Yusmil Carmenates Romero*
Ramón Rubén González Nápoles**
Ermis González Pérez ***
Universidad de Las Tunas, Cuba.
yusmilc@ult.edu.cu
RESUMEN
La investigación, está relacionada con el proceso de formación inicial del profesor en el contexto de la unidad docente, a partir de las insuficiencias que se presentan en la práctica pedagógica. En la investigación se presenta un estudio de las diferentes definiciones dadas por varios autores sobre la formación inicial del docente, que posibilita revelar los aspectos en que coinciden y diferencian los criterios de los diferentes autores. La información obtenida de los métodos investigativos utilizados, posibilitaron ofrecer valoraciones y resultados sobre el proceso en el contexto.
Palabras claves: Formación, docente, proceso, microuniversidad.
SUMMARY
The investigation is related with the process of the professor's initial formation in the context of the educational unit, starting from the inadequacies that are presented in the pedagogic practice. In the investigation a study of the different definitions is presented given by several authors on the initial formation of the educational one that facilitates to reveal the aspects in that you/they coincide and they differentiate the approaches of the different authors. The obtained information of the used investigative methods, they facilitated to offer valuations and results on the process in the context.
Key words: Formation, educational, processes, microuniversidad.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Yusmil Carmenates Romero, Ramón Rubén González Nápoles y Ermis González Pérez (2018): “Un acercamiento a los referentes teóricos de la formación inicial del docente en el contexto de la unidad docente”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (abril 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/04/formacion-inicial-docente.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1804formacion-inicial-docente
INTRODUCCIÓN
Nuestras sociedades están envueltas en un complicado proceso de transformación. Una transformación no planificada que está afectando a la forma como nos organizamos, cómo trabajamos, cómo nos relacionamos, y cómo aprendemos. Estos cambios tienen un reflejo visible en la escuela como institución encargada de formar a los nuevos ciudadanos. Por poner un ejemplo, nuestros docentes en formación inicial disponen hoy en día de muchas más fuentes de información que lo que ocurría no hace ni diez años. Fuentes de información que, aportadas por las nuevas tecnologías de la información y comunicación, están haciendo necesario un replanteo de las funciones que tradicionalmente se han venido asignando a las escuelas y a los profesionales que en ella trabajan.
Cuba, inmersa en este proceso, tiene la experiencia de transitar por cambios en la concepción de dirigir el proceso formativo en los distintos niveles educacionales. Se han realizado transformaciones para poner a la educación a tono con las demandas histórico-sociales y del ámbito profesional que exige la formación de un profesor capaz de mostrar un Modo de actuación profesional pedagógico a la altura de las exigencias sociales plateadas a la educación durante el ejercicio de su práctica pedagógica
Una de estas transformaciones es la universalización de la Educación Superior, con la cual se garantiza a todos los jóvenes cubanos, la igualdad de oportunidades y posibilidades de realizar estudios universitarios desde sus propios municipios.
Llevar los estudios universitarios a cada territorio permite que el estudiante se forme desde el propio contexto en que luego ejercerá su profesión y en este proceso interactúa con sus futuros compañeros de trabajo, que en algunos casos son sus propios profesores o tutores en su formación inicial como docentes, que al mismo tiempo salen beneficiados en tanto deben profundizar y actualizar sus conocimientos en determinadas ramas del saber para cumplir cabalmente esas funciones.
La formación de docentes en condiciones de universalización de la Educación Superior, constituye una transformación revolucionaria, con la misma aparecen nuevos conceptos, entre los que se destacan los de: sede municipal, microuniversidad y profesor universitario a tiempo parcial, tutor y microuniversidad, como contexto donde el docente en formación inicial realiza su práctica laboral-investigativa con el objetivo de: elevar la calidad de la formación, de manera que puedan dar respuesta a las crecientes necesidades y perspectivas del desarrollo económico y social del país, , además se perfeccionan las concepciones del proceso de enseñanza-aprendizaje. La escuela se convierte en una pequeña universidad, capaz de formar al profesional que se necesita a partir de sus características y a los recursos de que dispone.
De esta forma es el proceso de la universalización de la educación superior pedagógica, valorado como “… la transformación más estratégica de todas las emprendidas en el sistema educacional”. (R. Forneiro, 2007:4)
De acuerdo con las exigencias planteadas por la sociedad cubana, el sistema educacional se traza como prioridad Elevar la calidad de la formación inicial de los profesionales de la Educación (…) y a la vez consolidar la superación sistemática de los docentes en ejercicio, todo ello logrado en el marco del perfeccionamiento de la universalización de la educación superior pedagógica (E. Velásquez; 2010: 9)
DESARROLLO
La importancia de la formación de los profesionales del magisterio cubano actual, hace que la misión de la Universidad, se dimensione, provocando que estos tengan que perfeccionarse continuamente para lograr que sus egresados sean cada vez mejores. La búsqueda constante de vías que contribuyan a desarrollar conocimientos, capacidades, hábitos, habilidades, valores, y modos de actuación profesional, es un objetivo primordial del trabajo de estos centros.
La Universidad tiene la responsabilidad de formar los profesores, tiene la responsabilidad de superar a los profesores, tiene la responsabilidad de perfeccionar el sistema, incluso, de investigar aquellos aspectos en que hay que perfeccionar el sistema en este territorio de acuerdo a las características principales de la provincia, de cada municipio o cada escuela¨.
En el Seminario Nacional para el personal docente (2001), el Ministro de Educación planteó que es responsabilidad de la UCP:
• La formación del personal docente.
• El desarrollo de la práctica docente.
• El entrenamiento de las estructuras.
• La superación del personal docente.
• La preparación de los tutores de los practicantes.
• La investigación educativa.
El término formación se emplea con acepciones diferentes, considerado como sinónimo de educación escolar en su sentido amplio, vinculado a la categoría instrucción y relacionado con la categoría desarrollo.
El concepto de formación proviene de la palabra latina formatio. Se trata de un término asociado al verbo formar (otorgar forma a alguna cosa, concertar un todo a partir de la integración de sus partes). La formación también se refiere a la forma como aspecto o características externas
Actualmente, la noción de formación suele ser asociada a la capacitación, sobre todo a nivel profesional. La formación de una persona, por lo tanto, está vinculada a los estudios que cursó, al grado académico alcanzado y al aprendizaje que completó, ya sea a nivel formal o informal. Parte de esta educación suele ser obligatoria en muchos países y en general comprende los conocimientos necesarios para desenvolverse en la vida adulta, sea para trabajar como para afrontar la compra de una casa y el mantenimiento de la misma.
Chávez J. y otros autores entienden por formación: “al nivel que alcance un sujeto en cuanto a la explicación y comprensión que tenga de sí mismo y del mundo material y social. La formación del sujeto como personalidad no se da aislada del desarrollo y este conduce, en última instancia, a un nivel psíquico de orden superior.”(Chávez, Suárez y Permuy, 2003:38)
Parra (2004) plantea que: “este proceso permite la aproximación gradual del estudiante al objeto, contenido y métodos de la profesión”1 . Este mismo autor asegura que la formación inicial del docente ocurre en la interacción directa del estudiante con la teoría, la práctica y con los sujetos en el contexto de actuación pedagógica. (Parra, (2004: 35)
Suárez, Clara O., del Toro M. y Matos E. lo definen como: “un proceso que se desarrolla de manera permanente durante toda la vida del ser humano. Tiene una dinámica que es personalizada y se va conformando por medio de los aprendizajes sistematizados en la escuela, los cotidianos, en la familia, la comunidad y, en general, en el sistema de relaciones sociales que establece el sujeto”. (Suárez, del Toro y Matos, 2006:268),
La formación del profesorado universitario se debe considerar como un proceso continuo, en evolución, programado de forma sistemática, cuyo primer eslabón sea una formación inicial, dirigido tanto a sujetos que se están formando para la docencia (doctorandos y becarios) como a docentes en ejercicio (Sánchez, 1996).
Para el Ministerio de Educación Superior significa preparar a los ciudadanos para la vida, para su desempeño en la sociedad. (MES, 2008 Conferencia Congreso Internacional Universidad).
Existen diversas definiciones sobre formación del profesional, para Tejeda R. y Sánchez P.: “tiene su esencia en la educación a través de la instrucción, como elemento que permite que lo formativo dé orientación al desarrollo del proceso, y en la misma medida que este ocurre, lo formativo se mejora”. (Tejeda y Sánchez, 2009,41)
Según Chávez, J.Suárez A. y Permuy L “se presenta como una categoría que abarca todo el proceso educativo, bien sea general o técnico y profesional”.
Para Álvarez C.: “es un proceso mediante el cual se prepara a las generaciones de un país, que integra en uno solo la educación, la capacitación y la instrucción". (Álvarez, 2003,38);
Para Fuentes H.: “constituye el proceso que de modo consciente se desarrolla en las instituciones de educación superior, a través de las relaciones de carácter social que se establecen entre sus participantes, con el propósito de educar, instruir y desarrollar a los futuros profesionales, sistematizando y recreando de forma planificada y organizada, la cultura acumulada por la humanidad, para dar con ello, respuesta a las demandas de la sociedad” (Fuentes y Alvarez, 2006)
La formación docente es una actividad en permanente perfeccionamiento y búsqueda de estrategias para avanzar en la conceptualización y en la definición de los lineamientos concretos para el desarrollo, comprensión y transformación del proceso docente, afirma que “la formación hace referencia a un proceso más amplio que debe insertarse en lo reflexivo, en el conocimiento de campos del saber que dan cuenta de lo educativo: la filosofía, psicología, pedagogía, etcétera”. (Díaz, 1988:176).
Otra definición considera que la formación profesional que ofrece la universidad está conformada por un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que los estudiantes deben adquirir y desarrollar en el transcurso de sus estudios universitarios. Los conocimientos que conforman esa formación pertenecen al campo de la ciencia, la tecnología y las humanidades. Las habilidades y actitudes propias de cada una de las carreras profesionales giran en torno a esos conocimientos. (De Lira, 2006)
En el artículo 1 del Reglamento de trabajo docente y metodológico se define a: la formación de los profesionales de nivel superior como el proceso que, de modo consciente y sobre bases científicas, se desarrolla en las instituciones de educación superior para garantizar la preparación integral de los estudiantes universitarios, que se concreta en una sólida formación científica, humanística y de altos valores ideológicos, políticos, éticos y estéticos, con el fin de lograr profesionales revolucionarios, cultos, competentes, independientes y creadores, para puedan desempeñarse exitosamente en los diversos sectores de la economía y de la sociedad en general”.(MES, 2007,9)
Horruitiner P. plantea: “El término formación, en la educación superior cubana, se emplea para caracterizar el proceso sustantivo desarrollado en las universidades con el objetivo de preparar integralmente al estudiante en una determinada carrera universitaria y abarca, tanto los estudios de pregrado (o de grado, como se le denomina en algunos países) como los de posgrado”. (Horruitiner, 2006,17)
Supone no sólo brindar los conocimientos necesarios para el desempeño profesional, sino también tener en cuenta otros aspectos de igual relevancia.
Se identifican tres categorías esenciales:
La instructiva relacionada con la idea de que para preparar un profesional resulta necesario instruirlo. Sin instrucción no hay formación posible. Ello supone dotarlo de los conocimientos y las habilidades esenciales de su profesión, prepararlo para emplearlas al desempeñarse como tal, en un determinado pues todo trabajo.
El desarrollado, su esencia es el vínculo entre el estudio y el trabajo, se requiere desarrollar en las competencias profesionales para asegurar su desempeño laboral exitoso.
La educativa, elemento de primer orden en el proceso de formación, se encarga de la formación de la personalidad de los jóvenes, en particular en lo referido a aquellos valores que caracterizan su actuación profesional, y constituye la idea rectora principal y la estrategia más importante del proceso de formación.
En la integración de las categorías se expresa la nueva cualidad a formar: preparar al profesional para su desempeño exitoso en la sociedad. (Horruitiner, 2006,17)
El autor de la investigación asume la definición de formación dada por Suárez, del Toro y Matos, 2006 al considerarlo como un proceso que se lleva a lo largo de la vida y los docentes en profesionales de la educación están en constante formación.
En las definiciones anteriores se reconoce por los diferentes autores la relación entre formación y las restantes categorías de la pedagogía: instrucción, e la formación inicial del profesional de la educación está delimitada por la correlación apropiada entre la actividad y la comunicación. Esta última, vale de elemento mediador para que la actividad tenga lugar en el proceso; pero a su vez la comunicación forme el fin del proceso enseñanza-aprendizaje que dirige el docente y su desarrollo depende del grado de independencia con que los profesionales de la educación logren en la planificación, organización y materialización de su actividad profesional.
Los profesores en formación inicial asumen la responsabilidad de dirigir el proceso educativo encaminado a la formación integral de la personalidad, por medio de los contenidos de las disciplinas de la carrera y la coordinación, desde la institución, de las influencias educativas y socioculturales de la familia y la comunidad.
El profesor asume la instrucción, como categoría que identifica al conocimiento, con respecto a la educación identificada con la formación de intereses, convicciones, ideales y valores como un reflejo de la imagen puramente cognoscitiva de la ciencia pedagógica; esto es un elemento que ha caracterizado el modo de actuación asumido por diferentes generaciones de profesores durante el ejercicio de la profesión, las cuales han divorciado la unidad entre lo instructivo y lo educativo al concederle mayor relevancia a los conocimientos.
Para que el profesor en formación inicial obtenga resultados favorables en su quehacer es necesario que esté motivado, debe tener clara su actuación, sostenerse en la misma, poseer los conocimientos necesarios, desarrollar un sistema de acciones y operaciones en correspondencia con las condiciones que le permitan desarrollar habilidades, hábitos, capacidades y sobre todo saber qué es lo que no conoce, cómo puede llegar a conocerlo, qué pasos debe ejecutar, cuáles son las variantes que puede usar.
El profesor en formación inicial implica la solución conjunta de tareas pedagógicas, tanto de carácter educativa como instructivas en condiciones de plena comunicación entre ellos, los estudiantes, la institución educativa, la familia y las organizaciones estudiantiles, mediante el cumplimiento de los principios pedagógicos que los rigen.
Su formación debe erigirse desde la integridad de un pensamiento de la ciencia en particular que aprende, que será quien le permita dominar el objeto de la ciencia y el método de investigación científica de la misma, pero esa relación ciencia-docencia-profesión quedaría incompleta si ese pensamiento científico no se proyectara en una dimensión pedagógica, la cual se aborda entonces desde la imbricación que la lógica de la ciencia tenga con la lógica de la profesión. El elemento epistemológico es necesario; pero se trata, además, de saber cómo se enseña y en ello incide que este pensamiento científico alcance su dimensión pedagógica, cuando se estructura la actividad pedagógica dirigiendo el conocimiento científico con carácter instructivo, educativo y desarrollador.
Estas funciones propias de la actividad pedagógica, permitirán al profesor de en formación inicial establecer la relación dialéctica que existe entre la formación desde el objeto de la ciencia y el objeto de la profesión; desde la tarea instructiva irá formando los conocimientos, habilidades, valores y capacidades que le permitirán actuar con la lógica de la ciencia, pues asimilará conscientemente el contenido.
La tarea educativa que está estrechamente vinculada a la instructiva; permitirá que, simultáneamente al desarrollo de sus procesos intelectuales, forme su personalidad de manera integral y multifacético (justamente a través del proceso de comunicación y mediante la actividad), enfatizando en el significado afectivo, motivacional que ese contenido va alcanzando para él, lo que le permitirá pensar, sentir, y actuar como si fuese un profesor.
Debe saber solucionar, desde su actividad profesional, los problemas relacionados con el proceso educativo que dirige desde una correcta educación e instrucción y con la coordinación del sistema de influencias educativas que ejercen la familia y la comunidad.
Es así que se declara la dimensión conceptual, con los indicadores: dominio de la ciencia que enseña; dominio del saber profesional pedagógico (objeto de la profesión, tareas y funciones contenidas en el rol profesional, problemas profesionales, métodos, contextos de actuación); capacidad metacognitiva (poder argumentativo, capacidad de análisis, capacidad de razonamiento y juicio crítico, pensamiento estratégico).
El desarrollo de la formación inicial del profesional de la educación, tiene un carácter social. Este fenómeno está presente en el proceso educativo, e interviene de forma directa en la formación integral y multifacética de los docentes en formación en el contexto de la microuniversidad donde se desempeñan, que constituye la agencia socializadora de este.
La formación inicial le permite al profesional de la educación asimilar y interactuar con los miembros de su grupo social, la familia o comunidad; pero a su vez, reelaborar y evolucionar sus conocimientos a un estadio superior, a partir de la incorporación de estos contenidos a su desempeño profesional. La socialización de los conocimientos, hábitos, habilidades y valores, en el proceso de formación profesional del docente, forman una parte esencial de su educación para la vida.
En esta dirección, es preciso señalar que la concepción del proceso de formación inicial desarrollador le posibilita al docente la apropiación activa y creadora de la cultura, el constante autoperfeccionamiento de su autonomía y autodeterminación, en estrecha relación dialéctica con los procesos de socialización en los cuales está inmerso el docente.
Por lo que resulta evidente el creciente protagonismo de la formación inicial del docente a partir de los cambios que las tecnologías impusieron a todos los ámbitos de la vida y la importancia que se le da al conocimiento como base del desarrollo económico. Consecuentemente hay una nueva valoración de la educación y el desempeño profesional influenciados por la tecnología.
Sin un correcto trabajo para lograr una concreción adecuada de la formación inicial del profesional de la educación, deviene en el progresivo valor de la ciencia y la tecnología para la creación de riqueza y el desarrollo económico.
Por lo que el tema reviste una importancia notoria, no solo en el contexto escolar donde el docente en formación inicial materializa la dirección del proceso educativo, sino que le permite el desarrollo de competencias necesarias para su vida profesional, social y personal.
CONCLUSIONES
El proceso de formación inicial en el contexto de la microuniversidad han transitado por diferentes momentos, en el trascurso de del desarrollo de nuestro país en la esfera educacional, enfatizando en la investigación en el proceso la universalización de la Educación Superior Pedagógica, el cual marcó un cambio significativo en dichas relaciones.
Los fundamentos teóricos del proceso de formación inicial en el contexto de la microuniversidad han determinado las concepciones del proceso de formación del profesional de la Educación, las leyes; las relaciones, la cooperación y la teoría de la mediatización por la actividad, y la sistematización realizada permitió identificar resultados científicos específicos aplicables.