportiva:
La orientación educativa en cualquiera de las dimensiones y componentes de la identidad deportiva están mediados por requerimientos pedagógicos en el plano escolar y social, estos últimos generalmente ocultos. Dicha orientación en el mundo deportivo, analizado desde el enfoque identitario, durante el proceso de enseñanza en la carrera de Cultura Física es comprendida a partir del complejo de relaciones interpersonales que tienen su base en el origen del propio hombre; se ha nutrido, desde el punto de vista epistemológico desde las filosofías del deporte, la psicología del deporte, la pedagogía aplicada al entrenamiento deportivo, la antropología deportiva, y la sociología del deporte, entre otras ciencias aplicadas a este campo del saber, enriquecen la base teórico-metodológica de la orientación.
La orientación educativa, desde la perspectiva de la identidad deportiva en el marco de las concepciones, del proceso formativo y las actividades deportivas desarrolladas como parte del currículo de la licenciatura en Cultura Física, funciona no solo como condicionante, sino como dialéctica en la relación objeto-sujeto y sujeto-sujeto, en los niveles de concepción, proyección, ejecución, control y evaluación sistémica y sistemática logradas desde la autogestión individual, grupal e institucional. En este sentido, se busca resolver problemas y necesidades identitarias, desde el aprovechamiento de las potencialidades de cada cual, o sea, métodos, procedimientos, destrezas, hábitos y valores compartidos.
La comunicación es una condición y propiedad esencial de los procesos identitarios. En este sentido, ocurre una interacción entre las situaciones y contextos, según B. F. Lomov (1989) se dan en tres niveles concatenados: el macronivel (comunicación entre individuos); el mesonivel, (dinámica de la comunicación consistente en el intercambio de imágenes, ideas, vivencias, experiencias y otras formas de comunicación que transcurren en dependencia de cómo se forman las relaciones entre sus participantes); el micronivel (actos aislados de la comunicación a una instancia individual).
En el caso del deporte existe el denominado ciclo de entrenamiento deportivo, compuesto de macrociclo, mesociclo y microciclo; desde este punto de vista, las identidades se transfiguran en correspondencia con las cargas físicas en diversos tiempos para cada tipo de categorías deportivas. En estas fases, el macronivel de la comunicación se manifiesta mediante códigos verbales y de señas que deben ser aplicadas en el acto de competición entre atletas, entrenadores y demás miembros del equipo deportivo; el mesonivel, las relaciones identitarias ocurridas entre contrarios deportivos mediante percepciones sociales relacionadas con las estrategias, técnicas, estilos deportivos y experiencias vivenciadas en competencias; el micronivel se manifiesta en actos aislados de la comunicación a una instancia de identidad personal en la que se conjugan los demás niveles. El atleta puede preguntarse y responderse así mismo, se autoincita para la acción; acciona y reacciona ante situaciones dilemáticas que ocurren a veces en pequeñas unidades temporales.
En este complejo de comunicación, a decir de Parra, Santiesteban, Pérez y Calzadilla (2017, p.2) en su estudio Metodología para el desarrollo de la comunicación educativa en la Universidad de Las Tunas, refiere anuevos mecanismos específicos de la regulación de la dinámica de los procesos psíquicos; estrategias comunes para la solución de los problemas y un estilo de actividad común. En este sentido, la comunicación constituye un componente esencial para la instrumentación de los dispositivos psicológicos, entre ellos el de la identidad, en función del entrenamiento de los atletas, requiere además, un lenguaje común para armonizar la comprensión mutua.
Desde la perspectiva filosófica, la actividad deportiva es una manifestación del modo de existencia de la realidad social, que se vincula con los diversos campos del saber, conciencia e identidad deportiva. En su expresión teórica, es síntesis integradora de las distintas formas y dimensiones de la actividad humana. Entre las formas de actividad humana está la comunicológica.
En el proceso de orientación educativa, la comunicación es reveladora de las esencias identitarias. Ella se manifiesta en un complejo de relaciones e intercambios con el entorno deportivo y cuyo centro pueden ser los distintos sujetos participantes. De ellos emergen compromisos que apuntan hacia la autotransformación y transformación social. El sujeto (atleta) designa al hombre socio históricamente determinado, portador de identidades histórica y socialmente determinadas en los niveles: individual, grupal y societal, constituye el elemento activo desde los cuales se conoce, interpreta y transforma la realidad.
La comunicación dinamiza las identidades, mediante la interacción social que se produce en la actividad deportiva, mediante símbolos, metáforas, ritos, mitos y muchos más elementos que forman parte de las representaciones sociales en torno al deporte. En este proceso establecen las relaciones entre cada uno de los componentes del proceso comunicativo: sujeto-sujeto, motivos-objetivos y contenido – medio, como pares dialécticos indisolubles y capitales en el proceso de la comunicación social. Es así que la comunicación desempeña un papel esencial durante la carrera deportiva. A través de ella se realiza el perfeccionamiento psíquico de los atletas, su enriquecimiento espiritual, así como la formación de su personalidad.
La comunicación, en la esfera del deporte, es un proceso que viabiliza, mediante signos lingüísticos, el intercambio de información entre los componentes personales que participan en el hecho deportivo, sustentado en la verdad e intencionalidades conducentes al desarrollo humano. Estas variables son condicionantes esenciales para comprender la identidad deportiva desde la perspectiva comunicológica.
Las formas de instrumentar la comunicación como componente de la identidad deportiva en estudiantes de Cultura Física implican la utilización de variadas tecnologías, por ejemplo: la reflexión y debate sobre la base de audiovisuales de carácter didáctico, previo abordaje de aspectos teóricos relacionados con el tema deportivo que se tratará y elementos de la comunicación audiovisual como fundamentos de conocimientos indispensables (Montero, 2013). Por esta razón es indispensable que los sujetos que comparten la actividad deportiva en el marco del proceso de enseñanza pueda mantener una comunicación asertiva, la cual permita comunicar, escuchar, responder, como garantía de las identidades positivas.
La comunicación educativa como componente de la identidad deportiva en estudiantes de Cultura Física, es uno de los principales medios de influencia educativa, permite garantizar el contacto real de los estudiantes con este campo de desempeño profesional; la formación de motivos para el aprendizaje de los métodos, técnicas y procedimientos en la actividad deportiva; la creación de condiciones psicológicas para la autogestión individual y colectiva, así como la autorreflexión, superándose así las barreras psicológicas en las relaciones interpersonales y las limitaciones socio psicológicas que impiden el desarrollo de la inteligencia deportiva.
Desde el punto de vista de la planificación, organización y evaluación de procesos, la orientación educativa debe ocupar un lugar de prioridad. En este sentido, debe estar formulada como ideas prospectivas en el nivel estratégico de la planificación. Para ello es necesario identificar los intereses y potencialidades de los responsables del aprendizaje en cada nivel de dicho proceso y las relaciones con sus elaboraciones personales respecto a los objetos del conocimiento, interacciones con los demás miembros del grupo y las acciones de dirección, especialmente la orientación y estimulación del docente). (Estrategias de aprendizaje o aprendizaje estratégico)(Márquez, 2000, p.7).
Las estrategias de orientación educativa, enfocadas desde los presupuestos de la identidad deportiva, cobran sentidos cuando se concreta en planificación y dirección de acciones que se expresen en las identidades de cada uno de los sujetos e influyan en los cambios de la realidad vinculada a los cuatro componentes (académico, extensionista, científico investigativo y laboral) de la formación inicial de los estudiantes de Cultura Física.
Las aspiraciones, metas, objetivos a largo, mediano y corto plazo, por solo mencionar algunos de sus componentes, tiene como propósito esencial la proyección del proceso de transformación del objeto de estudio desde un estado real hasta un estado deseado, mediante la interacción de los componentes del hecho deportivo, entre los cuales figuran los profesores y estudiantes vinculados a los procesos de entrenamiento de determinados deportes.
La relación sistémica de la orientación educativa abarca las relaciones con el entorno donde laboran los estudiantes o cumplen con la práctica laboral, especialmente con los factores y fuerzas que condicionan las dinámicas de la orientación permanente con el fin del mejoramiento continuo.
Las estrategias deben están compuestas de los siguientes elementos:
Las estrategias de orientación educativa se distinguen por las siguientes características:
Estas características tienen en común una relación con la identidad deportiva, en tanto, la orientación educativa (individual y grupal), la flexibilidad en la actuación y el autoconcepto de los alumnos, deben corresponderse con las identidades personales y la de grupos, así como los diversos contextos y circunstancias de la actuación del profesional de la Cultura Física en los mencionados campos de actuación.
Conclusiones
Las estrategias de orientación educativa enfocadas desde la identidad deportiva, se diseñen para resolver problemas identitarios que limitan la formación inicial del profesional en Cultura Física, especialmente en la dimensión cualitativa y en la optimización de tiempo y recursos para la ejecución de las acciones docentes.
La orientación educativa, enfocada desde los presupuestos de la identidad deportiva, debe estar presente en todas y cada una de las actividades desarrolladas en el marco de la formación profesional. Ellas tienen un carácter dialéctico que le viene dado por la búsqueda del cambio cualitativo sustentado en las identidades de los sujetos, por las constantes adecuaciones que pueden modificar el accionar y la articulación entre los objetivos y las tecnologías para hacerlos cumplir.
Bibliografía