Itzel Anai Hidalgo Jaramillo*
Escuela Normal de Tejupilco, México
Itzelhgo@gmail.com
Resumen
El propósito de este documento es conocer mediante una breve recorrido en el tiempo las transformaciones que ha sufrido la Educación Preescolar dentro de su incursión al mundo social partiendo desde sus inicios durante las décadas en las que él Preescolar era considerado un espacio para “guardar” a los educandos; hasta transcurrir el proceso de adaptación e inclusión en el mundo social como etapa importante en el desarrollo de los infantes; esto como inicio hacia una transformación de mentalidad y concepción sobre la importancia que recae en la educación durante etapas tempranas.
Así mismo se analiza el papel del docente en cuanto a la planificación de su clase, el proceso de elaboración y el conjunto de elementos a considerar para la misma, la forma en como organiza y estructura el contenido para fortalecer el proceso de enseñanza- aprendizaje en los estudiantes, mediante la aplicación de situaciones de aprendizaje integradoras llamadas “Proyectos”, las cuales en su conjunto remiten a una manera de organizar la planeación partiendo del interés del estudiante, aprovechando del medio los recursos o situación que sean trascendentes en la vida de los alumnos.
Palabras clave: Educación Preescolar – Docente - Alumno - Trabajo por proyectos.
Abstract
The purpose of this document is to know through a brief tour of the transformations that the Early Childhood Education has undergone in its incursion into the social world starting from its beginnings during the month in which the Preschool was considered a space to "save" the students ; Until the process of adaptation and inclusion in the social world as an important stage in the development of infants; this as a beginning towards a transformation of mentality and conception about the importance that falls on education during early stages.
Likewise, the role of the teacher in the planning of his class, the elaboration process and the set of elements to be considered for the same, the way in which he organizes and structures the content to strengthen the teaching-learning process in Students, through The application of integrative learning situations called "Projects", which as a whole refer to a way of organizing planning based on the interest of the student, taking advantage of the resources or situations that are transcendent in the life of the students.
Key words:Preschool education - Teacher – Student - Work for project.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Itzel Anai Hidalgo Jaramillo (2018): “El trabajo por proyectos. una propuesta para desarrollar competencias en los alumnos de preescolar”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (agosto 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/08/trabajo-proyectos-preescolar.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1808trabajo-proyectos-preescolar
La educación infantil como hoy la conocemos no es más que el fruto de un cúmulo de trasformaciones que dieron paso a nuevos ideales dejando de lado otros, que si bien en su momento se creyeron correctos, ante las exigencias del medio y de la misma sociedad tuvieron que cambiar.
Décadas atrás, durante el siglo XIX, el papel de la educación se encontraba limitado, porque la visión que la sociedad tenía de esta era limitada, además durante esa época solo recibían estudios los niños mayores a 6 años dejando sin posibilidad la entrada de una nueva propuesta como lo era la Educación Preescolar.
Años más tarde, comenzó a surgir la idea de que los niños debían recibir educación desde las primeras etapas, así fue como se comenzaron a acondicionar espacios, en donde su objetivo principal era “cuidar a los niños, alimentarlos y jugar”, dejando de lado el aprendizaje que estos pudieran adquirir, es decir, la visión de la educación infantil surgió simplemente como un centro donde los padres, podrían “guardar” a sus hijos.
Durante el año 1874, el maestro Manuel Cervantes Imaz, comenzó a construir la idea de una educación que lejos de cuidar a los niños brindara oportunidades de desarrollo con el fin de satisfacer sus necesidades. Pero no fue hasta el siglo XX, cuando se produjo un cambio verdaderamente radical en México respecto a la Educación Preescolar, lo cual sucedió gracias a los ideales del maestro Enrique Laubscher, quien logró introducir el Método Froebeliano para Kindergarden, esto marcó el inicio de la educación en etapas tempranas.
Con el paso de los años muchas personalidades fueron aportando aspectos que lograron formar la educación como ahora la conocemos, como es el ejemplo de la profesora Estefanía Castañeda quien propuso el término “Jardín de niños” en lugar de “Kindergarden”, o el caso del profesor Luis Ruiz que en el año de 1910, bajo la investigación de la profesora Rosaura Zapata, dio comienzo con el curso especial para la enseñanza de la pedagogía de los jardines de niños en la Escuela Normal para Profesores. Todos estos cambios, ayudaron a transformar por un lado, la visión que la sociedad tenía de la educación en los primeros años, y por ende a fortalecerla, dando paso a un sinfín de modificación que hasta hoy, siguen surgiendo en pro de mejorar dicho servicio y poder brindar una educación ahora centrada en el aprendizaje y el desarrollo de competencias.
La planeación es una herramienta que le permite al docente ser diferente al resto, marca la diferencia entre ser un mago que saca todo de manera azarosa a ser un profesional que estructura su actuar con un orden y objetivos claros.
La habilidad para planificar se considera un aspecto fundamental dentro de las competencias que definen el rol del docente pues como lo menciona el (PE 201,2012: 167):
Para el docente la planificación didáctica representa una oportunidad para la revisión, análisis y reflexión que contribuyen para orientar su intervención en el aula. Del mismo modo es una herramienta fundamental para impulsar un trabajo intencionado, organizado, y sistemático que contribuya al logro de aprendizajes esperados en los niños.
Retomando lo anterior, es gracias a la planeación que el profesor desarrolla en sus alumnos competencias, esas que los hacen responder a la exigencias del medio, y es a su vez una herramienta flexible que le permite anticipar de manera estructural lo que desea enseñar, reconociendo todo aquello que los alumnos ya saben y lo que desean aprender.
Es importante conocer las características que hacen de la planeación una oportunidad de mejora constante y esto se debe a que en gran medida engloba todos los aspectos esenciales para que el actuar docente sea objetivo y bien estructurado pues retomando la definición de (Molina, 2006: s/p):
La planificación es una disciplina metodológica como un proceso de reflexión y acción racional que permite determinar lo que se ha de hacer en el presente o en el futuro para lograr los objetivos proyectados. En fin, es la previsión de las actividades y de los recursos, tanto humanos como materiales para el logro de los objetivos que se desean alcanzar, es un proceso para determinar a donde ir de la manera más eficiente y económica posible.
Por lo anterior la planeación es quizá la competencia más importante que el docente debe desarrollar a lo largo del tiempo puesto que es el eje que rige su actuar, lo define como una persona innovadora, vanguardista y actualizada. Es dentro de la planeación que el docente se siente con la libertad de diseñar utilizando diversas actividades retadoras y significativas, y más aún en preescolar puesto que no se cuenta con estrategias definidas sino que el docente es libre de poner en práctica sus ideas respondiendo siempre a un fin específico.
2.2 ¿Cómo se trabaja en Educación Preescolar?
En la Educación Preescolar el docente es libre de elegir la metodología más adecuada a las necesidades del contexto en el que trabaja, es decir, no existe un manual que describa paso a paso lo que como titulares de grupo se debe enseñar y cómo es que hay que hacerlo.
En esta etapa todo se desarrolla bajo situaciones de aprendizaje, descritas por el (PE 2011,2012:173) como “formas de organización de trabajo docente que buscan ofrecer experiencias significativas a los niños que generen la movilización de sus saberes y la adquisición de otros”, dicho de otro modo es la oportunidad de disponer de una planeación flexible en donde el docente tenga la libertad de elegir entre diversas propuestas de organización didáctica.
Haciendo referencia a lo anterior, se hace alusión a las situaciones didácticas, talleres, secuencias de aprendizaje y proyectos, retomando este último como objeto de análisis descrito por el (PE 2011, 2012:175) como “Un conjunto de actividades interrelacionadas, que analizan una situación problema y proponen soluciones, en donde la exploración, indagación e investigación juegan un papel esencial, además de que en esta modalidad se produce un producto final que responda al interés de los niños”.
Por lo anterior es importante mencionar que cada una de dichas modalidades, dan la pauta para llevar a cabo un trabajo exitoso que dé respuesta a las demandas de esta sociedad tan cambiante y a su vez, permitan desarrollan en el niño un aprendizaje significativo mediante procesos innovadores y de impacto.
Durante el siglo XX, comenzaron a surgir propuestas que pusieron en tela de juicio la necesidad de organizar el currículum de manera diferente, articular la información de modo distinto a como se había estado haciendo, el objetivo era simple, dejar de ver la educación como algo separado y comenzar a vincular las distintas disciplinas académicas.
Si bien es cierto es importante mencionar el nombre de quienes a base de investigaciones y esfuerzos constantes, durante los años 20´s dieron la bienvenida al término “trabajo por proyectos”, dichos personajes fueron John Dewey Y William Heard Kilpatrik, quienes podrían considerarse los padres de dicha metodología.
Dewey, como uno de los creadores de la Escuela Nueva, regía su pensamiento bajo la concepción de que era necesario incorporar la experiencia del alumno a la educación, poniendo énfasis en el trabajo, el desarrollo individual y colectivo, en el aprender haciendo de una formación democrática.
Años más tarde y bajo la misma filosofía, W.H. Kilpatrik formalizó tal cual lo conocemos el trabajo por proyectos, otorgándole parte de su esencia y dando pie a diversas corrientes del pensamiento como el constructivismo y la perspectiva globalizadora que apoyaron sus ideales desde sus posturas, pues ambas consideraban al aprendizaje como un proceso integral, fruto de las interacciones del medio.
Es así como nació este término, que hasta el día de hoy, sigue siendo una de las principales modalidades de trabajo en la educación y principalmente en el nivel preescolar, pues además de abordar los contenidos desde diversas perspectivas, le permite al alumno adoptar un papel protagonista en propio aprendizaje.
2.4 El trabajo por Proyectos como una metodología de trabajo retadora
Para poder comprender la importancia y trascendencia que tiene el método de proyectos en la educación y principalmente en el preescolar, es necesario conocer su definición, en pablaras de su principal precursor, William Heard Kilpatrik quien en (Malangón, 2005:69) lo define como:
Un acto completo que el agente proyecta, persigue y, dentro de sus límites, aspira a realizar” y también como “una actividad entusiasta, con sentido, que se realiza en un ambiente social, o más brevemente, el elemento unidad de tal actividad, el acto interesado en un propósito”.
Es decir, es una acción estructurada que persigue un propósito, considerando el interés y ambiente en el que se desarrolla, sin embargo, existen muchas teorías de diversos autores han ido puliendo la definición del proyecto, como es el caso de Gallego quien en (Malangón, 2005: 69) define el proyecto como un:
Plan de trabajo o conjunto de tareas libremente elegido por los niños, con el fin de realizar algo en lo que están interesados y cuyos contenidos básicos surgen de la vida de la escuela, genera aprendizajes significativos y funcionales al respetar, de manera especial, las necesidades e intereses de los niños, que son quienes proponen a través de la función mediadora de la educadora. La función principal del método de proyectos es la de activar el aprendizaje de habilidades y contenidos a través de una enseñanza socializada.
Coincido con la postura de Gallego al decir que un proyecto contiene en su interior tareas elegidas por los niños, puesto que este es quizá uno de sus rasgos más importantes, ya que debe partir del interés del niño de la mano de una socialización constante para que este pueda tener una repercusión en su aprendizaje.
Por otra parte es importante comprender que el método de proyectos hace de una problemática o centro de interés una oportunidad de aprendizaje pues como lo menciona Díaz-Barriga y Fillipi en (Alvarez, 2010:2):
El trabajo por proyectos facilita la integración del conocimiento y su aplicación a situaciones de la realidad. Dicha integración se da a partir de la asignación de una tarea con objetivos específicos o enseñanza programada (conocimiento explícito), y su relación con un tópico o problema real, o bien cuestionamientos derivados de la interpretación de la experiencia (conocimiento tácito).
Es por eso que esta modalidad de trabajo al partir del medio que rodea al niño permite enfocar su atención y por consecuente hacer que el niño se divierta mientras aprende.
Aunado a lo anterior existe un rasgo importante que hace del trabajo por proyectos una metodología diferente al resto y es la investigación que realiza el docente y especialmente el alumno pues como lo retoma (Rubin y Staszewsky, 2000:11):
En el proyecto proponemos a los niños jugar; le sugerimos temas a investigar que se verán empleados o modificados a partir de las inquietudes que planea buscando fuentes de información, confrontando opiniones, reconstruyendo la realidad en un producto grupal, pero con procesos individuales, únicos y singulares.
Dentro de la elaboración de los proyectos en etapa preescolar, el alumno adopta una postura de investigador y detective, pues mediante el apoyo docente recurre a diversas fuentes para aumentar los conocimientos que posee sobre el tema que investiga construyendo así un proyecto que funge como el resultado de sus esfuerzos.
Por otro lado, una de las definiciones más completas es la que propone (Malagón, 2005:71) al mencionar que:
El proyecto en el Jardín de niños es una forma de organizar los contenidos de manera globalizada en torno a una pregunta, un problema o la realización de una actividad en concreto. Responde principalmente a las necesidades, intereses y exigencias del desarrollo de los niños y genera la construcción de aprendizajes significativos y favorece el aprendizaje de competencias para la resolución de problemas.
Por lo anterior, es mediante esta modalidad de trabajo que la flexibilidad en la planeación se vuelve evidente ya que en los proyectos no existen parámetros establecidos, más bien es una idea de lo que se puede trabajar o llevar a cabo, pero se quedan espacios libres que pueden ser llenados con intereses que surjan en el camino, haciéndolo aún más interesante para el alumno.
2.5 ¿Cómo llevar a cabo un proyecto?
Si bien es cierto, el trabajar mediante proyectos exige un compromiso aun mayor por parte de los agentes involucrados, desde directivos, docentes, alumnos y padres de familia, pues como lo menciona (Bixio, 1999:15) “Los proyectos prevén la inclusión de otras personas, ajenas a la planta estable de la institución, para su ejecución. Ya sea porque se le incluya para llevar a cabo todo el proyecto o solo parte de él”, pues es un trabajo que se realiza en conjunto y cada uno de ellos es una pieza fundamental para garantizar su éxito.
Por lo cual es importante, dejar en claro las fases con las que cuenta un proyecto, según el (PE 2011, 2012:176) que rige la educación preescolar:
Es importante aclarar que el método de proyectos se desarrolla en tres fases, una complementaria a la otra, es decir, no se puede generar actividades, si antes no se contemplaron los intereses e inquietudes de los alumnos o por otro lado, no se puede realizar una evaluación objetiva si antes no se pusieron en práctica actividades retadoras y contextualizadas.
Retomando lo anterior es necesario analizar las fases propuestas por (Malagón, 2005:71), puesto que tienen mucha similitud y en gran medida esta autora las define de manera más detallada:
Surgimiento y elección: En esta etapa la educadora propicia actividades libres en donde se estimule a los niños a identificar el problema o centro de interés al cual quieren dedicar el proyecto, en esta etapa la docente debe generar preguntas retadoras para generar dudas en los alumnos y así obtener el tema.
Para facilitar el desarrollo de esta primera fase Azzerboni (2004) en Malagón (2005) sugiere responder las siguientes preguntas: “¿Qué es lo que queremos?, ¿Qué es lo que sabemos?, ¿Cuáles son nuestras dudas?, ¿Qué sabemos sobre el tema?, ¿Qué se requiere para resolver nuestras dudas?, ¿Qué necesitamos?, ¿Qué será posible realizar?, ¿Qué es más importante indagar?
-Planeación general del proyecto y friso: Como primer punto en esta fase es importante definir ¿Qué es un friso?, (Malagón, 2005:72) lo define como “la organización de actividades y recursos didácticos para dar solución a un problema, o la propuesta de un tema por trabajar a través de representaciones gráficas elaboradas por el grupo” es en esta fase donde después de determinar el tema a tratar, se elabora un esquema de trabajo en donde se plasman las acciones que con base al interés de los niños se realizarán a lo largo del proyecto. Posteriormente, al terminar de elaborar el friso la docente debe redactar su planeación con base a dichas actividades dando sentido a lo propuesto por los alumnos.
Este es quizá el momento medular del proyecto, donde se llevan a la práctica las actividades previamente propuestas, durante esta etapa el docente tiene la labor de generar preguntas e incentivar a los niños a la observación, reflexión y anticipación, además de animarlos para que no pierdan el interés en el tema, aunado a esto, debe propiciar que todas las experiencias que tengan sus alumnos sean significativas, para lo cual deberá construir todos los andamiajes necesarios para favorecer su aprendizaje.
En esta fase (Malagón, 2005: 75) describe algunas acciones que deben llevar a la práctica docentes y alumnos:
Alumno:
Docente:
Las características antes mencionadas reflejan el trabajo realizado durante la aplicación del proyecto y dan cuenta del trabajo tan importante que desarrollan ambos actores, puesto que cada uno pone un granito de arena para que el desarrollo del proyecto marche conforme a lo planeado y arroje los resultados esperados.
Este es un momento de análisis y reflexión, que permite al docente conocer sus fortalezas y debilidades y replantear aquello que no salió como se esperaba, es donde el proceso enseñanza- aprendizaje mejora y se fortalece, además de que es aquí donde se compara lo que se hizo con lo que se tenía planeado, además de que se consideran nuevas posibilidades de planeación para hacer del proyecto algo mejor. En esta etapa tanto el docente como los alumnos generan mediante un intercambio de ideas y opiniones, los aprendizajes adquiridos gracias al proyecto.
Por su parte (Malagón, 2005: 75) describe el papel a desarrollar del docente y alumno dentro de esta última fase:
Alumno
Docente
En esta última fase, se podría decir que el eje principal es la reflexión puesto que se pone en tela de juicio qué funcionó, qué no, por qué no funcionó, qué hay por mejorar, etc. Es un momento en donde los alumnos con apoyo del docente se hacen conscientes de sus aciertos y fallos con el fin de mejorar en un futuro.
El proyecto es una oportunidad de realizar un trabajo estructurado y centrado en el alumno, en sus intereses, inquietudes y necesidades, es mediante este, que el trabajo se percibe como una aventura por lo extraño y desconocido, retoma lo mejor de las diferentes metodologías y hace de un conocimiento común un aprendizaje con significado.
Es una oportunidad para el alumno de tomar el protagonismo pues como lo menciona (Rubin y Staszewsky, 2000: 12) es mediante proyectos que “el niño siente que se confía en sus posibilidades de pensar y de hacer; se siente responsable por su participación en el desenvolvimiento del proyecto; se siente respetado, escuchado en sus inquietudes e intereses; se siente protagonista de su propio aprendizaje”. Esta es la oportunidad que brinda el método por proyectos, hacer que el niño aprenda mediante algo que le atrae, se sienta identificado e inmerso en la investigación de lo que desea aprender.
El estudiante al formarse bajo el método de proyectos es participe de un enfoque diferente que retoma situaciones propias de su entorno, construyendo un pensamiento crítico y reflexivo, pues a esta edad el interés por lo desconocido aumenta, y es una oportunidad para diseñar su propio aprendizaje, este tipo de estrategias dotan de experiencias nuevas la vida de los niños, permitiéndoles observar de manera directa el objeto de aprendizaje y buscar soluciones propias ante una situación de su vida diaria.
Dicha propuesta redefine también el trabajo que desempeña el docente, puesto que implica un reto para quienes están acostumbrados a llevar el liderazgo y abre las puertas hacia la incertidumbre y lo desconocido, pues en un proyecto, nada es estático todo cambia, las propuestas surgen de la nada y deben ser contempladas, es aquí que recae el desafío que menciona (Rubin y Staszewsky, 2000:12) para el docente, quien debe “abandonar el lugar seguro pero “esquemático” desde el que tenemos “poder” y donde “todo está previsto”, para permitirnos retomar ideas, observar situaciones, reflexionar, probar, compartir y reconocer que nos equivocamos”, es un reto para el docente pero también una oportunidad, que da pauta a realizar una enseñanza centrada en el alumno, una verdaderamente significativa que ponga a ejercitar todos sus conocimientos y habilidades.
También es mediante el proyecto que se articulan diferentes campos formativos, su flexibilidad permite fortalecer no tan solo un aprendizaje sino varios, su organización facilita el trabajo que se desea realizar, pues retomando a Antzuola quien describe que el proyecto tiene la oportunidad de globalizar el proceso de búsqueda de las relaciones, esto supone establecer uniones con diferentes aspectos.
El tiempo es un aspecto importante a tratar en el proyecto, puesto que como tal no existe ningún autor que determine la duración exacta que debe tener un proyecto, más bien, es adecuado a las necesidades de los que se involucran pues como lo menciona Antzuola la temporalización que se le asigna a un proyecto va acorde a la edad y el tema, es decir se concede el tiempo que se necesita para su desarrollo, no existen cánones establecidos, esta quizá sea una de la grandes virtudes que tiene dicha modalidad.
Con todo lo anterior, el trabajo por proyectos es quizá uno de los métodos más complicados al momento de llevarse a la práctica, pero a su vez, uno de los más fructíferos puesto que además de generar en los niños una visión diferente del mundo que les rodea, permite fortalecer la profesión docente y a su vez, involucrar más a directivos y padres de familia en las actividades que realizan sus hijos.
Bibliografía
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Frida Díaz Barriga Arceo (2006). “ENSEÑANZA SITUADA: vínculo entre la escuela y la vida”. McCRAW-HILL, México D.F.
Malagón y Montes Guadalupe (2005). “Las competencias y los métodos didácticos en el jardín de niños”. Trillas,México.
Molina (2006). “INTRODUCCIÓN A LA PLANIFICACIÓN”. Pymes, España. Disponible en: https://iutacesarperez.files.wordpress.com/2013/10/introduccion.pdf. Consultado en 04/06/18 a las 19:27.
Rubin Silvia y Staszewsky Luisa (2000). “Juguemos en el kínder, proyectos integradores”. Gil Editores. Buenos Aires, Argentina.
SEP (2012). “Programa de Estudio 2011 guía para la educadora”. SEP, México.