Iván Morales Rodríguez*
Yoesdelys Cruz Acosta **
Universidad de Camagüey, Cuba.
ivan.morales@reduc.edu.cu
RESUMEN
La investigación desarrollada se planteó como objetivo, realizar un análisis al proceso de formación del profesional en la Educación Superior en Cuba, teniendo en cuenta los periodos por las que ha transitado este proceso, desde la Reforma Universitaria en el año 1962 hasta la actualidad; haciendo énfasis en las transformaciones que se produjeron a partir de la misma. Durante el proceso de investigación se utilizan varios métodos para recopilar la mayor cantidad de información referente a la temática y desarrollar la teoría que nos ocupa, se empleó como método fundamental el análisis de textos. Los resultados arrojaron que, aún se manifiestan insuficiencias en la calidad de la formación integral del profesional, como consecuencia de no desarrollar una Gestión de Calidad, que considere una formación y gestión integradora del proceso de formación del profesional.
PALABRAS CLAVES: proceso formativo, formación integral.
ABSTRACT
The developed investigation came into question like objective, accomplishing an analysis to the process of formation of the professional in the Higher Education in Cuba, considering the periods you have transited for this process, From the University reform in the year 1962 to the present time; Stressing the transformations that were produced as from the same. They utilize several methods to compile the bigger quantity of information relating to the subject matter and to develop the theory that you occupy us during investigation, the analysis of texts was used as fundamental method. The results yielded than, still insufficiencies are shown at the quality of the integral formation of the professional because of not developing a Step of Quality, that consider a formation and the professional's integrative step of the process of formation.
KEYWORDS: Formative process, Integral formation
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Iván Morales Rodríguez y Yoesdelys Cruz Acosta (2018): “El proceso de formación del profesional en la Educación Superior cubana.”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (abril 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/04/formacion-profesional-cuba.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1804formacion-profesional-cuba
Introducción.
En este siglo XXI donde se producen cambios acelerado, ante los retos de la globalización, las transformaciones de las relaciones económicas en la sociedad, las modificaciones del sistema de valores sociales e individuales y los avances de la ciencia y la técnica, se producen transformaciones, tanto en el ámbito nacional como internacional, que en décadas anteriores no estaban presentes con la intensidad que aparecen en los momentos actuales.
Bajo este contexto, la Educación Superior Cubana, se ve obligada a formular nuevas políticas y estrategias de cambios que respondan a las exigencias que se derivan del contexto local, nacional e internacional correspondiente y su papel o desempeño cambiará paulatinamente, por tanto, es necesario centrar más la atención en el proceso de formación de este tipo de enseñanza a los métodos y estilos de gestión que coadyuven a una mayor participación, comprometimiento, motivación y creatividad de los estudiantes y profesores, como sujetos activos de las transformaciones e indicador decisivo de la excelencia universitaria.
Al mismo tiempo, la formación del profesional se presenta como uno de los procesos universitarios que, en su relación dialéctica con los restantes, determina la pertinencia y el impacto social que da respuesta a las necesidades sociales (Fuentes, H., 1999).
A su vez en nuestro país , el proceso de formación del profesional debe cumplir con el objetivo de “lograr egresados universitarios comprometidos con su patria, poseedores de una cultura científica, técnica, humanística y ambiental, con capacidades, habilidades y ética necesaria para ejercer la profesión, con posibilidades de adaptar y renovar sus conocimientos en aras de satisfacer las necesidades siempre cambiantes de la sociedad y de contribuir a alcanzar elevados niveles de desarrollo sostenible en el país”. (Horruitiner, P., 2001:1).
A pesar de que, en la actualidad, se han logrado avances en el proceso de formación integral del profesional, con una tendencia a la calidad, pertinencia e impacto, para dar respuesta a las necesidades sociales, esto no se ha comportado de igual forma en todas las universidades y facultades universitarias y permitió reconocer las siguientes insuficiencias:
A partir del estudio realizado en esta investigación referente a la Formación del Profesional del Ministerio de Educación Superior, acerca de la Calidad de los graduados, se plantean los aspectos relacionados con la formación recibida y su correspondencia con las exigencias laborales, que son necesarios perfeccionar en el proceso de formación del profesional. Se puede concluir, de la situación actual de la formación del profesional y su gestión, lo siguiente:
De modo que el análisis de las tendencias históricas de la formación del profesional en la Educación Superior En Cuba, permitió el establecimiento de cuatro periodos estrechamente vinculados al desarrollo del Sistema Educacional Cubano a partir de la Reforma Universitaria en 1962 y determinadas por las transformaciones que de manera ascendente han ocurrido en el país a lo largo de su historia. Los periodos propuestos son: Organización y estructuración del proceso de formación del profesional (1962 - 1975); Centralización y desarrollo del proceso de formación del profesional (1976 - 1989); Perfeccionamiento hacia la formación integral del profesional (1990 - 2006); contextualización hacia la formación integral del profesional (2007 - actualidad):
El estudio diagnóstico realizado evidencia que los estudiantes universitarios presentan insuficiencias en su formación profesional, que no se corresponde con las exigencias de su formación integral, lo cual afecta la calidad del graduado.
Objetivo de la investigación
El objetivo de esta investigación es; realizar un análisis a la tendencia histórica del proceso de formación del profesional en la Educación Superior cubana partir de la Reforma Universitaria en 1962. y hacer referencia de la importancia de las transformaciones y aportes que se han realizado en los diferentes periodos por lo que ha transitado la Educación Superior en Cuba desde sus inicios e identificar las principales características que debe tener el proceso de formación profesional en esta era del conocimiento.
Métodos de investigación
Durante el desarrollo de la investigación se utilizan métodos teóricos y empíricos para recopilar la mayor cantidad de datos referente a la temática y desarrollar la teoría.
Métodos teóricos
Histórico y lógico: se utilizó para el análisis de toda la trayectoria histórico del proceso de formación en la Educación Superior del profesional en cuba, que se desarrollan en diferentes contextos. Para caracterizar las etapas del desarrollo histórico. Definiendo además tendencias y regularidades.
Análisis y síntesis: Para todo el estudio realizado sobre el proceso de formación en la Educación Superior del profesional cubano.
Métodos empíricos
La observación: para constatar, durante el período de diagnóstico, el nivel de desempeño de los egresados de la educación superior en Cuba.
La entrevista: para determinar las tendencias en la concepción del proceso formativo en la educación superior y el estado actual.
Resultados
Por lo que se refiere a las tendencias históricas del proceso de formación del profesional en las facultades universitarias en Cuba, se toma como punto de partida el año 1962, porque es donde se produce la Reforma Universitaria y se establece las bases del Proyecto Pedagógico de la Universidad Cubana, en correspondencia con los intereses sociales.
Como resultado de la Reforma Universitaria se logra estructurar didácticamente el proceso de formación del profesional, marcando el inicio de todo el proceso de perfeccionamiento de la Enseñanza Superior en Cuba hasta nuestros días.
Estas transformaciones pueden identificarse en cuatro periodos:
En cuanto a la Reforma Universitaria que se produce en el año 1962 donde se inicia un periodo de significativas transformaciones en la Educación Superior Cubana.
A través de la Reforma Universitaria que se realiza en la Educación Superior Cubana, que entre otros aspectos se:
Inicia la investigación científica como una de las prioridades del desarrollo social.
De manera que con la Reforma Universitaria, se señala la necesidad unificar los planes de estudio en las tres universidades que existían en aquel entonces, considerando además que los planes de estudio en este tipo de enseñanza existentes antes del triunfo revolucionario, los cuales fueron elaborados independientemente por cada una de las universidades, se reducían a un listado de asignaturas, careciendo de contenidos científico- técnicos y prácticamente sin vinculación alguna entre las asignaturas.
De ahí que, a partir del año 1962, se continúa trabajando por la aplicación de nuevos planes de estudio. Algunas carreras se modificaron y surgieron otras, de acuerdo a las necesidades existente producto al desarrollo del país.
De modo que en el periodo de (1965 - 1967), se confeccionan los primeros documentos orientadores que servirían para la elaboración de los planes de estudio. En estos documentos, como algo novedoso ya aparecen los objetivos que rigen dichos planes, también se determinan los principios para su elaboración y por último se establecen las relaciones de subordinación entre asignaturas.
Así mismo a partir del año 1967, se introduce la investigación científica convirtiéndose en una tarea inherente a las universidades y sus facultades, con una introducción paulatina dentro el proceso docente.
De la misma forma a las tres universidades que existían en el año 1959, se fundaron otros centros. en el año 1975 se fundó la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz” primera de su tipo creada por la Revolución.
De ahí que en el periodo de (1972 - 1974) producto a los resultados alcanzados se plantea la necesidad de unificar los programas y planes de estudio, con énfasis en concretar el principio de estudio - trabajo en los planes de estudio, como instrumento fundamental para la formación de los profesionales. En cada plan de estudio se planteaba el perfil ocupacional, y las características profesionales del egresado, de carácter docente e investigativo.
En este periodo, la actividad investigativo – laboral de los estudiantes era poco profesional. No existía un trabajo metodológico estructurado en los diferentes niveles de dirección.
De ahí que en los planes de estudio estaba presente la repetición de contenidos y falta de articulación entre los mismos, el poco uso de métodos de enseñanza que estimularan el desarrollo de las capacidades cognoscitivas y no se trabajaba por su perfeccionamiento. La labor educativa que se desarrollaba era espontánea.
De modo que este periodo se caracterizó, a partir de los aspectos siguientes:
Así mismo en el periodo comprendido de (1974 – 1975), se realiza un análisis crítico de los problemas educacionales del país, lo cual se tuvo en cuenta para la propuesta de las Tesis y Resoluciones sobre Política Educacional, aprobadas por el histórico Congreso del Partido Comunista en el año 1975. Como resultado del Congreso, se van produciendo cambios en la Educación Superior Cubana que condicionaron transformaciones en el proceso de formación del profesional para dar respuesta a las necesidades del momento.
Con respecto a los acuerdos adoptados en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba y con el crecimiento y desarrollo universitario, se crea en julio en el año 1976 el Ministerio de Educación Superior, con la responsabilidad de ser el organismo metodológico rector de este tipo de enseñanza, con el objetivo de garantizar el funcionamiento y desarrollo como sistema de toda la red de Instituciones de Educación Superior.
De igual modo este período histórico de la Educación Superior se logran una mejora de todos sus indicadores fundamentales como son: red de Instituciones de Educación Superior, estructura de especialidades, matrícula, ingreso, egreso, claustro. De ahí que, en el curso escolar (1977 -1978) entra en vigor los planes de estudio A, con ellos surgen las concepciones de especialidad, así como la de centro rector.
Así mismo estos planes de estudio representan un paso de avance en relación con los anteriores, por las siguientes razones:
Los planes de Estudio A, introducidos en la Educación Superior en el año 1988 se caracterizaron fundamentalmente por:
Así mismo en el curso escolar (1982 – 1983), se produce un nuevo proceso de perfeccionamiento de los planes y programas de estudio vigentes A y su transformación en los B. Se mantienen estables los aspectos estructurales y normativos; es decir, la duración de los planes de estudio, la aplicación en las condiciones cubanas del principio de estudio y trabajo, las formas de enseñanza y los gráficos del proceso docente. el rasgo más novedoso de los planes de estudio B, está dado en la optimización y racionalización científica y pedagógica del proceso docente educativo.
Así mismo se:
De la misma forma en este periodo de aplicación de los planes de estudio A y B, la lógica del proceso formativo era llevarle un conocimiento a los estudiantes y lo utiliza de un modo reproductivo.
Así mismo el trabajo metodológico en los Departamentos se centró en las asignaturas y en sus programas. No se logra una adecuada educación a través de la instrucción, las actividades de extensión universitaria solo se reflejaban en la participación de los estudiantes en los festivales culturales y encuentros deportivos. Aunque no existía una labor extensionista hacia la comunidad se inician las primeras acciones. Se realizan actividades investigativas con la participación de estudiantes, pero sin lograr una adecuada integración con lo académico y lo laboral.
Se pueden considerar como rasgos más significativos de esta segunda etapa los siguientes:
De ahí que en el año 1987, en el V Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas y relacionado con la formación del profesional, el líder histórico de la Revolución cubana planteó “…la necesidad de una sólida formación teórica, de un sólido nivel de cultura política, de interpretación política y la capacidad de aplicar, con espíritu creador esas ideas” (Castro, F.; 1987), se evidenciaba necesidad de perfeccionar los planes y programas de estudio, lo cual producto al desarrollo alcanzado exigía una proyección de perfil amplio de los profesionales en formación.
En cuanto a la necesidad de formar profesionales de perfil amplio y en correspondencia con los avances alcanzados en la economía cubana, se gestaron los nuevos planes de estudio C, que comienzan a aplicarse en el curso escolar (1990 – 1991). Estos planes y programas responden al objetivo fundamental de la formación de un profesional de perfil amplio dándole una salida en el pregrado, también se le da una mayor integración de los componentes académico – laboral e investigativo.
Al mismo tiempo era preciso formar un profesional que, con una sólida preparación en los conocimientos esenciales de una profesión en específico y con habilidades profesionales de mayor generalidad, estuviera en mejores condiciones de adquirir y actualizar conocimientos en el postgrado y desarrollar las nuevas habilidades que requieren las diversas y crecientes demandas del mundo de trabajo y el avance de la sociedad.
Así mismo en estos planes de estudio se retoma el concepto de carrera y se reafirma el principio de sistematización del contenido de la enseñanza, apoyados en una organización disciplinaria y por año académico, así como en la dirección del proceso docente educativo al considerar como categoría rectora los objetivos y priorizando en su desarrollo el papel protagónico del estudiante para garantizar un aprendizaje consciente y activo.
En cuanto a los aspectos que caracteriza el Plan de Estudio C, es la introducción del concepto de Disciplina Principal Integradora, como elemento de gran importancia para la sistematización e integración de los contenidos curriculares. Identificada a su vez con la actividad propia del profesional, es a través de esta disciplina, que se puede enfatizar mejor el vínculo con la práctica y constituye una armónica estructuración de la actividad laboral - investigativa a lo largo de la carrera.
Con la aplicación de los planes de estudio C, la formación de profesionales en Cuba se caracterizó por cuatro tendencias fundamentales. Ellas son:
Con respecto a los planes de estudio C desde sus inicios la intención fue el desarrollo de habilidades en estudiantes, de esta forma con los planes de estudio C se desarrolló un proceso docente educativo de carácter productivo, a la solución a problemas.
A partir del curso escolar (1992 – 1993), comienza a tomarse conciencia de la necesidad de ampliar la concepción de la extensión universitaria hacia la sociedad y se desarrolla un trabajo metodológico articulado como sistema.
A su vez en el curso escolar (1998 – 1999), entran en vigor el plan de estudio C perfeccionados. Este proceso de perfeccionamiento en lo fundamental se logró:
En el período comprendido de (1997 - 2000), comienza a trabajar sobre el desarrollo del Enfoque Integral para la labor educativa y político – ideológica, constituyendo la Estrategia Principal de la organización dirigida a desarrollar esta labor como sistema social, que incluye las proyecciones de trabajo de las facultades, reflejándose en todos los objetivos, estructuras y formas organizativas, para garantizar la formación integral de los estudiantes, con visión en la formación de valores.
De igual modo en esta etapa resulta de gran importancia la calidad en los procesos universitarios como resultado de las transformaciones de la institución, a través de sus sujetos y respondiendo a las exigencias sociales. Se establece como prioridad el proceso de acreditación de carreras universitarias, lo cual demanda de profesores y directivos, la realización de un conjunto de acciones, tendientes a lograr los objetivos de acreditación propuestos.
Al mismo tiempo se destaca la Universalización de la Educación Superior como un estadio superior de desarrollo, entendiendo este proceso como la extensión de la Universidad a toda la sociedad a través de su presencia en los territorios, permitiendo alcanzar mayores niveles de equidad y de justicia social en la obtención de una elevada cultura integral de los ciudadanos.
Destacándose como elementos más significativos de este periodo:
En este periodo de contextualización hacia la formación integral del profesional en la Educación Superior cubana producto perfeccionamiento de esta enseñanza, sobre la base de la experiencia, entra en vigor los planes de estudio D, debido a la necesidad de inevitable de enfrentar a través del Plan de Estudios el reto del reordenamiento de las industrias y la economía cubana y de esta manera materializar el perfil amplio de los profesionales.
A su vez en la elaboración y perfeccionamiento del nuevo plan de estudios D en la Educación Superior Cubana, se ha tenido en consideración no solo la proyección nacional del profesional, también la situación que actualmente se plantea por las instituciones que marcan punta en el desarrollo mundial, manteniendo los principios rectores de la educación cubana expresados en los planes de estudio anteriores.
Algunos elementos que fueron tomados en consideración en este plan son:
Se trabaja como idea central la transformación de la personalidad del estudiante, logrando niveles cualitativamente superiores en su cultura general integral.
A partir de lograr:
Con el objetivo de dar respuesta a las exigencias de la sociedad y la profesión en el paradigma contemporáneo se han tenido en consideración aspectos relacionados con la gestión de calidad y del conocimiento, medio ambiente, gestión económica y habilidades de dirección, entre otras
Se trabajó con un enfoque más flexible del propio concepto de perfil amplio, que posibilite salidas diferentes o perfiles desde un mismo plan de estudio, con el objetivo de dar respuesta a necesidades específicas de los organismos de la administración central del estado, tanto a nivel del país como regionales.
El tiempo de duración de la carrera es de cinco años, sin dejar de tener en cuenta la existencia de una tendencia mundial a la reducción brusca en los planes de estudio, pues en nuestro caso se parte de la necesidad de garantizar un desarrollo de habilidades profesionales que le permitan al egresado su vinculación con la práctica profesional desde el momento en que egresa.
Este plan de estudio se caracteriza por el empleo de nuevos métodos en el proceso de enseñanza aprendizaje que centran la atención en el auto-aprendizaje con una consecuente racionalización de los contenidos que se imparten a lo esencial y el empleo de técnicas informáticas tanto para impartir la docencia como en el apoyo del auto aprendizaje.
Se incrementa el nivel de habilidades informáticas no solo en lo relacionado con la propia disciplina, también se ha trabajado en un incremento sensible de estas habilidades en el resto de las disciplinas y fundamentalmente en los proyectos y trabajo de diploma
Un elemento importante incluido desde el plan de estudio anterior es la disciplina integradora, cuyo carácter responde a las especificidades de la carrera y que integra en el proceso de formación lo académico con la práctica laboral y el trabajo científico.
Con respecto a el objetivo fundamental del proceso de formación del profesional, que es, formar profesionales que en todo momento den respuestas satisfactorias a las exigencias sociales, resolviendo con un rigor científico, creatividad e independencia los problemas propios de su profesión a los que se enfrenta, se necesita formar un profesional:
De ahí que, para lograr este objetivo en el marco de este proceso se han de propiciar aprendizajes significativos y desarrolladores, sin soslayar que el papel de los que aprenden depende de:
Así que el resultado de este complejo proceso se decide por la relevancia, valor y utilidad de los contenidos y métodos, porque los ritmos de trabajo en las aulas universitarias se correspondan con el protagonismo de quienes aprenden y porque el docente asuma las expectativas de los estudiantes.
Con respecto al proceso de formación del profesional se define como el proceso que se desarrolla a través de las relaciones sociales que se establecen entre los sujetos, con el fin de educar, instruir y desarrollar a las nuevas generaciones, dando respuesta a los problemas sociales de su tiempo, logrando un protagonismo activo y consciente de los estudiantes.
De esta definición se infiere el carácter social del proceso y cuya realización se sustenta en el amplio sistema de interacciones y relaciones que se establecen entre los sujetos implicados en el mismo, sujetos que no son solo simples participantes del proceso, sino que devienen en protagonistas del mismo, en sujetos del cambio, o esa de la transformación del proceso.
También quedan implícitas las tres funciones del proceso de formación del profesional:
La función instructiva: puede verse asociada con el acceso del sujeto a los diferentes saberes acumulados y sistematizados por la humanidad y a través de los cuales éste va formándose una imagen del mundo unido al dominio de habilidades y al desarrollo de capacidades cognoscitivas.
La función educativa: es aquella asociada a la formación de sentimientos, convicciones, valores, voluntad y espíritu de los hombres de una sociedad.
De ahí que el desarrollo del proceso de formación del profesional contribuirá no sólo a la instrucción de los estudiantes, a la asimilación eficiente de los contenidos, sino también a formar en ellos valores, sentimientos y voluntades en correspondencia con lo previsto en el encargo social, es la acción dirigida a la transformación de la personalidad es la esencial y la más compleja, por cuanto presupone una lograda interrelación de lo educativo con lo instructivo. La educación se da a través de la instrucción, por lo que esta última debe tener determinadas características que lo posibiliten.
Para que el contenido, objeto de asimilación, sea un instrumento de lo educativo, no puede ser ajeno al estudiante, tiene que ser significativo para él. La transformación de la situación, inherente al nuevo contenido, para que constituya un problema para el estudiante, tiene que reflejar la necesidad, su motivo. La actividad que desarrolla el estudiante en el proceso docente - educativo, es la expresión inmediata del motivo que en él despierta el objeto. La actividad es la expresión externa del proceso que tiene en las relaciones sociales su esencia.
Un proceso que tenga una intención educativa tiene que garantizar la adecuada relación del contenido con la vida, con la realidad circundante, de la que forman parte las vivencias del estudiante y a la que está dirigido el proceso en su conjunto. Mientras más real y circundante es el problema y su contenido, mayor es la posibilidad de que el estudiante establezca relaciones afectivas con el mismo, vinculándolo a sus actuales y futuras relaciones sociales.
El proceso de formación del profesional debe desarrollarse a partir de concepciones metodológicas y didácticas que consideren el papel principal del estudiante como sujeto de su aprendizaje, su carácter activo, participativo, democrático y, en consecuencia, comprometedor y protagonista dentro del proceso.
La función desarrolladora del proceso de formación profesional, apunta al desarrollo de capacidades creativas, con lo que no sólo se compromete al sujeto que aprende con el propio proceso, sino que desarrolla sus potencialidades transformadoras, esta función tiene que ser capaz de formar hombres transformadores, que desarrollen capacidades creadoras.
Un proceso que pretende ser solo instructivo siempre involucra determinados sentimientos y capacidades expresadas de manera espontánea. Un proceso educativo no necesariamente logra el desarrollo de capacidades creadoras cuando los sujetos no se involucran de manera comprometida.
Por otra parte, estas tres funciones deben relacionarse dentro del proceso, como manifestaciones más externas de su desarrollo, sin embargo, no se superponen, en el sentido de que no siempre lo instructivo conduce al desarrollo, como tampoco a lo educativo y viceversa, a pesar de que se educa y desarrolla a través de la instrucción, no deben identificarse.
En cuanto a la formación de los profesionales a través del pregrado, se desarrolla por medio de dos procesos fundamentales:
Los dos tienen sus propias características, pero en ambos están presentes los componentes académico, laboral e investigativo como variables funcionales de dicho proceso; lo académico, ya que el estudiante para su educación necesita apropiarse de parte de la cultura de la humanidad, en ocasiones de un modo abstracto, lo laboral porque ésta es la vía fundamental de la satisfacción de las necesidades sociales y de la transformación del hombre y lo investigativo, porque la investigación científica ofrece la metodología para resolver los problemas haciendo más eficiente su labor.
El proceso docente educativo o educativo curricular está dirigido de manera sistematizada y bajo la dirección de los profesores, a la formación de las nuevas generaciones, pero respondiendo a un plan de estudio o curriculum. En este proceso los componentes académico, laboral e investigativo transitan con distintos grados de relevancia a lo largo de la carrera universitaria. En los primeros años lo académico y lo laboral tienen un mayor peso, mientras que en los años superiores lo investigativo tiene mayor relevancia; no obstante, en el pregrado lo académico tiene la mayor significación. Sin embargo, por el carácter sistémico del proceso de formación, los contenidos de cada uno de ellos se deben manifestar de algún modo, en el otro componente.
Los componentes antes mencionados permiten organizar el proceso mediante las formas organizativas a través de las cuales éstos se expresan, como es: en lo académico, las conferencias, clases prácticas, seminarios y otras; en lo investigativo, el trabajo de curso y de diploma, los proyectos y en lo laboral, las formas estarán en correspondencia con el tipo de profesional a formar.
Para lograr la integración de los tres componentes, la enseñanza superior tiene que rebasar los marcos universitarios e ir directamente a la producción y la investigación. Logrando que, bajo estas nuevas condiciones el profesorado no quede enmarcado en el concepto tradicional de claustro universitario dedicado exclusivamente al quehacer académico, sino de un claustro que debe ir a las fábricas, industrias, así como a los centros de producción e investigación, para poder llevar a las aulas los problemas concretos que deberán resolver y las actividades que deberán desarrollar los profesionales que forma.
Por lo tanto, es necesario transformar la enseñanza tradicional universitaria en una enseñanza sustentada en la solución de problemas reales o modelados, tanto en lo académico como en lo laboral, pero donde en la lógica de su solución se integre tanto lo profesional como la investigación científica.
11. El proceso educativo extracurricular.
El proceso educativo extracurricular está dirigido a la formación ética, patriótica, moral y cultural de los estudiantes, por lo tanto, su objetivo es la formación de valores humanos, ciudadanos e intelectuales. Este proceso se desarrolla paralelamente al proceso docente educativo y complementa la formación integral del futuro profesional, a través de actividades de extensión en las que intervienen las dependencias universitarias que atienden el arte, el deporte y otras manifestaciones culturales, incluidos los aspectos científicos y técnicos que trascienden al marco curricular.
Aun cuando este proceso se ve al margen de la actividad académica, laboral e investigativa propio del proceso curricular, en él se desarrollan también lo académico, lo laboral y lo investigativo, considerando que en los procesos extracurriculares el estudiante adquiere nuevos conocimientos, investiga y se vincula con la profesión desde una óptica más social y política. Este proceso puede ser ejecutado por profesores, pero también por personal no docente incluidas las organizaciones políticas, de masas y estudiantiles.
Por lo anterior, la organización del proceso educativo extracurricular tiene un carácter más abierto y espontáneo que el proceso curricular, recibe una mayor influencia de los intereses sociales y culturales de los hombres que intervienen en él, independientemente de la estructura institucional que facilita dicho proceso.
El proceso de formación del profesional se sustenta en un modelo pedagógico que concibe la formación de un profesional de amplio perfil, versátil; portador de elevados compromisos profesionales y sociales, con plena conciencia sobre sus deberes y responsabilidades ciudadanas y que, a partir de una profunda formación teórica, de una amplia cultura científica, técnica y humanista, y del desarrollo y sistematización de efectivas habilidades profesionales, fuera capaz de resolver de manera independiente y creadora, los problemas básicos, más comunes, cotidianos, que se presenten en su perfil ocupacional, desde el mismo inicio de su inserción en la vida profesional.
Las universidades y sus facultades universitarias tienen una extraordinaria misión social, que es la de garantizar que los profesionales que egresen de sus aulas, cuenten con la preparación y calificación adecuada para hacer frente a los retos crecientes que impone el desarrollo científico técnico a nivel mundial.
En los últimos años se plantea con frecuencia que la "excelencia universitaria" es un factor a lograr en la búsqueda de la calidad total, pero resulta obvio que para obtenerlo es imprescindible alcanzar excelencia en la educación integral, por medio de una adecuada integración de las funciones educativa, instructiva y desarrolladora del proceso formativo, expresado en lo académico, lo laboral y lo investigativo, que garantice una formación integral del profesional; un egresado dotado de los más elevados valores éticos, morales, con conocimientos y habilidades de avanzada en las ramas específicas donde le corresponda desempeñarse y en correspondencia con los adelantos y el desarrollo alcanzado hasta el momento, que le permitan resolver los problemas del presente y el futuro.
Podemos afirmar entonces, que en la formación del profesional la tarea esencial es proporcionar una sólida base de conocimientos , habilidades y valores, de carácter teóricos y prácticos, desarrollar la comprensión de los principios científicos tecnológicos y del arte, así como la capacidad de aplicarlos con independencia a los disímiles problemas profesionales que habrá de resolver, lo que se hará promoviendo el compromiso social y profesional y estimulando el pensamiento creador y flexible en los estudiantes, con un protagonismo estudiantil en el propio proceso formativo.
Es de esta manera que se podrá contar con un relevo que logre adecuados niveles de eficiencia, eficacia, productividad, competitividad con vista al mejoramiento de la gestión de la actividad donde se desempeña, pudiendo resolver así problemas más profesionales.
Conclusiones
Teniendo en cuenta los rápidos cambios que se producen en la sociedad del conocimiento, el estudio realizado al proceso de formación del profesional que transcurre en las facultades universitarias cubanas, reveló que aún se manifiestan insuficiencias en la calidad de la formación integral del profesional. Demostrando: Insuficiente desempeño creativo de los egresados de la Educación Superior cubana no contribuye a que estos de manera competente solucionen problemas profecionales de la producción y/o los servicios y del entorno social.
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*Ingeniero Mecánico. Profesor Asistente. Facultad de Electromecánica. Universidad de Camagüey. Carretera Circunvalación Norte, km 5½ e/ Camino viejo de Nuevitas y Avenida Ignacio Agramonte. Camagüey. Cuba. Teléfono 53042437. Correo electrónico: ivan.morales@reduc.edu.cu