Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Y TENDENCIAS HISTÓRICAS EN EL DESARROLLO DE LA ORIENTACIÓN PROFESIONAL

Autores e infomación del artículo

Osmany Hernández Basulto

Isel Ramírez Berdut

Raisa Macías Sera

Leandrus Lázaro Hernández Ramírez

Universidad de Holguin, Cuba

ohdez@fh.uho.edu.cu

RESUMEN
Estos profesores ofrecen un breve análisis de la fundamentación teórica y la evolución histórica de la orientación profesional, así como de los estudios realizados al respecto. Se destacan las informaciones alcanzadas por investigadores extranjeros y cubanos, en los basamentos científicos que sustentan el proceso de orientación profesional como multidisciplinario de la orientación para contextualizar y se particulariza en el papel de los actores sociales en el proceso de la orientación profesional. También se tiene en cuenta la tendencia integrativa de las influencias educativas para contextualizar el proceso, como lo novedoso en el aporte de los autores.

Palabras claves: actores sociales, orientación profesional, tendencia.

the professional orientation.
theoretical foundation and historical tendencies in his development.

ABSTRACT

These professors offer a brief analysis about the theoretical foundation and the historical evolution of the professional orientation, as well as the studies carried out on this concern. The information reached by Cuban and foreign researchers are highlighted here, it is particularized on the scientific foundations that sustain the process of professional orientation as a multidisciplinary one for contextualizing the process, in the roll of the social actors in the process of professional orientation; and the negative tendency of the educative influences to contextualize the process is taken into account, also the novelty of the actors’ roll is considered.

Key words: social actors, professional guidance. tendency


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Osmany Hernández Basulto, Isel Ramírez Berdut, Raisa Macías Sera y Leandrus Lázaro Hernández Ramírez (2017): “Fundamentación teórica y tendencias históricas en el desarrollo de la orientación profesional”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (junio 2017). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2017/06/orientacion-profesional.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1706orientacion-profesional


Introducción

Los principales fundamentos teóricos del proceso de orientación profesional y el papel de la escuela, la familia y la comunidad se encuentran en la Filosofía, la Pedagogía, la Psicología y la Sociología.
Las tesis principales que desde la Filosofía sirven de fundamento teórico a la propuesta son la personalidad, entendida como un conjunto de relaciones sociales, la determinación de la conciencia social por el ser social y, en consecuencia, la consideración del contexto histórico concreto y la vinculación de la teoría con la práctica.
Las tesis fundamentales que desde la Pedagogía, sirven de fundamento teórico a la propuesta son el papel de la familia en la formación de las nuevas generaciones, el carácter activador que corresponde a la escuela en sus relaciones con la familia, como principio pedagógico, la actuación de la personalidad a partir de la unidad de su actividad y la comunicación y la relación de la personalidad con su contexto.
Las tesis fundamentales que desde la Psicología sirven de fundamento teórico a la propuesta son la Escuela Histórico-Cultural de Vigotsky, la Zona de Desarrollo Próximo, el desarrollo integral y el enfoque humanista.
La evolución histórica de la orientación profesional, así como las definiciones dada por diferentes autores desde que comenzó a tratarse científicamente el proceso de orientación profesional a los inicios del siglo xx, en actualidad se agudiza aún más la necesidad de la consulta y referente para una investigación sobre la temática.
Se presentan algunas ideas sobre la necesidad de tener en cuenta algunos criterios evaluativos para el proceso de orientación profesional planteado por los autores de esta investigación, que permiten contextualizar cualquier definición de la orientación profesional, así como la necesidad de tener en cuenta las influencias de los actores sociales en esta actividad.

DESARROLLO
La escuela:
Desde la Filosofía, desde una perspectiva dialéctico materialista, se abordan las relaciones sociales de los estudiantes en la escuela con sus compañeros y colectivo pedagógico, en la comunidad, las distintas organizaciones e instituciones y en la familia, cuyas relaciones de cooperación entre sus miembros constituyen su esencia social.
La consideración del contexto histórico concreto es esencial en esta investigación, cuya propuesta de solución está dirigida a una orientación profesional en los preuniversitarios de manera acertada, de forma que la elección responsable y consciente de la profesión pedagógica supla el déficit de profesores existente hoy día en el territorio.
La vinculación de la teoría con la práctica es de vital importancia, pues desde el preuniversitario, el estudiante debe realizar responsablemente diferentes actividades académicas y pedagógicas, como parte de su orientación profesional. El materialismo plantea que el fin supremo del conocimiento es servir a la práctica, contribuir al planteamiento y solución de los problemas que surgen ante el hombre en su actividad y, a la vez que los estudiantes se enfrenten a esas actividades, conozcan y se relacionen con su futuro modo de actuación, que ya no les será desconocido, al asumir el rol de profesor.
El materialismo histórico es muy importante en la concepción del contexto, el cual se fundamenta en la relación entre el ser social, la conciencia social y la práctica histórico social. Los adolescentes de los preuniversitarios, en este nuevo modelo pedagógico que propone el autor de esta investigación, tienen esa participación activa como ser social en el proceso de orientación profesional que los conducen a comprender el mundo de la Pedagogía y su ser personal, que les permite crearse una conciencia social, como producto o resultado del desarrollo social y la necesidad histórica de la profesión del magisterio.
Por tales razones, el autor de este trabajo parte de la motivación pedagógica, al crear condiciones para fortalecer los fundamentos profundos de las ciencias pedagógicas, de tal forma que se garantice la estimulación de la actividad cognitiva de los adolescentes, a partir de necesidades de la actividad práctica, de relaciones con la profesión y la vida social, a la vez que experimenta un flujo estimulante de la actividad pedagógica, así como la influencia que se ejerce sobre los futuros profesores en el transcurso del desarrollo social.
Los maestros y profesores, que en cada escuela conforman el colectivo pedagógico, tienen como encargo social, desarrollar un trabajo educativo eficiente que permita transmitir valores, a través de la forma de actuación y el ejemplo personal, lo que debe conducirlos a convertirse en un paradigma para sus discípulos. Dentro de las múltiples tareas que esto implica, la orientación profesional, en su contexto general y la específica sobre la orientación profesional hacia carreras pedagógicas, está en su centro de actuación.
El personal docente, para lograr lo anterior, parte de dos elementos fundamentales: las características psicológicas de los educandos y los resultados de los diagnósticos iniciales y periódicos que se les aplican para poder caracterizarlos lo más acertadamente posible y lograr los objetivos en cada nivel de enseñanza.
La educación es y será un proceso que tiene en cuenta siempre estos elementos: fin y objetivo de la escuela, fin y objetivo del grado y fin y objetivo de las asignaturas. Con estos elementos, estructurados a partir del encargo social, se trabaja longitudinalmente para que exista una coherencia entre los objetivos de cada institución escolar y los principios y objetivos del estado dentro de la sociedad que se aspira desarrollar.
A la escuela le corresponde también, como una vía para cumplir el encargo social, la orientación profesional de los estudiantes, centrada en el trabajo del profesor, ya que este participa activamente en la formación de valores, ideales, normas de conducta e influye en el desarrollo de aspiraciones y proyecciones futuras de los educandos para su desarrollo pleno.
El profesor debe garantizar la calidad de la enseñanza, orientarlos hacia donde se inclinen sus intereses. Las actividades que se desarrollen deben estar encaminadas a la interrelación alumno-profesor y viceversa, para que fluya el clima de confianza y la labor educativa sea más efectiva.
En la literatura pedagógica mundial, la relación que debe existir entre educadores y educandos en cuanto a la comunicación ha sido una temática ampliamente abordada por diferentes pedagogos, entre ellos se encuentran Kuzmina, N. (1987), Ortiz, E. (1996), Gómez, M. (1999), entre otros.
Estos autores abordan la importancia de la comunicación en la formación y desarrollo de la personalidad. En particular, se estima que la comunicación es esencial en las siguientes actividades que los profesores deben realizar para una adecuada orientación profesional:
1-Clases con la calidad requerida y evidente realización pedagógica.
2-La orientación del trabajo independiente que les permita a los estudiantes ampliar su horizonte de conocimientos en tareas de carácter pedagógico.
3-El trabajo con los monitores en función de crear habilidades pedagógicas.
4-La creación de círculos de interés con actividades que los motiven hacia la profesión.
5-El intercambio de conocimientos entre los educandos con actividades desarrolladoras de formas de actuación pedagógicas.
6-La integración de objetivos para el conocimiento sólido de los educandos, que les permita crear sus propias estrategias de aprendizaje para su futura profesión.
7-El desarrollo de actividades de comunicación oral constante con los estudiantes, con el fin de elevar su preparación para dirigir y organizar actividades pedagógicas.
El fundamento psicológico sustentado en la Escuela Histórico-Cultural de Vigotsky y sus seguidores, se manifiesta en la relación con el origen social de las funciones psíquicas superiores, la Ley de la Doble Formación, la Situación Social del Desarrollo y la Zona de Desarrollo Próximo.
La teoría de la Zona de Desarrollo Próximo parte de lo actual para desarrollar lo potencial, de contextos escolares a otros no escolares; en la investigación que se presenta, el contexto es el mismo, pero el estudiante, futuro profesor, asume otro rol.
Según expone Zilberstein, J. (2004) “en la práctica pedagógica, la compresión del significado de la Zona de Desarrollo Próximo, apunta hacia el carácter socialmente interactivo de los procesos de apropiación humana”.
Consecuentemente, es necesario considerar que la educación debe promover niveles superiores de desarrollo integral de los alumnos, de autorregulación y autodeterminación y verlos a éstos como entes sociales protagonistas y productos de múltiples interrelaciones sociales en los contextos escolar y extraescolar.
Para esto, dentro de la escuela y fuera de ella, deben utilizarse procedimientos que coloquen a los alumnos en situaciones en que tengan que sustentar sus razonamientos, desarrollar su independencia, la responsabilidad hacia su propio aprendizaje y hacia la forma en que debe enfrentarlo, lo que determina la dirección del proceso, de manera diferente.
Estas ideas se ilustran a través de las acciones que se proponen en la estrategia y en la que los estudiantes son responsables de su realización, por ejemplo, la preparación e impartición de clases o actividades dentro de éstas.
Así, sobre la base de las ideas vigotskianas, un colectivo de autores del Centro de Estudio de Educación del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, (2003) perfeccionó la definición de aprendizaje desarrollador enunciada como: “Aquel que garantiza en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el desarrollo de su auto-perfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social”[2]. El autor de esta tesis asume esta definición, la despliega en la propuesta del modelo y la estrategia que se ofrece en esta investigación.
La psicología humanista se centra en el estudio de los seres humanos. La personalidad humana se concibe como una organización que está en proceso continuo de desarrollo, existe una tendencia autoactualizante o formativa en el hombre que le conduce constantemente a autodeterminarse, autorealizarse y trascender.
Entre los supuestos teóricos del humanismo se encuentran, también, otros que son importantes para este trabajo. Ellos son:
-El hombre decide. El ser humano tiene libertad y conciencia propia para tomar sus propias elecciones y decisiones, por tanto, es ente activo y constructor de su propia vida.
-El hombre es intencional. Los actos volitivos o intencionales de la persona se reflejan en sus propias decisiones o elecciones. El hombre, a través de sus intenciones, propósitos y actos volitivos, estructura una identidad personal que lo distingue de los otros.
En la orientación profesional esto se debe manifestar en el hecho de que el estudiante debe decidir si opta por la carrera, independientemente de que sea pedagógica o no; es decir, esta elección no debe ser ni impuesta ni forzada. El trabajo de orientación profesional desde el hogar, debe despertar en ellos el amor por la futura profesión y así garantizar el éxito en su carrera y en la labor posterior.
Los humanistas enfatizan en la necesidad de promover una educación basada en el desarrollo de una conciencia ética, altruista y social, que respete y potencie las individualidades y las necesidades de los alumnos y con ello, crear un clima de comunicación favorable que permita un aprendizaje participativo donde el alumno decida, utilice sus propios recursos, se responsabilice con lo que va a aprender y autoevalúe, como recurso que fomenta la creatividad, la autocrítica y la autoconfianza.
Así, según el enfoque humanista, se determina como un aspecto esencial para esta investigación, la consideración del estudiante en el proceso pedagógico, sus necesidades, intereses y aspiraciones en cuanto a su futura profesión, el respeto a su individualidad y la estimulación de la responsabilidad en su aprendizaje y selección de la futura profesión. La escuela no es el espacio para estimular exclusivamente la adquisición de conocimientos formales, también es el espacio para el desarrollo humano, concebido de una manera holística.
La familia:
Los fundadores del marxismo sentaron las bases para comprender la razón social de ser de la familia, su determinación y funciones más generales. Marx (1848), aporta elementos para entender a la familia como relación social. Marx y Engels fundamentaron que la familia no es una relación primordialmente biológica, sino que tiene un doble carácter, natural y a la vez social y que las relaciones de cooperación entre sus miembros constituyen su esencia social.
Engels (1884) demostró, con los datos de su época, que la familia es una categoría histórica y que, por tanto, cambia de acuerdo con las transformaciones sociales, en cuyo contexto hay que estudiarla y comprenderla.
Para esta investigación, la familia constituye una institución formada por un grupo de personas unidas por lazos consanguíneos y/o afectivos, que conviven en un espacio común durante un tiempo significativo, donde se satisfacen necesidades materiales y espirituales, se establecen relaciones afectivas estables y se favorece el proceso de orientación profesional.
La familia posee características psicológicas que la diferencian de otros grupos y que interesan a los fundamentos de esta investigación, entre ellas están:
-Es una comunidad de personas que actúa objetivamente como sujeto de la actividad, cuya relación se apoya en los contactos personales promovidos por la identificación afectiva, y en la gran atracción y unidad emocional generada entre sus miembros que estimula la comunidad de intereses, de objetivos y la unidad de acción.
-Ejerce un control peculiar a través de normas y valores específicos que generan determinados mecanismos de regulación sobre sus miembros.
Para los estudios de este grupo social, resulta indispensable el enfoque sistémico, pues constituye una unidad funcional en la cual todos sus elementos, relaciones y procesos se entrelazan y condicionan mutuamente.
Entender la familia como un sistema significa interpretarla como una unidad de interrelaciones entre todos sus miembros, en torno a los problemas de la vida cotidiana, al intercambio de sus opiniones, a la correlación de sus motivaciones, a la elaboración y ajustes de sus planes de vida, al contexto socioeconómico y cultural donde se encuentre ubicada, lo cual se refleja en el funcionamiento familiar.
Los especialistas del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de la Academia de Ciencias de Cuba dieron a conocer, a mediados de la década del 90, las concepciones sobre las funciones familiares, a partir de la reconceptualización del modelo elaborado por del Instituto de Política Social y Sociología de la antigua República Democrática Alemana (RDA), en la cual predominaron los aspectos sociológicos. El modelo sociopsicológico utilizado integra conceptos analíticos y ordenadores de las condiciones de vida objetivas y subjetivas de la familia y la categoría modo de vida.
De acuerdo con la propuesta de esta investigación, es importante destacar la función cultural-espiritual de la familia, la cual comprende la satisfacción de las necesidades de superación, el esparcimiento cultural, de recreo y de vida social.
Algunos autores consideran que esta función es básica en la educación, lo cual no niega ni absolutiza, el valor educativo de las restantes. Esta incluye, además, las actividades que realiza la familia de seguimiento al estudio de los hijos y de preparación profesional, así como sus relaciones con la escuela y su participación en las actividades que convoca, como forma de acercase y dar seguimiento a las tareas escolares de sus hijos/as.
En la realización de las diferentes actividades aparecen acciones conscientes e inconscientes, ambas tienen un efecto educativo en correspondencia con el sentido subjetivo que tenga para cada miembro; hasta qué punto las regulan y cómo se asumen en sus planes de vida, depende del modo de vida familiar, de las peculiaridades de cada familia, y de cada miembro, para su incorporación al proceso de orientación profesional.
De acuerdo con la propuesta de esta investigación es importante destacar que: en el modelo se considera que en este grupo de estudiantes de preuniversitario, se satisfacen y desarrollan complejos procesos materiales y afectivos estrechamente relacionados, expresados a través de las funciones biosocial, económica y cultural-espiritual.
El centro de investigación de familia y otros autores cubanos (Ares, P.; Castro, P.L. y Fernández, L. 2005-2010) han dimensionado los aspectos psicológicos de las diferentes funciones. Sin embargo, aunque se ha revelado la repercusión educativa de cada una, al ser consecuente con la idea de que en la familia todo educa, se puede afirmar que aún no existe un análisis sistematizado de la relación entre las funciones familiares y su incidencia en la educación de la orientación profesional.
-Características de la familia cubana actual que la convierten en elemento potencial para la orientación profesional
Resulta inevitable considerar el panorama que presenta la familia cubana en las últimas décadas, para cualquier tema que incluya el accionar sobre o con la familia en Cuba. El estudio más amplio que al respecto existe, lo constituye la caracterización de la familia cubana actual, realizado por el Departamento de Familia del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de la Academia de Ciencias de Cuba (2008).
El surgimiento de un nuevo sistema de orden socioeconómico en Cuba, las actuales condiciones socioeconómicas del llamado Período Especial, está ejerciendo su impacto en este funcionamiento pero no cesa la búsqueda y el reordenamiento de dicho sistema.
La situación de la familia cubana actual es más de cambio que de crisis, no se desintegra, sino que se abre paso a un nuevo tipo de familia más democrático y flexible, en medio de múltiples contradicciones, entre los intereses sociales y los de la familia, entre los intereses de la familia y los de cada miembro, entre las nuevas tendencias del desarrollo del hombre moderno y las tradiciones y costumbres familiares, referente, en lo fundamental, a normas de educación y convivencia, entre los valores de los adultos y los característicos de las nuevas generaciones. Según Reca, I. y otros, (2008, 48) una de las funciones de la familia “es referirse a la problemática de la interrelación e interacción de la familia y la sociedad, por una parte y, por otra, de la familia y sus miembros, en tanto la familia constituye una unidad-una instancia mediadora entre el individuo y la sociedad”.
La familia ejerce gran influencia en las decisiones de sus miembros para la elección de una profesión u oficio, como parte de su función educativa, por determinación de tradición familiar y adquiere un carácter rector la influencia de los padres en la preparación de los hijos para el futuro; sin embargo, muchas veces no se tienen en cuenta los motivos e intereses del adolescente, lo que puede traer como consecuencia algunas frustraciones personales que comúnmente repercuten en la vida familiar futura.
El grado de interrelación de los padres con sus hijos facilita una mayor influencia positiva en estos últimos, a partir de una relación estrecha, de conocer sus motivos, intereses y aspiraciones para el futuro; si esto funciona coherentemente, el interés del hijo puede ser, realista, alcanzable y sus expectativas pueden ser satisfechas.
Los padres deben evaluar las cualidades de los hijos, sus capacidades específicas, los intereses que pueden servir de base para la inclinación profesional; estimularlos y orientarlos en su profesión, con el apoyo de los demás miembros de la familia que se fusionan armónicamente, para lograr, finalmente, una buena orientación al adolescente sobre su profesión.
La Pedagogía debe tomar en cuenta que la familia, como sistema abierto, tiene múltiples intercambios con otras instituciones sociales, entre ellas la escuela. La institución docente actúa sobre el sistema familiar, tanto a través de la educación que le dan al hijo, como por la influencia que ejercen de manera directa sobre los padres. El sistema familiar actúa sobre la escuela en la medida en que el hijo es portador de valores y conductas que reflejan su medio familiar, también los padres promueven vínculos con la escuela, al estar motivados y preocupados por la educación de su descendencia.
El carácter activador que corresponde a la escuela en sus relaciones con la familia, es reconocido como principio pedagógico para influir en el proceso educativo intrafamiliar y lograr la convergencia de las acciones sobre el alumno.
Hay que enfocar el proceso educativo familiar como la actividad de un grupo socialmente condicionado, comprenderlo en sus referencias socioclasistas. El desarrollo de la Psicología y la Pedagogía, al revelar elementos del proceso de la formación de la personalidad en el seno de la familia, hizo posible el surgimiento de la educación de padres como actividad pedagógica específica.
La educación de padres consiste en un sistema de influencias psicológicamente dirigido, encaminado a elevar la preparación de los familiares adultos y a estimular su participación consciente en la formación de su descendencia, en coordinación con la escuela.
La educación a la familia suministra conocimientos, ayuda a argumentar opciones, desarrolla actitudes y convicciones, estimula intereses y consolida motivaciones, lo que contribuye a integrar la concepción del mundo en los padres. Una eficiente educación a la familia debe preparar a los padres para su autodesarrollo, de forma tal que se autoeduquen y se autorregulen en el desempeño de la función formativa con sus hijos.
La familia, como institución socializadora, en su condición de sistema abierto, determinado por complejos vínculos sociales, se nutre de las instituciones comunitarias y especialmente de la escuela, decisivo agente socializador de niños y adolescentes. La relación escuela-hogar, en el contexto comunitario específico, deviene en el presente trabajo catalizador de las potencialidades formativas de la familia.
La actuación de la personalidad se expresa a partir de la unidad de su actividad y la comunicación. A tenor con lo referido anteriormente, la relación de la persona con su contexto se lleva a cabo por medio de la actuación, que es cualitativamente distinta a la actividad y a la comunicación, pues la integra, pero no se reduce ni a la una ni a la otra.
En el contexto escolar transcurre la mayor parte del tiempo del adolescente, la vida escolar constituye para los adolescentes una parte orgánica de su propia vida, su actuación en este ámbito se caracteriza por el establecimiento de nexos interpersonales con respecto a otros sujetos que están relacionados de forma directa o indirecta con el estudio, como principal actividad, si bien se realizan otros tipos de actividades, a saber: deportivas, recreativas, laborales y sociopolíticas.
Si bien los contextos familiares y grupales implican el condicionamiento, en gran medida, del funcionamiento de la personalidad del sujeto, no se puede obviar la influencia que sobre éste ejercen también los diferentes miembros de la comunidad en la que vive, así como no se pueden obviar algunas de las características de los estudiantes de esta edad, pues constituyen fortalezas para el trabajo de orientación profesional, tales como:
-Logran mantenerse firmes y perseverantes en la consecución de sus metas por un tiempo más prolongado.
-La percepción, la memoria, la atención, el pensamiento y la imaginación adquieren un carácter voluntario, esto permite que el adolescente sea capaz de plantearse objetivos e intentar lograrlos.
-Hay una tendencia a la autoeducación, en el sentido de lograr satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, aquellos estudiantes que van conformando una idea más definida y estable sobre su futura profesión, muchas veces adquieren nuevos conocimientos de forma independiente.
-Se va intensificando el significado de la elaboración semántica del material de estudio ante su aprendizaje; son capaces de analizar el material y los métodos de enseñanza-aprendizaje utilizados en el proceso pedagógico que potencien las posibilidades que poseen.
La comunidad:
En todo el proceso de orientación profesional, es significativo el papel de la escuela y la familia, pero se considera necesario tener en cuenta el contexto social comunitario donde se desarrolla el educando y las influencias que ejerce el mismo.
La interrelación de la comunidad con el contexto escolar es uno de los aspectos significativos dentro del modelo y la estrategia pedagógica que propone este autor, por la importancia que le atribuye a la socialización de ellos con ambos contextos.
El término interrelación entre la escuela y la comunidad, se analiza desde una perspectiva dialéctico-materialista, es decir, desde la óptica de la unidad y lucha de contrarios, la acción recíproca, la interdependencia. Se define como, acciones entre ambas agencias de socialización que encierran sus influencias educativas, para garantizar la cooperación, la colaboración e integración en la solución colectiva a las necesidades del proceso pedagógico que se lleva a cabo en el centro docente y a las necesidades educativas de la comunidad con la cual interactúa.
Todo lo anteriormente expresado sobre la base de las condiciones concretas que presenta la opción hacia carreras pedagógicas, busca la transformación de esa realidad, a partir de sus propias posibilidades de cambio.
Precisamente, la comunidad constituye un contexto intermedio entre la sociedad y el individuo. En ella se materializa la interrelación del sujeto, ya que se concreta la relación sociedad-individuo. Es a nivel de la comunidad donde cada individuo recibe, de manera singular y simultánea, las influencias sociales como inmediatas. Es un ámbito privilegiado, que presenta fuertes implicaciones socializadoras para sus miembros: se habla de personas que tienen una historia, una cultura, intereses compartidos y que las interrelaciones que se establecen la transmiten.
La comunidad, como forma de organización de la vida cotidiana, debe proporcionarles a sus miembros determinadas condiciones para el desarrollo de su nivel de vida, calidad de vida, educación, salud, entre otros; de todo ello depende la influencia de la comunidad en la formación y desarrollo de sus miembros.
Arias, H. (2008, 13) define el siguiente concepto de comunidad: “La comunidad es un organismo social que ocupa determinado espacio geográfico. Está influenciada por la sociedad de la cual forma parte, y a su vez funciona como un sistema, más o menos organizado, integrado por otros sistemas de orden inferior (las familias, los individuos, los grupos, las organizaciones e instituciones) (...) que definen el carácter subjetivo, psicológico, de la comunidad (...)”.
En la literatura internacional se identifican dos tendencias: una, que analiza el vínculo escuela-comunidad, fundamentalmente orientado a la familia, destacando la necesidad de reforzar el trabajo de la escuela en este sentido y la otra que, se encamina a incorporar la escuela a su medio.
Con el apoyo de la comunidad se hace más eficiente el trabajo educativo hacia la orientación profesional, ya que la escuela y el maestro desarrollan y dirigen diversas actividades; pero su concreción está en el apoyo de divulgación por los medios de difusión masiva, con el activismo de los consejos populares, con la familia y con el entorno social; este último tiene la mayor influencia, ya que el individuo concientiza la necesidad de que su aporte e incorporación ayudan al desarrollo de su comunidad.
De esta manera se contribuye a crear el sentimiento de pertenencia o de bien común, a desarrollar la responsabilidad por el destino de la comunidad y a participar en su mejoramiento. La comunidad puede ayudar a la escuela a fomentar la cultura comunitaria, al rescatar su historia educacional, a través de anécdotas de los jubilados del sector, la actividad de la Casa del Educador, las bibliotecas y el apoyo de los consejos populares.
Tendencias históricas del proceso de orientación profesional:
“La orientación profesional tiene sus orígenes en 1908 con la creación en Boston, Estados Unidos, del primer buró de orientación a cargo de Parsons, F., quien acuñó el término de “Vocational Guidance”. Este centro tenía la misión de brindar asistencia a jóvenes que solicitaran ayuda para la elección de la profesión que les garantizara una inserción rápida y eficiente en sus estudios profesionales. ” (Pino Díaz, 2009)
De manera general, en países como España, Rusia, Australia y Francia, entre 1925 y 1933, se crean institutos, laboratorios, cátedras para brindar un servicio de orientación profesional a la población, con el objetivo de informar sobre distintas profesiones u oficios para su inserción en la sociedad.
En Cuba, en 1934 se crea la Cátedra de Orientación Profesional en la Universidad de La Habana, como expresión de la influencia de esta posición teórica en el mundo, bajo la dirección de Gutiérrez, J.M. En ella se hicieron estudios de diversas profesiones, al mismo tiempo que se realizó una intensa campaña de divulgación, a fin de implantar los servicios de orientación profesional tan necesarios, pero limitados, por ser una institución generadora de conocimientos al servicio de la clase dominante, con modelos tradicionales y elitistas.
En 1935, Fitch, J. define a la vocación profesional como: “el proceso de asistencia individual para la selección de una ocupación, preparación para la misma, inicio y desarrollo de ella”.
Otros estudios, de las décadas del 40 y del 50, Calcagno, A. (1947) y Nachman, S. (1956), reflejan los diferentes enfoques sobre la vocación y orientación profesional, sus concepciones y las de otros autores acerca de la motivación y de la expresión en la actividad profesional.
Entre los principales factores que influyeron en la elección profesional en esta etapa, se destaca el análisis e interpretación de cómo y por qué elegir una profesión, en dependencia de la posición teórica respecto a la definición de la vocación y de la orientación profesional.
Los autores de esta investigación considera pertinente tener en cuenta una serie de criterios evaluativos en el desarrollo y evolución del proceso de orientación profesional:
-teorías científicas: estas permiten determinar el grado de influencias y describir la situación histórica y actual del desarrollo de las diferentes teorías en el proceso de orientación profesional,
-escenarios de desarrollo: estos permiten describir los contextos y las vías empleadas para efectuar el trabajo de orientación profesional,
-esferas del desarrollo de la personalidad: formaciones psicológicas en que se sustenta el desarrollo del proceso de orientación profesional,
-influencias educativas: participación de los actores sociales formales e informales en las actividades, las acciones y su papel en el proceso de orientación profesional,
-rol de la orientación profesional en el proceso formativo: el grado de efectividad del desarrollo del proceso de orientación profesional en la elección consciente y responsable de las futuras profesiones por los sujetos.
-compromiso social: las perspectivas de desarrollo personal y el aporte social que espera brindar a través de su ejercicio profesional.
Entre los enfoques teóricos más difundidos se encuentran, las teorías factorialistas (Parsons. F, Fitch, J., 1935). Estas teorías consideran la elección de la profesión como un acto no determinado por el sujeto, sino como resultado de la correspondencia entre las actitudes naturales del hombre y las exigencias de la profesión, la cual es determinada por tests psicológicos. (González Maura, 2002)
En América Latina, en la década de los 60, se destacan, por los estudios realizados, Jeangros, E. (1963) y Fingermann, G. (1968); los cuales tratan la orientación profesional en el plano médico, sociológico, ergonómico y económico; estas teorías se limitan al “descubrimiento” a partir de tests, de aquellos rasgos que posee el sujeto y que pueden facilitar u obstaculizar su futuro desempeño profesional y se fundamentan en una concepción factorialista de la personalidad. (Ídem)
En Cuba, desde el triunfo revolucionario, se producen profundas transformaciones en los diferentes niveles de enseñanza, acompañadas en 1961 por la Campaña de Alfabetización y en 1962 por la Reforma Universitaria, donde participaron las tres Universidades existentes. Lo anterior tuvo una especial significación en estas transformaciones, pues sentó las bases para una nueva universidad, vinculada estrechamente al desarrollo económico y social del país.
En esta década, se realizaron algunas investigaciones sobre la orientación profesional y, entre las más significativas, se encuentra la de Falcón, E. y Salido, L. (1965). Las referidas investigaciones estuvieron motivadas, entre otras razones, por el cambio frecuente de carrera por parte de los jóvenes y se basaban, fundamentalmente, en el impulso del organismo a la acción, la dirección de la conducta hacia determinados fines y los estímulos que hacen disminuir y reforzar determinado comportamiento.
En la década de los 70 se realizaron varias investigaciones sobre el tema en el ámbito internacional, entre las que se encuentran la de Decci, M. (1972), Yarosheviski, A. (1974), Cueli, J. (1975), Bozhovich, L.I. (1976), Dugarov, S. (1978) y Rubinstein, J.L. (1978). Estos trabajos son superiores a los de la década del 60, pues desarrollan las teorías psicodinámicas siguiendo un enfoque psicoanalista, al considerar la motivación profesional como la expresión de fuerzas instintivas que se analizan a través del contenido de determinadas profesiones. Según estas concepciones, la vocación es la expresión de la sublimación de intentos reprimidos que tuvieron su manifestación en la infancia del sujeto y que encuentran su expresión socializada en la edad juvenil, a través de la inclinación hacia determinadas profesiones. (Ídem)
Sin embargo, Cueli. J, (1975) es uno de los primeros en asumir el término de orientación profesional, el que define como “el hecho de escoger una ocupación como medio de vida implica una repetición. La preferencia se basaría inconscientemente en la conducta que el sujeto vivió en las primeras relaciones con los objetos de su infancia”.
Coexisten diferentes posiciones teóricas en torno a la orientación profesional; las teorías factorialistas y psicodinámicas tuvieron su mayor auge en la primera mitad del siglo, mientras que las teorías evolucionistas se manifestaron con más fuerza a partir de los años 70.
Las teorías evolucionistas de Super, D. y Hall, D, (1976) conciben la vocación como una expresión del desarrollo de la personalidad. Para Super, D. “la vocación es el resultado de la madurez personal expresada en el proceso de elección profesional, la cual se manifiesta en los siguientes indicadores: conocimiento del sujeto sobre el contenido de las profesiones preferidas, fundamentación de su preferencia y autovaloración de sus posibilidades para ejercerla”.
A partir de 1976, se produce el desarrollo en la Educación Superior, con la concepción tradicional de universidad, nuevos incrementos en el número total de instituciones, con presencia en todas las provincias del país y surge el Ministerio de Educación Superior, lo que favorece, en gran medida, el proceso de orientación profesional, con investigaciones realizadas a tal efecto.
En esta década, en Cuba se destaca González, D. (1976), quien comienza a tratar la orientación profesional vinculada a la esfera motivacional de la personalidad, desde una perspectiva psicológica y de esta forma, se comienza un proceso orientado al cambio y al desarrollo, relacionado con los intereses profesionales particularmente. (Hernández Basulto, 2014)
Dugarov, S. (1978) considera que “la base de la orientación pedagógica es el control de las particularidades individuales de los educandos, estudiando sus intereses profesionales pedagógicos, encaminándose a mejorar la preparación del aspirante a estudiar una carrera pedagógica y la calificación de los cuadros pedagógicos”.
En la década de los 80 aparecen, tanto en el mundo como en Cuba, varias investigaciones y entre las más significativas se encuentran las de Asieev, V. (1980), Tijomirov, O. (1983), Markova, A. (1984), Skinner, B. (1986), González, F. (1983-1987), Mitjáns, A. (1987-1989), Brito, H. (1989), González, V. (1989), entre otros.
Estos investigadores, al tratar el problema de la motivación profesional abordan, desde diferentes enfoques, la categoría motivo, debido, fundamentalmente, al significado que cobra dentro de la temática. Así, por ejemplo, se encuentran denominaciones como: Motivaciones sociales generales, motivación de logros, motivación hacia el estudio, motivación profesional, motivación de intenciones profesionales, entre otras. (Ídem)
En Cuba, González, F. (1983), plantea que estas formaciones psicológicas conducen a que aparezca otro significativo sistema de regulación, denominado Tendencia orientadora de la personalidad, definida como “el nivel superior de jerarquía motivacional de la personalidad hacia sus objetivos esenciales en la vida, lo que presupone una estrecha relación de la fuerza dinámica de los motivos con la elaboración consciente, por el sujeto, de sus contenidos”. Nuevamente en 1987, enriquece esta tendencia al plantear “(...) los motivos, es la forma en que la personalidad asume distintas necesidades, las que elaboradas por ella, encuentran su expresión en las distintas manifestaciones concretas, de tipo conductual, reflexivo, los cuales le dan sentido, fuerza y dirección a la personalidad (...)”.
González, V. (1989) es consecuente con esta categoría, al dejar claro que los intereses deben convertirse en tendencia orientadora de la personalidad. Esta investigadora encontró, en los sujetos tomados como muestra en un serio estudio empírico realizado, la existencia de una “formación motivacional específica, que también se expresa como tendencia orientadora de la personalidad en la esfera profesional, que denominó intereses profesionales, que se expresan como inclinación cognitivo-afectiva hacia el contenido de la profesión en sus formas primarias de manifestación funcional, traducido como intereses cognoscitivos hacia el estudio de la profesión”.
En esta década las investigaciones realizadas sobre la orientación profesional abordan con más énfasis cómo se desarrolla la esfera motivacional de la personalidad y la caracterización de sus niveles de desarrollo, efectividad e integración, desde una perspectiva psicológica.
El tema de la orientación profesional en la educación, a partir de la década de los 90, es abordado en los contextos científicos internacional y nacional. Entre las investigaciones más significativas se encuentran las de Brito, H. (1990), Boltger, R. (1991), Tapia, A. (1992), Chivas, F. (1993), González, F. (1995), González, D. (1995-1997), González, V. (1993-1995-1997-1999) Domínguez, L y Zabala, M. C. (1995), Domínguez, L. (1996), Matos, Z. (1998), Gómez, M. (1994-1995-1997-1999), desde la Psicología y la Pedagogía.
En Cuba, González, V. (1993) plantea que “la educación de la personalidad, implica la necesidad de dirigir el trabajo de orientación profesional al desarrollo de la esfera motivacional y cognitiva de la personalidad del sujeto, es decir, de conocimientos, habilidades, capacidades, motivos e intereses profesionales y con ello ir desarrollando la autorregulación del sujeto, que permitan realizar su selección profesional a partir de su autovaloración”.
Gómez, M. (1994), define la orientación profesional “por sus objetivos instructivos y educativos y su contribución a la formación de los educandos, como la actividad estructurada para la práctica pedagógica con el fin de lograr que el educando llegue a conformar conscientemente, todos los valores y juicios para la determinación profesional”.
González, D. (1995), considera que la orientación profesional, “(...) es el conjunto de procesos psíquicos que regulan la dirección e intensidad de la actividad hacia el cumplimiento de la necesidad y la exigencia social y para que el individuo se prepare (adquiera los conocimientos, habilidades, capacidades necesarias) y posteriormente pueda trabajar, ser útil a la sociedad y convivir con ella (.....)”.
En esta última definición se evidencia que la motivación abarca diferentes móviles, los cuales son analizados dentro de la Psicología tales como la actividad, las necesidades, las metas, los fines, los valores, los motivos, las aspiraciones, los objetivos, las inclinaciones, las disposiciones, los intereses y los ideales, entre otros.
Los autores analizados (González, V., Gómez, M., y González, D.,) centran sus estudios de la orientación profesional en: el sistema de regulaciones psicológicas, la motivación profesional, denominada tendencia orientadora de la personalidad, la determinación profesional a través de los intereses profesionales como formación específica, la labor del maestro y las actividades que se desarrollan en el escenario escolar, pero no abordan la integración de los actores sociales en el proceso de orientación profesional.
En el V Congreso del Partido Comunista de Cuba (1997), se le otorga gran importancia al trabajo de orientación profesional con los niños, adolescentes y jóvenes, lo que se refleja en las Tesis y Resoluciones, donde se plantea que “(...) la escuela debe jugar el papel rector en esta actividad, pero se debe armonizar con el apoyo de las instituciones y organizaciones políticas y de masas para lograr la combinación entre los intereses profesionales de los alumnos y la satisfacción de las necesidades sociales en correspondencia con la planificación estatal (...)”.
En este sentido, los organismos internacionales, en sus diversos foros1, han proclamado a la educación como uno de los derechos transcendentales del hombre y la mujer, por tanto, no sólo constituye un factor que propicia el acceso al empleo como principal fuente de sustento económico y de movilidad social de las personas, sino que además, contribuye al pleno desarrollo individual, pero para lograr concretar esta aspiración, es necesaria la orientación efectiva de los jóvenes hacia su futuro profesional.
En esta década del 90, aunque se producen varias investigaciones sobre el proceso de orientación profesional, su aplicación estuvo afectada por el llamado Período Especial. En esta etapa en las universidades hubo un descenso de la matrícula, en particular en las universidades pedagógicas, que deprimió la fuerza profesional en los territorios, lo cual, unido al éxodo de profesionales hacia otros sectores con mayor remuneración económica provocó que se deprimiera la cobertura docente en las diferentes educaciones. Los trabajos sirven de sustento teórico y metodológico para cualquier investigación que se realice sobre el proceso de orientación profesional.
En el Foro Mundial sobre Educación (Dakar, 2000, 7), se proclamó “…la necesidad de la formación de los profesores para todo el sistema educativo y asegurar un significativo crecimiento de la cobertura educacional requerida para las próximas décadas…” y “…la necesidad de la orientación profesional pedagógica para que se contribuya al desarrollo organizacional, territorial y al marco social desde el punto de vista económico, cultural, político-ideológico”.
A partir del siglo XXI, en Cuba se realizan cambios a las Resoluciones Ministeriales que establecen el proceso de orientación profesional en todos los niveles de educación, por no ajustarse a las condiciones reales del país y a las demandas de los territorios, en cuanto a sus necesidades profesionales y se aprueba la Resolución Ministerial # 170/2000, para el buen funcionamiento de estas actividades en los centros docentes y demás instituciones, a partir de la cobertura y demandas existentes en cada territorio.
En consonancia, se realizaron nuevas investigaciones y entre las más significativas, se encuentran las de González, V. (2000-2002-2004), Cuesta, L. (2000), Domínguez, L. (2003), Hernández, O. (2004-2007-2009), Medina, R. (2007), Díaz, L. (2008), Fernández, M. (2009), Albertery, R. (2009), Manzano, R. (2007-2010), González, M. C. (2005-2007-2010), Del Pino, J.L. (2004-2006-2010), entre muchos otros.
Estas investigaciones, se sustentan en la influencia de la Psicología Humanista en el proceso de orientación profesional, que se expresa en las concepciones que destacan el papel protagónico del sujeto en la elección de la profesión, reflejado en el autoconocimiento y en las posibilidades de asumir responsablemente su decisión profesional.
González. V, (2002) propone una estrategia educativa para los estudiantes universitarios que garantice la elección y desarrollo profesionales, define la orientación profesional y plantea que la misma “es concebida como parte del proceso de la educación de la personalidad que prepara al estudiante para la elección, formación y actuación profesional responsable, donde intervienen psicólogos y pedagogos”.
González, M. C. (2007) plantea que “la orientación profesional, puede incluir la formación vocacional, pero apunta también a la formación de un sujeto para seleccionar una carrera, enfrentar el proceso de profesionalización e identificarse con ella”.
Manzano, R. (2008), al considerar la orientación profesional asume que es el “sistema de influencias políticas, psicológicas y pedagógicas que tiene como objetivo preparar a los estudiantes con los conocimientos, valores, sentimientos y actitudes necesarios acerca del magisterio”.
Del Pino, J.L. (2009) concibe la orientación profesional como “la actividad científica de definir (e implementar) cómo ayudar con efectividad a alguien en un momento y un espacio dado, para facilitarle el mayor nivel de crecimiento personal posible, según la etapa específica de desarrollo en que se encuentre y su situación social y personal concreta en la orientación educacional desde un enfoque personológico, ese alguien es el estudiante y el espacio es el ámbito escolar”.
Desde el 2009, Del Pino, J.L, dirige el proyecto, la tendencia integrativa: propuesta cubana para la orientación educacional en función del desarrollo personal de los estudiantes y de la formación superior pedagógica, que contribuye a sustentar el carácter personológico de la orientación profesional. No obstante, es insuficiente el tratamiento de este elemento desde la integración de las influencias educativas de los actores sociales al proceso de orientación profesional.
Estos trabajos sobre la orientación profesional de los investigadores González, V., González, M. C., Manzano, R. y Del Pino, J.L, se centran en el escenario escolar, al elaborar estrategias educativas, indicaciones metodológicas y utilizar, por ejemplo, la clase, el trabajo con los monitores, la educación política de los estudiantes, el buró de orientación profesional, la tendencia integrativa para la dirección del proceso formativo, aspectos que se consideran válidos para el trabajo del maestro. No obstante, estas propuestas no profundizan en el desarrollo de la orientación profesional en el proceso formativo de los preuniversitarios, de modo que se correspondan con su estructura y exigencias para potenciar la autodeterminación profesional pedagógica.
Los autores de esta investigación consideran que estos trabajos sobre la orientación profesional, no enfatizan el papel de la integración de las influencias educativas de la familia, la escuela y la comunidad, como actores sociales que favorecen la educación de la personalidad y su elección profesional futura.
Al atender a los postulados de los organismos internacionales, la política educacional cubana y las definiciones ofrecidas por los autores más sobresalientes en la temática que se analiza en esta investigación, los autores de este trabajo la definen: la orientación profesional pedagógica como el proceso de relación de ayuda, sobre la base de un sistema de influencias educativas, psicológicas, pedagógicas y políticas donde se integran la escuela, la familia y la comunidad, para lograr la autodeterminación profesional pedagógica de los estudiantes. (Hernández, O., 2014)

Conclusiones
El papel de estos actores sociales2 : la escuela, la familia y la comunidad en la orientación profesional de los niños, adolescentes y jóvenes, tiene una importancia capital, pues su estrecho vínculo hace más eficiente el trabajo educativo y se obtienen resultados superiores que tendrán como consecuencia el mejoramiento humano y el desarrollo de la cultura general integral a la que se aspira.
La escuela nunca dejará de asumir su papel rector en el trabajo educativo; se hace necesaria esa participación consciente y sistemática de la familia y la comunidad, en función de apoyar el trabajo de la escuela, para el cumplimiento de las necesidades sociales y los programas priorizados, la incorporación de los jóvenes al estudio y su aporte al progreso social.
A través de la historia, se ha visto la necesidad de la evolución de la definición de la orientación profesional para desarrollarla con los niños, adolescentes y jóvenes, tiene una importancia capital, ya que su estrecho vínculos con los criterios evaluativos y la contextualización, permiten a la vez que se obtengan resultados superiores en el proceso, que tendrán como consecuencia el mejoramiento humano, el desarrollo de esa cultura general integral a la que se aspira.
Estas definiciones permitirá actuar coherentemente en el trabajo educativo que se inicia en la escuela, se concreta en la familia y se materializa en la comunidad, por lo que la influencia de los actores sociales, debe dirigirse a que todo adolescente y joven se plantee a sí mismo esta interrogante: ¿Qué es lo más útil para la sociedad en que vivo? Por eso resulta importante que cualquier investigación sobre la orientación profesional, responda a esta interrogante de manera que tenga presente las influencias que en tal sentido puede ejercer los actores sociales en el proceso. (Hernández Basulto, 2014)

Referencias Bibliográficas.

  • Arias, H. (2008). La comunidad y su estudio. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, p. 126.
  • Colectivo de autores. (2003). Selección de lecturas de didáctica. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, p. 32.
  • Hernández, O. (2014) La escuela, la familia y la comunidad en la orientación profesional. Revista Luz, Universidad Pedagógica de Holguín [en línea] Recuperado de <http://www.revistaluz.isph.hlg.edu.cu/articulospdf/edicion39/osma.pdf >.
  • Hernández, O. (2015) La orientación profesional: una necesidad en la formación laboral. Recuperado de http://www.eduhol.rimed/cenfola indx.htm
  • Hernández, O. (septiembre, 2015) La orientación profesional en el contexto de los preuniversitarios. Revista Ciencias Holguín, vol.15, núm.2. Recuperado de <http://www.ciencias.holguín.cu>.
  • Hernández, O. (2016) La orientación educativa. En el contexto de la Universidades. REDVET: 2016, Vol. 17 No. 11. Recuperado de http:// veterinaria.org/revistas/redvet/n111116/111629.htm
  • Hernández. O. (2016) Una necesidad histórica. La orientación educativa. REDVET: Vol. 17 No. 7. Recuperado de http:// veterinaria.org/revistas/redvet/n071610/071611.htm
  • Marx, C. y Engels, F. (1978) Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, URSS: Editorial Ciencias Sociales, p 214.
  • Reca, C. et al. (2008) La familia en el ejercicio de sus funciones. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, p. 90.
  • Zilberstein. J. (2004) Hacia una didáctica desarrolladora. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, p. 96.

LIBROS

  • Cueli, J. (1975). Vocación y afectos. S.A, USA: Editorial Walley Limusa p. 7. Edición de 66 p.
  • Del Pino, J. (2004). La motivación de la orientación profesional, (Material de consulta Maestría ISPLAC), La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, pp. 9-13. Edición de 68 p.
  • Fitch, J (1935). Vocational guidance in action. New York, USA: Columbia University Press New York, p. 3. Edición de 86 p.
  • Parsons F, Fitch, J.(1935). Teorías Factorialistas. New York, USA: Editorial Columbia University New York, p. 13. Edición de 99 p.
  • Super, D y Hall, D (1978) Career development exploration and planning, ann. Rev. of Pshycology, p. 9.
  • VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (2011). Lineamientos de la Proyecto Educacional y Social de la Educación. Lineamiento VI Política Social # 150 p 23.

PUBLICACIONES PERIODICAS

  • Dugarov, S. (1978). La orientación profesional y las vías para su realización. La Habana, Cuba: Editorial Impresora Gráfica del MINED, p. 27, edición de 97 p.
  • González, D. (1995). Teoría de la motivación y práctica profesional, La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, p.31, edición de 112 p.
  • González, F. (1987). La motivación hacia la profesión, La Habana: Revista Varona, núm. 6, p.4.
  • González, M.C. (2008). La orientación profesional. p.12, (en Tabloide del VIII Seminario Nacional para Educadores, La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, 18 p.).
  • González, V. (1993). El maestro y la orientación profesional, reflexiones desde un enfoque humanista de la educación. Centro de Estudios de la Formación Pedagógica, Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, Universidad de la Habana, p.32.
  • González, V. (2002). Estrategia educativa para la elección y desarrollo profesional. La Habana: Revista Pedagogía Universitaria, vol. 6, núm. 4, pp.7-25.
  • Manzano, R. (2010) La orientación profesional pedagógica. p.11, (en Tabloide del X Seminario Nacional para Educadores, La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación, 20 p.)

Tesis

  • Gómez, M. (1994) Metodología para la Orientación Profesional de los Estudiantes de Preuniversitario en carreras afines a las Ciencias Químicas, (tesis de Doctor en Ciencia Pedagógica), Instituto Superior Pedagógico de Holguín “José de la Luz y Caballero”, Cuba.

Textos electrónicos:

  • González, V. (1989) Motivación profesional y personalidad. Bolivia: Talleres Gráficos de la Imprenta Universitaria. [soporte digital], p.13. Recuperado de
  • González, V. (2002) Orientación educativa-vocacional: una propuesta metodológica para la elección y desarrollo profesional responsable. Recuperado de http://www.slideshare.net/aleidazambrano/orientacion-vocacional-2822561
  • Hernández, O. (2014) La escuela, la familia y la comunidad en la orientación profesional; Revista Luz, Universidad Pedagógica de Holguín [en línea]. Recuperado de <http://www.revistaluz.isph.hlg.edu.cu>.
  • Hernández, O. (2014) Ídem.
  • Hernández, O. (2015) La orientación profesional: una necesidad en la formación laboral. Recuperado de http://www.eduhol.rimed/cenfola indx.htm
  • Hernández, O. (2015) La orientación profesional en el contexto de los preuniversitarios: Revista Ciencias Holguín, vol. 15 núm.2, Recuperado de <http://www.ciencias.holguín.cu>.
  • Hernández, O. (2016) La orientación educativa. En el contexto de la Universidades, REDVET, Vol. 17 No. 11 Recuperado de http:// veterinaria.org/revistas/redvet/n111116/111629.htm
  • Hernández. O. (2016) Una necesidad histórica. La orientación educativa. REDVET: Vol. 17 No. 7, Recuperado de http:// veterinaria.org/revistas/redvet/n071610/071611.htm
  • Pino Díaz, M.E. (2009). En busca de una orientación motivación hacia la carrera de psicología Recuperado de http://monografias.umcc.cu/monos/2009/SUM%20PEDRO%20BETANCOURT/m09spb7.pdf
UNESCO (2009) Conferencia Mundial de Educación Superior. La Nueva Dinámica de la Educación Superior y la búsqueda del cambio social y el Desarrollo, Francia. Recuperado de http://www.unesco.org. [Consultado el 15 de Junio del 2010].

1 12 La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), La Convención contra discriminación en la enseñanza (1960).La Conferencia Mundial Educación para Todos (Jomtien, 1990).El Documento Cambio y Desarrollo en la Educación Superior (UNESCO, 1995). La Conferencias Regionales sobre Educación Superior (UNESCO, 1996-1998).La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior (UNESCO, París, 1998). y el Foro Mundial sobre la Educación (Dakar, Senegal, 2000), [en línea] disponible en: http://www.unesco.org [Consultado el 4 de enero del 2010].

2 “se reconocen por su capacidad colectiva para asumir la función de planificación y de gestión ascendente del desarrollo, siguiendo los principios de cooperación y responsabilidad compartida” Portilla, M., 2003.[5].


Recibido: 22/03/2017 Aceptado: 09/06/2017 Publicado: Junio de 2017

Nota Importante a Leer:

Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor, escriba a lisette@eumed.net.
Este artículo es editado por Servicios Académicos Intercontinentales S.L. B-93417426.