Leisis Josefa Hernández Botello*
Michel Enrique Gamboa Graus**
Ana Cecilia Hechavarría Benítez***
Universidad de Las Tunas. Cuba
leisishb@ult.edu.cu.
RESUMEN:
El trabajo presenta acciones de orientación familiar sobre la atención a las conductas no habituales: hiperactividad, agresividad y miedo. El estudio se realizó como parte de un proyecto de investigación en el contexto de la Educación Preescolar cubana. La esencia se centró en el desarrollo integral de los niños, específicamente en las normas de comportamiento social, las primeras instancias morales y el desarrollo socio-moral. En tales acciones se consideraron las vías existentes para la orientación familiar, entre las que se encuentran la actividad conjunta y visitas al hogar. Estas se hicieron a partir del estado real que presentaron los niños y sus familias, para lo que se tuvieron en cuenta sus potencialidades en función del logro de los objetivos propuestos.
PALABRAS CLAVES: familia, acciones, conducta no habitual.
TITLE: Family attention to unusual behavior in preschool education.
ABSTRACT: This article deals with family-oriented actions on attention to non-habitual behaviors: hyperactivity, aggressiveness and fear. The study was conducted as part of a research project in the context of Cuban Preschool Education. The essence was the integral development of children, specifically in the norms of social behavior, the first moral instances and socio-moral development. These actions took into account the existing pathways for family orientation, including collaborative activity and home visits. These were made based on the actual state presented by the children and their families, considering their potential in terms of achieving the proposed objectives.
KEY WORDS: family, actions, unusualbehavior.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Leisis Josefa Hernández Botello, Michel Enrique Gamboa Graus y Ana Cecilia Hechavarría Benítez (2018): “La atención de la familia a las conductas no habituales en la educación preescolar”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (julio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/07/familia-conductas-prescolar.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1807familia-conductas-prescolar
Uno de los puntos centrales de discusión, y que cada día adquiere mayor significación en la agenda de la mayoría de los países del mundo, es lo concerniente a la atención de los niños en las primeras edades de vida (Blanco, 2016). En este sentido, el objetivo de la educación en Cuba es la formación armónica y multifacética de la personalidad del individuo. Al respecto, en la Educación Preescolar está dirigido a lograr el máximo desarrollo integral posible de cada niño desde el embarazo hasta los seis años.
Como consecuencia, en esta formación no solo juega un papel esencial la institución infantil sino también la familia, siendo esta la primera escuela en que se educa el niño. Dadas las circunstancias actuales y los cambios ocurridos en el país, es imprescindible el esfuerzo de todos los factores que determinan su formación y que sean capaces de actuar acorde con las exigencias sociales.
La educación se inicia en la familia desde la concepción del niño, está basada en experiencias, y en el ideal que se tiene de niño. Este escenario no siempre determina el comportamiento y actuación o manifestación libre, abierta, de placer, ni siempre se constituyen los adecuados, dadas sus características individuales.
De ahí que se deba tener en cuenta las particularidades psicológicas de la edad en la atención a la formación y desarrollo de la conducta. Esta constituye una etapa de gran plasticidad del cerebro donde las estructuras bio-fisiológicas están en plena fase de maduración y desarrollo, provistas de una enorme sensibilidad para asimilar la experiencia social. Tal proceso ocurre en una muy directa relación con las condiciones mentales y las particularidades concretas situacionales en las que se desenvuelve su vida.
Al referir situaciones relacionadas con la educación de los niños, fundamentalmente en aquello que su comportamiento se aparta de la norma para esta etapa, con frecuencia se les escucha pronunciar a las familias términos como: niños difíciles, con alteraciones en la conducta o desviaciones. Tales expresiones, lejos de ayudar en su educación se convierten en obstáculos para la comprensión del trabajo diferenciado con ellos.
ParaVigotsky (1989) no existen niños difíciles, sí niños diferentes unos de otros, se plantea el término por conveniencia práctica o desconocimiento. Esta reflexión resulta más atinada. Solo conociendo las particularidades del desarrollo de los niños, sus necesidades, y organizando un correcto horario de vida, conjuntamente con la atención a las individualidades, para desarrollarlos de forma integral, es que se puede tener acceso a conocimientos necesarios para llevar a cabo la tarea de educarlos. La familia está llamada a cumplir este noble propósito.
El nivel cultural de la familia es importante, y elevarlo cada día más debe estar entre sus propósitos. No obstante, esto no es determinante para asumir una posición en la educación de los hijos. Debe priorizarse la sensibilidad, para asimilar lo que es preciso, estar atento a todo lo que la institución infantil aporte para esa preparación, unir los criterios que posibiliten una estrecha relación para accionar en correspondencia con las necesidades de educación de los hijos.
Entre la familia y la institución infantil deben establecerse relaciones de interdependencia y colaboración, protagónica y responsable (González& González, 2015). Esto no significa la solución de todas las contradicciones entre ambas, pero sí permite la coordinación y coherencia de las influencias educativas en una misma dirección.
Sin embargo, de manera significativa se observan niños con manifestaciones de agresividad, hiperactividad y miedo, a la vez que se evidencia la existencia de insuficiencias en la participación de la familia en las escuelas de padres, desinterés por el desarrollo integral de sus hijos, desconocimiento de las características de la edad, incorrecta utilización de procedimientos educativos así como escasa participación en las actividades convocadas por la institución infantil.
En este artículo se presentan algunos de los resultados del proyecto de investigación: “Influencias de las agencias y agentes socializadores en la educación integral de la personalidad en niños, adolescentes y jóvenes”. El objetivo fundamental se dirigió a la elaboración de acciones educativas encaminadas a fortalecer la orientación de la familia para el cumplimiento del rol protagónico con la institución infantil, en la atención a las conductas no habituales: hiperactividad, agresividad y miedo de los niños de la educación preescolar
Consideraciones teóricas sobre el papel de la familia en la atención a las conductas no habituales de los niños de la Educación Preescolar
La familia es símbolo de plenitudes humanas. Nada extraño sería evocarla nuevamente, como uno de los temas más encomiables y debatidos en la actualidad. No sería una trivialidad decir, que cuando se vive en familia y se asume su realidad en las vidas, es que se es somos verdaderamente humano. Es indispensable referirse a ella, no como un tema agotado, sino como la revelación de lo nuevo, y fuente de inspiración y existencia.
La familia se considera como la unión de dos personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia. (Arés& Benítez, 2009).Es, entonces, en la familia donde se satisfacen necesidades materiales y espirituales, se establecen relaciones afectivas estables, se manifiestan importantes motivaciones psicológicas, se identifica y se desarrolla un fuerte sentimiento de pertenencia, se enfrentan y se tratan de resolver los problemas de la vida en convivencia. Igualmente es en este contexto familiar donde se desarrolla una dinámica mediante la comunicación, la adaptabilidad y la cohesión, la identidad, el sistema de creencias, valores, vivencias, motivaciones y proyectos de vida.
Por lo tanto, como ente educativo, promueve el estatus del niño que a ella pertenece. Esto es sobre la base del legado histórico–social que la sustenta, con la participación de otras instituciones y organizaciones, de modo cohesionado.
La interacción, familiar y con otros adultos, genera espacios privilegiados para aprender pautas de conductas que se dan en familia. Al mismo tiempo, esta influye en el aprendizaje por modelo parental, que es cuando los niños se identifican con la conducta de sus progenitores. Ellos son los modelos más eficaces con los que cuentan como ejemplos a seguir, estos modelos positivos y negativos están conectados con las relaciones que se dan entre los diferentes miembros.
En correspondencia con Fernández (2013), las familias actuales emergen más dinámicas, en medio de transformación de valores y necesidades, de sociedades abiertas al cambio, coexistiendo el modelo hegemónico de familia nuclear junto a una diversidad de uniones familiares en emergencia. De tal forma, no existe una única clasificación de la familia atendiendo a su estructura y su funcionamiento. Ningún criterio de clasificación puede abarcar toda la complejidad familiar, e incluso una misma familia puede presentar diferentes categorías en función del criterio con que se evalúe. La actual complejidad familiar hace que algunas realidades existentes aún no tengan categorías para designarlas.
A pesar de lo antes significado se reconoce un predominio de la familia por uniones consensuales: con un clima emocional afectivo, participación en todas las tareas y la educación familiar. No obstante, dentro de las clasificaciones se encuentra un incremento de familias monoparentales de jefatura femenina: madre sola aportando a la crianza de los hijos debido a divorcios, contratos de trabajo en el extranjero y emigración hacia otros países. También es común la familia nuclear extendida de nuevas nupcias: padres y madres que contraen nuevas nupcias y los descendientes de ambos constituyen una nueva familia.
La familia posee características psicológicas que la diferencian de otro grupo de personas. Es una comunidad de personas que actúa objetivamente como sujeto de la actividad. Su relación se apoya en los contactos personales promovidos por la identificación afectiva, la gran atracción y unidad emocional generada entre sus miembros. Esto estimula la comunidad de intereses, de objetivos y la unidad de acción.
Cuando los niños no pueden contar ni disfrutar de este tipo de vínculo sufren, se angustian o se distorsionan sus sentimientos. Esto puede llegar a afectar sus valores y por lo tanto a los hijos, lo que trae como consecuencia la aparición de conductas no habituales como las mencionadas previamente.
La estructura de las relaciones es sui géneris y propia de cada familia, en dependencia del funcionamiento familiar. El estatus que cada miembro ocupa dependerá del desarrollo de los roles que asume. Ejerce un control peculiar a través de normas y valores específicos que generan determinados mecanismos de regulación sobre sus miembros. Los contenidos de las normas y valores están socialmente pautados, condicionados por la herencia cultural, que se expresa en el contenido de los roles; el modo de ser madre, padre, esposo, esposa, hijo, hija, hermana, hermano.
Los adultos miembros de la familia tienen fuertes vínculos afectivos con los niños, y son un modelo para ellos. Su conducta, ya sea violenta o cariñosa, ansiosa o serena, tiene un potente impacto en la psiquis infantil tan sensible en estas edades. El marco familiar es, como se ha venido significando, el primer eslabón de una cadena de posteriores relaciones humanas que tiene la privilegiada situación de ser la base de todos los demás.
La influencia de la figura de apego, la imitación o identificación con los progenitores y la disciplina parental, son insustituibles para aprender pautas de conductas. Es significativo también el rol de ambivalencia de los nuevos convivientes luego de que una familia se reconstituye. El miembro desconocido del matrimonio debe enfrentarse a conflictos frente a la crianza de los menores, papel en el que puede ser excluido o demasiado empoderado. Estas familias requieren crear nuevos proyectos para que los vínculos sean efectivos.
Se asumen las funciones de la familia abordadas por Álvarez & Arés (2005), quien reconoce como importantes: biosocial, económica, cultural, y educativa.
Álvarez (2017) abunda en que una de las funciones familiares, que es la económica (encargada de proporcionar el sustento material de sus miembros), se ha manifestado sobredimensionadamente en Cuba desde la primera investigación nacional realizada en 1989 por el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas. Esta tendencia confirma que muchos núcleos desplazan la función educativa de la familia, debido a que tiempo y esfuerzos se concentran más en exigencias materiales como la alimentación y el vestir. Las mujeres se recargan demasiado pues, sin descuidar su profesión, deben dedicar mucho tiempo a las labores domésticas y a los cuidados de personas dependientes como los menores y mayores de edad, quienes cada día son más en los hogares.
Hoy estamos ante una familia cubana caracterizada por la heterogeneidad en cuanto a su estructura y composición, en cuanto a sus condiciones socioeconómicas, a sus estrategias de vida, valores y en cuanto a la inscripción de estas diferencias en la subjetividad familiar y en la de sus integrantes(Fernández, 2013).
La realidad familiar y en especial las que tienen hijos en edad preescolar demanda una marcada necesidad de orientación (Redruello & de Andrés 2015). Esto es para que pueda cumplir su función educativa y rol protagónico en la atención a las conductas no habituales de sus hijos.
¿Qué se entiende por desarrollo integral? ¿Cómo identificarlas manifestaciones de las conductas no habituales agresividad hiperactividad y miedo en los niños de la educación preescolar desde la orientación y diagnóstico a la familia?¿Qué se asume por conducta no habitual?¿Cómo lograr la comprensión del proceder pedagógico por la familia, y que asuma su rol protagónico?
La comprensión del rol protagónico de la familia y la institución en la educación integral del niño requiere del conocimiento profundo de cómo ocurre su proceso educativo, que se asuma que la educación promueve, guía, conduce e impulsa ese desarrollo, y que se tienen que observar determinados requerimientos que son indispensables, tanto en el hogar como en la institución.
Entre los requerimientos que exige la educación preescolar para un proceso educativo de calidad nos encontramos.
Comprender el proceso educativo de calidad significa verlo en la integralidad de sus componentes y contenidos rectores que responden al desarrollo integral que se aspira para los niños de 0 a 6 años. Desarrollo integral: Estado nutricional, desarrollo físico, normas de comportamiento social, cualidades personales, primeras instancias morales, procesos psíquicos y salud.
Es importante señalar que el desarrollo integral solo se parcializa para su estudio, el diseño de acciones hacia un fin previsto, incluye la atención de ese fin, desde todos los componentes. Es así que la atención a las conductas no habituales requiere de la preparación de la familia, y de todos los implicados en su proceso educativo para que se potencie la atención integral, concurriría en un error solo centrarla en las primeras instancias morales, las normas de comportamiento social y las cualidades personales, serían acciones ciegas si no son tenidas en cuenta las restantes como un todo integrado.
Bell (1995) al referirse al término conducta refiere que es el modo y la forma individual, peculiar, que tiene cada persona de manifestarse en su medio social, la cual se caracteriza por determinados objetivos, motivaciones y actitudes, que se corresponden con determinadas particularidades del desarrollo en el período evolutivo que se valora.
Lo cierto es que en determinados niños se presentan manifestaciones conductuales que se apartan significativamente de lo esperable, que no suelen ser las más habituales o características en su edad, y se reconocen como conductas no habituales; que requieren de una atención oportuna para que no devengan en una alteración de la conducta en etapas posteriores de su desarrollo. En ambos casos se precisa de una adecuada orientación, manejo o tratamiento particular sobre aquellos comportamientos que están provocando una significativa variación de lo que se considera es lo adecuado, habitual o más típico.
Lo primero que se tiene que cuestionar es si es posible utilizar el término de alteración de conducta en un niño cuya personalidad no está aún conformada. Esta se caracteriza por una continua variación en su desarrollo y en una constante transformación física y mental.
La respuesta estará en dependencia, muy probablemente, de la propia aceptación de qué constituye la normalidad y de qué es una variación de su comportamiento, que se aparta de la habitual, a la cual podríamos denominar conducta no habitual. Lo esencial está en la capacidad de darse cuenta, que el hecho no pase desapercibido (Martínez, 2002).
Por tanto, si este período del desarrollo infantil en plena conformación de las características y particularidades bio- psico – fisiológicas y sociales, no dejan margen para el análisis y asume la denominación conductas no habituales.
Tan es así que para atender y solucionar conductas no habituales en los niños preescolares, en la mayoría de los casos, basta que se transformen los métodos educativos utilizados, y se incida sobre la causa, que modifique las condiciones quela provocaron para que se aminore la intensidad de las manifestaciones y progresivamente se consiga la erradicación de los mismos.
Es significativo comprender que la conducta no habitual puede ser muy relevante, pero si no se vuelve permanente o muy frecuente, es probable que no constituya un problema y solo obedezca a factores situacionales temporales que la provocan, y luego cesan con la adecuada atención, este particular se reitera para la comprensión de la necesidad de la atención educativa oportuna,
Al referirse a la atención que necesitan los niños con estas manifestaciones Martínez (2002) plantea que solo se puede valorar que estamos frente a una real alteración de la conducta, después que las acciones educativas realizadas para resolver la problemática observada en el niño hayan resultado inoperantes. Este autor añade además que, en su experiencia, en esta etapa no se han dado casos que en sus porcentajes la justifiquen como propios de la etapa.
Entre otros elementos podemos precisar que los niños que tienen insatisfechas sus necesidades afectivas, intelectuales, emocionales, o sociales. No respeto a los horarios establecidos, procedimientos rígidos y autoritarios, repetidos cambios de pareja por los padres, familia desorganizada o disfuncional; suelen presentar conductas no habituales. Dentro de las más frecuentes en este grupo atareo se encuentran la hiperactividad, agresividad y miedo.
La hiperactividad: es el cambio continuo de una actividad a otra, que se manifiesta en una gran intranquilidad, ajena a la voluntad del niño, por lo que no cesa ni disminuye con órdenes dirigidas al pequeño, responde sin terminar de escuchar la orientación de la tarea, interrumpe, se va del hogar, no se concentra porque afecta la posibilidad de concentración de la atención. La hiperactividad se asocia a la falta de atención lo cual dificulta entonces el proceso de aprendizaje del niño, independientemente de su edad. Esto hace que no realicen bien las actividades que inicia y generalmente no concluye, lo que lleva a pensar que no comprenden y se les achaquen problemas de inteligencia, que realmente no tienen(Sosa, 2006).
La agresividad: los niños agresivos se caracterizan por una intranquilidad constante, mantienen una actitud defensiva agresiva, están prestos a pegarle a sus compañeros, empujarlos, no piden lo que desean, gritan, son rechazados, no se concentran, descuidados con la propiedad social y personal, interrumpen, no comparten, gritan, insultan, quieren ser el centro de todo, muerden, añoran lo ajeno, generalmente son niños con carencias afectivas o sobreprotegidos (Sosa, 2006).
La tendencia de muchas familias en nuestro medio a educar a los niños bajo la agresión física y verbal es tan frecuente que pudiéramos considerarla como una de las causas principales del surgimiento y desarrollo de esta conducta no habitual; es el producto de un proceso de educación y de vivencias muy personales, es una respuesta condicionada por la vida social del niño.
El miedo: los niños que presentan miedo como conducta no habitual muestran inseguridad, al punto de paralizar sus respuestas, hablan poco, y cuando lo hacen sulenguaje es inaudible y a veces incoherente en medios que no son familiares para él,temen a personas desconocidas, y a ser objeto de burlas ante equivocaciones, buscan la protección de adultos conocidos, no se defienden con facilidad ante las conductas agresivas, lloran con facilidad, se muestran ensimismados aparentemente, dan quejas en ocasiones de manera solapada para no hacerse notar, se aíslan con facilidad, se inhiben con facilidad, en ocasiones presentan sudoraciones, no saben qué hacer con sus manos, ojos, que no se atreven a mirar de frente.(Sosa,2006).
Son diversas las vías que se utilizan en el cumplimiento de la orientación de la familia para que esta pueda asumir su rol protagónico en la educación de los hijos; a través de la institución infantil se priorizan dos: individual y grupal En la vía grupal se encuentran, las reuniones, talleres, el mural de orientación familiar y la actividad conjunta.
En la individual: las visitas al hogar y el intercambio familiar.
En la investigación se privilegian la actividad conjunta y visitas al hogar; a modo de enriquecer esta preparación se tienen en cuenta otras vías no institucionales creadas para estos fines como: spot televisivos, volantes, folletos, plegables, bibliografía especializada en revistas, libros, soporte electrónico, películas, videos que no se desestiman , aunque se hace énfasis en las vías inicialmente citadas.
Para la aplicación de las acciones se seleccionó el Círculo Infantil José Mastrapa, enclavado en el Consejo Popular 4, del Reparto Casa Piedra de Las Tunas, municipio cabecera de una de las provincias orientales de Cuba. Este consta con una matrícula de 172 niños y 166 familias, por existir 6 con gemelos en el centro, la propuesta se aplican en el salón de 5to año de vida con una matrícula de 32 niños y 31 familias. En Hernández (2009) se puede profundizar en este estudio que se hizo.
Para realizar el estudio se utilizan: la observación lo cual permitió la caracterización de la familia y los niños; por su parte la entrevista posibilitó explorar el conocimiento que posee la familia sobre las conductas no habituales; con la utilización de la encuesta se conocieron las opiniones, valoraciones, puntos de vista relacionados con el tema que se investiga, la modelación para la realización de las acciones. La estadística permitió procesar e interpretar la información recopilada. De aquí emergen las dimensiones y los indicadores para la propuesta de acciones que se muestran en la tabla 1
Para la evaluación de la variable dependiente se asumen las categorías.
Siempre: S. Ocurrirá cuando la familia demuestre conocimientos de todos los indicadores de las dimensiones.
A Veces: A V. Ocurrirá cuando la familia demuestre conocimientos de al menos el 50% de los indicadores de las dimensiones.
Nunca: N. Ocurrirá cuando la familia demuestre desconocimiento de los indicadores de ambas dimensiones.
Por las características de la institución todos los padres son trabajadores; en su nivel cultural hay un predominio de nivel Superior y Medio Superior, lo que constituye una fortaleza o potencialidad para estimular la atención y prevención a las conductas no habituales. Por la composición familiar estas se tipifican como: nucleares16, extendidas de nuevas nupcias10 y monoparentales de jefatura femenina.
En las principales actividades planificadas en la institución para estos fines; participan de forma sistemática (15) madres o abuelas, en ningún caso padres, el resto de las madres lo hace de manera esporádica o a solicitud directa de la educadora. Sus principales preocupaciones se relacionan con la alimentación, el aseo o resolver alguna queja personal no relacionada con la educación de los hijos.
Se corrobora también que la preparación que reciben generalmente se queda en el saber del que asiste a la actividad y no socializa con el resto de los miembros de la familia, esto genera contradicciones en los procedimientos educativos que se aplican lo que trae como consecuencia que los mismos se caractericen por un profundo carácter empírico, muy apegado a la tradición en la educación que aporta cada familia que no siempre se corresponden con los que se requieren.
Lo antes descrito demuestra que aún las acciones educativas que se ejecutan en con la familia no son suficientes ni se acercan a lo esperado para un grupo, y muy escasos en otros; lo que trae como consecuencia que son mayores las carencias de preparación vista desde la dirección que se asume por los docentes del salón que sigue lo normado en el programa educativo.
Teniendo en cuenta los resultados iniciales (tabla 2), se reconoce la necesidad de profundizar aún más en sus potencialidades y necesidades, para la estimulación del desarrollo integral desde un proceso educativo de calidad por la familia, como continuidad del proceso educativo que se lleva a cabo en la institución.
Las principales instancias morales que constituyen potencialidades en el desarrollo integral de los niños son el amor a todo lo que les rodea y la amistad. Las normas de comportamiento social que se ven más afectadas son: pedir permiso, por favor, disculparse y las relacionadas con las cualidades personales; ayudar a los demás, compartir, distinguir lo bueno de lo malo.
Es insuficiente la participación de la familia en las actividades planificadas por la institución dirigida a su preparación para asumir un rol protagónico en la educación de sus hijos. Generalmente no reconocen en sus hijos manifestaciones de conductas no habituales, los disculpan y justifican.
En el grupo se corroboran manifestaciones de miedo, agresividad e hiperactividad justificadas por la familia, en todos los casos, de la muestra seleccionada, se asocian a la edad, la ocasión, y otras situaciones.
La actividad pedagógica conjunta y su estructura.
Forma de realización de la orientación a la familia con la participación de niños, ejecutor y otros agentes educativos. Se utiliza tanto para la atención individual como para la grupal y consta de tres momentos.
Primer momento. Explicación por la familia de la actividad realizada en el hogar. ¿Qué hicieron?¿Cómo? y resultados.
El ejecutor u otro agente educativo explica y demuestra las actividades o los contenidos que se desarrollarán: ¿Qué? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Con qué? ¿Cómo hacerlo? .Las familias se ponen de acuerdo en las acciones que realizarán y cómo lo harán para estimular el mejor desarrollo del niño brindando ayuda cuando resulte necesario.
Se tiene en cuenta el dominio de las características del desarrollo socio moral de los niños.
Dominio de los procedimientos educativos para la atención a las conductas no habituales de los niños del quinto año de vida en condiciones del hogar.
Segundo momento: Realización y conducción práctica por las familias con los niños de lo orientado por el ejecutor u otro agente educativo.
Observación del desempeño de las familias y otros miembros de la comunidad para valorar sus potencialidades como posible ejecutor.
Tercer momento.: Concluye la orientación a la familia. Análisis de lo realizado y otras maneras de hacer lo orientado. Propuesta de otros medios que pudieran emplearse: utilización de la demostración, imitación, narración, modelación, relación emocional positiva, relación de apego seguro.
Conocimiento de las primeras instancias morales, las normas de comportamiento social y las conductas no habituales. Se aclaran dudas y se ofrecen orientaciones para la continuidad de acciones educativas en el hogar.
En esta sección no se presenta en detalles cada una de las acciones propuesta por una cuestión de espacio. Esto puede ser consultado para mayor profundidad en Hernández (2009).
Acción 1. Reunión inicial
Tema: Las potencialidades y necesidades de la familia para el cumplimiento de su rol protagónico en la atención a las conductas no habituales para el desarrollo integral de los hijos en condiciones del hogar.
Objetivo: Reflexionar sobre el papel protagónico de la familia en la educación de los hijos y la necesidad de su preparación para el logro del desarrollo integral desde las acciones concebidas en correspondencia con las necesidades y potencialidades de cada una.
Desarrollo: La investigadora después de dar la bienvenida a las familias pide a un padre por favor dé lectura a una parábola nombrada “El arcoíris”
¿Qué enseñanza les transmitió la parábola nombrada El arcoíris?¿Por qué todos somos importantes? Seguidamente da a conocer el objetivo de la reunión profundizando en la importancia que tiene la participación de todos los miembros de la familia en la educación de los hijos con una adecuada preparación, permitiendo así la unidad de criterios y propiciar un adecuado desarrollo integral de sus hijos.
Presenta la “caja de las sorpresas” la cual contiene una serie de interrogantes y orienta agruparse en 4 equipos para dar respuesta a cada una, al finalizar las intervenciones explica el objetivo de las acciones y se ponen de acuerdo para distribuir las tareas del mural, visitas al hogar, talleres y la actividad conjunta, así como los responsables de cada equipo. Las interrogantes son las siguientes: ¿A qué llamamos protagonismo familiar? ¿Qué es orientación familiar? ¿Cuáles son los aspectos que se tienen en cuenta para lograr en los niños desarrollo integral?¿Cómo podemos conocer las necesidades y potencialidades para lograr el desarrollo integral?
Escucha las opiniones, sugerencias y orienta la fecha de la próxima acción. Da las gracias por su participación además de sugerir traer otros miembros de la familia a las actividades. Reparte para la próxima actividad volantes con las características psicopedagógicas de los niños del quinto año de vida, observarán el comportamiento de los niños en las diferentes actividades para valorar cuál de esas características son más notables en cada uno y cuáles no reconocen entre las características de sus hijos.
Acción 2. Tema: Visita al hogar
Objetivo: Demostrar a las familias el tratamiento a las primeras instancias morales en condiciones del hogar.
Desarrollo: Crear un clima favorable de intercambios, demostraciones, valoraciones sobre el tratamiento a las primeras instancias morales en condiciones del hogar. Precisar ¿qué es una instancia moral?, ¿cómo se puede formar?, ¿qué momentos son los más propicios?, ¿qué procedimientos son los más adecuados?
Los padres visitantes estarán atentos para seguir el comportamiento de la familia en su relación con los niños en la atención de las primeras instancias morales en condiciones del hogar.
La familia explica las acciones desarrolladas en el hogar según lo orientado en las actividades conjuntas; demuestra y muestra algunos de los procedimientos utilizados para el tratamiento a las conductas no habituales como la narración de cuentos infantiles, análisis de los personajes negativos y positivos insistir en ¿a quién se quiere parecer él y por qué?, conversan sobre cómo se ha manifestado el niño en el hogar y cómo ha actuado ella ante estas manifestaciones.
Se orienta a la familia por parte de los visitantes como se pueden utilizar fragmentos de dibujos animados que tienen en el hogar, el juego con los amiguitos, los cuentos infantiles, el ejemplo personal a través de preguntas que el niño sienta que estás jugando. ¿Como quién te gustaría ser? ¿Por qué? ¿Por qué siempre deseas jugar y ser el lobo? ¿Qué piensas del cerdito que hizo la casa de piedras? ¿Si tú quieres un juguete de tu amiguito cómo le dirías? ¿Y si no te lo presta?
Conclusiones Se le agradece a la familia en especial al niño la oportunidad de compartir orientaciones y se les dice que lo han hecho muy bien que nos vamos satisfechos con lo observado.
Acción 3. Actividad conjunta. 2do momento
Asunto: Cómo es mi niño y qué hago para educarlo mejor.
Objetivo: Demostrar a la familia la importancia del conocimiento del dominio de las características psicopedagógicas de los niños y los procedimientos para su educación y desarrollo.
Desarrollo. Primer momento.
Después de la lectura y análisis del volante precisando las características psicopedagógicas de los niños se les pide a los padres la explicación de la actividad realizada en el hogar. ¿Qué hicieron?, ¿Cómo lo hicieron? y resultados obtenidos.
¿Cuáles procedimientos creen ustedes se pueden utilizar para el cumplimiento de la función educativa de la familia en el hogar?
La psicóloga madre del niño y la investigadora después de escuchar las respuestas, explican, y demuestran los procedimientos educativos seleccionados para esta actividad; el papel del ejemplo, la demostración, la persuasión, conversaciones, relaciones afectivas positivas (besos, abrazos, caricias), el juego.
A través del juego en la familia, se van a utilizar situaciones pedagógicas para que el niño tenga que proponer soluciones, y tomar decisiones. Se ponen de acuerdo en las acciones que realizará cada familia para poner en práctica los procedimientos educativos.
Segundo momento.
Hoy vamos a realizar con mamá y con papá el juego a la casita.
¡Ya está lista la comida y llegó una visita!, ¿qué hago?, ¿Quién me ayuda a organizar la mesa?, ¿Qué necesitamos?, ¿Qué otra cosa no puede faltar en la mesa? Insistiendo en que se expresen de forma correcta.
Cada familia según su rol realiza las acciones con sus hijos y las demuestra de ser necesario insistiendo en que participen y se comuniquen.
Es necesario observar todas las normas de cortesía, saludar, dar las gracias, invitar a comer; referido a los hábitos de mesa sentarse correctamente, hablar en voz baja y cuando no se tenga la boca llena, usar todos los cubiertos y la servilleta correctamente, no retirarse de la mesa sin pedir permiso a los demás, mantener una atmósfera agradable.
Al culminar la comida, compartir la recogida de la vajilla, fregar, organizar, conversar con la visita sin molestar. Crear situaciones donde tengan que dar las gracias, pedir permiso, disculparse. Despedir a las visitas, pedir que regresen otro día, los visitantes agradecer las atenciones invitarlos a su casa.
Tercer momento
Analizar qué pasó, cómo lo hicieron, qué procedimientos fueron los más utilizados, cuáles fueron de mayor dificultad.
En cuáles de las características psicopedagógicas de los niños se nota mayor debilidad. Dar orientaciones colectivas e individuales sobre la próxima actividad que consiste en el saber sobre las funciones del mural y los mensajes educativos que se muestran en él.
Acción 4 Actividad conjunta. Tercer momento. Con la participación de la familia que hará la función de familia y niño, por las características del tema que se aborda.
Tema: Aprendiendo en colectivo.
Objetivo: Reflexionar sobre las conductas no habituales y los procedimientos educativos a utilizar en condiciones del hogar.
Desarrollo Primer momento.
Explicación por la familia de la actividad realizada en el hogar: ¿Qué hicieron?, ¿Cómo lo hicieron? y resultados alcanzados. El ejecutor u otro agente educativo explican y demuestran las actividades y los contenidos se van a desarrollar, insistiendo en el ¿Qué?, ¿Para qué?, ¿Con qué?, ¿Por qué?, ¿Cómo hacerlo?
Las familias se ponen de acuerdo en las acciones a desarrollar en el socio drama donde aplicarán los diferentes procedimientos educativos. El papel de cada familia dependerá de su caracterización, las necesidades y potencialidades del niño.
Segundo momento. Realización del socio drama según metodología. Significando cómo atender a las conductas no habituales a través de los procedimientos educativos y el dominio de las características de los niños.
Tercer momento. Analizar qué pasó, cómo lo hicieron, qué procedimientos fueron los más utilizados, cuáles dieron más trabajo.
En cuáles de las características psicopedagógicas de los niños se nota mayor debilidad. Dar orientaciones colectivas e individuales.
Respetar el horario de vida de los hijos. Atenderlos siempre de manera solícita. Si están ocupados en otras actividades relegarlas a un segundo plano siempre quesea posible, de lo contrario hacerlos comprender. Hazlo sentir importante para ti y todos los miembros de la familia.
Aprovecha todo momento para conversar con ellos sobre las bellezas del entorno, resaltar las buenas acciones observadas y realizarlas de forma tal que sirva de modelo a imitar. Sentarse con los hijos a ver los dibujos animados, videos infantiles, lecturas de textos infantiles, narraciones de cuentos y luego exaltar las cualidades positivas de estos.
Siempre la familia debe aunar criterios en la educación de los hijos, lo que está mal hecho hoy mañana lo será y dentro de tres meses también así para el resto de sus vidas; estimularlos cuando hay logros, no abochornarlos cuando algo sale mal, estimularlos a esforzarse y salir adelante. Las relaciones de apego deben ser seguras. No mentir delante de ellos, ni crear discusiones, no hablar mal de los demás miembros en presencia de los niños.
Se les orienta que para la próxima actividad van explicar cómo propician en sus hijos las normas de comportamiento social: saludar, despedirse, agradecer, brindar, pedir por favor.
Acción 5. Actividad Conjunta.
Tema: Sugerencias para mi familia.
Objetivo: Demostrar procedimientos educativos a utilizar en la atención a las conductas no habituales en condiciones del hogar.
Primer momento. Conversación con las familias sobre las anotaciones que hicieron de los procedimientos educativos que utilizaron en el hogar en los diferentes momentos educativos. Análisis comparativo de las observaciones realizadas en las visitas y lo expresado por la familia sin lastimar susceptibilidades para hacer notar en los aspectos que aún falta profundizar y que dan origen a la actividad del día, el dominio de los procedimientos educativos y de cómo evaluar los progresos en la educación y el tratamiento a sus hijos.
Se motiva a las familias diciéndoles que van a hacer un juego que se llama: El amigo cartero, el trae cartas para los padres que serán leídas por los equipos formados y a partir del análisis del contenido de las cartas, ofrecerán recomendaciones para la solución a los problemas que se plantean. También se van a preparar para hacer una demostración de cómo proceder en esa situación.
2do momento. Lectura y demostración por las familias
3er momento. Se analiza con las familias el desarrollo de la actividad y qué objetivo se cumplió con la misma, se les explica cómo realizarlo en el hogar:
• Los niños con conductas no habituales de agresividad hay que darles desde el primer momento confianza y seguridad en sus potencialidades, hay que resaltar sus logros y éxitos, estimularlos a que sean amables; enseñarles que unas veces tienen la razón y otras no; en vez de amenazarlos y agredirlos, hay que advertirle con mesura y justeza, conversar sistemáticamente sobre sus errores.
• Los niños con miedo hay que estimularlos a que se expresen de manera libre y espontánea, dejarlos correr, saltar, tocar, curiosear e investigar todo lo que quieran, procurar juegos donde tengan necesariamente que relacionarse con los demás; cuando estos no juegan hay que estimularlos, ofrecerles juguetes, jugar con ellos, nunca obligarlos a que jueguen en grupo, sino guiarlos inteligentemente hasta que la actividad se haga natural.
• Los niños hiperactivos necesitan que se les organicen las actividades sin disminuir su espontaneidad, su iniciativa, siempre escucharlos y tenerlos en cuenta; los juegos que requieran su concentración como el dibujo, construcción, armar rompecabezas, los de movimientos como correr, saltar, entre otras y todos deben tener reglas y esté obligado a respetarlas.
• Nunca se debe reducir la actividad de los niños obligándolos a sentarse o castigarlos mediante la prohibición de los movimientos, esto genera ansiedad y multiplica su incontrolable actividad motora. No hacer valoraciones negativas esto los daña, los cambios dependen de la familia.
• Dale un beso y un abraso a tu niño. Dile que lo quieres mucho. Demuéstrale que lo quieres mucho con caricias, miradas tiernas, sonrisas, hazlo reír. Expresa con palabras diferentes lo importante que es para ti.
En Hernández (2009) se muestra cómo se procedió hasta obtener los resultados que revelan la categoría para cada uno de los indicadores. Además, en esa tesis en opción al Título de Máster en Ciencias de la Educación se puede acceder a una valoración global de los mismos.
Las familias expresaron criterios favorables sobre las acciones educativas evidenciados en el cambio actitudinal de estas y en las manifestaciones de los niños. Hicieron reflexiones como las siguientes:
Los niños que presentaban manifestaciones de agresividad: generalmente, piden por favor, permiso, dan las gracias, se disculpan, y agradecen, prestan sus juguetes, se concentran el tiempo establecido principalmente en las actividades programadas.
Por su parte los que se manifestaban con conductas no habituales de hiperactividad esperan su turno para responder. Escuchan la orientación que da la educadora sobre de la tarea; no interrumpen, concentran más su atención. Dado porque se les da mayor atención a sus necesidades en el proceso educativo. Esto propicia que realicen bien las actividades que inician y las concluyan con éxito.
Con respecto a la conducta no habitual miedo los niños se muestran más seguros, participan espontáneamente en las actividades, y se comunican con sus coetáneos con un lenguaje claro y coherente. Perdieron el temor a las personas desconocidas; se defienden ante cualquier amenaza sin agresión. Se integran al grupo y participan con alegría y miran de frente a los otros cuando se comunican.
El cambio de actitud demostrado por la familia fue notable, pues aun cuando no les correspondía la actualización del mural se mostraron interesados en socializar sus experiencias en la confección de los mismos, además de buscar todos los materiales necesarios.
La familia asiste a las actividades que planifica la institución educativa, se acercan para socializar sus experiencias y solicitan nuevos temas de preparación. Realizan búsqueda de bibliografía relacionada con las características de sus hijos y socializan con el grupo.
Se sienten comprometidas con la educación de los niños vista desde el desarrollo integral y el proceso educativo de calidad.
Son capaces de utilizar procedimientos educativos acordes a las características y necesidades de sus hijos.
Las conductas no habituales se fueron eliminando de forma paulatina y los niños se incorporaron al grupo sin agresiones, llantos, miedos tanto en el Círculo Infantil como en condiciones del hogar.
La familia necesita de una orientación al desarrollo integral de sus hijos; que esta sea comprometida, con interdependencia. Para ello es preciso acudir a aspectos relacionados con las características de los niños, los procedimientos educativos por utilizar y la importancia de la atención individualizada según las manifestaciones de conducta.
La orientación familiar evolucionó de una actitud pasiva y dependiente de la familia en la institución con preocupación por aspectos asistenciales; a una orientación dinámica, participativa, orgánica, de compromiso protagónico para el logro del máximo nivel de desarrollo integral posible de todas las potencialidades de cada niño.
La implementación de las acciones logró un cambio actitudinal en las familias y en los niños.