Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155

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TALLERES PARA CONTRIBUIR AL USO ADECUADO DEL VOCABULARIO MEDIANTE EL ASESORAMIENTO DEL PSICOPEDAGOGO

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Introducción
Un número importante de adolescentes de América y del mundo en general está creciendo en condiciones que distan mucho de ser ideales.  El aumento de la violencia juvenil tanto verbal como extraverbal, el vandalismo, entre otros hechos, demuestran que existe un significativo grupo en riesgo de desarrollar conductas antisociales. Es por ello que resulta necesario fortalecer el trabajo preventivo  con un enfoque multidimensional y multifactorial que parta desde la preparación política, jurídica, hasta ciudadana para incidir positivamente en el entorno comunitario, escolar y  familiar, y así garantizar una educación integral e intercultural.
En Cuba, el tema ha sido estudiado por diferentes autores, entre los que se  destacan   Pérez Fowler, Clavel, Aguirre y Banasco  Rodríguez (2007);  Hernández G y  Noel (2009), Moreno Ravelo (2009), Vega Vega (1998), Castro (1990). A pesar de los aportes brindados por estos especialistas todavía son insuficientes los niveles de satisfacción en relación con los resultados esperados.
El trabajo de prevención debe desarrollarse desde diversas aristas y en los distintos contextos de actuación de los adolescentes, fundamentalmente en el seno de la familia, la escuela y la sociedad, en virtud de que alcancen una formación integral en todos los ámbitos de la vida: educativo, humano, cultural, ideológico.
Para el logro  de este encargo social, además, surge el psicopedagogo, quien desempeña un papel esencial en el asesoramiento a los docentes, con el objetivo de prepararlos en los conocimientos necesarios que les permitan llevar a cabo las transformaciones en las instituciones de acuerdo con los objetivos y fines de la educación.
Por las características etarias, los estudiantes de la  secundaria básica son vulnerables al uso inapropiado del vocabulario. De ahí que desde  la asignatura Español-Literatura se trabaje con la variedad léxica y distintos tipos de textos, en virtud de ir potenciando en ellos diferentes  competencias. Sin embargo, al ser el vocabulario “el conjunto de palabras que domina una persona o que utiliza en sus conversaciones cotidianas” (Pérez Daza, 2010, p 2), debe ser motivo de preocupación no solamente de esta disciplina. Los docentes del resto de las materias curriculares deben incidir en la adquisición de nuevos términos que enriquezcan la cultura lingüística de los estudiantes.
De igual manera, en la secundaria básica se debe trabajar con énfasis en el dominio y uso adecuado de la lengua materna. Se necesita formar un ciudadano  que sea capaz de comunicarse adecuadamente en diferentes contextos y que emplee un vocabulario apropiado para cada situación. Pero, es imprescindible que los docentes estén preparados para corregir en los estudiantes las dificultades en el uso del idioma, según  las disímiles  situaciones comunicativas que se les  presentan en la vida cotidiana. En el cumplimiento de esta tarea, también el papel del psicopedagogo es indispensable y complejo, teniendo en cuenta su función orientadora en la atención al trabajo preventivo; especialmente, en la prevención del empleo, en diversos contextos, de palabras vulgares que denota incultura y demerita  la riqueza que posee el idioma español.
En el municipio de San Antonio de los Baños se encuentra el Centro Mixto “Cuba Socialista”, en el que se forman estudiantes desde preescolar hasta noveno grado. Esta institución posee  un claustro  que mantiene un estrecho intercambio comunicacional que abarca múltiples aspectos de la vida del escolar: los que se establecen en su hogar, con  sus  compañeros de  aula  y en la comunidad.
A partir de la observación como método empírico, se pudo constatar que no existe por parte de los docentes un seguimiento adecuado al resultado del diagnóstico, fundamentalmente en el empleo que hacen algunos estudiantes de la lengua materna. En ocasiones se aprecian manifestaciones de alteraciones en el comportamiento, uso de palabras soeces  y vulgaridad. En tal sentido, los docentes no aprovechan todas las posibilidades, dentro de la clase y fuera de ella, para la atención al vocabulario de los estudiantes porque  poseen un escaso dominio de métodos educativos apropiados para  el tratamiento estas deficiencias.
Teniendo en cuenta lo expuesto, se hace necesario preparar al docente para la atención a los estudiantes que utilizan inadecuadamente el vocabulario. Para lograrlo, se concibe como problema: ¿Cómo contribuir a la preparación del docente para la atención al uso inadecuado del vocabulario, fundamentalmente el empleo por parte de los estudiantes de palabras obscenas, en el Centro Mixto “Cuba Socialista” de San Antonio de los Baños?
Se declara como objetivo del trabajo: Proponer un sistema de talleres, mediante el asesoramiento del  psicopedagogo, que contribuya a la preparación de los docentes para la atención al uso inadecuado del vocabulario, fundamentalmente el empleo por parte de los estudiantes de palabras obscenas en el centro mixto “Cuba Socialista” de San Antonio de los Baños.
Desarrollo
Consideraciones teóricas básicas que sustentan el trabajo preventivo en la enseñanza secundaria básica
El trabajo de preventivo está dado por la variedad de los que participan en la labor de prevención y atención social. Las comisiones constituyen un mecanismo que auxilia y asesora el gobierno en el ejercicio de sus funciones, al coordinar la política y las decisiones que adopta, además del ejercicio del control a su cumplimiento.
Se debe señalar que con frecuencia la prevención es asociada a un debilitamiento de la represión, incluso a una peligrosa ilusión. Esto sucede porque el contenido y los límites del concepto no han sido definidos con claridad.
Santamaría Sánchez (2009) considera que “la prevención hay que concebirla con un criterio integral, global y positivo, que da la posibilidad de apreciarla como todo un sistema de influencias que en el ámbito educativo ha de anticiparse a las posibles dificultades que en el proceso puedan surgir a corregir o a compensar tempranamente las limitaciones ya existentes, eliminándose o atenuándose las condiciones que las provocan" (p. 21).
Los autores coinciden con la definición anterior, debido a que responde no solo al tema que se investiga, sino también a la vía de solución  que se propone a partir de la labor del psicopedagogo en su función de asesoramiento a los docentes. En este sentido se dirige hacia la atención al uso inadecuado del vocabulario que hacen muchos estudiantes en las edades que contempla la adolescencia.
El psicopedagogo como profesional de la educación tiene tareas y funciones que cumplir en su desempeño profesional por lo que debe dotarse de los conocimientos necesarios para efectuar con calidad su trabajo. Las tareas básicas a cumplir son instruir y educar, mientras que las funciones son la docente metodológica, investigativa y de superación y la orientadora. Esta última es de vital importancia para su trabajo, puesto que  en su accionar tiene que interactuar con diferentes personas en diferentes contextos de actuación: familia, escuela y comunidad.
Para poder cumplir exitosamente esta función debe tener presenta sus tareas y modalidades a seguir. Un ejemplo de esta es la asesoría la cual se dirige hacia todos los docentes con el objetivo de dotarlos de los elementos necesarios para que puedan desempeñar su labor con calidad.
El asesoramiento, según lo han definido diferentes investigadores es generalmente un proceso basado en una relación de igualdad, caracterizada por una confianza mutua y una comunicación abierta, que aporta alternativas para la identificar problemas, para adquirir los recursos personales suficientes para seleccionar estrategias que puedan tener alguna probabilidad en la resolución de las situaciones que se presenten. 
Los autores de este trabajo han considerado la asesoría como un proceso de colaboración y ayuda que se le brinda al docente y está encaminado al desarrollo de acciones y al empleo de métodos educativos teniendo en cuenta las características de la edad de sus estudiantes, en función de la atención a los estudiantes con determinadas problemáticas. Este trabajo particularmente se centra en el uso inadecuado del vocabulario, el cual se ha visto marcado por las llamadas “palabras duras o palabras soeces”.
Se hace necesario direccionar el trabajo preventivo hacia este aspecto, puesto que se hace recurrente en estas edades y esto trae consigo consecuencias negativas en el contexto educativo y social. Muchas personas consideran irrelevantes estas manifestaciones, porque las justifican con la edad, pero constituyen actos tan denigrantes como cualquier otro hecho que degenere las buenas conductas. El uso del vocabulario soez tiene implicaciones morales e intelectuales, por tanto su erradicación debe ser objeto de preocupación y ocupación de  las instituciones educativas.
Algunas reflexiones  sobre el uso del lenguaje
El lenguaje en su sentido más general se ha definido como la capacidad común (adquirida socialmente) de los seres humanos, de comunicación mutua por medio de un sistema de signos (código) llamado lengua.
Karl Marx lo define como “la envoltura material del pensamiento”, pues su desarrollo está ligado al pensamiento mismo; de ahí su función noética o cognoscitiva. Roméu (2006) precisa al lenguaje como “la capacidad humana que le permite al hombre  emplear signos para trasmitir significados, con lo que se revela su función comunicativa” (p.1).También refiere que  “es medio esencial de cognición y comunicación” (p XI). Estas ideas posibilitan valorar la importancia  del trabajo que desde el  proceso docente educativo se debe realizar con el lenguaje, no solo en la asignatura de lengua materna, sino desde todas las materias, porque en todas se adquieren conocimientos.
La función comunicativa del lenguaje permite al hombre  emplear signos para trasmitir significados, los cuales pueden ser de diferente índole y cuando se trata de expresión oral, se incluyen tanto las palabras adecuadas como las inadecuadas; o seas las llamadas  “buenas o malas palabras”. Dichos significados cobran mayor énfasis cuando van acompañados de gestos, la expresión del rostro, las inflexiones y modulaciones de la voz lo cual podría causar efectos positivos o negativos.
La comunicación oral tiene un carácter inmediato y espontáneo, por eso cuando se emplean palabras vulgares o groseras y gestos ofensivos, se puede herir a otras personas. O sea, la  vulgaridad en el lenguaje casi siempre va acompañada de una  comunicación extraverbal fuerte.
Los términos lenguaje soez, ordinario,lenguaje crudo,lenguaje grosero y lenguaje malsonante hacen alusión al conjunto de formas lingüísticas (palabras o expresiones denominadas malas palabras,palabras mayores, palabras pesadas, palabras picantes, palabras sucias o palabrotas) que la comunidad lingüística considera inapropiadas, obscenas, indecentes, deshonestas, injuriosas u ofensivas.
Estos conceptos suelen identificarse con los de vulgaridad  y vulgarismo y a este último se le identifica con lo soez y lo grosero, es decir, "carente de educación o de delicadeza", "de mal gusto", "de escasa calidad”, aunque no deben confundirse con la totalidad del registro lingüístico vulgar, coloquial o familiar ni tampoco con las llamadas lenguas vulgares.
El empleo constante e indiscriminado de malas palabras se convierte en un recurso de mal gusto, en una retórica estrecha que para nada tiene que ver con lo popular ni mucho menos con el carácter universal que algunas adquieren cuando se emplean para comunicar cierto matiz en una novela o cuento. En este caso, su propósito va dirigido a crear un determinado clímax que va marcado por la fuerza de la expresión.
Esto es muy diferente a lo que está ocurriendo con el uso del vocabulario en los diferentes contextos de comunicación, fundamentalmente en la escuela, porque  va más allá de una mera contingencia lingüística. El empobrecimiento del léxico y el indiscriminado uso de expresiones con marcadas tendencias hacia lo vulgar, indican que no se debe permanecer impasible si se tiene en cuenta que el idioma es creación colectiva además de constituir patrimonio de todos los países donde se habla determinada lengua, dado por su carácter convencional, lineal e inmutable.
Se debe señalar que existen dos tipos diferenciados de vocabulario. Uno de ellos es el que se conoce como vocabulario activo, y es que aquel que una persona no solo entiende por sí sola, sino que además utiliza de manera frecuente a la hora de expresarse. El otro es el que recibe el nombre de vocabulario pasivo, y es el que alguien puede entender sin ningún tipo de problemas y sin ayuda, pero  luego no es capaz de utilizarlo cuando se expresa, de manera escrita o por vía oral.
Es habitual que se asocie el vocabulario de una persona con su  educación o nivel cultural. Suele considerarse que, a mayor variedad de palabras, mayor capacidad intelectual. La riqueza del vocabulario es un instrumento útil para la adaptación social y para comunicarse con éxito. Hay que recordar que el vocabulario empleado para hablar con un amigo difiere del utilizado para comunicarse con un superior jerárquico o un desconocido.
En suma, para lograr el éxito en la adquisición y aprendizaje del vocabulario es importante la repetición periódica y el empleo de una misma palabra en distintos contextos, entre otras acciones educativas que conduzca a los educando a la transformación del vocabulario pasivo al activo. Algunas razones que estimulan a los niños y adolescentes a expresarse con un lenguaje soez
El lenguaje soez es analizado  desde diferentes disciplinas como la sociolingüística, encargada de estudiar las relaciones entre lengua y sociedad.  En este sentido, dicho lenguaje se caracteriza por un alto grado de convencionalismo sobre lo que constituye y lo que no una palabrota. El lenguaje soez cambia de significado de un país a otro, o incluso de una región a otra del mismo país, lo que puede traer consigo malentendidos interculturales en los casos de que una palabra sea considerada inadecuada en un idioma y en otro no.
Desde la psicolingüística se debe tener en cuenta que la adquisición del lenguaje por el niño es un complejo proceso evolutivo en el que intervienen tanto factores innatos como ambientales, entre los que están también la educación y la socialización; y en ese proceso se incluye la adquisición del lenguaje soez, o al menos la conciencia de su existencia. Las formas de afrontarlo, asumirlo, aceptarlo, tolerarlo, evitarlo, ignorarlo o reprimirlo son muy diferentes según distintos enfoques pedagógicos.
El lenguaje soez tiene además implicaciones morales e intelectuales; pero no siempre son valoradas de la misma manera. La palabrota  demerita la lengua y el espíritu humano. El lenguaje grosero y violento propicia grosería y violencia. Hay una estrecha e indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez lo que se expresa con los peores términos. Es la palabra lo que crea el clima del pensamiento y las condiciones de la acción.
Comúnmente el empleo inadecuado del vocabulario se limita a la   introducción de palabras vulgares en la comunicación; sin embargo va mucho más allá. Son básicas del lenguaje soez la intención de humillar, las amenazas y malos deseos o vituperios; los insultos utilizados para menospreciar u ofender a una persona. Se emplean palabras malsonantes en referencia a la apariencia y cualidades físicas, mentales y morales, personalidad, orientación y capacidad sexual; origen familiar, racial, nacional o local; religión, creencias, opiniones y afiliaciones políticas, deportivas, condición socioeconómica. Se incluyen, además la blasfemia, el énfasis, dobles sentidos y sobreentendidos, la ironía y el sarcasmo.
Tales expresiones son abundantemente empleadas por la comunidad de estudiantes de todas las edades aunque no son inclusivas solamente a ellos. El motivo por el cual esas malas palabras forman parte del vocabulario de algunos niños y adolescentes, suele ser el mismo es multicausal.  En la mayoría de los casos se pierde la idea de que la elegancia de un hombre está en la seriedad y profundidad de lo que expresa.
Algunas causas que conllevan a los niños y adolescentes  a expresarse incorrectamente son:
El anhelo de sentirse adultos: Cuando escuchan a los adultos decir  palabras soeces en un momento de alteración aprecian que el ambiente se torna tenso. En este caso piensan que en ellos se da el mismo resultado. Miden hasta dónde puede llegar su fuerza y así manipular la situación.
Para obtener atención: Una vez que un niño o adolescente usa esas palabras y logra la atención y respuesta inmediata de los adultos que están a su alrededor, se dan cuenta que decirlas es un arma poderosa.
Para demostrar independencia: Tratan de demostrar  que son "independientes" de sus padres, que no se les puede controlar todo lo que ellos hacen y dicen. La rapidez del pensamiento y el lenguaje  evita que el adulto intervenga inmediatamente.
Para ser aceptados en su grupo: Como quieren ser aceptados por el grupo, a  menudo, decir palabras fuertes es visto como algo "heroico",  es una de las formas para que determinado  grupo los tengan en cuenta.
Para imitar lo que ven en la televisión o en el cine: Son fácilmente afectados por el ambiente. Si ellos tienen un "modelo" incorrecto, es probable que lo imiten.
Propuesta para la contribución al  uso adecuado del vocabulario
Desde el contexto familiar
La adopción de alternativas diversas para la solución de los problemas referidos al tema que se aborda en este trabajo es muy importante. Para ello es necesario que la familia y la institución escolar se unan en  el rol que a cada grupo le  corresponde para el logro de un mismo fin.
Una vez que se entiendan las causas que provoca en niños y adolescentes el expresarse de forma grosera en cualquiera de los contextos de actuación, la familia o personas con las cuales conviva pueden emplear como herramientas las siguientes:
Fijar límites para mantener la calma: A menudo, la reacción de un padre estimula al niño o adolescente a repetir las palabras soeces.
Un enfoque sencillo y calmado da mejores resultados: Esperar un momento de calma para expresarle lo que piensan y fijar límites específicos. Hablarle del porqué las personas se expresan de esa manera; explicarle por qué no son aceptadas en la familia. Deben especificarle cuáles serán las futuras consecuencias al emplear este vocabulario.
Enseñarles alternativas aceptables: A algunos niños y adolescentes les es difícil  entender y expresar sus sentimientos de ira. La falta de madurez los conduce a creer que  son los únicos que se sienten de esa manera y que sus sentimientos son malos. Les ayudaría  expresarse con sinceridad cuando tengan un momento difícis, aun cuando se les ha puesto un límite a su comportamiento.
Elogia el buen comportamiento: Cuando responda a la ira de una forma apropiada, es importante reconocérselo.
Desde el contexto escolar
Hay que partir de la preparación del docente para poder ejecutar sus funciones en cada situación, además de enfrentar y resolver los problemas que se le presentan en su puesto de trabajo diariamente. Un individuo se encuentra lo suficientemente preparado cuando domina su profesión y se ha apropiado de parte de la cultura que lo ha precedido para transformar su medio, siempre que sea necesario.  En tal sentido conocer el papel mediador del lenguaje en todo su accionar es elemental. En ocasiones se ignora que por medio de él se inculcan valores, se juegan roles que se  evidencian en el comportamiento de sus educandos.Por ello es una necesidad preparar a los futuros psicopedagogos en calidad de asesores para que sean reflexivos, creativos, que investiguen con vista a transformar su entorno y contribuir a solucionar los problemas existentes en los contextos de actuación.
Las actuales exigencias requieren de un docente capaz de asumir los nuevos desafíos que impone la educación en su constante transformación, ya que no es posible ningún cambio sin una preparación de excelencia. Dicha premisa constituya es uno de los temas más abordados en las investigaciones pedagógicas. Ventura Bordas (2007), en su tesis doctoral precisa que “….la preparación teórico-metodológica, es el componente esencial que incluye un conjunto de acciones y recursos para enfocar el análisis y la comprensión de hechos, fenómenos de la realidad educativa orientado hacia el cambio o transformación en los métodos de adquisición de los conocimientos, habilidades y actitudes que posibilita en la teoría y práctica pedagógica, aportando mayor solidez y responsabilidad individual y colectiva de manera que puedan planificar, organizar, elaborar, disponer, prevenir y afrontar el sistema de actividades relacionadas con la preparación pedagógica, dirigida a concebir un desarrollo óptimo del proceso docente- educativo, con un enfoque integral, que garantice la elevación del nivel político, ideológico, científico y pedagógico, que se concreta en la preparación y desarrollo en la clase”(p.30)
Los autores comparten esta definición, porque  se han hecho evidente las limitaciones que muchos docentes presentan en la preparación teórico-metodológica para atender adecuadamente al grupo de estudiantes que les corresponde.
Desde esta perspectiva se propone el taller como una alternativa dinámica y creativa para el asesoramiento que el psicopedagogo desarrolla con los docentes en función del trabajo preventivo en la secundaria básica.
Muchos son los investigadores cubanos y extranjeros que abordan el taller como forma organizativa de la docencia. Calzado, D (2000) plantea que el taller es  “una forma de organización que concuerda con la concepción problematizadora y desarrolladora de la educación, en la medida en que en él se trata de salvar la dicotomía que se produce entre la técnica-práctica, producción y transmisión de conocimientos, habilidades-hábitos, investigación-docencia, temática-dinámica” (p. 43)
Se asume esta definición, puesto que los talleres de asesoramiento propuestos tienen la intención de combinar la teoría con la práctica para resolver los problemas detectados relacionados con el trabajo preventivo, específicamente con el uso inadecuado del vocabulario en los estudiantes de secundaria básica. El taller  como forma de organización es una experiencia de la pedagogía grupal que pretende centrar el proceso en los participantes, en su activo trabajo de solución de problemas. De manera colectiva se pretende desarrollar habilidades, hábitos y capacidades fundamentales para el desempeño óptimo de los docentes.Modelación de actividades

Por su  carácter cooperativo y participativo, se recurre al trabajo grupal para la solución de problemas profesionales. En los talleres propuestos se demuestran diferentes vías por las cuales se puede desarrollar el vocabulario y la competencia discursiva. Tienen como centro la interacción, de manera que los docentes se apropien de habilidades, que pudieran poner en práctica para atender de manera eficiente el vocabulario de sus estudiantes. Por las características del centro, se recomienda la participación de todos los profesores, pero los talleres se realizarán grados.
Conclusiones
1-Poseer un amplio vocabulario y estar capacitado para utilizar el léxico de una lengua con precisión y propiedad es fundamental para obtener unos resultados académicos satisfactorios. La competencia lingüística de los estudiantes todos los aspectos del curriculum y es una herramienta básica para desenvolverse en todos los ámbitos. Los docentes y las familias pueden aplicar diferentes estrategias didácticas para promover y mejorar el vocabulario de los estudiantes.
2-Los talleres de asesoramiento propuestos tienen la intención de combinar la teoría con la práctica, con la utilización de métodos y vías que propicien el desarrollo de habilidades, hábitos y capacidades fundamentales para el desempeño óptimo de los docentes, en función de resolver los problemas detectados relacionados con el trabajo preventivo, específicamente con el uso inadecuado del vocabulario en los estudiantes de secundaria básica.
Bibliografía:
1-Calzado Lahera, D. (2000).  Las formas de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela. La Habana: Ed. Pueblo y Educación.
2-MES (2016). Modelo del profesional. Plan de estudio “E”. Carrera Pedagogía Psicología.
3-Pérez Daza, M.A. (2010). Estrategias y actividades para la enseñanza del vocabulario en el aula. Revista Innovación y Experiencias educativas. No. 36. ISSN 1988-6047. pp. 2
4-Rodríguez Calderón, Mirta (1985). Hablar sobre el hablar. La Habana: Ed. Ciencias Sociales.
5-Roméu, A. et. al. (2011) Normativa, un acercamiento desde el enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural. La Habana: Ed. Pueblo y Educación.
6-Sánchez Santamaría, A. (2009). Sistema de actividades dirigidas a la prevención del consumo de drogas en los estudiantes de décimo grado del IPUEC Gilberto Arocha García del municipio de Güines. Tesis en opción al título académico de Master en Ciencias de la Educación. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” La Habana, Cuba.
7-Toledo Sande, L. (2006). Más que lenguaje. Santiago de Cuba:Ed. Oriente.
8-Vázquez, D. (2014). Concepción didáctica para la dirección de la actividad científico-investigativa en la formación inicial profesional del psicopedagogo. [Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas]. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, Ciudad de La Habana.

9-Ventura Bordas, R. (2007). La preparación del maestro para corregir las dificultades más frecuentes de sustituciones de letras en la escritura durante el primer ciclo de la educación primaria. Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas. La Habana. Cuba.

*Profesor Auxiliar, carmenrl@uart.edu.cu Universidad de Artemisa, Cuba
** Profesor asistente ,moya@uart.edu.cu Universidad de Artemisa, Cuba
*** Profesor Auxiliar, yordanka@uart.edu.cu Universidad de Artemisa, Cuba

Recibido: 28/05/2019 Aceptado: 07/08/2019 Publicado: Agosto de 2019

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