Ivet de los Ángeles Armero Urquiza*
Marta Alfonso Nazco**
Darien Martell Cuellar***
Universidad de Sancti Spíritus "José Martí Pérez", Cuba
Email: martell@uniss.edu.cu
RESUMEN
Las familias y su orientación para la atención educativa de escolares con discapacidad intelectual resulta un tema de actualidad en la pedagogía cubana. Variados son los estudiosos que han profundizado en la temática para la búsqueda de una solución oportuna y científica, sin embargo se evidencia que todavía estas familias requieren de una preparación y ayuda pertinentes para ofrecer una estimulación adecuada en el desarrollo de sus potencialidades. La concepción socio histórico cultural de Vigotsky sienta las bases para fundamentar las amplias posibilidades del medio familiar en pos del desarrollo integral de sus hijos en la formación de un ciudadano útil e independiente para su incorporación plena a la sociedad. La puesta en práctica de este folleto, pretende contribuir en gran medida a que los padres se adentren en el mundo de la discapacidad intelectual de sus hijos con un enfoque optimista contando con una guía que propicie su estimulación a través de un lenguaje asequible y de fácil comprensión que les facilite, desde el propio entorno hogareño la estimulación de los menores.
Palabras claves: orientación familiar, discapacidad intelectual, estimulación
SUMMARY
Families and their orientation for the educational attention of school children with intellectual disabilities is a current issue in Cuban pedagogy. Various are the scholars who have deepened in the theme for the search for a timely and scientific solution, however it is evident that these families still require a relevant preparation and help to offer an adequate stimulation in the development of their potential. The socio-historical cultural conception of Vygotsky lays the foundations to support the wide possibilities of the family environment in pursuit of the integral development of their children in the formation of a useful and independent citizen for their full incorporation into society. The implementation of this booklet, intends to contribute greatly to parents to enter the world of intellectual disability of their children with an optimistic approach with a guide that encourages stimulation through an affordable and easy language. understanding that facilitates, from the home environment itself the stimulation of children.
Keywords: family orientation, intellectual disability, stimulation.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Ivet de los Ángeles Armero Urquiza, Marta Alfonso Nazco y Darien Martell Cuellar (2019): “Folleto para la orientación a familias con menores de 7- 9 años que presentan discapacidad intelectual leve”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (junio 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/06/folleto-orientacion-familias.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1906folleto-orientacion-familias
INTRODUCCIÓN
El amor familiar resulta el sostén de la felicidad del individuo. La familia es considerada la primera escuela de los menores; su profundo carácter desarrollador en la sociedad ha llamado la atención desde tiempos remotos. Por lo que teniendo en cuenta su carácter jerárquico en la formación de la personalidad y la alta repercusión en el ámbito científico, reconocidos especialistas se han pronunciado a favor de la profundización de su estudio.
La comunidad científica cubana no ha quedado al margen del tema, y en el ámbito pedagógico se han pronunciado acerca de la familia y su importante papel en el desempeño educativo a los menores. “La familia es la institución primaria en la formación y desarrollo de la personalidad, mediadora entre el individuo y la sociedad, es educable y tiene potencialidades para educar a sus miembros, esta constituye una de las principales fortalezas que permite potenciar su desempeño desde la institución escolar “Alfonso, M., 2007:52.
Se pondera la función de la familia como institución dentro de la sociedad.
[…] “No existe institución más fundamental ni más preciosa que la familia.” (Valdés, M., 1898: 345).
Esta autora defiende con acierto el papel de la familia en la educación de los hijos. En su artículo “La escuela como institución social”, plantea que la función de la familia en la educación de los hijos es insustituible y expuso: “Precisa, pues no encomendarlo todo a las escuelas. No en estas, sino en el seno de la familia nace el niño a la vida, y allí, desde aquellos primeros momentos de toda su vida, intelectual, física y moral, allí debe estar asistido por la influencia bienhechora de la educación y la consagración de sus padres.” (Valdés, M. ,1886: 21-22).
La familia resulta un eslabón imprescindible para el desarrollo de la sociedad y del individuo, su roll es irremplazable por lo que cada modo de producción impone su propia visión acerca del tema.
La sociedad socialista proyecta su ideal de familia: […] “la familia es la comunidad íntima, más cercana a la persona, es la realidad que de continuo y con fijeza repercute en su desarrollo, donde obtiene reconocimiento y se siente segura; encuentra el apoyo preciso a sus más perentorias necesidades materiales y afectivas; adquiere conocimientos, hábitos y normas de conducta, forma y moldea sus primeras pautas éticas y conceptos ideológicos.” (Espín, V., 1990: 225).
Esta definición expresa una alta aspiración, no obstante resulta válido reconocer que todas las familias son diferentes y en el seno de la familia del niño con discapacidad intelectual aparecen peculiaridades que las tipifican para desarrollar un proceso de orientación que propicie un mejor nivel de estimulación en sus hijos, atendiendo a los reclamos, saberes y potencialidades de cada grupo.
El proceso de orientación familiar resulta favorecedor en la preparación de los padres para la atención de sus hijos. Los autores de este trabajo asumen como orientación familiar:
“…proceso de relación de ayuda o asistencia que promueve el desarrollo de recursos personológicos de los miembros de la familia, a través de la reflexión, la sensibilización, la asunción responsable de los roles para la implicación personal de sus miembros en la solución de los problemas y tareas familiares realizadas por niveles, según las características del funcionamiento familiar y las necesidades básicas de aprendizaje de los adultos y su descendencia, con el empleo de diversos procedimientos, técnicas y métodos de orientación”… “Los recursos personológicos son “… aquellos rasgos o cualidades de la personalidad de los miembros del grupo familiar, que influyen significativamente en la formación y desarrollo de la personalidad de los más pequeños y actúan como condiciones de educación familiar.” (Recarey, S.C., Fernández, A., Del Pino, J. L. y Rodríguez, M., 2011 t. 2: 11).
La definición concuerda con una concepción humanista de la orientación, superando las tradicionales que se enmarcaban en el ofrecimiento de información ajena tanto a las necesidades de las familias como a su interactuar con el medio en que se desarrollan.
Tanto para padres como para hijos, pueden ser estimuladas las potencialidades del desarrollo “… si bien los otros constituyen agentes potenciadores para la formación y desarrollo del psiquismo del individuo, también los otros necesitan ser potenciados para desempeñar de una manera más óptima su función” (Arias, G., 2001: 22).
Este planteamiento alude a la necesidad de orientación que tiene la familia para desempeñar una función educativa de calidad que repercuta en el desarrollo armónico de sus hijos, criterio que comparten y apoyan los autores de este trabajo.
La concepción socio histórica cultural de L. S. Vigotski resulta un aporte esenciales con evidentes implicaciones en la práctica educativa cubana.
L. S. Vigostki asume el desarrollo de la personalidad basada en ese enfoque y considera que:
El carácter irrepetible de cada individuo se explica así por las particularidades de su status socio histórico cultural, por sus condiciones sociales de vida, por la especificidad del sistema de interrelaciones de su micromedio en cuyo interior se forma su personalidad, a partir de las funciones elementales contenidas en su biología en el momento de su nacimiento. (González, O., 1991: 94).
Este planteamiento resalta la privilegiada consideración que desde el enfoque vigotskiano se le otorga a los aspectos socioculturales, desde donde se concibe al hombre como “Un producto del desarrollo histórico social, mediatizado culturalmente” (Bell, R., 2001: 102)
El reconocimiento de las limitaciones que posee el niño y los recursos necesarios para contrarrestarlas por parte de la familia, constituye una condición indispensable en el proceso de orientación, elementos que se tienen presente en este trabajo con un enfoque optimista, aunque real.
El estudio realizado en torno a los fundamentos teóricos y metodológicos ha permitido conocer que la familia es un sistema interactivo de continuo intercambio tanto entre los miembros que la conforman como con la sociedad, resultando susceptible de orientación en función del desarrollo de sus potencialidades para la estimulación de los menores de 7-9 años con discapacidad intelectual leve.
Los menores con discapacidad intelectual son considerados tributarios de una estimulación que contribuya al desarrollo de sus potencialidades y el núcleo familiar constituye un excelente escenario para llevar a cabo esta labor, por lo que se hace necesario ofrecerle herramientas que eleven su nivel de preparación y tributen al objetivo.
Entre los años 2001 y 2003 se desarrolló en Cuba, como resultado de la voluntad política del Estado de alcanzar una alta calidad de vida e integración social de las personas con discapacidad “El Estudio Psicopedagógico Social y Clínico Genético a Personas con Discapacidades” llevado a cabo por un equipo multidisciplinario, integrado por profesionales de diferentes entidades. Sus resultados patentizaron que el mayor número de personas con discapacidad tiene diagnóstico de retraso mental (38,29%), constituyendo el 1,21 % de la población total del país. Además, demostró que los valores más elevados según el grado de retraso mental, están en el nivel leve (56,55%) y en el moderado (26,02%), grupos que poseen posibilidades de asistir a las escuelas especiales con posibilidades de desarrollo y de integración. No obstante, de un total de 140 489 personas con este diagnóstico, solamente 75 113 fueron capaces de desarrollar habilidades para el trabajo, representando un 53,47% resultando el tema de su vinculación socio-laboral uno de los problemas más difíciles que confrontan, ya que solo 21 582, para un 15,36%, se encuentran insertados laboralmente. (Colectivo de autores, 2003).
Teniendo en cuenta la prevalencia de la discapacidad intelectual leve encontrada en este estudio y las posibilidades de desarrollo de estos menores reviste gran importancia la orientación y ayuda que reciba la familia del medio en función del desarrollo integral y armónico de los niños. […] “la estimulación facilita la adquisición de capacidades sensoriales (vista, oído, tacto, olfato, gusto), estructura las bases para el desarrollo del lenguaje, refuerza la adquisición de habilidades motoras, facilitando las funciones circulatorias, respiratorias y digestivas, estimula el desarrollo pondoestatural e influye de forma positiva en el metabolismo” (Gómez, A., 2003: 86).
En este sentido se evidencia el valor de las influencias positivas hacia los menores con discapacidad intelectual traducidas en una estimulación pertinaz y de calidad.
En el ideario de la pedagogía cubana, se pondera la labor de la familia “la atención educativa integral del educando con NEE exige de la participación activa de la familia, con un rol decisivo en la educación de sus hijos. La atención a la familia desde un enfoque optimista constituye una necesidad en función de alcanzar mayores niveles de desarrollo en cualquier contexto educativo” (Fernández, I., 2018:46).
DESARROLLO
El regocijo de la llegada de un niño a la familia es tan grande que desde el mismo momento de la noticia los padres comienzan sus planes futuros en función del menor.
Resulta la familia el primer abrigo de los menores. Todos los padres tienen el mejor deseo para el futuro de sus hijos, la familia se convierte en la primera escuela de los niños, es allí donde reciben las primeras manifestaciones afectivas, se alimentan, aprenden a hablar, gatear, caminar, a relacionarse con el medio, sus primeras palabras constituyen un caudal de alegrías para todos.
La elección de los contenidos de orientación - según el criterio de estudiosos cubanos- requiere que se tome en cuenta el período del desarrollo de los hijos (as), ya que este guarda estrecha relación con los aspectos que más les interesan a las familias. (Castro, P.L., Isla, M.A y Castillo, S.M. 2015: 9)
Sin embargo, todos los niños no crecen y se desarrollan de la misma manera.
A medida que los niños van creciendo y desarrollándose los padres van comparándolos con otros de igual edad o con el desarrollo de un hermano que le ha precedido. Los padres comienzan a preocuparse, al compararlos con otros o con hermanitos que mayores se percatan de que van quedando un poco retardados.
Las particularidades de estos menores van requiriendo de mayor paciencia y amor en el seno familiar, poco a poco va apareciendo la sospecha de que su hijo no es “igual” a los demás.
Al comenzar la escuela se hacen más evidentes estas sospechas y comienza el fracaso ante el enfrentamiento al currículo escolar.
La familia recibe entonces la confirmación por parte del equipo del Centro de Diagnóstico y Orientación de que su niño presenta características especiales, presenta una discapacidad intelectual.
¿Cómo se manifiesta en los menores la discapacidad intelectual?
Aunque científicamente es un término complejo y existen diversas definiciones, en la vida cotidiana los padres pueden apreciar que estos niños poseen limitaciones en el desarrollo de sus procesos psìquicos que les dificultan la adaptaciòn al medio, es decir, necesitan ayuda para alcanzar un mayor nivel de aprendizaje escolar y social, olvidan con facilidad los recados, cumplir òrdenes,buscar alternativas de soluciòn, la comprensiòn de algunas situaciones se les hace muy complejas, no se mantienen concentrados en una actividad por algùn tiempo, en algunos casos necesitan de estimulaciòn constante y utilizan pocan palabras para comunicarse.
Estas particularidades repercuten de manera negativa en el vencimiento del currìculo escolar por lo que resulta imprescindible la realizaciòn de adapataciones que satisfagan sus necesidades educativas especiales.
Esta situaciòn genera en los padres, desde el punto de vista emocional, un estado de estrès, al que si no se le ofrece una atecuada oientaciòn, pudiera desencadenar en una crisis., sin embargo, la familia deben asumir sentimientos de optimismo sin dejar de reconocer las posibilidades reales de los menores.
En aras de contribuir a que los padres se adentren en el mundo de la discapacidad intelectual de sus hijos ponemos en sus manos este folleto que esperamos les resulte de utilidad como guía orientadora en pos de propiciar un ambiente familiar favorecedor de todos los miembros de la familia, contando con su ayuda proveniente de la práctica diaria que enriquezca la propuesta.
Infinito amor y paciencia constituyen la receta ideal para la atención a menores con discapacidad intelectual, recursos que en manos de los padres resultan difícilmente de superar.
Entre los consejos útiles que nos gustaría que valoraran están:
Tenga presente que la discapacidad es un estado que depende en gran medida del nivel de ayuda e influencia que el individuo reciba del entorno, por tanto resulta de gran valía el apoyo de la familia.
Aunque resulta importante destacar que cada niño posee su propia personalidad, a continuación, se ofrecen algunas características de los niños entre 7-9 años.
¿Cómo estimular el desarrollo y la independencia de los menores desde el hogar?
¡Enséñenlo pero propicie que haga solito (a)!
El desarrollo de la motricidad
La orientación en el espacio constituye una premisa indispensable para la integración social del menor, para el logro de su independencia y en el ámbito pedagógico se encuentra estrechamente relacionada, fundamentalmente con la adquisición de la lector escritura. En muchas ocasiones los escolares presentan cambios al escribir g por q, b por d y otros en los que la mala orientación en el espacio está determinando la dificultad, pues confunden delante, detrás, derecha, izquierda, arriba, abajo.
Para desarrollar la orientación espacial podemos comenzar enseñándole al niño en el hogar las partes de su cuerpo, que las toque. Mostrarle que las partes que están en el centro son una solita, por ejemplo la nariz y el ombligo y que desde esa línea imaginaria que representa el centro hacia el lado derecho (su mano y su pie fuerte, en caso de que sea derecho o su mano y su pie izquierdo en caso de que sea zurdo) está su parte derecha o izquierda respectivamente.
Lo exhortamos a que identifique todas las partes del cuerpo que se encuentran a la derecha y luego a la izquierda, que mire a su derecha y luego a su izquierda.
Le podemos pedir que mencione lo que observa a cada lado, igualmente hacia delante y detrás, arriba y abajo. En el quehacer diario le podemos pedir que coloque objetos para su derecha, izquierda, delante o detrás.
Tambièn se le pide que ubique las partes del cuerpo de un muñeco dibujado indicándole qué parte debe completar. Por ejemplo: dibuja el brazo derecho del niño.
Seguramente su correcta ubicación espacial le ayudará en muchas actividades de su vida cotidiana.
¿Cómo brindarle la ayuda necesaria?
Todos los niños necesitan de la ayuda de los adultos para realizar algunas tareas, en el caso de los menores con discapacidad intelectual leve esta necesidad se hace más evidente.
Lo primero que debes tener presente es que la orientación que le ofrezcas acerca de la actividad que va a realizar debe ser clara, precisa, afectuosa pero a la vez firme, teniendo la certeza de que comprendió lo orientado se debe motivar de manera efectiva y solamente se le brindará la ayuda estrictamente necesaria en correspondencia con las necesidades reales del menor para propiciar su independencia y autonomía.
Para ayudarlo en las actividades que le resulten un poco difíciles lo primero que debes hacer es atraer la atención del menor hacia la tarea, motivándolo a través de medios que le sean agradables.
Siempre y cuando el niño solicite la ayuda luego de que el padre haya realizado lo antes explicado, no solamente a través de la palabra sino también a través de la conducta que manifieste donde se aprecie que el niño no es capaz de solucionar la tarea de manera independiente, la familia deberá recordarle otras tareas que el niño sepa hacer, tratando de que este realice una comparación de esa tarea que ya conoce con la que se le está orientando. Nunca se le dice exactamente qué hacer, sino que se le realizan preguntan que lo ayuden en la asociación pues así se facilita la independencia en el desarrollo de la actividad.
Si a pesar de que se le han brindado las ayudas antes explicadas todavía el menor no logra realizar la tarea se pasará a la elaboración de la tarea de manera conjunta con el adulto, comenzando este último con la realización de la actividad invitando luego al niño a terminar la actividad por sí solo.
Por último, luego de ir transitando por las diferentes formas de ofrecimiento de la ayuda al menor, si éste no logra realizar la actividad o la tarea, se le realiza la demostración de cómo realizar la actividad, evitando resolvérsela, sino que se le demuestra y se le explica el procedimiento de cómo realzarlo para que el niño se apropie de la esencia de la actividad y de su solución.
Resulta importante destacar que cuando la familia le propicie estas ayudas, necesariamente deberá transitar desde la primera forma orientada hasta la última opción, sin omitir ninguna con el objetivo de retirarla de manera paulatina hasta lograr que el menor realice la actividad por sí solo.
CONCLUSIONES
La familia resulta una institución irremplazable en la educación de la personalidad de sus miembros. Para el cumplimiento de esta función es indispensable su orientación, especialmente en condiciones de menores con discapacidad intelectual. El folleto que se propone en este artículo puede constituir una útil herramienta para las familias a favor del desarrollo de sus hijos.
BIBLIOGRAFÍA