Laura Luis Bombino*
Evaristo Reinoso Porra**
Carlos Lázaro Jiménez Puerto***
Universidad de Sancti Spíritus, Cuba
ereinoso@uniss.educu.
Resumen:
Los docentes del nivel educativo primario en el ejercicio de su profesión suelen enfrentarse a retos de diversa índole que requieren de una preparación pertinente para dar respuesta a las necesidades de los educandos. En la Cuba de hoy existe un aumento de los niveles de exigencia en cuanto a la preparación y consagración al estudio por parte de los docentes, estimulando así la independencia del pensamiento pedagógico creativo. En ese sentido el presente trabajo aborda aspectos y concepciones teóricas sobre la preparación docente y las particularidades del aprendizaje en educandos con manifestaciones de hiperactividad debido a la necesidad de contar con elementos teóricos que constituyan la base para comprender mejor el tema y así favorecer la práctica pedagógica.
Palabras Claves: preparación docente, aprendizaje, manifestaciones de hiperactividad.
Abstract: Teachers at primary level in the exercise of their profession often face challenges of various kinds that require a relevant preparation to respond to the needs of learners. In Cuba today there is an increase in the levels of demand in terms of preparation and consecration to the study by teachers, thus stimulating the independence of creative pedagogical thinking. In this sense, this work addresses aspects and theoretical conceptions of teacher preparation and the particularities of learning in students with manifestations of hyperactivity due to the need to have theoretical elements that form the basis to better understand the subject and thus favor the pedagogical practice.
Keyword: teacher preparation, learning, manifestations of hyperactivity.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Laura Luis Bombino, Evaristo Reinoso Porra y Carlos Lázaro Jiménez Puerto (2019): “Preparación docente, para el tratamiento al aprendizaje de educandos con manifestaciones de hiperactividad”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (marzo 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/03/preparacion-docente-aprendizaje.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1903preparacion-docente-aprendizaje
Introducción
El proceso pedagógico es el espacio donde el docente se vale de sus potencialidades para desarrollar actividades de manera intencional con el fin de mediar en el aprendizaje del estudiante, o se pudiera decir; en la formación de la personalidad. Este es un proceso que alberga una estrecha relación entre educación, instrucción, enseñanza y aprendizaje. Es organizado y dirigido por el docente en función de lo que desee lograr con los educandos.
La educación, como proceso complejo y la pedagogía, como ciencia de la educación constituyen categorías necesarias en la preparación de todo docente, dado su carácter orientador y formativo, respectivamente.
La preparación de los docentes constituye elemento indispensable para el desarrollo de conocimientos, habilidades y competencias en el marco de la profesión, siempre en respuesta a las necesidades de los miembros de una sociedad revolucionaria, dinámica y cambiante que se hace eco de su tiempo y de su historia.
En la práctica de su profesión los docentes se enfrentan a disímiles realidades, tanto objetivas como subjetivas, y precisamente esta última requiere de especial atención. Cada educando con su individualidad constituye un ser único e irrepetible y de acuerdo a sus características se deben diseñar estrategias de educación pertinentes.
En el nivel educativo primario es muy común identificar dificultades en el aprendizaje asociado a otros trastornos como es el caso de la hiperactividad. Esta es una realidad que el docente debe enfrentar haciendo gala de sus conocimientos, habilidades y creatividad; no obstante, suelen identificarse limitaciones en cuanto al tratamiento adecuado del tema.
Como generalidad, existe una insuficiente preparación teórico-metodológica por parte de los docentes en relación a las manifestaciones de hiperactividad y el tratamiento al aprendizaje de los educandos. Esta constituye una realidad del territorio espirituano, donde se carece de estrategias de trabajo efectivas y sistemáticas para superar estas debilidades.
Es cierto que en la práctica de la profesión se identifican carencias cognoscitivas en torno al tema, pero también sucede que la desmotivación y el desinterés generan que los docentes no apliquen sus conocimientos y por otra parte están los que cuentan con suficiente saber y no lo emplean en su quehacer cotidiano.
Los problemas de aprendizaje asociados a manifestaciones de hiperactividad constituyen una problemática real, muy actual. De modo que los docentes contarán con referentes teóricos y reflexiones que facilitarán su comprensión en torno a las peculiaridades de estos trastornos.
Lograr la aprehensión se convierte en reto para los docentes en el ejercicio de su profesión. De manera que resulta de gran importancia proporcionarles herramientas que permitan un desempeño posterior adecuado y que por consiguiente garantice un mejor tratamiento a los educandos.
Por tanto, existe una contradicción entre la necesidad de preparar docentes empleando elementos teóricos que faciliten una mejor comprensión del tema y favorezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos educandos.
En ese sentido se declara el siguiente problema científico: ¿Cómo contribuir a la preparación de los docentes para el tratamiento al aprendizaje de los educandos con manifestaciones de hiperactividad?
Respondiendo al problema científico la autora define como objetivo: explicar a los docentes los fundamentos teóricos orientados al tratamiento del aprendizaje de educandos con manifestaciones de hiperactividad.
Desarrollo
Referentes teóricos sobre la preparación del docente del nivel educativo primario.
“El personal docente está urgido de la superación permanente ya que los sistemas educativos, actuales, en el mundo están quedando rápidamente desfasados con respecto a las necesidades planteadas por una sociedad en cambio vertiginoso. El deterioro de la educación en América Latina y el Caribe, también se evidencia en la pobre oferta pedagógica dirigida a la preparación del profesorado, manifestándose pronunciados anacronismos y desactualizaciones en los programas de estudio, sus contenidos, métodos y procedimientos”. (Jiménez Zúñiga, L. E. 2008:12)
Es cierto que el deterioro de la educación constituye un fenómeno de nuestros tiempos, con desactualizaciones y esquematismos en la preparación docente que no cubren las necesidades de los miembros de una sociedad siempre cambiante y dinámica.
Cuba no se encuentra alejada de esta realidad, de ahí la importancia del docente de lograr un nivel de competencia metodológica que suscite una mejor instrucción y educación de los educandos. De modo que la preparación de los docentes constituye elemento indispensable para el desarrollo de conocimientos, habilidades y competencias en el marco de la profesión.
“Con el triunfo de la revolución el 1. de enero de 1959, la educación en Cuba comenzó un proceso continuo de transformaciones iniciado con la campaña de alfabetización hasta la tercera revolución educacional que hoy vivimos. En la década de 1970 se pone en marcha el plan perfeccionamiento del sistema nacional de educación que trae consigo la necesidad de preparar a los maestros para enfrentar los nuevos programas con nuevos métodos de trabajo. Surge entonces, como vía para lograr esta preparación, el trabajo metodológico”. (Díaz Hernández, M., 2008:12)
Este término se describe como, “un trabajo creador, que exige el perfeccionamiento de dirigentes y técnicos para que puedan con su acción directa elevar el nivel de preparación del personal docente (…) lo constituyen todas las actividades intelectuales, teóricas, prácticas, que tienen como objetivo la elevación de la eficiencia de la enseñanza y la educación lo que significa lograr la elevación del nivel político- ideológico, científico – teórico y pedagógico- metodológico del personal docente”.( Ministerio de Educación, 1980:74)
Concuerdo en que ese sistema de actividades teórico-prácticas, con un enfoque creativo y dinámico, se tornan elementos enriquecedores para el logro de un perfeccionamiento de la enseñanza y la educación del personal docente, quienes más tarde en las aulas proyectarán lo aprendido con elevados niveles de eficiencia.
Por otra parte, según definición del Ministerio de Educación el trabajo metodológico se explicita como “una acción preventiva, una vía decisiva para elevar progresivamente la calidad del proceso docente-educativo y contribuir a la superación de los docentes.” (Ministerio de Educación, 1994:5)
Como resultado de una investigación llevada a cabo por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP), en la cual se propone el modelo de la escuela primaria, se hace énfasis en la realización e importancia del trabajo metodológico como “ el conjunto de actividades que utilizando vías científicas, se diseñan, ejecutan y valoran con el objetivo de propiciar el perfeccionamiento del desempeño profesional del personal pedagógico, en función de optimizar el proceso docente educativo, dentro de las posibilidades concretas de un colectivo pedagógico o metodológico de un centro, de un municipio, provincia o nación”. (Seminario Nacional para Educadores. 2003:22).
Por tanto, el trabajo metodológico constituye herramienta esencial en todo proceso de preparación docente favoreciendo la adquisición de saberes necesarios de una manera creativa, práctica y dinámica. Este conjunto de actividades son las que conllevan a un perfeccionamiento en el desempeño docente, elevando así la calidad de la clase. Los conocimientos adquiridos son reflejados en el proceso pedagógico; categoría crucial en lo que a formación de la personalidad se refiere y que se protagoniza en la escuela, con un actor principal que es el docente, el cual desarrolla la obra en función de las necesidades de su público; en este caso los educandos.
“En la educación primaria una de las principales transformaciones está dirigida a lograr que cada docente esté en condiciones de brindar a sus educandos la educación que estos requieren para que todos estén en igualdad de posibilidades (…) Históricamente se ha tratado de insertar el trabajo de prevención a la educación mediante documentos metodológicos normativos y jurídicos. Su definición transita por un acto consciente, un conocimiento de causa que permite, desde luego, alertar, persuadir, preparar y actuar en consecuencia”. (Suero, M. 2009:6)
La autora sostiene la importancia de prestar especial atención al trabajo preventivo como una vía saludable para caracterizar a cada uno de los educandos y diagnosticar a tiempo sus necesidades educativas y actuar en pos de una mejoría o solución total del problema.
Para llevar a cabo un trabajo preventivo eficaz el docente no solo debe observar al educando en el desempeño de sus actividades, sino también debe analizar exhaustivamente el expediente acumulativo del mismo, y tener en cuenta las características de la familia y el medio social en que se desarrolla.
Para lograr la consecución de los aspectos anteriormente mencionados se requiere de una adecuada formación docente. Precisamente, el término formación debe verse como algo macro que tiene lugar a lo largo de toda la vida y que a su vez está relacionado con el aprendizaje adquirido mediante la educación, la instrucción.
La profesora Mingorance (1993), hace un intento por compendiar aquellos aspectos que considera esenciales para la formación del docente:
Cáceres, M y otros (2005) y Sánchez Núñez (2008) declaran que se debe considerar como un proceso continuo, en evolución, programado, sistemático, dirigido tanto a sujetos en su formación inicial, como a docentes en ejercicio, para lograr cambios y mejoras en su desempeño. (Cáceres, M. 2005).
Siguiendo esa idea Reinoso Porra, E. (2008) señala que la formación de maestros incluye el dominio de los conocimientos y habilidades pedagógico-profesionales para el diagnóstico pedagógico integral, diseño de estrategias como respuesta educativa a las necesidades educativas especiales, la atención a la diversidad pedagógica a partir de los niveles primario o secundario de la prevención y la aplicación de los fundamentos de la psicología, pedagogía y sociología en la dirección del proceso educativo sustentado en los valores que la sociedad cubana demanda.
“La formación inicial de los maestros de la educación primaria se caracteriza por la elevación paulatina del nivel profesional en cuanto a la explicación, comprensión y desempeño en la instrucción a partir de la adquisición de los conocimientos necesarios para el desempeño profesional, educación en los valores que caracterizan su actuación profesional y el desarrollo de las competencias laborales”. (Reinoso Porra,E. 2008:13)
El proceso de formación de profesores en Cuba, según Pérez Sarduy, P. y otros (2009), se caracterizan por:
Ya en un plano más específico y vinculado a la disposición para alcanzar un fin Hernández, A. (2009), propone que la preparación de los profesionales de la educación ha transitado por diferentes períodos de desarrollo los cuales han tenido diversos matices, como, por ejemplo:
Resulta imprescindible que el maestro sepa qué hacer y cómo hacer con aquellos educandos que poseen determinadas peculiaridades, siendo una necesidad actual de la práctica educativa la actualización con los métodos y enfoques encaminados a elevar la calidad de la educación que implica también calidad en el trabajo preventivo, lo que depende de la atención diferenciada en los escolares según sus necesidades y potencialidades.
A juicio de la autora, el trabajo metodológico constituye un eslabón principal en la preparación de los docentes con el propósito de crear influencias que contribuyan al desarrollo de un trabajo preventivo que se convierte en garantía de un proceso pedagógico exitoso, elevando por consiguiente su nivel de calidad y eficiencia. Se trata entonces, de desarrollar este tipo de trabajo a modo de evitar la aparición de dificultades en los educandos, ya sea en el aprendizaje, la conducta y otros.
En ese sentido existe una estrecha relación entre preparación docente, educación y prevención, mediante el trabajo metodológico, y tomando siempre en consideración las características psicológicas de los educandos, el docente logra alcanzar una capacitación profesional que suscita un mejoramiento de su labor instructiva, educativa, formativa, preventiva y diferenciada. Es decir, no es solo dominar aspectos teóricos respecto a un tema, sino identificar en el ejercicio de la práctica las necesidades y posibilidades de aquellos educandos con necesidades educativas especiales, respetando así la diversidad.
Por tanto, la realidad imperante en las aulas cubanas debe ser punto de partida para el perfeccionamiento de la preparación docente, atendiendo así, a las necesidades de aprendizaje de ese profesorado que constituye pilar esencial en la formación de los miembros de toda sociedad.
Acercamiento a concepciones teóricas referidas al aprendizaje.
“En el logro de la formación de la personalidad tiene gran importancia el proceso de enseñanza-aprendizaje definido como la interacción entre el maestro y los alumnos mediante el cual el primero dirige el aprendizaje por medio de una adecuada actividad y comunicación, facilitando la apropiación de la experiencia histórico-social y el crecimiento de los alumnos y del grupo, en un proceso de construcción personal y colectiva”. (Pérez Oliva, R. 2010:9)
La comprensión del aprendizaje y su influencia en el comportamiento humano ha sido siempre de gran interés para el hombre por su contribución al conocimiento y transformación del mundo y de sí mismo.
Estudiosos del tema como Rousseau (1712-1778), considera “el aprendizaje como un proceso de adiestramiento de la mente que contribuye a desarrollar la imaginación, la memoria y el pensamiento y la teoría del desarrollo natural que sostiene que el hombre es bueno por naturaleza y tiende a la perfección, si no se interfiere negativamente desde el exterior. Por su parte en la década de 1870 W. James afirma que el aprendizaje contribuye, especialmente durante la infancia, a moldear y dirigir la vida del ser humano”. (Temas para la educación. 2009:1-6)
Durante la ontogenia se producen muchos tipos de aprendizaje, a través de los cuales se “forman preferencias, prejuicios, modos de comportamiento. Se aprenden conceptos, significados y hábitos nuevos. Se aprende a conocer signos, claves y símbolos. Se adquieren gradualmente rasgos y orientaciones de la personalidad y se desarrolla una conciencia personal guiadora y una filosofía más o menos completa. Incluso se aprende a aprender”. (Castellanos, D. 2006: 12).
El planteamiento anterior enmarca cuán importante es el aprendizaje en la vida de todo individuo, importante porque mediante ese aprendizaje adquirido durante todo nuestro desarrollo como ser bio-psico-social se conforma esa categoría de amplio espectro que llamamos personalidad, se aprenden conceptos, modos de comportamiento, hábitos, costumbres, rasgos y una filosofía de la vida que nos hace únicos e irrepetibles.
Según propone el diccionario de la real academia española se denomina aprendizaje a la actividad para adquirir conocimientos, fijar algo en la memoria, es una situación de práctica relacionada con el estudio o la experiencia.
“El complejo proceso del aprendizaje gira alrededor de tres factores fundamentales: profesor, alumno y los conocimientos, intervienen otros factores como la familia (…) El aprendizaje se sustenta en una serie de variables psicológicas, de carácter socio-afectivo entre las que están el que el alumno vea el instituto y el proceso de aprendizaje como algo valioso, el que considere al profesor como un aliado y no como un enemigo”. (Temas para la educación. 2009:1-6)
En ese proceso la familia debe desempeñar un rol esencial en torno al apoyo psicológico que proporciona, pues la respuesta del educando ante la actividad de estudio está directamente influenciada por el clima afectivo que impera en el grupo familiar. De modo que para que exista una mayor efectividad resulta necesario una compenetración entre ambas esferas y promover así una acción educativa conjunta.
No obstante, existen otros factores que atentan contra el desarrollo adecuado del proceso de aprendizaje, pues este muchas veces aparece como trastorno comórbido a manifestaciones de hiperactividad, trastorno que por sus peculiaridades genera un retraso escolar, o dificultades del aprendizaje.
Precisamente el término dificultades de aprendizaje, se atribuye a Samuel A. Kirk y Bateman (1962/63) quienes la definen como: ‘un retraso, alteración o desarrollo retrasado en uno o más de los procesos de habla, lenguaje, lectura, escritura, aritmética u otras materias escolares como resultado de una posible disfunción cerebral y/o trastornos emocionales o de conducta”. (Kirk, S. A, Bateman, B. 1962: 73-78.)
La alteración o desorden que implica las dificultades del aprendizaje no permiten una adquisición normal de los conocimientos tan necesarios para la vida del hombre en sociedad, por lo que su respuesta al medio no será la más adecuada debido a sus carencias cognoscitivas.
No es el resultado de retraso mental, de privación sensorial o de factores culturales o instruccionales. Por su parte, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) define las dificultades del aprendizaje como “trastornos que se caracterizan por un rendimiento académico sustancialmente por debajo de lo esperado dada la edad cronológica del sujeto, la medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada para su edad”. (DSM-IV. 1995)
Siguiendo esta línea las dificultades del aprendizaje constituyen un rendimiento académico que no se corresponde por defecto con la edad cronológica del sujeto. Sin embargo, en estos casos no todo está perdido, dado que el docente puede realizar acciones paliativas en aras de lograr resultados positivos.
Sattler J, Weyandt, L. (2002) sostienen que las dificultades de aprendizaje han estado ligadas tradicionalmente a los procesos instruccionales que se llevan a cabo en el marco de la escolarización obligatoria. Este hecho ha significado que su estudio se haya circunscrito, fundamentalmente, a las habilidades académicas que se desarrollan a partir de los 6 años. (Sattler J, Weyandt, L. 2002)
Los trastornos de aprendizaje, incluidos en el DSM-IV son: (a) Trastorno de la Lectura, (b) Trastorno del Cálculo, (c) Trastorno de la Expresión Escrita y (d) Trastorno del Aprendizaje no especificado. Según el DSMIV “se diagnostican trastornos del aprendizaje cuando el rendimiento del individuo en lectura, calculo o expresión escrita es sustancialmente inferior a lo esperado por edad, escolarización y nivel de inteligencia, según indican pruebas normalizadas administradas individualmente. Los problemas de aprendizaje interfieren significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren lectura, cálculo o escritura” (Navarro González, M.I. 2008)
Por otra parte, Garibaldi, G (2011) aborda este término como un retraso significativo en la adquisición y/o desarrollo de una habilidad cognoscitiva.
Las dificultades del aprendizaje se clasifican en:
“Los psicólogos y los pedagogos han propuesto una etiología plural, con múltiples factores de tipo psicológico, pedagógico, sociológico y lingüístico, mientras que los médicos se han inclinado por un origen constitucional, neurológico o bioneurológico, buscando posibles lesiones o disfunciones del Sistema Nervioso Central (SNC), influencias hereditarias o genéticas o anormalidades bioquímicas. Siendo esta una cuestión debatida”. (Temas para la educación. 2012:1-7)
Considero que las dificultades de aprendizaje tienen un carácter multifactorial, o sea, pueden existir alteraciones a nivel biológico, psicológico, pedagógico o social que atenten contra la adquisición, el entendimiento, la organización, el almacenamiento y actualización de la información. De modo, que la disfuncionalidad de todos estos procesos afecta el aprendizaje del individuo en las diferentes esferas de su desarrollo.
Existen otras clasificaciones como las tradicionales que agrupan los factores etiológicos en:
a) Factores neurofisiológicos. Abarcan desde la disfunción cerebral mínima a factores genéticos, pasando por elementos bioquímicos o endocrinológicos o cualquier suceso en el período peri postnatal que resulta en daño neurológico.
b) Factores socioculturales. Se refieren a aspectos como la mala nutrición, pobreza del medio familiar y sociocultural, pobreza lingüística. Es evidente la influencia de estos factores no sólo en las DA sino en cualquier situación educativa.
c) Factores institucionales. Los autores que subrayan estos factores dan importancia al contexto de aprendizaje.
d) Otros factores que se han señalado son los problemas en la organización espacial o una lateralidad o esquema corporal mal establecidos. Estos problemas pueden existir, pero son más bien manifestaciones de problemas más básicos como los señalados en a). (Temas para la educación. 2012:1-7)
Por tanto, la autora enfatiza en la necesidad de una preparación docente pertinente que favorezca el manejo adecuado de las dificultades del aprendizaje, contando con cualidades específicas que faciliten el proceso.
En el esquema de Entwistle, N (1988), aparecen reflejadas las cualidades que deben poseer los docentes para conseguir un buen aprendizaje por parte de los educandos, estas son: aptitud para la enseñanza, explicaciones de calidad, organización del grupo, uso de métodos didácticos que estimulen el aprendizaje y la evaluación. (Entwistle, N. 1988).
Para Guralnick, MJ (1997), la mejor estrategia para evitar que las dificultades de aprendizaje lleguen a tener más entidad y sean más resistentes a las acciones terapéuticas es intervenir tempranamente, pues una atención temprana produce efectos a corto plazo en los niños de riesgo y en los que nacen con discapacidad al prevenir o minimizar los retrasos en el desarrollo. (Guralnick, M.J.1997).
Todo ello facilita en gran medida el proceso de enseñanza-aprendizaje, y aún más aquellos educandos con necesidades educativas especiales. Las dificultades del aprendizaje no desaparecerán del contexto escolar, pero resulta pertinente plantear que los docentes con una adecuada preparación pueden ser capaces de hacer frente a dicha problemática.
Particularidades del aprendizaje en educandos con manifestaciones de hiperactividad.
En la práctica de su profesión los docentes se enfrentan a disímiles realidades, tanto objetivas como subjetivas, y precisamente esta última requiere de especial atención. Cada educando con su individualidad constituye un ser único e irrepetible y de acuerdo a sus características se deben diseñar estrategias de educación pertinentes.
En el nivel educativo primario como problemática real que condiciona desafíos y exige preparación por parte del docente se identifican las dificultades en el aprendizaje asociado a otros trastornos, como es el caso de la hiperactividad.Pudiera decirse entonces, que este constituye un problema identificado históricamente por los propios docentes como factor distorsionador del proceso enseñanza-aprendizaje.
“La manifestación de este trastorno preferentemente en la etapa de escolarización infantil, se debe en gran medida a que los síntomas que constituyen el "núcleo" del problema: dificultades de atención, actividad motora excesiva e impulsividad o falta de autocontrol, se hacen más evidentes en el inicio de esta etapa en la que se le exige al niño de manera sistemática mantener la atención hacia actividades y tareas escolares, permanecer quieto y sentado durante un tiempo y asumir cierto control sobre su conducta”… (González Martínez, M.T.1998:3)
Los educandos afectados suelen tener dificultades para aprobar los exámenes producto de la inatención que los caracteriza o pueden dar respuestas precipitadas a causa del pobre control de impulsos. O sea, es común un retraso en su aprendizaje debido a las constantes distracciones que, a su vez perjudican a los demás, entorpeciendo así el proceso.
Ortega Rodríguez,L. (2002), propone que los niños con manifestaciones de hiperactividad, “se distinguen rápidamente del resto de sus coetáneos porque son los que manifiestan una intranquilidad generalizada, en constante movimiento, que a veces resultan exagerados, si están sentados, se mueven constantemente, cogen cualquier objeto y juegan con él, mantienen una hipervigilancia permanente, es decir, miran para todos los lados sin concentrar sus miradas y siempre están reclamando la atención de sus compañeros para conversar o distraerse”. (Ortega Rodríguez,L. 2002:48)
No es menos cierto que los niños hiperactivos se tornan difíciles y más si se trata de niños en edad escolar, evidentemente esos rasgos que lo caracterizan suelen ser causa de un retraso en la adquisición del aprendizaje que menoscaba su integridad física, psicológica y social.
La hiperactividad es un trastorno de la conducta en niños, descrito por primera vez en 1902 por Still. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que, a su vez, vuelven a dejar inacabada. (Bustillo, L. 2011)
“Este es un trastorno heterogéneo caracterizado por, inquietud motriz e impulsividad exagerada para su edad y sin carácter propositivo. Es un cuadro ya notable a partir de los tres primeros años de vida mostrando una diversidad clínica e intensa a partir de los cinco años, durante la etapa escolar… con una prevalencia entre 3-10% según diferentes estudios. Hasta un 60% de los niños afectados presentan frecuentemente trastornos del aprendizaje y de la conducta, así como la ansiedad, depresión, tics, etc.” (Torres Román, S. 2013:10-14)
“En los educandos con manifestaciones de hiperactividad suelen identificarse síntomas de dificultades de aprendizaje, tales como: la variabilidad. Son niños que tienen amplias variaciones en sus respuestas, son los típicos niños de los que se dice “puede hacerlo porque ayer realizó perfectamente esa tarea, cuando hoy es un desastre”. Retraso psicomotor, que varía desde la simple torpeza motriz hasta dispraxias importantes, es decir problemas en las nociones de su esquema corporal, del tiempo y del espacio; dificultades que se agudizan cuando tiene que realizar algo con ritmo. Trastorno del lenguaje de tipo expresivo, con vocabulario limitado y dificultades a la hora de expresarse. Problemas en el área de lectura. Dislexia. Dificultades en la grafía, en la escritura: disgrafía y disortografía, porque existe una deficiente coordinación entre lo que ve y el movimiento manual, es decir, suelen presentar incoordinación viso motriz. Su escritura es torpe, con tachones, desordenada, su ortografía con múltiples faltas y confusiones (…) Es evidente que, con todos estos trastornos, son niños que también presentan problemas emocionales. No es raro que tengan un comportamiento social indiscreto, sin freno, y molesto. Este descontrol, casi constante, genera desconfianza e irritación en padres y maestros, así como rechazo de los hermanos y compañeros (…) lo que hace que pueda ser un niño aislado” (…) (Torres Román, S. 2013:10-14)
Para aquellos educandos necesitados de una atención diferenciada, “se encuentra a disposición de los docentes, para su preparación diferentes bibliografías como: Programa de Educación para la Vida, Programa Director de Promoción y Educación para la Salud, Programa Director de las Asignaturas Priorizadas para la Enseñanza Primaria … De esta forma el docente cuenta con lo indispensable para crear condiciones favorables en el proceso de enseñanza-aprendizaje y poder formar hombres plenamente desarrollados” … (Suero Pérez, M. 2009:6)
La autora de esta investigación concluye que las manifestaciones de hiperactividad generan deficiencias en el proceso docente educativo, siendo causa de los problemas generales del aprendizaje. Los elementos caracterizadores de la hiperactividad pueden conllevar a la desmotivación, desadaptación y al fracaso escolar aun cuando los educandos poseen un Coeficiente Intelectual (CI) normal o superior.
Esta situación muchas veces no puede ser tratada por los docentes, pues existe una insuficiente preparación teórico-metodológica en relación a las manifestaciones de hiperactividad y el tratamiento al aprendizaje de los educandos. De modo que es tarea obligada superar estas debilidades mediante un trabajo metodológico efectivo que permita cubrir todas esas lagunas en el conocimiento, y de esa forma contribuir desde el propio centro escolar al proceso de enseñanza-aprendizaje de los educandos con manifestaciones de hiperactividad y que por consiguiente permita un mejor rendimiento académico desde los primeros años escolares.
Por tanto, el docente en función de las peculiaridades del educando con manifestaciones de hiperactividad debe proponerse diseñar una estrategia psicopedagógica que reúna elementos psicológicos y pedagógicos como herramienta fundamental para favorecer el aprendizaje, y alcanzar una conducta adaptativa en el plano escolar, pero que también se haga extensiva a las demás esferas de actuación donde el educando interactúa y se desarrolla.
Conclusiones
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* lauraluis@uniss.edu.cu. Hogar Materno Municipal de Sancti Spíritus. Psicóloga.