Transparencia y eficiencia en el marco del desarrollo económico y social

Estudios y artículos

Transparencia y eficiencia en el marco del desarrollo económico y social

Jorge E. Bittar EDAN jbittar@rieder.net.py

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Bittar, J.E. "Transparencia y eficiencia en el marco del desarrollo económico y social en Observatorio de la Economía de Paraguay, julio 2006. www.eumed.net/oe-py/

Buscando la eficiencia y transparencia para un país mejor
Un gobierno eficaz y eficiente que esté al servicio de la sociedad requiere un manejo recto y transparente de los recursos públicos confiados, que permitan mantener e incrementar los niveles de desarrollo del país y sobre todo la credibilidad de la población.
En base a lo expuestos más arriba para lograr las condiciones que requieren el futuro del país, el programa de gobierno se basa fundamentalmente en la modernización de las instituciones del estado y el cambio de visión de las mismas, lo que forma parte del programa de Modernización del Estado.
Para lograr esto se ha elaborado un vínculo entre los llamados objetivos estratégicos y los ejes programáticos de la siguiente forma:

Objetivos Estratégicos	Ejes Programáticos
Recuperar la confianza en las instituciones del estado y en sus gobernantes	1- Modernización de la Administración Pública 2- Entorno económico confiable y predecible para la inversión.
Reactivación económica, a través de un modelo de desarrollo sustentable	3- Crecimiento económico sustentable. 4- Revolución educativa para mejorar el capital humano. 5- Prioridades y políticas en el área de salud. 6- Impulsar las obras públicas y la construcción de viviendas. 7- Energía para el desarrollo. 8- Defensa del medio ambiente. 9- Proyección externa y nuevo relacionamiento Internacional.
Fortalecer la democracia y la participación ciudadana	10- Desarrollo de nuevos espacios: Estado y Sociedad. 11- Agenda de derechos humanos.
Combate contra la pobreza, la corrupción y la desigualdad.	12- Combate a la pobreza y la exclusión social. 13- Lucha contra la corrupción. 14- Modernización de las fuerzas de seguridad.

En base a estos objetivos estratégicos y ejes programáticos enunciados , 46 instituciones del sector público se han propuestos metas tendiente en su mayor parte a crecimiento económico sostenible donde puede apreciarse aspectos relevantes como son metas relacionadas con la Modernización de Estado, el combate contra la Pobreza y la exclusión social.
Adquieren resonante importancia también las metas tendientes a lograr un mejoramiento en lo referente a la salud pública, educación, promoción de los derechos humanos y de los nuevos espacios de participación. Todos estos aspectos son importantes sin dejar de tener en cuenta lo relacionado a infraestructura. Estos enfoques apuntan a dos cosas realmente prioritarias para el país, en primer lugar está la reactivación económica (a través de un crecimiento económico sostenible) y por otro lado es imperiosa la mejor atención a los problemas sociales, específicamente los problemas relacionados con la pobreza, salud y educación. Queda sin embargo como un gran desafío obtener mayores avances en lo relacionado con los procesos de modernización del estado y el desarrollo de nuevos espacios de participación de la sociedad.
Entre las instituciones públicas encargadas de liderar la eficiencia y transparencia de la gestión pública se destaca el Ministerio de Hacienda (MH), con el objetivo de restituir la confianza y credibilidad en las instituciones del estado. Entre las primeras acciones que ha llevado adelante para el efecto de destacan: La ley de reforma y sostenibilidad de la caja Fiscal, la Ley de Adecuación Fiscal, el nuevo Código Aduanero, la Ley de Re-Estructuración de la Deuda Pública Interna y el manejo del presupuesto a través de leyes que permitan iniciar la racionalización del Estado y una mejor coordinación de la política fiscal y monetaria.
Estas medidas de política económica aplicadas han tenido hasta la fecha moderados resultados debido específicamente a la inestabilidad del factor político que como se sabe constituye una externalidad que posee la capacidad de hacer fracasar hasta los más esperanzadores proyectos y programas de estabilización y desarrollo. Así por ejemplo en el año 2.004 el crecimiento del PIB llegó a la paupérrima cifra del 2,9% contra 2,3% de crecimiento poblacional. La tasa de inflación se redujo en el 2.004 a 2,8% de un 9, 3% en el 2.003, pero debido a situaciones relacionadas con la inestabilidad política ya nombrada que aleja toda posibilidad de incrementar la IED y los ajustes cambiarios del Brasil, del cual dependemos comercialmente en un 85% aproximadamente la tasa de inflación alcanzó en el 2.005 la increíble cifra de 9,9% y tras ajustes del orden cambiario por parte del Banco Central del Paraguay (BCP) y otras acciones de política económica, la inflación acumulada para el 2.006 se calcula en aproximadamente 3,7%. Como podemos ver es bastante elocuente la inestabilidad en la cual nos estamos desenvolviendo, afirmando nuevamente que desde mi modesto punto de vista el factor político nuevamente nos está causando una mala pasada.
Si bien en este tiempo, se ha propuesto estabilizar la economía, conforme a la evolución de las variables macroeconómicas ya mencionadas, esto no es suficiente para disminuir drásticamente la pobreza e impulsar al desarrollo.
Uno de los proyectos más interesantes impulsados, lo constituye el llamado “Foro Paraguay 2.011”, promovido por el Ministerio de Hacienda, el cual contempla sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo que supere la estructura económica basada en la triangulación comercial, el monocultivo, el empleo público y la informalidad; y lo reemplace por otro distinto basado en el incremento y diversidad de la producción agrícola y agroindustrial con miras a la exportación, el dotar de mayor valor agregado a la producción; y en otra área mejor distribución del ingreso y el logro de de tasas de crecimiento del PIB altas y sostenibles. En base a lo expuesto, debemos convenir que para que estos proyectos lleguen a los objetivos trazados tenemos que lograr dos cosas fundamentales: en primer lugar necesitamos más mercado para así obtener mayor producción y en segundo lugar necesitamos mejor Estado para lograr mejor gestión pública, mayor equidad social (*), y el adecuado cumplimiento de su rol en el desarrollo del país.
Para lograr aplicar este nuevo modelo de desarrollo, se ha elaborado un plan de crecimiento con equidad el cual abarca cuatro áreas de tremenda importancia y que al mismo tiempo son amplias y concretas. Ellas son:
1. Ambiente de negocios y competitividad.
2. Diversificación económica.
3. Valor agregado y exportación.
4. Tierra, producción agrícola, la equidad social y la reducción de la pobreza.

Estas áreas a mi entender reflejan las mayores preocupaciones del gobierno y son realmente asignaturas pendientes del mismo con la sociedad; son áreas que deben desarrollarse simultáneamente a través de acciones a corto, mediano y largo plazo.
Hay que agregar que este plan con la envergadura que posee, no solo requiere suficientes recursos sino también se necesita controlar una de las variables exógenas que más dolor de cabeza causa a los economistas y técnicos encargados de las políticas públicas, a esta variable la conocemos en el ámbito de los programas de desarrollo como “Estabilidad Política”, es decir lograr el consenso político y la voluntad de los mismos ya que como es sabido, los técnicos elaboramos los proyectos, programas y planes y quienes toman las decisiones son los tan venerados y entre comillas llamados “patrióticos políticos”.
En cuanto a los recursos que necesitamos (**), estos nuevos proyectos tienden a incrementar la presión tributaria entre el 14% y 15% del PIB (los proyectos referentes a la modernización del sistema tributario) y por otro lado tenemos líneas de créditos externas de los bancos y agencias de desarrollo destinadas a proyectos y programas específicos, que deben ser muy bien aprovechadas.
El objetivo de todo esto, conjuntamente con otros muchos proyectos de otras áreas socio-económicas es dirigirnos lentamente pero seguros a consolidar un “Modelo de Desarrollo Sustentable”.

(*) Desde el punto de vista de que la población especialmente la más necesitada tenga mayores oportunidades de progreso

(**) Se refiere básicamente a los derivados del ahorro interno y los referentes a los préstamos y asistencias externas.

Observatorio de la Economía de Paraguay