Yeni Arahí Gerabel Valle*
Israel Acosta Gómez**
Universidad “José Martí” de Sancti Spíritus, Cuba
Email: yvalle@uniss.edu.cu
RESUMEN:
En la actualidad el objetivo esencial de la asignatura Español – Literatura es desarrollar las habilidades idiomáticas de los estudiantes, y formar un lector modelo, eficiente y crítico. Esta investigación ofrece una panorámica sobre el proceso lector y de lectura, como proceso y resultado de la actividad educativa, así como una revisión de autores y enfoques que permiten actualizar la metodología de la lectura como conjunto sistémico de valores. En este sentido, el objetivo del presente trabajo es proponer actividades de promoción de lectura, de manera que la actividad lectora sea un suceso interactivo, donde el lector actualiza, disfruta y aplica sus experiencias al mundo y praxis educativo-social que lo enmarca.
Palabras claves: lectura, promoción de lectura, actividad, reflexión lectora, conocimientos.
ABSTRACT:
At the present time the essential objective of the Spanish subject - Literature is to develop the idiomatic abilities of the students, and to form a model, efficient and critical reader. This investigation offers a panoramic on the process reader and of reading, like process and result of the educational activity, as well as a revision of authors and focuses that allow upgrading the methodology of the reading like systemic group of securities. In this sense, the objective of the present work is to propose activities of reading promotion, so that the activity reader is an interactive event, where the reader upgrades, he enjoys and it applies his experiences to the world and educational-social practice that it frames it.
Keywords: reading, reading promotion, activity, reflection reader, knowledge.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yeni Arahí Gerabel Valle e Israel Acosta Gómez (2019): “La lectura alegre y útil: premisas para una actividad de lectura por placer”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (junio 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/06/lectura-alegre-util.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1906lectura-alegre-util
INTRODUCCIÓN:
“Las bibliotecas siempre han sido una forma de las humanidades de preservar su sabiduría colectiva”.
Umberto Eco (1932-2016)
La lectura representa una de las conquistas más importantes en la sociedad, la cual desempeña un papel esencial en el desarrollo intelectual y social del hombre, le permite satisfacer la curiosidad, la necesidad de información, el desarrollo del lenguaje y le sirve para garantizar la comprensión del mundo circundante. Se reconoce como un factor de marcada relevancia en la civilización, muy ligada con su desarrollo intelectual, espiritual y social.
A través de la lectura se puede formar a las nuevas generaciones para que logre orientarse en el dinámico y complejo mundo en el que vivimos. En la actualidad se pretenden formar a hombres y mujeres más cultos, preparados y capaces de interpretar fenómenos que se le presenten en todas las esferas de la vida. A su vez el doctor Héctor Guillermo Alfaro López, (2007) plantea que:
El lector proyecta sus vivencias y conocimientos sobre el texto que lee, complementando lo que sabía con lo que no sabía que le ofrece el texto, para así alcanzar la comprensión y con ella el significado (…), comprensión del sentido que es en cierto modo un sinónimo de la sabiduría que también nos brinda la lectura para conocer y aceptar nuestros límites y con ello vivir de mejor forma la vida. (Alfaro, 2007, p. 12)
La lectura es el placer. El placer de asocia con el sistema de influencias o de experiencias. El lector que mejor las jerarquice, pues el sentido y el significado del texto, será la construcción de un esquema mental de descodificación.
La lectura es un estímulo grato que provoca emociones y permite la entrada de los puntos que son propuestos en los textos y que el lector enriquece con su experiencia e imaginación. Leer es uno de los placeres más grandes que existe, aunque, la lectura se torna un proceso complejo para los adolescentes, por el vertiginoso despertar de las nuevas tecnologías y la variedad de opciones culturales y recreativas que conllevan a la desmotivación de la lectura de un buen libro.
Así lo corrobora los doctores, José Antonio León, Ricardo Olmos y María Mar Sanz, (2010), al decir que: “(…) Leer implica necesariamente comprender un texto, sea cual sea la naturaleza de éste. Este acto conlleva, sobre todo, impregnarnos de su significado, extraerlo y hacerlo consciente”. (León, Olmos y Mar, 2010, p. 10) leer, en efecto, para optimizar la calidad de los significados.
En la conformación del hábito de lectura influyen múltiples factores. No se nace lector, el lector se hace a través de la vida social. Existe a escala mundial un decrecimiento del hábito de la lectura, situación que repercute desfavorablemente en que el hombre crezca en toda su potencialidad. Leer es un medio afectivo para lograr el desarrollo intelectual, social, espiritual del hombre, por tanto la lectura reviste una alta significación y constituye un elemento esencial en la formación integral de las nuevas generaciones.
El Estado Cubano en conjunto con algunas instituciones culturales en su empeño por elevar la cultura del país ha situado la lectura dentro de sus prioridades; muestra de ello es la creación del Programa Editorial Libertad, el Programa Nacional por la Lectura, la Feria Internacional del Libro, las lecturas de verano, los concursos que se realizan en las bibliotecas escolares y públicas, como: “Sabe más quién lee más”, “Leer a Martí”, “El festival del libro”, entre otros.
El Ministerio de Educación (1993) planteó la necesidad de lograr sólidos hábitos de lectura en los alumnos, por lo que en los contenidos de los programas escolares insiste en la importancia de la lectura como una vía para favorecer esa formación integral. Particularmente los programas de Español-Literatura en la Enseñanza Media, plasma como objetivos que los alumnos: sientan interés por la lectura; lean en forma independiente obras de la literatura infantil y juvenil; aprecien la belleza de la palabra hablada y escrita; así como, la comprensión gradual de la literatura como reflejo artístico de la vida de la sociedad.
Diferentes autores coinciden en la necesidad de la lectura, y en la comprensión efectiva y afectiva de sentidos y significados, y evalúan a la lectura como actividad que debe realizarse de forma consciente, sistémica y sistemática como un acto de placer y ejercicio intelectual. Entre algunos de los autores se hallan: Solé i Gallart, I. (1995); Aguirre, de Ramírez, R. (2000); Fowler Calzada, V. (2000); Arias Leyva, G. (2004); Solé, M. (2007); Alfaro López, G. (2007); Herrera Rojas, R. L. (2009); Alonso, J. A., Olmos, R. y Mar Sanz, Ma. (2010); Acosta Gómez, I. (2017); Acosta Gómez, I., Duarte Gandaria, O. y Enebral Rodríguez, Y. (2017); Navarro Barrios, Sobrino Pontigo, E y Acosta Gómez, I. (2018) entre otros.
A pesar de lo antes expuesto y de las investigaciones realizadas aún se manifiestan bajos niveles de lectura por placer, en estudiantes de octavo grado de la Secundaria Básica Ernesto Valdés Muñoz, donde se aprecia: la poca disposición e interés para participar en los concursos, la asistencia espontánea a la biblioteca es intermitente, el desconocimiento de autores y obras de la literatura infantil y juvenil de la localidad, la baja solicitud del préstamo interno y externo de la literatura recreativa.
Por todo lo anterior, el objetivo de la investigación es proponer actividades de promoción de lectura para formar intereses lectores en los estudiantes de octavo grado de la Secundaria Básica Ernesto Valdés Muñoz.
DESARROLLO
MARCO TEÓRICO:
1-La formación de lectores en la educación media. Una misión valorativo-transformacional
En la actualidad, la lectura continúa siendo una herramienta básica para que el ser humano llegue a entender las múltiples riquezas de la cultura acumulada por la humanidad y logre su plenitud como sujeto social. Se considera como una fuente de placer, disfrute y a su vez un medio de adquirir conocimientos.
En las instituciones escolares la lectura se convierte en uno de los componentes fundamentales para la formación de futuros lectores, donde son capaces de influir en su sensibilidad y el intelecto desde edades tempranas.
Leer contribuye a elevar el caudal de experiencias del individuo, aumentar su acervo cultural y lo capacita para desarrollar mejor sus actividades y desenvolverse de manera correcta en todas las tareas a las que se enfrentará en la vida. La doctora Isabel Solé I Gallart, (1995) asevera que los estudiantes deben generar en la lectura lo afectivo, porque se insiste que:
(…) Leer por leer, leer para uno mismo, sin otra finalidad que la de sentir el placer de leer. Para muchos niños y niñas, la lectura es algo mágico y cotidiano, un tiempo compartido con los padres, teñido de relaciones afectivas, cálidas y afectuosas. (Solé, 1995, p. 4)
Leer para imaginar, pensar y aprender, debe ser un acto de justo intercambio entre los afectos evocados en las lecturas, y las maneras en las cuales podemos actualizar, traer al presente del lector, el mundo dispuesto por la lectura.
En este sentido, para la profesora Maira Solé, (2007) "La lectura es un hecho procesual tanto a nivel comprensivo (escuchar/leer) como a nivel productivo (hablar/escribir), por consiguiente las estrategias generadas en este campo deben contribuir a que el aprendiz pueda comunicarse de manera efectiva”. (Solé, 2007, p. 2), y la comunicación efectiva, es el resultado del proceso de enseñanza desarrollante, integradora y socializadora.
Así, la lectura, es un proceso comunicativo, dialógico, perceptivo-interpretativo, que conecta los saberes potenciales del lector modelo, con las instancias comunicables que emite el autor-emisor. La lectura es una asimilación inteligente del lector. Es una imaginación de lo implícito por medio de la elaboración y comprobación constante de inferencias e hipótesis diversas que favorecen a enmendar problemas durante o después de la lectura. Así, lo aseguran los profesores Diasmany Navarro Barrios, Elena Sobrino Pontigo e Israel Acosta Gómez, (2018), al decir que:
(…) Que toda lectura es inacabada, inconclusa, nada es tácito ni exclusivo, porque en la medida en que se lee más se descubre ese naturaleza o entorno mágico que esconde y a la vez revela el universo del lector (desde su vida experiencial), y lo que el texto evoca o trasmite (capacidad de evadirse) del lector; porque, en cada lectura, el lector trasforma la realidad, para (…) readaptarla y confórmala más. (Navarro, Sobrino y Acosta, 2018, p. 6)
Por ello, debe enseñase a leer para aprender, porque el universo del lector, es su saber adaptado a los contextos de lectura. Además, el doctor Ramón Luis Herrera Rojas, (2009, p. 17) plantea que “leer es una actividad humana de la máxima importancia porque:
Ramón Luis Herrera, (2009, p. 17) plantea además que:
Puede afirmarse que estamos en presencia de un lector cuando se ha observado que la persona mantiene una relación estable, libre, interesada, con los libros, guiada por una motivación de tal intensidad, que la lectura se ha convertido en una necesidad para cuya satisfacción se busca siempre el tiempo, porque no se concibe el vivir sin ella. En este sentido se menciona que el buen lector es aquel que comprende lo que lee, el que sabe opinar sobre lo que lee y el que es capaz de aprovechar lo que lee y de encontrarle utilidad. A lo largo de ese proceso, el buen lector activa sus conocimientos previamente acumulados sobre el tema y los pone a “dialogar” con la nueva información. Justamente por eso decimos que la lectura es un proceso activo y que tiene en el que lee efectos desencadenantes. En efecto, la lectura es una actividad a la que se accede para satisfacer determinadas necesidades espirituales, pues es el diálogo entre el lector y el mundo del texto y de esa manera se establece la comunicación del autor con el público, para que esto ocurra, se necesita que el estado del lector encuentre puntos de contacto con el texto. Es un proceso activo porque requiere de una actitud responsable, y de alto grado de cognición, por los sujetos que leen.
Toda lectura es una interpretación consecuente, valorativa e introspectiva entre las intenciones o presunciones de quien lee, el disfrute, y lo que el lector mismo es capaz de comprender y de aprender a través del acto generador y transformacional de la lectura. La lectura contribuye a estructurar y entender. Asimismo, los profesores Israel Acosta Gómez y otros, (2017) aseveran que:
(…) Leer, ante todo por convencimiento y persuasión, no por obligación, porque al leer se ha de poner todo el empeño, para extraer del alma la fraternidad y nobleza (…) la lectura es un proceso de reflexión que comienza antes, durante y después de la lectura, por lo que su aprendizaje no se limita a la adquisición del código escrito, ni tampoco a descifrar lo que quiere decir el autor en el texto escrito. (Acosta, Duarte y Enebral, 2017, pp. 4-12)
Y el empeño no es más que la voluntad del lector, por querer leer, esa es la verdadera lectura, la que logra calar u horadar en el alma y sensibilidad humana.
En la presente investigación se asume la definición aportada por Ramón Luis Herrera (2009), el cual expresa que la lectura es un espacio para el vuelo imaginativo, para la audacia de pensamiento, para una jubilosa libertad, tanto por la elección de textos como por la recreación que en la mente de cada ser humano los realiza y completa, y que los haga nacer a la vida y renovarse sin cesar. La promoción de la lectura, obliga profundizar en los sentidos del texto y en los niveles de comprensión para saber qué podemos poner cerca del lector con el que se trabaja. Mediante la lectura se despierta la capacidad para aprender, en ella no solo se expresa una información, sino que se comunican la experiencia humana acompañada de ideas y experiencias. La lectura propicia la capacidad de razonar y reflexionar e influye en el crecimiento crítico de sí mismo, en la formación integral del adolescente. Y, por supuesto, la lectura permite la construcción de sentidos por parte del receptor activo, que debe ser crítico, analítico y sensible. También, los profesores Israel Acosta Gómez, y Omara Duarte Gandaria, (2017) explicitan que:
(…) A mayor lectura, mejor competencia discursiva, pero para ello es necesario asumir el rol de la lectura, no solo como proceso, sino como resultado; la lectura es la consecuencia más inmediata para intervenir intelectiva y afectivamente, es decir, la lectura nos implica como protagonistas de un diálogo más creíble, desde la posesión de un pensamiento autónomo, propio (…) (Acosta y Duarte, 2017, p. 48)
Es decir, que el objetivo del proceso-producto (resultado del lector autónomo-modelo) es dialogar con los discursos; es activar el intelecto, y los afectos. Leer por leer, nada aporta, leer para saber es una actividad productivo-axiológico-valorativa.
Por ello, la formación de un lector en la secundaria básica es una tarea difícil, por diversas razones de orden sociocultural, psicológico y pedagógico. Tomar conciencia de este hecho es decisivo para una labor de promoción eficaz como premisa imprescindible para desarrollar hábitos lectores. Por tanto, para promocionar lectura, se deduce que es necesario, formar los intereses, vistos estos como, como formaciones psicológicas particulares que expresan la orientación afectiva del estudiante-lector hacia la lectura el conocimiento de determinados sentidos, significados, que lo ayuda formase desde lo afectivo, lo volitivo y motivacional.
En esta investigación, se apunta que los intereses lectores es la formación psicológica que expresan la orientación afectiva del lector hacia la lectura, aunque el interés se manifiesta en lo cognoscitivo y lo actitudinal.
La formación de intereses lectores en este nivel educativo será más efectiva si en lugar de la improvisación y el espontaneísmo partimos de concepciones científicas, que se han acumulado como un valioso caudal de experiencias realizadas por educadores del mundo entero, recogidas en una bibliografía cada vez más numerosa.
Ramón Luis Herrera (2009) plantea que “numerosos estudios y la práctica cotidiana del aula demuestran que los lectores poseen un desarrollo muy superior de sus habilidades y capacidades con respecto a los no lectores”. (Herrera, 2009. p. 12)
2-La promoción de lectura desde la clase de Español-Literatura. Un catalizador heurístico y responsivo
Las actividades de promoción de la lectura tienen como objetivo incitar los deseos de leer, capacitar al hombre para abordar todo tipo de textos: informativos, científicos, literarios, entre otros; prepararlo para adoptar distintas actitudes frente a la lectura. La promoción de la lectura transforma las actitudes de los lectores ante lo leído, conduce al lector de las relaciones pasivas con el material leído hacia las activas y de éstas a relaciones de desarrollo. Se considera que el lector mantiene relaciones pasivas con el material leído cuando acepta sus contenidos sin hacer una valoración crítica de ellos y sin incorporarlos a su actividad práctica.
El lector que analiza críticamente lo leído, o que utiliza en la práctica los conocimientos adquiridos a través de la lectura, sin transformarlos, es un lector que mantiene relaciones activas con los documentos utilizados. El lector capaz de transformar el contenido de lo leído en nuevas ideas que pueden manifestarse posteriormente en la práctica, es un lector que mantiene relaciones de desarrollo con los documentos leídos, es un lector creador. En relación con lo anterior, la doctora Rubiela Aguirre de Ramírez, (2000) señala que:
(…) La lectura encierra pues, una serie de operaciones indispensables todas para la elaboración del significado, tales como: reconocimiento de la información, relación de dicha información con la almacenada en la memoria semántica del lector, activación de los significados semánticos, realización de distintos tipos de relaciones entre las partes del texto, construcción del significado global o macroestructura. (Aguirre, 2000, p. 147)
Entonces, Aguirre, (2000) significa que la lectura, es un acto de interrelación y construcción, de crítica, y valoración. Es además, una aceleración o catalizador heurístico, donde se intercambia con significados atribuidos, a partir de sentidos hallados.
Visto así, la lectura, o lo que se puede catalogar como lectura inteligente, necesita de la actividad análoga que es la de promover. Flower, (2000) explica que: “La unión del prefijo PRO (provecho) y MOVER con idéntico significado que en el español actual, poner en movimiento (movimiento estado de un cuerpo cuya posición varía respecto de un punto fijo)”. (Fowler 2000, p. 16).
Por su parte el término promover procede del latín promoveré. Iniciar o adelantar una cosa, procurando su logro. Sinónimos: impulsar, fomentar, suscitar, empujar, emprender.
Promover implica la coordinación de todos los elementos capaces de contribuir al ejercicio de la lectura: la escuela (con la biblioteca en destacado lugar); la familia; la comunidad con sus instituciones culturales como librerías, bibliotecas públicas, casas de cultura, museos, archivos, las organizaciones de creadores artísticos (Asociación Hermanos Saíz, UNEAC).
Además, el sujeto-promotor como es el que promueve algo, encaminados a cumplir con una meta, que es, en este caso, allegar al estudiante-lector al libro, y sus esencias. En este sentido es una actividad social encauzada a la formación de hábitos e intereses de lectura adecuadas, con la orientación planificada a una población de lectores activos y que orienta sobre qué leer, cuándo leer y cómo leer.
Es evidente que para planificar y ejecutar la promoción de la lectura debe existir un promotor de la misma que deberá estar atento a la relación de los lectores ante los textos y sea capaz de emitir sus propios criterios. Un buen promotor de lectura debe caracterizarse por: Ser un buen lector convencido y entusiasta; conocer muchos libros para poder recomendarlos; diagnosticar los tipos de lectores que atiende; propiciar el placer de la lectura; promover la participación en los concursos; incrementar el préstamo de libros entre estudiantes; realizar actividades novedosas para profesores y estudiantes destinadas a apropiarse de textos de adecuada calidad estético literario que respondan a sus intereses. El profesor Víctor Fowler, (2000) respalda que la promoción de lectura:
Se traduce en acciones, que pueden ser puntuales o a desarrollar en ciclos cortos o medianos, dentro de un diseño general que las supera en el tiempo, es en dicho diseño donde las secuencias adquieren significado según objetivos que han sido trazados de inicio y que además son continuamente revisados. (Fowler, 2000, p. 16)
En tal sentido, la investigadora y profesora Georgina Arias, (2004, p. 81) define la promoción de lectura como “el conjunto de acciones (administrativas, académicas, económicas, políticas, sociales y culturales ) que una persona, comunidad, institución o nación desarrollan a favor de la formación de lectores y del acceso democrático a la lectura”.
Es el conjunto de actividades de distintos tipos destinadas a estimular y sensibilizar a la población hacia la utilización de materiales de lectura”. Tales actividades pueden ser: promoción de libros y de otros materiales de lectura, concursos literarios, actividades culturales en torno al libro, encuentros sobre el libro y la lectura. Se considera la actividad como el proceso de interacción sujeto-objeto, dirigido a la satisfacción de las necesidades del sujeto, como resultado del cual se produce una transformación del objeto y del sujeto.
La actividad de promoción está encaminada a la divulgación de libros para una formación de hábitos de lectura adecuados, lo cual se logra con la orientación planificada a una población de lectores sobre qué leer, cómo leer y cuándo leer.
MATERIALES Y MÉTODOS:
Con el fin de diagnosticar el estado real para dar solución al objetivo planteado, se aplicaron instrumentos de investigación que facilitaron el correcto desarrollo y evolución del proceso indagativo, con un apropiado rigor científico. Fueron aplicados a 40 estudiantes tomados como muestra del octavo grado de la Secundaria Básica “Ernesto Valdés Muñoz”, pertenecientes al municipio Sancti Spíritus. El grupo seleccionado está constituido en su particularidad, por estudiantes representativos del universo: por su edad, características socioeconómicas, psicopedagógicas, nivel cultural, desarrollo físico y régimen de estudio. Son estudiantes que presentan como fortalezas: todos saben leer, reconocen la importancia que tiene la lectura como forma de adquirir conocimientos, disposición e interés para participar en los concursos relacionados con la lectura, y como debilidades no tienen la lectura como una de sus preferencias; así como son lectores intermitentes, presentan insuficientes conocimientos de autores y obras de la literatura infantil y juvenil de la localidad, evidenciándose la no asistencia espontánea a la biblioteca. Es un grupo promedio, a partir de estas generalidades se infiere que la muestra escogida es idónea para la aplicación de la propuesta. Para realizar el estudio diagnóstico se procedió mediante una encuesta, constatar en los estudiantes de octavo grado sus gustos, preferencias e intereses lectores. Los resultados más notables en la aplicación de este instrumento fueron:
A través de la entrevista aplicada a los profesores, con el objetivo de constatar sus posibilidades para fomentar en sus estudiantes los intereses lectores, se evidenció que les gusta leer, por lo cual se puede aprovechar este potencial desde la clase de Español-Literatura para que se estimulen en los estudiantes la lectura de textos acorde a su edad. Otro de los instrumentos aplicados fue también la observación a estudiantes, con el objetivo de observar el interés por la lectura. En los aspectos evaluados en este instrumento se puedo observar que disfrutan de la lectura en su tiempo libre de forma ocasionalmente, pues lo dedican al juego y manifiestan poco interés por los libros. En relación con la participación en los concursos se constató que solo 7 estudiantes participaron en los concursos, el resto nunca ha participado porque no poseen hábitos lectores y desconocen las obras de los autores de la localidad. En cuanto a las visitas a la biblioteca escolar se realiza de forma ocasional. El préstamo de libros de la literatura infantil y juvenil es esporádico, pues solo lo solicitan, si el profesor realiza la coordinación o para la realización de un trabajo extraclase. Esto demuestra el poco uso de la literatura infantil y juvenil de la localidad en estas edades. Ulteriormente se procedió a la aplicación de una prueba pedagógica de entrada con el objetivo de constatar el estado real de los estudiantes en la formación de sus intereses lectores. Esta prueba consistió en conocer los intereses lectores de los estudiantes antes de aplicar la propuesta de actividades. Para ello, se asumió las dimensiones e indicadores señaladas, las cuales se describirán desde un enfoque de investigación cuali-cuantitativo.
Resultados de la dimensión orientación afectiva hacia la lectura: Se constató que el indicador 1.1 (solicitud de textos de su interés) el 40% (16) de los estudiantes se interesan por los textos de su interés y lo solicitan. En el indicador 1.2 (leer sobre diversos temas) solo el 45% (18) realizaban la lectura variada, pues siempre solicitaban los libros referidos a determinadas temáticas. Al analizar el indicador 1.3 (leer diferentes géneros) el 37,5% (15), pues se interesan en la lectura de cuentos y aventuras.
Resultados de la dimensión cognitiva: Se debe destacar que el indicador 2.1 (solicitar correctamente libros por autores y títulos) solamente el 40% (16) de los estudiantes visitan la biblioteca y no tienen dominio para realizar la solicitud correctamente del libro. El indicador 2.2 (comentar obras leídas) el 30% (12) de los estudiantes realizan el comentario sobre las obras leídas en actividades docentes. El indicador 2.3 (la producción de textos para concursos a partir de las obras leídas) solamente el 15% (6) estudiantes, participaban en concursos.
-Resultados de la dimensión actitudinal:El indicador 3.1 (intercambiar textos entre los estudiantes), solo el 30% (12) de los estudiantes intercambiaban textos. En cuanto al indicador 3.2 (visita a la biblioteca) el 65% (26) de los estudiantes realizan las visitas a las bibliotecas de forma espontánea para resolver sus tareas docentes.
Como resultado del análisis de los resultados obtenidos en la aplicación de la prueba pedagógica se aprecia que: 1) Leen textos de su interés; 2) Leen textos de diversos temas, pero solo prefieren los relacionados con la sexualidad, la amistad y el amor; 3) Disfrutan de la lectura del género épico; 4) No solicita correctamente el libro, en ocasiones desconocen del autor del texto; 5) Esporádicamente comentan obras leídas en actividades; 6) Producen textos para concursos, pero no tienen la calidad requerida, 7) No siempre intercambian textos entre los estudiantes; 8) Visitan la biblioteca escolar de forma espontánea dos veces por semana, para resolver sus tareas docentes.
Asimismo, se observan las regularidades derivadas del diagnóstico aplicado: 1) Los estudiantes reconocen la importancia de la lectura como forma de adquirir conocimientos, pero no tienen la lectura como una de sus preferencias, 2) Se consideran no lectores, 3) Profesores y estudiantes presentan insuficiente conocimiento de autores y obras de la literatura infantil y juvenil de la localidad; 4) La asistencia espontánea de los estudiantes a la biblioteca es intermitente.
La propuesta de actividades, entonces, para propiciar la formación de intereses lectores en los estudiantes de octavo grado está orientada a dar solución al objetivo de la investigación. Su valor radica en subrayar el carácter de proceso activo, sistémico y sistemático de la lectura, al propiciar las condiciones para que por sí mismo, el estudiante lea textos y construya los conocimientos.
En la selección de los libros se tomó en consideración los intereses personales y gustos del estudiante, la variedad de títulos que existen en la biblioteca escolar de la institución educativa, así como los valores que transmiten, los temas que aborda y el lenguaje que utilizan. Entre los géneros literarios más gustados por los estudiantes se encuentran: el cuento, la leyenda y la fábula. A continuación se ofrece un ejemplo de actividad de promoción de lectura:
Título: Mi lectura favorita.
Objetivo: Explicar textos de autores de la localidad de modo que interese a los participantes a la lectura de estos y otros.
Técnica: Tertulia de lectores.
Método: Recomendativo.
Metodología: Previamente se seleccionarán los textos para su análisis y los alumnos que participarán. Se les ofrecen varios títulos de autores espirituanos para su lectura, ellos seleccionarán los que más les interesen.
Luego un estudiante dará lectura al siguiente pensamiento martiano: “La lectura estimula, enciende y aviva (…)”. Se realizarán las siguientes preguntas:
¿Qué ideas les transmite la frase anterior?
¿Crees que sea la lectura importante?
¿Consideras que la lectura estimula, enciende y aviva?
Los estudiantes harán comentarios referidos al argumento de cada obra resaltando los valores que ellos le encontraron a la misma, comparando los personajes, opiniones, valoraciones acerca de la obras.
DISCUSIÓN:
Con el objetivo del evidenciar los resultados obtenidos en la formación de intereses lectores en los estudiantes seleccionados, luego de la aplicación de la propuesta, se realizó una prueba pedagógica de salida. A continuación se exponen los resultados, siguiendo el enfoque de investigación antes referido. Los indicadores que inicialmente estaban afectados, demostraron la transformación obtenida después de aplicada la propuesta de actividades, al manifestar la efectividad de las mismas.
Resultados de la dimensión orientación afectiva hacia la lectura: Se verificó que el indicador 1.1 (solicitud de textos de su interés) el 87,5% (35) de los estudiantes se interesan por los textos de su interés y lo solicitan. En el indicador 1.2 (leer sobre diversos temas) solo el 90% (36) realizaban la lectura variada, pues siempre solicitaban los libros referidos a determinadas temáticas. Al analizar el indicador 1.3 (leer diferentes géneros) se puede asentir que prefieren al género épico y el lírico, lo que representa un 90% (36), pues se interesan en la lectura de cuentos, aventuras y poesía.
Resultados de la dimensión cognitiva: Se debe subrayar que el indicador 2.1 (solicitar correctamente libros por autores y títulos) simplemente el 82,5% (33) de los estudiantes visitan la biblioteca y no tienen dominio para realizar la solicitud correctamente del libro. El indicador 2.2 (comentar obras leídas) el 85% (34) de los estudiantes realizan el comentario sobre las obras leídas en actividades docentes. El indicador 2.3 (la producción de textos para concursos a partir de las obras leídas) únicamente el 30%(12) participaban en concursos.
Resultados de la dimensión actitudinal: El indicador 3.1 (intercambiar textos entre los estudiantes), solo el 65% (26) de los estudiantes intercambiaban textos. En cuanto al indicador 3.2 (visita a la biblioteca) el 80% (32) de los estudiantes realizan las visitas a la biblioteca de forma espontánea para resolver sus tareas docentes.
Como resultado del análisis de los resultados obtenidos en la aplicación de la prueba pedagógica se aprecia que: 1) No solo leían textos de su interés, realizaron la lectura de libros promocionados por el profesor o compañeros de aula; 2) Leían textos de diversos temas como los relacionados con el amor, la amistad, la sexualidad, la naturaleza, la cultura y la educación; 3) Disfrutaron de la lectura del género épico, lírico y dramático; 4) Solicitaron correctamente el libro por el título, el autor, así como comentaron las obras leídas en las actividades de promoción; 5) Produjeron textos para concursos con la calidad requerida, y en las actividades de promoción los estudiantes intercambiaron textos entre ellos; 6) Visitaron la biblioteca escolar de forma espontánea no solo para resolver sus tareas docentes.
CONCLUSIONES
La promoción de lectura es un acto experiencial, estratégico, dinámico y constructivo, porque el lector no solo lee, sino que le haya sentido, lógica y valor a lo leído. La lectura, es por tanto, un acto complejo, sistémico y sistemático, donde los estudiantes-lectores aprenden, perfeccionan y hacen progresar sus hábitos y habilidades para el desarrollo y optimización de sus intereses lectores, y para ascender como sujeto reflexivo y crítico. La propuesta y aplicación de actividades genera un ambiente participativo y dinámico, favorecedor de la motivación, perceptivo y anímico, como gestora de la cultura como saber lector estructurante, integrador y epistémico.
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