José Rafael Moya Lauzán*
Lucila Villamil Galán **
Yordanka Abreu Álvarez***
Universidad de Artemisa, Cuba
Email: moya@uart.edu.cu
RESUMEN
El presente trabajo tiene como objetivo diseñar una estrategia metodológica, destinada a promover el desarrollo de una Cultura General e Integral en los estudiantes a partir de un grupo de acciones metacognitivas que incidirán en la preparación de un hombre que goce de una formación humanista. Para la elaboración de esta estrategia se partió de las dificultades que estudiantes y profesores presentan en la formación de una Cultura General e Integral. El reconocimiento de esta problemática generó la búsqueda de los fundamentos teóricos, sobre los procedimientos que intervienen en el desarrollo de estrategias metodológicas para alcanzar una cultura humanista. Así la propuesta está basada en la utilización de una estrategia donde a partir de una idea o efemérides rectora, se puedan formar valores y una cultura humanista mediante matutinos, cine debates, talleres literarios, galas culturales, que unido a un trabajo con la comunidad, sirvan de reguladoras y autorreguladoras de su propio conocimiento. De esta manera se demuestra que para alcanzar una Cultura General e Integral en las artes plásticas se requiere de la aplicación de una estrategia metodológica en la escuela como espacio que facilite el encuentro de estudiantes y profesores con la cultura, como sustento de nuestra ideología.
Palabras claves: valores, estrategia, formación humanista, cultura
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
José Rafael Moya Lauzán, Lucila Villamil Galán y Yordanka Abreu Álvarez (2019): “Estrategia metodológica para la formación de una cultura humanista en los estudiantes de la enseñanza artística”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (agosto 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/08/cultura-humanista-estudiantes.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1908cultura-humanista-estudiantes
INTRODUCCIÓN
“Sólo con la Educación se salva la humanidad,” (Castro, F. 2004) ha dicho el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz porque se necesita tomar conciencia de los peligros inminentes y mortales que amenazan a la especie humana y este debe ser el objetivo más importante de los sistemas educativos de cada país, de sus maestros y educadores que tienen una gran responsabilidad.
Para salvar la humanidad hay que hacer una revolución en la educación. José Martí, al respecto expresó: “Todo hombre es una fiera dormida. Es necesario poner riendas a la fiera. Y el hombre es una fiera admirable: le es dado llevar las riendas de sí mismo”. (Martí, J. 1883) Y el Comandante Fidel Castro ha dicho que “La bondad y la virtud no son genéticas, los valores se educan. Solo con los valores se logran seres humanos mejores y conscientes de su papel en la sociedad”. (Castro, F. 2004)
Los valores como expresión de la conciencia social han sufrido un progresivo deterioro y ello ha repercutido en la escuela, la sociedad y la familia, obligando a las diferentes entidades que están responsabilizadas con estos empeños a trazarse estrategias para contribuir a su rescate en las diferentes instancias sociales. Conocer las causas de estos desmanes de alcance mundial sería provechoso pero no solucionaría el problema por lo que se necesita establecer acciones, empeños que contribuyan a solucionar o paliar estas dificultades que hoy constituyen un derrotero para la Educación cubana.
Aunque en los centros de enseñanza artística se forman los futuros artistas de la provincia de Artemisa, su formación en valores representa un reto ya que estos jóvenes constituyen el relevo de la educación en Cuba. Su formación en valores está basada en la ética martiana que creyó en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud.
Apoyados en métodos empíricos y a partir de la observación científica, se detectaron algunas situaciones problemáticas que frenan la correcta formación de valores en sus alumnos, sobre todo, en el campo de la humanística.
Se detectó que las actividades de carácter político – ideológico no se realizan con la misma frecuencia que las de formación cultural, que los profesores y alumnos no cuentan con la bibliografía suficiente para preparar los temas que se proponen, que las actividades que se realizan en la escuela no siempre se vinculan con la comunidad. Por ello, se consideró que no existe una estrategia o plan de acciones que contemple con un carácter sistémico, todas las actividades que buscan formar una cultura humanista en los jóvenes que demanda la Revolución.
Por lo antes expuesto se propone contribuir a la correcta formación humanista en los profesores y estudiantes de la enseñanza artística. A pesar de las investigaciones científicas realizadas desde la didáctica de la educación y la formación de valores y para dar solución a esta problemática se propuso como objetivo proponer una estrategia metodológica que contribuyera a la formación de una cultura humanista en los estudiantes de la enseñanza artística
DESARROLLO
“La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus vicios es sobre todo lo demás la propagación de la cultura”. (Martí, J. 1883) El arte es la vía por excelencia, aunque no la única, para educar estéticamente, ya que conmueve y al llegar a los sentimientos de las personas, moviliza intereses sociales y acerca a la belleza que como ideal estético se ha ido creando.
El compañero Fidel ha definido qué se entiende por educar: ``Educar es todo, educar es sembrar valores, es desarrollar una ética, una actitud ante la vida. Educar es sembrar sentimientos. Educar es buscar todo lo bueno que pueda estar en el alma de un ser humano, cuyo desarrollo es una lucha de contrarios, tendencias instintivas al egoísmo y a otras actitudes que han de ser contrarrestadas y sólo pueden ser contrarrestadas por la conciencia´´. (Castro, F, 2004)
A la escuela cubana actual le corresponde trazar estrategias, variantes que contribuyan al desarrollo de un joven que pueda enfrentar desde una tradición, desde los principios, la defensa de un colectivo, de una nación. La cultura en Cuba se sustenta en fundamentos políticos, económicos, ideológicos, martianos, fidelistas y vigotskianos y ella concibe al hombre en su historicidad, en su devenir, en su desarrollo, en su plenitud.
La escuela se encargará de preparar al hombre física y mentalmente. Ella lo proveerá de valores necesarios para asumir con dignidad, la defensa de su país y enfrentar todos los vicios que la sociedad moderna ha incorporado, pero si este empeño se realiza desde un enfoque cultural, entonces la labor tendrá un sentido humanista, que hará más noble el trabajo.
¿Qué valores formar? ¿Cómo se desarrollarán?
La respuesta no es fácil; pero en primer lugar estarían aquellos que los diferentes sistemas de influencias (familia, escuela, sociedad) promueven y valoran positivamente para estimular su formación y desarrollo:
Indudablemente, para formar valores, es indispensable la función orientadora del maestro, el cual tendrá en cuenta la concepción de relación de ayuda, como la piedra angular de cualquier acción orientadora. Se partirá de la definición vigotskiana de que la educación conduce al desarrollo, operando en la zona de desarrollo próximo del alumno, a través del establecimiento de un vínculo desarrollador con ese otro “yo”, que facilitan las condiciones de desarrollo personal.
Los postulados teóricos que sustentan la estrategia metodológica para la formación de una cultura humanista, desde lo estético y lo afectivo, parten de la integración de los referentes filosóficos, psicológicos, pedagógicos, sociológicos y axiológicos.
Solo con el marxismo –leninismo y con un enfoque marxista y científico del mundo puede la educación cubana materializar el sueño de ennoblecer al hombre actual, tan permeado de las tecnologías modernas y vicios que se han incorporado.
El paradigma histórico- cultural juega un gran papel dentro de la escuela cubana ya que las ideas de su autor Lev Semionovich Vigotski, constituyen la base metodológica de la concepción dialéctica del aprendizaje. De tal manera que en las propuestas que persigue esta estrategia, se busca la activación de la creatividad para que los alumnos asuman la transformaciones de la realidad y su autotransformación.
Si se quiere que la educación alcance un carácter humanista, necesariamente tendrá que ser más humana. Las palabras del venezolano, Manuel Picón Salas, aparecidas en el trabajo “Humanitas”, resumen muy bien todo lo que aún necesita desarrollar la educación para lograr metas superiores, en su empeño por alcanzar una educación culta.
“Frente a la tendencia pragmática y especializada, en un mundo de cuerpos y almas vacías, la historia, las artes, la poesía, constituyen infalible panacea para la neurosis de nuestro tiempo. Cuando le demos a la educación un fin que supere lo utilitario, cuando queramos formar hombres y no solo mercaderes, parecen ofrecernos las humanidades una olvidada pedagogía de la libertad… no solo goce estético, sino norma y juicio moral. Si el hombre en comunidad necesita una máquina, el hombre en soledad, acaso prefiera un poema”. (Picón M, 1980)
En un mundo como el contemporáneo, donde tanto se habla de libertades y democracia, pareciera ser cosa olvidada que la mayor libertad, que pueda registrar el hombre es la del espíritu humano. Ella deberá encontrar en la escuela la fragua donde se forjen las verdaderas concepciones creadoras, con que las nuevas generaciones puedan desarrollar proyectos de crecimiento, que estén a la altura de los tiempos globalizados en que se vive.
Para comprender la raíz humanista de la cultura cubana, necesariamente hay que remitirse a las bases de la nacionalidad donde confluyen españoles, africanos, asiáticos; hay que buscar en el pensamiento de Varela, Luz y Caballero, en Martí, en Mella, en el pensamiento y en la actuación del Che y Fidel. Es por ello, que en Cuba, el humanismo representa el núcleo de una concepción ideo – cultural, expresión del desarrollo de la identidad cultural y la ideología de la Revolución cubana, que deviene alternativa primordial ante el nuevo contexto neoliberal que vive el mundo.
La formación humanista es una de esas exigencias de la educación contemporánea, que de manera especial se impone en la formación del estudiante.
En la concepción marxista – vigotskiana, el proceso de socialización del hombre es una vía para la individualización: la intersubjetividad es el camino de la intrasubjetividad. De esta forma, los individuos se convierten en personalidades que entablan por medio de las actividades y de la comunicación, relaciones histórico – culturales entre sí y sujetas de la cultura.
Se plantea que la escuela es una institución cultural, porque a ella corresponde el encargo social de formar y desarrollar intelectual, moral, estéticamente, ideológicamente y finalmente, en el proceso de enseñanza – aprendizaje, cuyo contenido, precisamente, es la cultura expresada en diferentes tipos de saberes: saber, saber hacer, saber ser, y saber convivir con arreglo a la identidad cultural de cada país, en sus relaciones esenciales con el conjunto de culturas de los demás países.
Se asume las palabras de la doctora Lissette Mendoza Portales, cuando señala: “en su esencialidad teórico – práctica, por formación humanista, se comprende, la formación en los estudiantes de un sistema de conocimientos, habilidades, sentimientos, valores, convicciones, que se fundamentan en una metodología dialéctica, científica y un enfoque cultural y personológico, dirigidos a la integralidad del conocimiento, el cultivo de la sensibilidad y la espiritualidad, a la interpretación y explicación de los procesos históricos, sociales y culturales, relacionados con el hombre, así como el desarrollo de un estilo de pensamiento y actuación, en función de la transformación de la realidad ”. (Mendoza, L.2001)
En el trabajo de formación humanista y humanística, no puede obviarse algo tan importante como la interdisciplinariedad, en la medida que le es consustancial a ambas, por cuanto, no solo requiere de un conocimiento integral del hombre y la sociedad que le permita distinguir entre lo valioso y aquello que no lo es, para poder actuar en consecuencia, sino que los instrumentos con que se cuenta para ello son expresión, a su vez de una visión humana integral e integradora.
La interdisciplinariedad en la conformación de una estrategia metodológica se debe ver como un proceso que permite solucionar conflictos, comunicarse, cotejar y evaluar aportaciones, integrar datos, definir problemas, determinar lo necesario de lo superfluo, buscar marcos integradores, interactuar con hechos. Son los nexos que se establecen entre estos elementos, los que propician el desarrollo del pensamiento creativo.
El humanismo en la escuela cubana actual debe partir de un código de valores, donde junto a la realización y libertad humanas, existan contextos históricos de justicia social, de alcance global. Todo lo que sea ajeno a la realidad educacional, debe ser excluido. La unidad de la diversidad es una divisa y frente a una globalización neoliberal, no debe perderse el punto de vista, de que se educa para desarrollar valores y el orgullo de una identidad nacional en personalidades cada vez mejores, en su sentido de la vida, muy diferente a una concepción solo utilitaria de la vida.
La escuela vista como una institución cultural, debe considerarse como un proyecto educativo sociocultural, que puede asumir la metodología del trabajo de promoción cultural y que pudiera ser una estrategia, para que la escuela se convierta en el centro más importante de la comunidad. Ella partiendo de un sistema de acciones, estaría en disposición de involucrar a la comunidad para así desarrollar con su sistematización, focos o acciones socioculturales.
Como ha sido revelado por varios autores (Monereo, 1990; Nisbet y Shucksmith, 1987; Palincsar y Brown, 1984; Pozo, 1990; Deler F. G. 2007), son diversas las descripciones de estrategias existentes en la literatura. Es fundamental que se esté de acuerdo en que esta estrategia se sustenta en un sistema de actividades inherentes al proceso docente educativo y de extensión cultural que enriquecerán el mundo cognitivo y espiritual de los alumnos, al enfrentarlos a disímiles actividades como talleres literarios, cine- debates, matutinos y galas culturales, entre otras, que en una relación interna se articularían a un eje temático o idea rectora.
Más allá de las actividades que se proponen, la estrategia tiene como fin una educación en valores para lograr un joven dotado de patriotismo, capaz de defender con la mayor bondad del mundo sus principios, ser honesto, laborioso, y asumir ante todo una conducta antimperialista, dadas las circunstancias en que ha tenido que basar su desarrollo este país.
En ocasiones se tiene un concepto muy limitado de lo que son las efemérides y se piensa que son sólo aquellas de carácter patriótico, olvidando que existen acontecimientos científicos, técnicos, artísticos, políticos y otros que correctamente seleccionados contribuyen notablemente al desarrollo de la cultura y a la preparación del estudiante.
La moral no se forma por un ideal ético, sino que debe responder a las necesidades reales del hombre que la expresa. No puede lograrse a través de información y propagandas, es un proceso racional, afectivo y cognitivo.
Uno de los objetivos de esta estrategia es que el alumno al relacionarse con su contexto, en busca del pasado, se vincule con el presente, con su ciudad y comparta con otras personas. Se vale de las instituciones sociales y culturales para aprender a amar a la comunidad, valorarse y comunicarse con ella.
En este trabajo se considera importante el papel de las estrategias expositivas y metacognitivas, en función de una formación fáctica y del destacado papel del factor emocional en el aprendizaje de la cultura. Estas acciones deberán rebasar los marcos del aula, del centro para que se integre la comunidad en una interacción que brindaría protagonismo a la cultura municipal. En este empeño pudieran trabajar los instructores de arte que han egresado de sus escuelas y que pudieran trabajar mancomunadamente con subdirectores de actividades culturales a nivel de centro o de municipios.
Existe una interrelación dialéctica entre la ideología, cultura, ciencia, y pedagogía. Esta última es de gran importancia en el mundo actual; se sustenta en tendencias pedagógicas que se aplican en los diferentes países, de acuerdo con sus concepciones ideológicas, económicas y políticas.
Tanto a la Psicología como a la Pedagogía le interesan los valores, sobre todo, como elementos constitutivos de la conciencia subjetiva humana. La tendencia actual es el Humanismo, que subraya el papel del individuo, sus intereses personales y motivaciones, lo personológico y afectivo. Se comparte el valor del Humanismo que está presente en el enfoque histórico – cultural, no asumiendo lo individual absoluto sino su necesaria inserción en lo social, subrayando el papel del estudiante en el proceso de aprendizaje donde su nivel de implicación personal es esencial, así como sus interrelaciones en el seno del colectivo.
Los valores están directamente vinculados con la forma de vida de la sociedad, y al cambiar las relaciones sociales y sobre todo, las económicas, se establecen nuevos valores, lo que tiene lugar mediante una tenaz lucha ideológica. Esto debe ser tomado en cuenta por el maestro, a los efectos de no perder la oportunidad en cada momento de trabajo, de hacer consciente a sus estudiantes de lo correcto en cada una de sus acciones.
La institución educacional cuando logra un proceso educativo con actividades dirigidas adecuadamente, con un contenido concreto, donde pueden valorarse sus resultados, donde los alumnos sienten la necesidad de su participación y la satisfacción con la tarea desarrollada, entonces se posibilita la formación de actitudes y valores positivos, en las diferentes esferas de la vida social.
Los niños, adolescentes y jóvenes hacen suyos los valores, en función del sistema de relaciones y actividades en el que están inmersos y al ser los valores formaciones complejas y constituir un sistema, no es posible pensar o trabajar fraccionada o aisladamente en su formación; sin embargo, sí resulta importante en la labor pedagógica, dar a conocer a cada estudiante, y al grupo lo que cada valor en particular significa, que el estudiante lo analice, reflexione, valore y conozca las conductas adecuadas; solo así podrán utilizarlo e incorporarlo a su quehacer cotidiano.
Es necesario considerar los criterios que expone Amelia Amador, “el enfoque metodológico es fundamental, y muchas discusiones y posiciones existen al respecto, pero también existen principios a tomar en cuenta que fundamentan este quehacer”. (Amador, A, 2005)
Este enfoque debe orientarse en tres planos fundamentales: los dirigidos a la conciencia; a la actividad y a la valoración.
De ahí que la Psicología constituya una ciencia indispensable para el maestro que le brinde elementos teóricos básicos para la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje así como la formación de hábitos y habilidades en la actividad del estudio.
Como el enfoque dialéctico y humanista del proceso de enseñanza aprendizaje está centrado en el desarrollo integral de la personalidad y considerando la unidad de lo afectivo con lo cognitivo, es que se propone una estrategia metodológica que se sustenta en los fundamentos teóricos presentados con anterioridad.
Se considera que la estrategia metodológica” es una opción con que cuenta el subsistema dirigente (el profesor), para trabajar con el subsistema dirigido (educandos), y para la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje, a partir de la planificación, control y seguimiento del sistema de acciones, métodos, medios, procedimientos, técnicas, formas de organización y tipos de trabajo científico metodológico que permitan el procesamiento de información para luego delimitar la estrategia de acciones para modificar, desarrollar o trasformar los resultados de las mismas”.
Esta propuesta metodológica se sustenta en los fundamentos teóricos y metodológicos, que contribuyen al desarrollo de la Cultura General y a la formación de una cultura humanista.
Las actividades que se proponen abarcan un amplio espectro de posibilidades para la formación de una cultura humanista y entre ellas, se puede citar: los matutinos, los talleres literarios, las galas culturales, conferencias, exposiciones, cine debates y cuantas acciones extracurriculares tributan al desarrollo integral de la personalidad, a su realización como seres humanos y al cultivo de la sensibilidad, desde una perspectiva axiológica.
La estrategia metodológica está dirigida a que el estudiante mediante actividades metacognitivas active y regule su propio conocimiento y a través de aprendizajes productivos, creativos y cooperativos tengan la necesidad y la oportunidad de reflexionar acerca de los procesos que llevan al dominio de los mismos, de conocerse a sí mismos y a sus compañeros como aprendices y de asumir progresivamente, la dirección y el control de su propio aprendizaje.
Otros matutinos a realizar en el mes:
-Efemérides nacional e internacional.
-Día del Estudiante.
-Abela: principales obras.
-El campo en la obra de Abela.
-Salida del yate Granma, de México.
-Fusilamiento de los estudiantes de Medicina.
Una vez que se abordaron los diferentes tipos de estrategias y a partir de la sistematización de los conocimientos, se consideran las palabras de Regla Alicia Sierra, como acertadas ya que se partió del estado real, obtenido a través de un diagnóstico indagatorio y se elaboró una estrategia metodológica que permitió apreciar la transformación hacia el estado deseado. Con la aplicación de los diferentes instrumentos (entrevistas, encuestas, visitas a clases) se evaluó el desempeño de profesores y estudiantes y se corroboró lo beneficioso de la propuesta aplicada.
El trabajo con el componente axiológico se fortaleció y se hizo más sistemático, por lo que los estudiantes plantearon que su formación moral se elevó fundamentalmente en actividades grupales donde tuvieron que autorregular sus conocimientos en el proceso de aprendizaje. Entre los valores que más se destacaron en su formación se encuentra: la laboriosidad, la solidaridad y el humanismo.
La efectividad de la propuesta se ha podido constatar mediante los resultados cualitativos obtenidos. Ha sido importante su aplicación ya que en formación político ideológica, las relaciones interpersonales y la formación cultural de los estudiantes se han elevado; los niveles de socialización de los educandos, muestran avances y las conductas de los estudiantes, política y culturalmente reflejan procesos de maduración y crecimiento personal, sobre todo, en la ejecución de actividades extracurriculares, que fortalecerán aún más sus resultados a largo plazo.
A partir de los fundamentos teóricos y de la aplicación de la propuesta de estrategia metodológica para el trabajo extracurricular, los profesores y estudiantes alcanzaron resultados cualitativamente superiores en el trabajo con el componente axiológico, para la formación de una cultura humanista, evidenciándose así, la efectividad de la propuesta presentada.
Los resultados de este trabajo para nada quieren hacer ver que todo tipo de problema ya haya sido resuelto; aún subsisten dificultades como en todo proceso vivo, dialéctico, propio de la realidad educativa, sin embargo, los resultados alcanzados después de la aplicación de la estrategia metodológica han contribuido a la superación de un grupo de indicadores que contempló este trabajo.
CONCLUSIONES
El estado actual de la cultura humanista en los estudiantes de los centros de formación artística, se diagnosticó mediante instrumentos indagatorios que evidenciaron insuficiente conocimiento sobre la Cultura General e Integral, apatía y desmotivación hacia las actividades extracurriculares e inexistencia de una estrategia metodológica de actividades socioculturales para medir el estado deseado, con que se aspira a formar una cultura humanista.
La estrategia metodológica aplicada puede ayudar al desarrollo de una cultura humanista mediante actividades extracurriculares, a partir de la implementación de formas de organización que delimiten la estructura de las acciones, entre las que se encuentran los matutinos, talleres literarios, galas culturales y cine debates, que propiciarán los niveles de crecimiento personal deseados.
A partir de los fundamentos teóricos y de la aplicación de la propuesta de estrategia metodológica para el trabajo extracurricular, los profesores y estudiantes alcanzaron resultados cualitativamente superiores en el trabajo con el componente axiológico, para la formación de una cultura humanista, evidenciándose así, la efectividad de la propuesta presentada. Este trabajo compromete aún más los esfuerzos para seguir profundizando y perfeccionando el trabajo encaminado al desarrollo de los valores y a la formación de una Cultura General e Integral, de acuerdo con los cambios que se operan a diario en el país.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Brown, H.D. (1994), Teaching by Principles. An Interactive Approach to Language Pedagogy”. Prentice Hall Regents, New Jersey.
Castro, F. (2004) Primera graduación de instructores de Arte, en Santa Clara.
Castro, F. (2000) Discurso pronunciado por el 47 aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, 26 de julio de 2000. En. Granma. La Habana, Villa Clara, Plaza de la Revolución Cdte. “Ernesto Che Guevara, Diario Granma Digital.
Deler F. (2007) La estrategia como resultado científico en la investigación pedagógica. La Habana. Ed. Pueblo y Educación.
Martí, J. (1883) Comentario al libro, Cuentos de Hoy y de Mañana, de Rafael de Castro Palomino, La América, Nueva York.
Martí, J. (1891) Obras Completas. La Habana. Ed. Ciencias Sociales.
Mendoza, L. (2001) Formación humanista e interdisciplinariedad: hacia una determinación categorial. La Habana. Ed. Pueblo y Educación.
Monereo, C. (1990), Las estrategias de aprendizaje en la educación formal: enseñar a pensar y sobre el pensar. Revista Infancia y Aprendizaje (5) No. 5.