Maricel Abad Saínz*
María Elina Espinosa Sosa **
Centro Universitario Municipal Rodas, Cuba.
mabad@ucf.edu.cu
Resumen
La ponencia aborda una breve conceptualización sobre la educación en valores y el papel de la escuela, la familia y la comunidad, enfatiza en la necesidad de fortalecer la preparación de la familia para el logro de las estrategias educativas que se diseñen. Se utilizan como referentes teóricos los criterios de investigadores de Cuba y Latinoamérica, los cuales coinciden en que la familia y la escuela son las dos instituciones sociales más importantes con que cuenta la civilización humana para satisfacer sus necesidades de educación. Describe la experiencia del proyecto sociocultural comunitario ¨Puertas de Cambio¨, del Consejo Popular de Cartagena, en la cual la escuela tuvo un papel protagónico en la creación de alianzas con la familia y la comunidad. Se utilizaron métodos del nivel teórico y empírico como la entrevista, la encuesta y el análisis de documentos.
Palabras clave: escuela, familia, educación en valores, preparación familiar
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Maricel Abad Saínz y María Elina Espinosa Sosa (2018): “La integración de la escuela, la familia y la comunidad en la educación en valores.”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (abril 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/04/escuela-familia-comunidad.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1804escuela-familia-comunidad
Introducción
Históricamente la familia ha sido objeto de estudio desde diferentes aristas por profesionales de diversas ramas de la ciencia, se destacan las concepciones del marxismo, Carlos Marx y Federico Engels en relación con sus teorías acerca del papel de las comunidades y de la familia en la vida de la sociedad humana, así como los postulados de los pedagogos de la antigüedad: J. A. Comenius, J. Rousseau, J. E. Pestalozzi, F. Froebel y M. Montessori, acerca del papel de la familia en la educación de sus hijos. En diferentes contextos se ha escuchado decir ¿Quién educa, la familia o la escuela?, y sin temor a equivocarnos se debe responder: la familia y la escuela.
La familia es la génesis en donde el niño aprende la noción de ser humano, de ser persona, en donde se inicia la educación, donde aprende los hábitos esenciales que vamos a cumplir el resto de la vida. Es en el hogar donde se aprende constantemente, pues la educación es una dinámica incalculable; se podría decir infinita, por ello debe verse como el sitio de múltiples influencias educativas que interactúan entre sí.
El estudio de las relaciones entre educación y familia ha sido y seguirá siendo objeto de interés permanente. Cuando las niñas y los niños acceden por primera vez a los centros educativos, lo que demuestran como personas no es otra cosa que el producto de la educación y la formación que han recibido desde la cuna en sus hogares. En la familia el niño recibe las primeras orientaciones valorativas desde que nace y son aquellas vinculadas a su propia supervivencia. Las primeras nociones sobre lo que se puede y no se puede o lo que se debe y no se debe, se ponen de manifiesto en el hogar y tienen el propósito fundamental de garantizar la vida de ese pequeño y frágil ser humano. Las relaciones familiares tienen un carácter eminentemente emocional, lo cual le otorga un gran valor educativo a dichas relaciones. Pero, cómo van a aprender a cuidar y amar lo bello, cómo aprenderán a ser honrados, honestos, solidarios. Esto puede lograrse si en el hogar la familia constituye un ejemplo y si la educación que se ejerce se caracteriza por adecuadas relaciones afectivas entre sus miembros. Esto es sumamente importante si se tiene en cuenta que en la familia interactúan personas de diferentes edades e intereses y que entre los padres del niño y ellos se distribuye la autoridad.
No existen recetas para la educación en valores que desarrolla la escuela y mucho menos para la que ejerce consciente e inconscientemente la familia, sin embargo se constata que no todas las familias están preparadas para el desarrollo de la labor educativa. Si se tiene en cuenta que debe haber coherencia en el sistema de influencias que se ejerce, entonces se consideraría significativa la preparación de la familia para el éxito de las estrategias educativas. ¿Cómo contribuir en la preparación de la familia para la educación en valores de las nuevas generaciones?
Objetivo general:
-Describir la experiencia del Proyecto Sociocultural Comunitario ¨Puertas de Cambio¨ del Consejo Popular de Cartagena, como una vía para el fortalecimiento de los valores y la disminución de las indisciplinas sociales en la comunidad.
Desarrollo
La educación en valores
Entre los desafíos que tiene ante sí la humanidad hoy está, sin dudas, su propia existencia, lo cual también pasa por el problema de la cultura y los valores, que acompañan al ser humano en su decurso histórico y le confieren a su vez, la posibilidad de transformar el mundo para hacerlo más humano.
La educación en valores es un proceso complejo y contradictorio de transmisión y asunción de valores, como parte de la educación de la personalidad, que se desarrolla en condiciones histórico-sociales determinadas y en el que intervienen diversos factores socializadores, como la familia, la escuela, la comunidad, los medios de difusión, entre otros. De ahí que se trata de la transmisión y asimilación, de la incorporación o subjetivación, de la asimilación creadora de los valores en tanto significados que adquieren los fenómenos, objetos y procesos de la realidad para los diferentes sujetos (individuos, grupos, clases, naciones…) en el contexto de la actividad práctica, es decir, de los valores. (Mendoza, 2013:5)
La educación en valores constituye un proceso complejo porque toca de cerca un componente esencial: la espiritualidad; contradictorio, ya que se da matizado por un conjunto de contradicciones entre las que se encuentran lo ideal y lo real, lo social y lo individual, lo universal y lo particular, lo nuevo y lo viejo, la identidad y la diversidad. Asimismo, es multifactorial ya que intervienen diversos factores como la familia la cual aporta formación inicial y decisiva para la vida, la escuela que tiene un encargo social, la comunidad esencial, en tanto, portadora de la participación social, los medios de difusión que forman y educan modelos, gustos, preferencias…(Chacón, 2002:95)
La educación en valores como parte de un proceso más amplio, el de la educación de la personalidad, en la que se involucran etapas esenciales en el desarrollo del ser humano como la infancia, la adolescencia y la juventud- fundamentalmente exige sabiduría y sensibilidad, inteligencia y sentimiento, a la hora de concebirlo, proyectarlo y llevarlo a cabo. Es por eso que requiere que el profesional de la educación se prepare en diversos saberes, desde una mirada científica, inter y transdiciplinar, pero, sobre todo humanista. (Mendoza, 2013: 3)
Según Mendoza la educación en valores alcanza matices diferentes en cada persona dada la importancia de la individualidad por lo que debe tenerse en cuenta su carácter multifactorial, ya que no depende de esta o aquella influencia sino que es resultado de un conjunto de influencias de los agentes socializadores, particularmente de la insoslayable tríada familia-escuela-comunidad.
Por ello, maestros y profesores, educadores todos, deben afrontar el reto de su enfoque integral e integrador, que deje a un lado los criterios rígidos y formales y asumirlo como el verdadero desafío de nuestra profesión, la razón de ser de todo lo que hacemos, dado el compromiso que encierra con las nuevas generaciones.
La familia y la escuela cubana en la educación en valores
La labor educativa abarca la actividad que ejerce la familia, la escuela, las organizaciones políticas y de masas, los medios de difusión masiva, es decir el conjunto de influencias de toda la sociedad. Todos los factores sociales son importantes pero la institución educacional y la familia tienen un papel predominante en el sistema de influencias educativas que inciden en la vida del hombre. (Castro, 2005:34)
La familia y la escuela son las dos instituciones sociales más importantes con que cuenta la civilización humana para satisfacer sus necesidades de educación, así como la adquisición y transmisión de todo el legado histórico cultural de la humanidad. Ambas son instituciones emblemáticas de nuestra civilización y aún el hombre no ha encontrado espacios sustitutos capaces de satisfacer las necesidades que ellas garantizan.
La escuela es la institución que continúa y complementa el proceso iniciado en el hogar, los niños desde las primeras edades, sueñan con el momento de llegar al aula. Su participación como elemento activo en todo el proceso de la escuela los hace sentirse motivados y alegres. El fortalecimiento de este trabajo propicia que el hogar y la institución se apoyen recíprocamente, adopten una línea en el trabajo educativo y ejerzan de conjunto una misma línea en la formación de la joven generación.
La escuela tiene la alta responsabilidad de preparar para la vida a niños y jóvenes en correspondencia con las posibilidades creadas por el medio social revolucionario y con vista a dar respuesta a las necesidades que supone su desarrollo. Como parte de esta concepción se asume el papel de esta como agente de cambio en la comunidad y dentro de su encargo social, se comprende la atención a la familia de los educandos, así como la contribución a su preparación para que estén en condiciones favorables de cumplir su función educativa.
La familia y la escuela no deben marchar por senderos alejados y mucho menos contradictorios. Es cierto que a la familia no se le puede normar su funcionamiento; su modo de vida, estilo y procedimientos educativos. Pero sí se le puede ayudar, y lo que es más importante: marchar junto a ella, acompañarla, y guiarla.
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La relación de ambas instituciones demanda de una atención rigurosa, pues, al compartir tan importante encargo, debe existir entre ambas cierta coherencia y unidad de objetivos e intereses, lo cual no siempre se logra. Le corresponde en este caso a la escuela y a la familia trabajar unidos para lograr que se transmita al alumno tanto en el hogar como en el aula los mismos patrones de conducta y métodos educativos que permitan crear y educar a un hombre multifacético, capaz de desarrollar sus potencialidades intelectuales al máximo y que se conduzca en la sociedad con correctos modos de actuación, que comunique su sentir y sus vivencias. Es el maestro el principal ejecutor de la actividad y este por ende tiene que lograr una alta preparación, tener un amplio conocimiento de los temas formativos- educativos para poder entonces preparar a los padres.
En el artículo 38 de la Constitución de la República se puntualiza la responsabilidad que tienen los padres con la educación de sus hijos así como las relaciones que deben existir entre la escuela y la familia. Ambos espacios familia y escuela permiten la formación de valores morales y culturales, mediatizados por la experiencia de los adultos. Así crecen los menores, con el respaldo de la familia y de los maestros, por eso es tan necesaria la armonía y complementariedad, para juntos influir de forma favorable en los hijos-alumnos, por tanto ambos tienen que estar abiertos a las influencias recíprocas y cooperar entre sí.
La preparación de la familia para educar en valores.
De acuerdo con lo planteado por (Benítez, 2009): “…en la medida en que se logre preparar a la familia de hoy, se asegura la superioridad de la sociedad del futuro, es decir, se coloca a los padres de hoy en condiciones favorables para enfrentar la educación de sus hijos, y los hijos de hoy, que serán los padres del mañana, asumen del modelo de actuación, los valores auténticos de la familia cubana, su ejemplaridad; entonces la sociedad será superior”.
Es una realidad que la escuela puede contribuir a la preparación familiar fortaleciendo la comunicación, lo cual debe realizarse a partir de las diferentes vías de educación familiar establecidas por el MINED.
La utilización de los métodos del nivel empírico permitió conocer que la preparación de la familia para la educación en valores presenta diversas dificultades entre las que se encuentran:
-Desconocimiento de las vías para la educación familiar.
-Débil preparación de los maestros para la conducción de los temas a tratar en los encuentros con la familia.
-Identificación de la escuela como la única institución en la educación en valores
-Insuficiente apoyo de la familia e interrelación en el desarrollo de las estrategias educativa.
La práctica educativa y la investigación sobre el tema demuestran que es necesaria la interrelación escuela- familia – comunidad, las estrategias que se diseñen deben tener en cuenta la articulación entre todos los factores para que exista coherencia y eficacia en la intervención.
Experiencias del proyecto ¨Puertas de Cambios¨ en la educación en valores
El poblado de Cartagena está ubicado en el municipio de Rodas, con una población bastante estable de 5306 habitantes. El 60 % de los pobladores se asientan en el centro del pueblo, en la calle principal se encuentran los establecimientos comerciales. En la salud cuenta con un moderno policlínico comunitario. Posee también un Centro Mixto de enseñanza Primaria y Secundaria, que goza de prestigio a nivel municipal.
Es una comunidad que está identificada a nivel provincial con incidencia en las indisciplinas sociales. Se han desarrollado diversas acciones con el objetivo de educar a la población, con incidencia de los delegados de los consejos populares, la escuela como centro cultural más importante de la comunidad, los promotores culturales, el Consejo de Atención a Menores y cederistas y federadas de la localidad.
El Proyecto Sociocultural Comunitario Puertas de Cambio es un ejemplo de las acciones desarrolladas con la conducción del promotor cultural Oslenis Fernández Cedeño. El proyecto se desarrolló en dos locales alternos Cine Damují y el Centro Recreativo, en ellos se desarrollaron conversatorios, charlas, debates, mesas redondas y videoconferencias. Se trabajó de forma mensual con 44 adolescentes y su familia o tutor. Las temáticas trabajadas tenían el objetivo de contribuir en la elevación del conocimiento sobre la localidad y el fortalecimiento de valores éticos en los adolescentes seleccionados, se tuvo en cuenta para la selección de la muestra la necesidad de atención educativa por parte de la familia y sus hijos, adolescentes con conducta desviada o alteraciones de conducta manifestada en indisciplinas.
Las sesiones se desarrollaron en un período de 1 año con un encuentro mensual, las temáticas trabajadas fueron:
1-Características del adolescente. Oportunidades (Desarrollado el tema por un maestro y un médico de la localidad)
2- La comunidad donde nací. (Desarrollado por el Promotor cultural y el Delegado del Consejo Popular)
3- Adicciones. Consecuencias para la salud. Utilización sana del tiempo libre
(Desarrollados por un maestro y el médico de la localidad)
4- La familia cubana. Relaciones de convivencia. (Desarrollado por un psicólogo)
5-Las indisciplinas sociales. El código Penal (Desarrollado por un abogado)
6-Encuentro con la Historia. Los monumentos locales (Desarrollado por el Promotor cultural y maestro del Centro Mixto de la comunidad)
7-Cuidemos nuestro parque (Desarrollado por el Promotor cultural y cederista de 75 años de la comunidad)
8- La cultura de mi comunidad (Desarrollado por el Promotor cultural, y el Delegado del Consejo Popular)
Se pudo conocer en entrevista con el coordinador que el proyecto en el momento inicial no tuvo gran aceptación, los adolescentes no se sentían muy motivados, se veían presionados por la familia, pero poco a poco con las técnicas utilizadas la situación fue cambiando, participaban en las sesiones, reflexionaban y se comprometían a colaborar en el embellecimiento y cuidado de la comunidad.
En encuesta realizada a 24 adolescentes y sus familias se conoció que estaban satisfechos con las acciones desarrolladas, percibieron un cambio en la conducta de sus hijos, 5 de ellos que no estudiaban se vincularon a la Facultad Obrera Campesina, 3 comenzaron a trabajar. Se apreció mayor juicio en la toma de decisiones. De forma general se constató una transformación aunque no en todos porque hubo 3 familias y sus hijos que solo participaron del 50 % de las acciones.
En encuesta realizada a los facilitadores que desarrollaron los diferentes temas, refieren que los encuentros desarrollados fueron muy valiosos, intercambiaron con los adolescentes, se trabajó en la elaboración de proyectos de vida más sanos; en el establecimiento de relaciones de respeto, en los valores de un ciudadano cubano, se conoció de sus intereses, motivaciones, potencialidades, las cuales pueden ser aprovechadas en función de lograr proyectos de vida coherentes con nuestro sistema social.
El proyecto comunitario hoy se ejecuta en la localidad, sobre la base de la experiencia se ha enriquecido, aglutina a otros factores de la comunidad, pero la familia es el principal, la escuela juega un papel importante en la realización del diagnóstico y la selección del personal para la impartición de los temas. Múltiples acciones se han desarrollado. Las actividades vinculan el conocimiento con la práctica, se induce a los adolescentes y su familia hacia la reflexión y el debate en búsqueda de conductas positivas.
Esta práctica permite asumir conductas desde la participación para combatir flagelos como el deterioro de los valores y las indisciplinas sociales, las cuales quebrantan nuestro modelo social socialista. A la vez que propicia la práctica del compañerismo, la amistad, la solidaridad y el humanismo.
Conclusiones
La escuela como institución social tiene amplias posibilidades para ejercer su influencia educativa sobre la familia. A través de las relaciones establecidas en ambientes psicoafectivos para ir modelando la personalidad en la formación de los hijos, cuyo producto final, será la aportación de un individuo socialmente útil a la sociedad
La escuela, como centro cultural de la comunidad debe crear alianzas con el resto de las instituciones del territorio e implementar acciones más eficaces al fortalecimiento de los valores y la reducción de las indisciplinas sociales.
BIBLIOGRAFÍA
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