Yoenia Zaldivar Guzmán *
Jixy Martínez Galiano **
Yaima Demósthene Sterling***
Universidad de Las Tunas, Cuba.
yguzman@ult.edu.cu
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es ofrecer a los agentes socializadores de los contextos educativos escuela, familia, comunidad sugerencias de acciones a desarrollar,que les permita establecer un intercambio constante, certero, intencionado, que responda a las necesidades y potencialidades de los escolares con Trastorno del Espectro de Autismo incluidos en el Seminternado Toma de Las Tunas; a partir del análisis del modelo de la Educación Primaria y de otros documentos que estipulan las funciones que a cada agente le corresponde; en aras de lograr la máxima participación de los mismos en los diferentes procesos que se organizan en la escuela; favoreciendo así la inclusión educativa del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo.
Palabras claves: agentes socializadores- Trastorno del Espectro de Autismo - modelo de la Educación Primaria - inclusión educativa.
Abstract
The objective of this work is to offer the socializing agents of the educational contexts school, family, community suggestions of actions to be developed, which allows them to establish a constant, accurate, intentional exchange that responds to the needs and potential of the students with Disorder of the Autism Spectrum included in the Las Tunas Tomato Seminary; from the analysis of the Primary Education model and other documents that stipulate the functions that correspond to each agent; in order to achieve the maximum participation of the same in the different processes that are organized in the school; thus favoring the educational inclusion of the school with Autism Spectrum Disorder.
Keywords: socializing agents- Autism Spectrum Disorder - Primary Education model - educational inclusion.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yoenia Zaldivar Guzmán, Jixy Martínez Galiano y Yaima Demósthene Sterling (2018): “Los agentes socializadores en la inclusión de los escolares con trastorno del espectro de autismo”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (junio 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/06/escolares-trastorno-autismo.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1806escolares-trastorno-autismo
INTRODUCCIÓN
La inclusión constituye una prioridad de la educación cubana, particularmente de la Educación Especial, la cual, legalmente y desde su fundación, posee un carácter inclusivo; que se evidencia en la preparación de todos los sujetos que a ella asisten para lograr su incorporación a la sociedad, después de ofrecerles las herramientas necesarias, que les permitan su participación en la misma, de manera independiente.
El carácter inclusivo de nuestra educación se encuentra a su vez legislado desde la Constitución de la República, a través de sus artículos 41, 42 y 51 los cuales reconocen ante todo la igualdad de derechos y deberes de los que gozan todos los ciudadanos; fundamentalmente el derecho a la educación gratuita, en aras de ofrecer la oportunidad a cada niño o joven, cualquiera sea la situación económica de su familia; sin distinción de raza, color de la piel, sexo, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana, de disfrutar de la enseñanza en todas las instituciones docentes, desde la escuela primaria hasta las universidades, que son las mismas para todos.
Esta idea es respaldada además por los artículos 23, 28 y 29 de la Convención Universal de los derechos de los niños, los cuales, entre otros aspectos, reconocen que el niño mental o físicamente impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente, en condiciones que aseguren su dignidad y faciliten la participación activa del niño en la comunidad, partiendo del derecho que poseen a la educación en condiciones de igualdad, en aras de desarrollar su personalidad, su capacidad mental y física hasta el máximo de sus posibilidades.
Elemento que se pone de manifiesto en la norma 6 de las Normas Uniformes para la Equiparación de Oportunidades de las Naciones Unidas (Naciones Unidas, 1993), la cual afirma la igualdad de derechos a la educación de los educandos, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad y declara que la educación debiera darse en “contextos escolares integrados” y “en el contexto de la escuela regular”
En Cuba, inicialmente, la Educación Especial se caracterizaba por preparar a los escolares con necesidades educativas especiales en las escuelas creadas con este fin, pero actualmente de lo que se trata es deque los mismos reciban una atención de calidad en cualquier contexto que garantice su máximo desarrollo; posición que genera la adopción de un papel cada vez más activo de todas las educaciones; lo que compromete a la Educación Especial a cumplir un rol protagónico como centro de recursos y apoyos, orientando a las diferentes educaciones sobre las vías y métodos a utilizar para ofrecer una atención de calidad que facilite su inclusión.
De lo que se trata es de ofrecer en cualquier contexto educativo una educación de calidad. Elemento que se pone de manifiesto a su vez en el lineamiento número 145 del Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social, el que insta a continuar avanzando en la elevación de la calidad y rigor del proceso docente – educativo, jerarquizar la superación permanente, el enaltecimiento y atención del personal docente y el papel de la familia en la educación de niños y jóvenes.
A su vez la propuesta del Plan de Acción Nacional para la Infancia, la Adolescencia y sus Familias (PANIAF), para el periodo comprendido entre el 2015 – 2020, plantea como uno de los objetivos de trabajo necesario para lograr la educación de calidad para la vida y el acceso pleno a la cultura, el desarrollo físico, la recreación y su participación activa de los niños adolescentes, jóvenes y sus familias en estos procesos, la necesidad de perfeccionar el Sistema Nacional de Educación, creando las condiciones para un salto cualitativo en la educación cubana, de modo que esta pueda adaptarse a las nuevas condiciones y, sobre todo, posibilitar la participación activa de la escuela, sus profesores y directivos, la familia y la comunidad, en la formación de las nuevas generaciones.
Educación que desde su propio modelo manifiesta que el fin de la escuela primaria debe ser ¨ contribuir a la formación integral de la personalidad del escolar, acorde con el sistema de valores e ideales de la revolución socialista ¨. (Rico, 2008: Pág. 24) fin que se encuentra muy a tono con el de la Educación Especial dirigido a lograr el máximo desarrollo integral de las personas con N.E.E, enfatizando en que debe ser logrado en cualquier contexto que les permita su inclusión.
Materializar lo que legalmente está estipulado debe ser la meta de nuestra educación. No se trata solo de ubicar a los escolares con necesidades educativas especiales en las mismas facilidades que a los restantes escolares, se trata de estar todos dispuestos para recibirlos y ofrecerles la educación de calidad que requieren; ya no solo se debe generar en ellos cambios que les permitan adecuarse a las exigencias de la sociedad, se trata de que la sociedad también se adecue a las necesidades y exigencias de ellos. Ha de lograrse un cambio en el niño y en la sociedad. Es por ello que se hace necesario lograr que los agentes socializadores de la escuela, la familia y la comunidad interactúen con los escolares con necesidades educativas especiales en los diferentes contextos educativos.
Teniendo en cuenta los elementos teóricos antes citados, la incursión en la práctica pedagógica, la experiencia de la autora como egresada de la Educación Especial, los resultados obtenidos en el cumplimiento de las tareas investigativas durante la maestría y la observación a los diferentes procesos que se desarrollan en la escuela primaria declaro las siguientes situaciones problemáticas:
Estas manifestaciones permiten determinar una contradicción que se expresa entre la mayor aspiración social del fin de la Educación Especial: Lograr el máximo desarrollo integral de las personas con N.E.E en cualquier contexto que les permita su inclusión y las dificultades que enfrentan los escolares con Trastorno del Espectro de Autismo para lograr su máximo desarrollo integral y con este su inclusión en el contexto de la Educación Primaria.
DESARROLLO
El término autismo se ha ido reconceptualizando a partir de su clasificación en los documentos que a nivel mundial utilizan los psiquiatras infantiles, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, (DSM). En el DSM-IV constituye el autismo uno de los Trastornos generalizados del Desarrollo y en el DSM-V comienzan a llamárseles a estos Trastornos del Espectro de Autismo. Pero a juicio de la autora lo esencial no es ubicarlos en uno u otro grupo, utilizando un término u otro, sino ofrecerles la mejor atención posible en cualquier contexto que ellos se desarrollen.
Sobre la atención educativa a escolares con Trastorno del Espectro de Autismo se destacan los estudios realizados por Escalona, (2010); Demósthene, (2010) y Campo, (2012). Estos investigadores abordan aspectos relacionados con la evaluación psicopedagógica, la estimulación de la socialización, la educación familiar, temas que por su valor son tomados en consideración por Orosco, (2012) en función de diseñar una concepción pedagógica para la atención educativa a escolares con Trastorno del Espectro de Autismo.
Relacionado con la inclusión educativa de escolares con Trastorno del Espectro de Autismo Borges (2014) y Cobas (2014), sentaron las bases teóricas, metodológicas y prácticas, en este orden, se refieren al papel del diagnóstico para una atención eficaz y profundizan en la preparación del docente para llevar a cabo este proceso, así como la importancia y necesidad de la escuela inclusiva.
Todas estas investigaciones poseen un valor significativo cuando se trata de organizar un proceso de inclusión educativa de los escolares con este diagnóstico, sin embargo, se hace necesario continuar profundizando en los elementos teóricos y metodológicos que orienten a los agentes socializadores sobre qué hacer y cómo para propiciar la inclusión educativa de estos escolares en el contexto de la Educación Primaria.
En este trabajo cobran un valor singular las categorías Trastorno del Espectro de Autismo e inclusión educativa. Relacionado con la segunda categoría Borges (2014) plantea:
“…la inclusión es calidad educativa con equidad, es escuela familia y sociedad donde las personas puedan encontrar en ellas lo que necesitan para desarrollarse… La inclusión implica plantearnos metas reales, es coordinar acciones entre todos aquellos que tenemos la inmensa responsabilidad de formar un hombre reflejo de su época histórica…” (Borges 2014, p. 15)
La inclusión educativa, tal como lo asegura Leyva y Jevey (2014) constituye un reto y una necesidad, que se acrecienta cuando se trata de educar un escolar con Trastorno del Espectro de Autismo, por lo poco común y conocida que es esta entidad diagnóstica para los maestros de la Educación Especial y por ende, para los maestros de la Educación Primaria, cuando estos últimos no reciben una formación inicial para brindar una atención educativa de calidad a esta diversidad de escolares.
Relacionado con la categoría Trastorno del Espectro de Autismo, al analizar la definición que aportan los autores, se aprecia que uno de los criterios comunes que se discute con fuerza es el déficits persistente en la comunicación social y la interacción social a través de los contextos educativos; lo que nos lleva a considerar a los agentes socializadores que interactúan con el escolar con Trastorno del Espectro de Autismo como una vía fundamental para propiciar el desarrollo de estos escolares como resultado de un proceso de inclusión educativa.
En este sentido, Orozco (2012) define el Trastorno del Espectro de Autismo como: “... un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y el comportamiento restringido y repetitivo”. (Orozco 2012, p. 23) Criterio que se asume porque explicita las principales áreas del desarrollo que se afectan en esta entidad diagnóstica, y orienta metodológicamente hacia dónde encauzar las estrategias para propiciar el desarrollo como resultado de una verdadera inclusión educativa.
En diversas partes del mundo e incluso en diversos territorios de un mismo país varía el número de niños con Trastorno del Espectro de Autismo teniendo en cuenta el total de niños nacidos vivos. En nuestro país no podemos considerar que la cifra sea alta e incluso existen provincias donde solo se han diagnosticado diez u ocho casos con esta entidad; pero en la Educación Especial no se trata de cifras, se trata de necesidades educativas reales a las cuales se les debe de ofrecer la mayor atención posible en cualquier contexto en que ellos se encuentren.
Las relaciones que se deben de establecer entre los agentes socializadores para materializar la inclusión nos obligan a desprendernos de falsos criterios y teorías, sin desconocer los avances desde las investigaciones y desde lo que socialmente se ha logrado. La ley de la negación de la negación es un punto de partida importante, así como la necesidad de lograr relaciones cualitativamente superiores entre los agentes socializadores, que favorezca de esta manera el número de agentes que incidan de forma activa en el escolar con trastorno del espectro de Autismo y que logren en su interacción una atención de calidad a este.
El proceso pedagógico de la Educación Primaria debe favorecer el desarrollo, concepto filosófico valioso, del escolar con Trastorno del Espectro Autista y de los restantes agentes socializadores en aras de dinamizar las relaciones que establecen, para ello se ha de tener en cuenta el principio del estudio del fenómeno en su desarrollo, según el cual los fenómenos están en constante movimiento y transformación partiendo de los fenómenos individuales y generales que lo caracterizan. Cada familia, escuela y comunidad tienen elementos particulares que los distinguen, a partir de los cuales establecen sus relaciones. Hemos de conocer primero las potencialidades y debilidades, las posibilidades y realidades de cada uno de los agentes (familia, maestros, especialistas, coetáneos, los agentes de la comunidad y al propio escolar), poniendo en práctica el principio de la objetividad; para sobre la base de estas realidades proyectar el trabajo, lo que necesariamente nos ha llevar a estadios superiores del desarrollo.
Los fundamentos filosóficos, marxistas, leninistas orientan hacia el valor la Sociología como ciencia, dedicada al estudio de las relaciones sociales que establecen los seres humanos, para la cual la Educación del hombre como ser social constituye un elemento de gran valor pues le permite, entre otros aspectos, adaptarse al medio en el cual se desenvuelve e introducir cambios en él, lo que favorece el progreso humano, y demuestra la capacidad que posee de transformar y transformarse, como parte activa de diferentes grupos sociales de los que forma parte; lo que constituye, en el caso específico de esta investigación, de mucho valor pues este agente socializador es capaz de asimilar nuevos conocimientos y utilizarlos coherentemente para materializar la inclusión de los escolares con Trastorno del Espectro de Autismo.
En este proceso es indispensable la dinámica de trabajo que debe orquestarse en la escuela, contexto donde se encuentran los maestros, los especialistas, los coetáneos y el propio escolar con Trastorno del espectro de Autismo, pues es a la escuela como institución social a la que corresponde organizar el proceso pedagógico, en aras de que los objetivos que se propongan se logren con el empeño de todos, incluyendo a los agentes socializadores de la familia y la comunidad.
Los fundamentos psicológicos en esta investigación están marcados por los postulados del paradigma socio-histórico cultural de Vigotsky, los cuales poseen varios puntos de interdependencia, sirviendo de plataforma a la necesidad de la inclusión de los escolares con Trastorno del Espectro de Autismo, considerándose el determinismo social, la ley genética general del desarrollo psíquico, el enfoque individual, la unidad entre los factores cognitivos y afectivos y la zona de desarrollo próximo, los que fundamentan en mayor medida, el progreso de esta investigación pues en los mismos es el factor social lo que constituye ente fundamental de los cambios que acontecen.
La historia del Trastorno de Espectro de Autismo ha estado signada por cambios de términos para definirlo y diversos criterios como posibles causales de aparición, continuando, en este sentido, la aparición de diversas hipótesis, pero siempre ha existido un denominador común sobre las posibilidades de compensación de los que poseen este diagnóstico a partir del trabajo sistemático y mancomunado, ofreciendo vital importancia al valor de las relaciones sociales para alcanzar este desarrollo, demostrando así el determinismo social; elemento que razonamos en esta investigación, partiendo de que no se debe dejar en manos la familia y de los maestros, como agentes socializadores importantes, la tarea de la atención a estos escolares sino que la tarea debe ser de todos los agentes socializadores (especialistas, coetáneos, diferentes agentes de la comunidad), en aras de que los resultados sean más favorables y sostenidos, logrando así su inclusión.
A su vez, por complejo que resulte la atención a estos escolares, teniendo en cuenta la individualidad de su espectro autista, su aprendizaje también transita por lo planteado por Vigotski en la ley genética general del desarrollo "…Cualquier función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, en dos planos: primero como algo social, después como algo psicológico, primero entre la gente como una categoría interpsíquica, después dentro del niño como una categoría intrapsíquica" (Vigotsky, 1987, pp.161). Por ello los agentes socializadores que con él interactúan deben estar dispuestos para que esta interacción sea bien estructurada y concebida a partir de los métodos más actuales de intervención, pero ante todo logrando la aceptación necesaria que favorezca la inclusión real, pues no podemos negar el valor de la unidad entre los factores cognitivos y afectivos para alcanzar cualquier objetivo que nos propongamos.
Es incuestionable que por las características de los escolares con Trastorno de Espectro de Autismo ellos son muy selectivos con las personas con las que se relacionan, pero el reto está en llevarlos, con afecto, a crear nuevas relaciones y con ellas aprender nuevos comportamientos que le permitan participar activamente en los diferentes procesos que en la escuela, en el hogar o la comunidad acontezcan.
Es incuestionable a su vez el valor de los agentes socializadores (familia, maestros, especialistas, coetáneos y agentes de la comunidad) como mediadores de la cultura y lo social para lograr en el escolar con Trastorno de Espectro de Autismo un nivel potencial de desarrollo, partiendo del análisis de sus características individuales, enfatizando desde un diagnóstico optimista, las potencialidades que para vencer cada meta posee este escolar. Es importante a su vez valorar este postulado desde los retos que le impone el escolar con Trastorno del Espectro de Autismo a cada uno de los agentes socializadores, pues ellos requieren a su vez tirar de su ZDP para estar lo suficientemente preparados en aras incidir positivamente en el escolar.
Lo antes expuesto reafirma la necesidad brindar al escolar con TEA una educación de calidad, teniendo en cuenta sus potencialidades, de tal manera que se facilite su desarrollo general y con ello su inclusión plena la cual está más en las manos de los agentes socializadores que a la espera de la "espontaneidad", el proceso pedagógico se ha de diseñar de tal manera que provoque, conduzca y dirija el desarrollo.
El proceso pedagógico es un tema polémico, por las contradicciones entre las posiciones existentes, diversos autores defienden la existencia del proceso pedagógico, L. Klingberg,1972, Neuner, G. y otros, (1981) G. Labarrere y G. Valdivia (1988), el colectivo de autores del ICCP (1984), J. Quintana (1999), M. Bolesso (1999), M. Manassero (1999), M. Vidal (1999), F. Addine, A. González y S. Recarey (2002), J. Calzada (2005), R, Sierra (2006) y más recientemente lo hacen B. Martínez. y E Alonso. (2012). Estos autores conciben el proceso pedagógico como algo integral, global y totalizador que contribuye a la formación de la personalidad.
G. Labarrere y G. Valdivia (1988), hacen mención a la relación y unidad dialéctica entre los procesos de enseñanza y educación; en este sentido A. González incluye los procesos de instrucción y aprendizaje, al connotar mayor solidez al basamento teórico de dicho proceso, posición que comparto. Otro de los elementos en los que centran su atención al definir el proceso, es dentro y fuera de la institución escolar, la mayoría de los autores coincide en entenderlo como un proceso totalizador en el que intervienen agentes y agencias educativas, es por ello que trasciende los límites de la escuela.
En sus estudios sobre el proceso pedagógico R. Sierra (2006) supera la relación bilateral entre el alumno – maestro y establece que en el mismo acontecen relaciones sociales activas, recíprocas y multilaterales entre los dos anteriores, el grupo, la familia y la comunidad, posición que comparto por el valor que ofrece a la dinámica de las relaciones entre los diferentes agentes, donde no sólo requieren de la transformación del alumno sino de los coetáneos, la familia y la comunidad en función de favorecer la inclusión del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo en el contexto de la Educación Primaria.
Caracterización del estado inicial de las relaciones que establecen los agentes socializadores y de la inclusión educativa del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo.
Este diagnóstico se realizó a un total de 18 escolares del 4to B de la escuela Toma de las Tunas por ser el grupo donde se encuentra el escolar con Trastorno del Espectro de Autismo. En esta investigación se utiliza el término de coetáneos para referirnos a los 17 escolares que interactúan con el escolar con TEA en el aula donde fue ubicado. Conforman además la muestra un total de 28 agentes socializadores de la escuela (22 maestros pertenecientes al primer ciclo, cuatro especialistas que atienden a los escolares de este ciclo (1 logopeda y 1 psicopedagoga, 1 instructora de arte, 1 profesor de Educación Física) y dos directivos (1 director y 1 jefa de ciclo del primer ciclo) Se aplicó además a 23 miembros de la familia de los escolares de este grupo entre los que se encuentran 5 miembros de la familia del escolar con TEA y 17 de los coetáneos. Se realizó además con 8 miembros de la comunidad (representantes de las organizaciones de masas del barrio donde radica el hogar del escolar con TEA)
Al escolar con TEA se le aplicó además un estudio de caso lo que nos permitió obtener un conocimiento más detallado de sus características con énfasis en sus potencialidades y debilidades, en aras de saber cómo preparar a los agentes socializadores para que favorezcan la inclusión de este escolar en los diferentes contextos educativos (escuela, familia, comunidad)
Se llevó a cabo la revisión de las actas y otros documentos de los órganos de dirección, lo que nos permitió corroborar que desde los mismos se han precisado algunas acciones para ofrecer atención a la diversidad, aunque no específicamente a las particularidades de la inclusión de los escolares con TEA, considerando que estas acciones no son suficientes. En las actividades que se desarrollan desde el colectivo de ciclo se ofrece más atención al tratamiento metodológico de los contenidos que se imparten en el ciclo que a las vías (métodos, medios) que se pueden emplear para ofrecer desde el contenido atención a las diferencias individuales de los escolares. Se han abordado temas sobre inclusión, pero no han sido suficientes y se han quedado más en la teoría que en demostraciones prácticas.
En las escuelas de educación familiar que se desarrollan, los temas tratados con mayor frecuencia son los referidos a la higiene, la salud, problemas de la familia (el alcoholismo, el maltrato familiar), el comportamiento de algunos escolares y a la situación académica de los escolares explicándose, en ocasiones, cómo ofrecer tratamiento a algún contenido en específico desde el hogar. Temas que son tratados como línea general del centro y que por ello en ocasiones no responden a la individualidad del grupo. A pesar de lo antes expresado se pudo apreciar que no se han trabajado temas específicos sobre la inclusión o los Trastornos del Espectro de Autismo, así como a las acciones que de forma individual y colectiva se pueden llevar a cabo para materializar la inclusión de los escolares con este trastorno.
Se pudo apreciar además a través del diagnóstico insuficiencias en las relaciones que se establecen entre los agentes socializadores y de estos con el escolar con Trastorno del espectro de Autismo. Insuficiencias en la calidad de las acciones que se realizan con el escolar con Trastorno del Espectro de Autismo.Insuficiente conocimiento de los agentes socializadores sobre las características y los métodos de trabajo con los escolares que poseen un Trastorno del Espectro de Autismo, así como el valor de la inclusión para los mismos e Insuficiencias en la participación de los agentes socializadores y del escolar con TEA en las actividades que se desarrollan en los diferentes contextos educativos.
Sugerencias de acciones a desarrollar por los agentes socializadores para favorecer la inclusión educativa del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo.
Los maestros deben:
Teniendo en cuenta lo antes planteado cada agente debe desarrollar sus propias acciones para el logro de la inclusión educativa del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo(TEA), pero estas acciones deben ser coordinadas con los restantes agentes socializadores para que sean mucho más efectivas, siguiendo la guía del maestro por la preparaciónque este posee.
Se sugiere que el maestro cumpla con las siguientes funciones:
El Director:
Jefe de ciclo:
Especialistas (bibliotecaria, profesor de Computación, Educación Física e instructores de arte):
El psicopedagogo:
Logopeda:
Agentes socializadores de la familia:
Agentes socializadores de la comunidad:
CONCLUSIONES
La puesta en práctica de las acciones sugeridas a los agentes socializadores de los contextos educativos escuela, familia, comunidad, favoreció el intercambio dinámico, certero, constante entre todos los agentes, los cuales realizaron un mejor diagnóstico de las potencialidades y las necesidades del escolar con Trastorno del Espectro de Autismo y realizaron actividades de calidad en las que participó el escolar con TEA y sus coetáneos favoreciéndose así la atención de calidad al mismo y con ello su inclusión educativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS