Carlos Julio Bastidas Martínez*
Brenda Stefanía Guale Vásquez**
Unidad Educativa Fiscal Cascol Paján Manabí Ecuador
Email: cascol-rector@hotmail.com
RESUMEN
La evaluación es un fenómeno educativo que condiciona todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Es una cuestión de los miembros de la comunidad educativa en el presente trabajo de investigación se ha centrado en detectar las aplicaciones de la evaluación formativa como herramienta en el mejoramiento en el proceso de enseñanza aprendizaje por parte de los docentes de la Unidad Educativa Fiscal Cascol mediante la exposición de temáticas de evaluación formativa para dar solución a la debilidad de aplicación de esta evaluación en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes de la institución antes mencionada. Dentro de este contexto se consideró aspectos teóricos desde conceptos, funciones, métodos, técnicas y recursos. Para la realización de la propuesta se consideró necesario realizar una investigación de campo en la cual se utilizó técnicas como la encuesta y entrevista, se tomó en cuenta las necesidad del personal docente de la Institución Cascol, desde esta perspectiva se realizó una capacitación con todos los maestros, siendo participes en forma directa en el aprendizaje de los niños y niñas. Finalmente la aplicación de los talleres sobre la evaluación formativa fortaleció a los maestros a conocer la importancia que tienen esta evaluación el proceso de enseñanza aprendizaje de los niños/as de la Institución.
Palabras Claves: Evaluación formativa, enseñanza aprendizaje, acciones de mejora, actualización de maestro.
SUMMARY
In the present research work, it has focused on detecting the applications of formative evaluation as a tool in the improvement of the teaching-learning process by teachers of the Cascol Fiscal Educational Unit through the presentation of formative evaluation topics to solve to the weakness of the application of this evaluation in the teaching-learning process of the students of the aforementioned institution. Within this context, theoretical aspects were considered from concepts, functions, methods, techniques and resources. For the realization of the proposal, it was considered necessary to carry out a field investigation in which techniques such as the survey and interview were used, the needs of the teaching staff of the Cascol Institution were taken into account, from this perspective a training was carried out with all the teachers, being directly involved in the learning of children. Finally, the application of workshops on formative evaluation strengthened teachers to know the importance of this evaluation in the teaching-learning process of the children of the Institution.
Keywords: Formative evaluation, teaching learning, improvement actions, teacher update
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Carlos Julio Bastidas Martínez y Brenda Stefanía Guale Vásquez (2019): “La evaluación formativa como herramienta en el mejoramiento del proceso de enseñanza aprendizaje”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (agosto 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/08/evaluacion-formativa-herramienta.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1908evaluacion-formativa-herramienta
I. INTRODUCCIÓN
La evaluación es uno de los elementos esenciales del proceso educativo basado principalmente en el interés de encontrar recursos y herramientas que de una manera objetiva reflejen el aprendizaje de los estudiantes siendo el motivo que justifican la elección del tema “La evaluación formativa como herramienta en el mejoramiento en el proceso de enseñanza aprendizaje” que se pretenden exponer a continuación de manera breve.
La evaluación formativa, da oportunidad a cada estudiante para que exprese el dominio de destrezas motrices, estrategias cognitivas y actitudes detectando las deficiencias, logros que presentan los alumnos en sus aprendizajes, no se debe solo evaluar el proceso de aprendizaje del estudiante, sino que también se debe evaluar el proceso de enseñanza. En este sentido al inicio del siglo XXI, en la era de la tecnología y el conocimiento, se pueden ver la incapacidad o la renuencia de los docentes, así como de las instituciones para llevar las teorías hacia la práctica en el salón de clase. Se continúa con la aplicación de una evaluación de lo aprendido cuando se debería propender a una evaluación formativa que fomente el aprendizaje para hacer una auténtica revolución en el aula de clase y así mejorar la práctica educativa.
La evaluación es un proceso continuo en la educación ya que esta permite identificar los logros de aprendizajes adquiridos por los estudiantes, cuando se pretende alcanzar la excelencia en el desempeño educativo es indispensable evaluar continuamente nuestros propios procedimientos de enseñanza, de modo que nos permita adecuarlos a las necesidades y características del alumnado de manera que satisfagan las expectativas de los educandos generando así un aprendizaje significativo en la comunidad educativa.
Por tal motivo se pone a consideración la observación realizada en la Unidad Educativa Fiscal Cascol que los resultados de la calificación final eran muy bajos para todo lo que los y las discentes habían trabajado. Era demasiado tarde para que pudieran aprender de los errores cometidos. Apoyada en encuesta con los docentes, se llegó la conclusión de la necesidad de establecer cambios, pero no en la metodología, que había resultado muy exitosa, sino en el sistema de evaluación. Además, dichos cambios necesitaban sustentarse sobre la investigación y no sobre meras ocurrencias sin rigor científico.
Se logró un aprendizaje significativo acerca de las herramientas y las estrategias para estructurar una evaluación continua que tuvo efectos en la comunidad de aprendizaje: el cambio de la forma de evaluación propició una clase constructivista otorgando importancia al diálogo, al trabajo en equipo y a la retroalimentación entre pares; estos cambios permitieron un avance en el aprendizaje de los alumnos y desarrollaron habilidades de comunicación.
Para esto el docente debe acompañar a sus alumnos para que guie el proceso de aprendizaje del estudiante que es lo que tienen que aprender, como usar ese conocimiento y cómo demostrar el aprendizaje obtenido siendo este el objetivo de este trabajo conocer las herramientas para aplicar la evaluación formativa en el mejoramiento del proceso de enseñanza aprendizaje.
Es trascendental que los docentes se apropien de la importancia de la evaluación formativa en proceso de enseñanza- aprendizaje de los niños y adolescentes de la Unidad Educativa Fiscal Cascol, a fin de que los maestros la apliquen en el aprendizaje de cada uno de los educandos. Mediante esta evaluación el docente podrá realizar retroalimentaciones al aprendizaje del niño, ya que el mismo docente con esta evaluación va identificando cada una de las debilidades del aprendizaje del individuo.
2. METODOLOGIA
La investigación se realizará en la Unidad Educativa Fiscal Cascol mediante la técnica de encuesta a 15 docentes que laboran en esta institución. Se utilizará el método científico y analítico sintético a partir de los cuales se profundizará los elementos teóricos referentes a la evaluación de los aprendizajes.
3. RESULTADOS
3.1 Evaluación Formativa
Nadie puede negar que la evaluación educativa es una actividad compleja, pero al mismo tiempo constituye una tarea necesaria y fundamental en la labor docente. En un principio, es compleja porque dentro de un proceso educativo puede evaluarse prácticamente todo, lo cual implica aprendizajes, enseñanzas, actuación docente, contento físico y educativo, programas, currículos, aspectos institucionales exigiéndole al docente analizar este proceso de muchas aristas.
La evaluación es un proceso sumamente amplio y complicado, que por su trascendencia requiere de una actuación plenamente consciente de: estudiantes, docentes, directivos, padres de familias. (Pezo, 2008, pág. 14). Es mediante la evaluación que cada uno de ellos tendrá elementos para conocer la eficiencia y en el sentido del proceso tal como lo expresaba Ausubel “la función de la evaluación cosiste e determinar el grado en que los objetivos de importancia educativa está siendo alcanzados e realidad y que evaluar es hacer un juicio de valor o de mérito para apreciar los resultados educativos.
El trabajo realizado se centró en la evaluación formativa qué exige un mínimo de análisis realizado sobre los procesos de interactividad entre profesor, estudiantes y los contenidos que se dan en el proceso de enseñanza. La evaluación durante el proceso de aprendizaje o formativa es un término que fue introducido el año 1967 por M. Scriven, para referirse a los procedimientos utilizados por los profesores con la finalidad de adaptar su proceso didáctico a los progresos y necesidades de aprendizaje observados en sus alumnos.
Dentro de la práctica educativa, La evaluación formativa es un instrumento del proceso de enseñanza aprendizaje es aquella que recolecta evidencia acerca del logro en el aprendizaje de los estudiantes y que al ser interpretada y utilizada por docentes, estudiantes y sus pares, sirve para tomar decisiones mejor fundadas sobre los próximos pasos a seguir en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Implica que los profesores usen lo que los estudiantes hacen y dicen como base para modificar su enseñanza. Es de mucha utilidad tanto para los alumnos en el mejoramiento del aprendizaje, como para el profesor en su faceta de profesional de la educación.
Para el docente La evaluación formativa es un instrumento para evaluar su propia intervención educativa ya que permite reajustar la labor realizada de aprendizaje y evalúan constantemente sus avances en relación a estos objetivos. Esto se hace con el propósito de determinar la mejor forma de continuar el proceso de enseñanza y aprendizaje según las necesidades de cada curso. El enfoque de evaluación formativa considera la evaluación como parte del trabajo cotidiano del aula y la utiliza para orientar este proceso y tomar decisiones oportunas que den más y mejores frutos a los estudiantes (Agencia de Calidad de la Educación, 2016, pág. 11). Este proceso permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje. Además de tener como propósito contribuir a la mejora del aprendizaje, regula el proceso de enseñanza y de aprendizaje, principalmente para adaptar o ajustar las estrategias, actividades, planificaciones en función de las necesidades de los alumnos.
Desde este enfoque, la evaluación favorece el seguimiento al desarrollo del aprendizaje de los alumnos como resultado de la experiencia, la enseñanza o la observación. La evaluación formativa constituye un proceso en continuo cambio, producto de las acciones de los alumnos y de las propuestas pedagógicas que promueva el docente (Díaz Barriga, 2002, pág. 23). De ahí que sea importante entender qué ocurre en el proceso e identificar la necesidad de nuevas oportunidades de aprendizaje. De esta manera, el proceso es más importante que el resultado y éste se convierte en un elemento de reflexión para la mejora. Se realiza para valorar el avance y mejoras en la enseñanza y el aprendizaje. Su función es optimizar una intervención en un momento determinado, y en concreto, permite valorar si la planificación se está realizando de acuerdo con lo planeado. Las modalidades de evaluación formativa que se emplean para regular el proceso de enseñanza y de aprendizaje son: interactiva, retroactiva y proactiva. Es necesario que el profesor y los estudiantes compartan el mismo objetivo. No basta con entregar un objetivo al alumno; el docente debe cerciorarse de que este puede explicar cuál es la meta del aprendizaje y cómo se evaluará, de manera que los estudiantes al comprender puedan monitorear su propio aprendizaje. ¿Hacia dónde vamos? busca responder: hacia dónde deben ir los estudiantes y cómo el docente los puede guiar, para esto es fundamental establecer metas de aprendizaje claras y definidas. Así como definir indicadores de desempeño que den cuenta del logro de los objetivos y promover la comprensión de las metas de aprendizaje de parte de todos los estudiantes.
La Función principal de la evaluación es la función orientadora. Aunque muchos educadores la pasan por alto y se concentran en el aspecto cuantitativo de la calificación, su rol es evaluar los aprendizajes del alumno y lo hace utilizando los resultados de la información recogida para guiar al estudiante al logro de sus metas de aprendizaje, es ahí donde entra la evaluación formativa como parte de la función orientadora de la evaluación (Samboy, 2009).
En la evaluación formativa lo importante no es una calificación, sino la información sobre el alumno que el profesor puede obtener sobre su proceso de estudio, para saber qué está bien y qué está mal, y así poder buscar los correctivos de lugar cuando las cosas no andan bien. La información que le proporciona la evolución formativa al profesor lo lleva a actuar en pro de la mejora del alumno, de su aprendizaje, del programa y también de su mejora profesional.
3.2 La Toma de Decisiones Post Evaluación Formativa
Todos los docentes evaluamos y nos preocupamos por el contenido, el modo y el momento oportuno para hacerlo. Un paso fundamental es; ¿Qué hacer una vez que tenemos los resultados? Para esto debemos tener presente lo siguiente; ¿Para qué está evaluando? Y ¿Qué intentamos descubrir?. La evaluación es una tarea continua y debe servir no solo para calificar sino también y fundamentalmente para repensar el rol docente-alumno en cuanto a sus progresos y sus contratiempo.
Tomando decisiones oportunas para mejorar los aprendizajes desde la evaluación formativa requiere transformar el paradigma, pues involucra cambios en la forma en que se gestiona la sala de clases y las oportunidades de aprendizaje que tienen lugar ahí. Implica dejar de pensar que el profesor es quien entrega un conocimiento y el estudiante es quien lo recibe se trata de un proceso de aprendizaje que considera un involucramiento continuo y reflexión sobre la propia práctica.
La realidad de las instituciones educativas nos demuestra que lo que los estudiantes aprenden a partir de una determinada clase, puede ser muy diferente de lo que el docente pretendía que fuera aprendido. Por esta razón, la evaluación formativa es un rasgo esencial que define a la enseñanza efectiva pues es la única manera de saber si lo que se ha enseñado fue realmente aprendido y donde la información obtenida se usa como retroalimentación para modificar las actividades de enseñanza y de aprendizaje en las que están involucrados los estudiantes. Este ajuste puede ser inmediato o para lecciones futuras.
En este sentido, la toma de decisiones en la evaluación formativa es fruto del acto evaluador (Anglas, 2010).Una evaluación en su sentido amplio y formativo, debe llevar a la toma de decisiones, específicamente a decidir sobre aquello que debe modificarse en el proceso de enseñanza – aprendizaje reorientándose, si fuera necesario, a los fines educativos contemplados desde el inicio de la acción educativa.
Los procesos de evaluación tienen por objeto tanto los aprendizajes de los alumnos como los procesos mismos de enseñanza. La información que proporciona la evaluación sirve para que los maestros dispongan de información relevante con el fin de analizar críticamente su propia intervención educativa y tomar decisiones al respecto. Es trascendental indicar que el proceso de evaluación no siempre finaliza cuando la decisión se toma; ésta debe ser implementada. Y no siempre es responsabilidad exclusiva del maestro. La toma de decisiones es una de las prácticas de evaluación formativa, derivándose de la demanda de escritos, organizadores gráficos, evidencias de aprendizaje, para inferir que el estudiante reconoce, analiza y utiliza el conocimiento teniendo en cuenta los contenidos estudiados (Rodríguez, 2015).Comprender y compartir una meta implica ir un paso más allá de comunicar el objetivo de la clase, creando un espacio en el cual se clarifican y concretizan los objetivos, explicitando cuáles son los criterios de logro con los cuales los alumnos se darán cuentan de qué han aprendido.
Se debe recordar que el objetivo fundamental de este tipo de evaluación es determinar el grado de adquisición de los aprendizajes para ayudar, orientar y prevenir, tanto al profesor como a los alumnos de aprendizajes no aprendidos o aprendidos erróneamente. La finalidad es informar a los estudiantes de sus aciertos, errores o lagunas, de manera que el feed-back informativo les permita reconducir sus futuras actuaciones. Este feed-back es también muy enriquecedor para el profesor, sobretodo, cuando analiza los resultados a nivel de grupo y observa los puntos de dificultad tanto respecto al contenido como a los procesos mentales implicados. Durante su acción docente el profesor reflexionará, tarde o temprano en la situación didáctica a la que se enfrenta, sobre estos asuntos y sobre cómo aquellos se relacionan con la estrategia didáctica general y especifica planteada y actuante que le permitirá al docente reflexionar durante y después de la formación acerca de lo realizado en el aula (Pezo E., 2006, pág. 174)
El docente debe tener claro que requiere de algunos criterios para valorar los procesos de cesión y control de la responsabilidad así como para estimar los procesos de negociación de los temas que intenta ayudar a construir en los estudiantes. Entre más criterios e instrumentos utilice como recursos para comprender y reflexionar sobre el proceso de enseñanza en marcha, mejores serán sus juicios, decisiones y correcciones hacia delante en el proceso de aprendizaje – enseñanza.
3.3 Aporte en la Evaluación Formativa en los Procesos de Enseñanza Aprendizaje
La evaluación formativa beneficia el proceso de enseñanza aprendizaje en los estudiantes y la interacción profesor alumno, es importante emplear la evaluación formativa para estimar los aprendizajes por parte del participantes de la clase.
La evaluación formativa es de mucha utilidad tanto para los alumnos en el mejoramiento del aprendizaje, como para el profesor en su faceta de profesional de la educación. Las aportaciones fundamentales de la evaluación formativa desde el punto vista de este autor (Pérez Juste, 1989) son tres: La información para la orientación y toma de decisiones, La mejora del programa, Datos para la mejora profesional. (Samboy L. , 2009)
Por tanto el aporte fundamental se resume en tres aspectos importantes; y por lo tanto la mejora en el proceso de enseñanza y así mismo eficacia del docente para alcanzar los requerimientos actuales de la educación.
El uso de estrategias de enseñanza como el trabajo participativo y colaborativo de los estudiantes , enseñanza de proyectos, ensayos observación y trabajos de indagación, normalmente se utiliza como medida del nivel al que los docentes han transformado su salón de clases en un espacio de aprendizaje ajustado a los estudiantes y a la realidad de entorno educativo, social, familiar, cultural y socio económico; porque no cabe duda que para que los estudiantes se involucren activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje debe ser una prioridad para todos los docentes interesados en promover nuevos aprendizajes. Sin embargo, la implementación de estrategias de enseñanza centradas en los estudiantes no puede considerarse como sola garantía de calidad educativa.
Además el impacto de dicha evaluación sobre el aprendizaje depende de la habilidad de los docentes realizar cuestiones o interrogantes que demuestren el nivel de comprensión de los estudiantes, reconocer ideas productivas y dificultades conceptuales expresadas por los estudiantes, también en la recopilación de las interpretaciones adecuadas sobre el pensamiento de los alumnos y seleccionar estrategias efectivas para resolver los problemas de aprendizaje detectados.
3.4. El Rol del Docente en la Evaluación de los Aprendizajes desde el Propósito Formativo
El profesor contribuye al éxito del estudiante a través del programa de estudio, dando seguimiento al cumplimiento de los objetivos desarrollando los contenidos, utilizando los medios que se ponen a disposición para el aprendizaje del alumno, pero si éste no asume con responsabilidad el plan de estudio, su éxito no está asegurado a pesar del trabajo del profesor. (Samboy, 2009)
El rol del docente en el proceso enseñanza aprendizaje; ya no imparte clases magistrales sino que ahora es un facilitador del conocimiento, orientador y guía de los alumnos, además domina el manejo de herramientas de comunicación, y es capaz de producir cambios en los materiales didácticos que promuevan la interacción entre los contenidos.
Así que el docente también desempeña un rol importante dentro del salón; por consiguiente la calidad del trabajo docente depende en gran medida de la disposición y habilidad de los maestros, tanto para evaluar los conocimientos de sus estudiantes durante el trabajo en el aula, como para tomar decisiones que promuevan el aprendizaje. Desde esta perspectiva, la preparación docente en el área de evaluación formativa puede considerarse como una de las herramientas más poderosas para mejorar la calidad de la educación a todos niveles educativos.
Además los docentes deben poder juzgar las respuestas de los estudiantes más allá de si son correctas o no, para determinar si dichas ideas son un obstáculo o pueden contribuir al desarrollo de aprendizajes significativos (Talanquer, 2015)
Lo que los profesores notan y les dicen a sus alumnos, al igual que las interpretaciones que hacen con base en lo que ven y escuchan, afecta lo que los estudiantes consideran importante aprender y los conocimientos que desarrollan, así como sus actitudes, motivación y esfuerzo. Es por ello que el desarrollo profesional de los docentes en el área de evaluación formativa es necesario e importante en todo proceso de reforma educativa; porque les permiten hacer comentarios e implementar acciones para mejorar la comprensión de los estudiantes.
Este tipo de evaluación comúnmente involucra un proceso cíclico en el que los maestros hacen visibles el pensamiento de los estudiantes, realizan inferencias sobre del nivel de comprensión alcanzado y actúan con base en la información disponible con el objetivo de mejorar en el proceso aprendizaje y a la vez mejorar los conocimientos establecidos en el objetivos anuales. No obstante la evaluación formativa involucra un reto importante para el docente, porque demanda conocimientos en la disciplina, atención constante a las ideas expresadas por los alumnos, reconocimiento de las dificultades de aprendizaje más comunes y familiaridad con gran variedad y tipos de estrategias de enseñanza que respondan a las diversas necesidades de los estudiantes.
3.5 Evaluación de los aprendizajes en la Práctica Pedagógica
La evaluación de los aprendizajes es el proceso pedagógico, sistemático, instrumental, analítico y reflexivo, que permite interpretar la información obtenida acerca del nivel de logro que han alcanzado los y las estudiantes, en las competencias esperadas, con el fin de formar juicios de valor y tomar decisiones para los procesos de aprendizajes.
La evaluación de los aprendizajes es un componente del proceso educativo, a través del cual se observa, recoge y analiza información significativa, respecto de las posibilidades, necesidades y logros de los alumnos, con la finalidad de reflexionar, emitir juicios de valor y tomar decisiones pertinentes y oportunas para el mejoramiento de su aprendizaje
3.6 Características De La Evaluación
Integral: involucra las dimensiones intelectual, social, afectiva, motriz y axiológica del alumno; así como a los demás elementos y actores del proceso educativo, y las condiciones del entorno socio-económico y cultural que inciden en el aprendizaje.
Continua: se realiza a lo largo del proceso educativo en sus distintos momentos: al inicio, durante y al final del mismo, de manera que los resultados de la evaluación no se conozcan sólo al final, sino durante todo el proceso.
Sistemática: se organiza y desarrolla en etapas debidamente planificadas, en las que se formulan previamente los aprendizajes a evaluar y se utilizan técnicas e instrumentos válidos y confiables para la obtención de información pertinente y relevante sobre las necesidades y logros de los estudiantes. Sin embargo, esto no exime el recojo de información ocasional mediante técnicas no formales, como la observación casual o no planificada.
Participativa: posibilita la intervención de los distintos actores en el proceso de evaluación, comprometiendo a los docentes, directores, estudiantes y padres de familia en el mejoramiento de los aprendizajes, a través de la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.
Flexible: toma en cuenta las características del contexto donde se desarrolla el proceso educativo, las particularidades, necesidades, posibilidades e intereses de cada estudiante, así como sus diferentes ritmos y estilos de aprendizaje para la adecuación de las técnicas, instrumentos y procedimientos de evaluación
Las practicas pedagógicas según Zaccagnini (2008) son aquellas productoras de sujetos a partir de otros sujetos, es decir se trata de una mediación de rol de un sujeto mediador (sujeto pedagógico) que se relaciona con otro sujeto (educando) de esta relación surgen situaciones educativas complejas que se encuadran y precisan una pedagogía.
Según Paulo Freire las prácticas educativas como que hacer pedagógico, no solo deben ser referidas a las que se realizan en un espacio institucional llamado escuela, sino que además se deben considerar los saberes y conocimientos culturales que ofrece la sociedad a las nuevas generaciones debido a que los sujetos son parte de un mundo problematizado que exige cada vez más posturas críticas, reflexivas y transformadoras para que pueda ser partícipe de la construcción de una sociedad que exige prácticas de libertad y responsabilidad. “Paulo Freire (1979) La conciencia y la historia: la praxis educativa de Paulo Freire (antología). Sao Paulo Loyola”. Chevallard define practica pedagógica como la capacidad que tiene el docente en transformar el saber que posee(científico) al saber posible de ser enseñado, en el cual el docente realiza una despersonalización de su conocimiento de tal forma de los educandos se apropien de él. “Chevallard, Y. (1997) La Transposición Didáctica: del saber sabio al saber enseñado”.
3.7 La evaluación como Herramienta de Mejoramiento
La evaluación como instrumento para la mejora continua es el tema de este trabajo, cuya pretensión esencial es mostrar al lector una serie de reflexiones acerca de la relevancia que en la actualidad tiene el enfoque formativo de la evaluación. En el presente escrito se plantean elementos básicos para el análisis de algunas características, propiedades y finalidades de este modelo evaluador. Pero lo valioso del documento es la forma en que establece vínculos entre el elemento discursivo manejado desde la perspectiva constructivista y algunas situaciones de la práctica docente cotidiana. Al abordar las estrategias de evaluación se enfatizaron los recursos y las técnicas como los elementos generadores de datos e insumos, que además de abonar al análisis fortalecen la emisión de juicios y, sobre todo, contribuyen a la toma de decisiones. La riqueza del texto presentado aquí radica principalmente en que lo hemos construido buscando contrastar la experiencia propia con las invaluables aportaciones teóricas de reconocidos investigadores del enfoque formativo de la evaluación.
5. CONCLUSIONES
El mejoramiento de la calidad en las instituciones educativas depende de la gestión de la evaluación, porque permite conocer información sobre el estado de las escuelas, colegios potenciando mecanismos de reflexión, análisis y participación de los miembros de la comunidad educativa.
De este modo para realizar la evaluación formativa se debe considerar las actividades que el estudiante realiza dentro y fuera del aula donde se apropia del conocimiento y tiene responsabilidad, participación en el aprendizaje. Donde se puede constatar el nivel de cumplimiento de los objetivos propuestos.
Los docentes que participaron de la encuesta en su totalidad concuerdan que para la mejora de la calidad en el proceso de enseñanza aprendizaje se debe evaluar para incentivar la mejora estudiantil en el proceso de aprendizaje mediante la reflexión y la práctica.
Este proceso de evaluación hace más analítico al docente en su trabajo diario, responsabilizándose del grupo de estudiante donde crea, desarrolla situaciones de enseñanza adecuadas a la edad del alumno que a pesar de su complejidad puede proveer a los estudiantes con oportunidades para aprender y crecer mientras son evaluados.
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