BIBLIOTECA VIRTUAL DE DERECHO, ECONOMÍA Y CIENCIAS SOCIALES


INVESTIGACIONES Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN EDUCACIÓN INCLUSIVA

CAPÍTULO 5. LA FORMACIÓN DE LOS DOCENTES PARA LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Raúl Calixto Flores

Universidad Pedagógica Nacional, México

proyectosustentables2027@gmail.com

Publicado con revisión por pares ajeno a Eumed.net

ISBN-13: 978-84-17211-56-1

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Resumen
En este trabajo se describe un diagnóstico situacional con docentes en formación, con el objetivo de describir las competencias investigativas que poseen para hacer posible  la atención a las múltiples necesidades de aprendizaje de una amplia diversidad de estudiantes. El método es un estudio de caso, con una encuesta y una entrevista cualitativa. Entre los resultados obtenidos, destaca que los docentes en formación poseen escasas competencias investigativas para el diseño y desarrollo de trabajos de investigación y múltiples dudas sobre la inclusión educativa y  del procesos inherentes de la investigación educativa. En las conclusiones se señala  que en la formación docente inicial se requiere de las competencias investigativas para  que los futuros docentes identifiquen como aprenden los alumnos, detecten las diferentes necesidades de aprendizaje y las diferencias culturales y/o preferencias de los alumnos, así como para diseñar actividades escolares incluyentes, atendiendo a la diversidad existente en la comunidad donde desarrollará su práctica profesional.
Palabras clave: Educación inclusiva, competencias, competencias investigativas, formación docente inicial

Abstract
This paper describes an investigation with teachers in formation, with the objective of describing the investigative competences that they possess to make possible the attention to the multiple learning needs of a wide diversity of students. The method is a case study, with an estimate scale and a qualitative questionnaire. Among the results obtained, it is pointed out that in-service teachers have few research competencies for the design and development of research projects and multiple doubts about educational inclusion and the inherent processes of educational research. In the conclusions, it is pointed out that the initial teacher training requires the investigative competences for future teachers to identify how students learn, detect possible cultural differences and / or preferences and design inclusive school activities, attending to the diversity in the community where he will develop his professional practice.

Key words: Inclusive education, competences, research competences, initial teacher training


Para citar este libro puede utilizar el siguiente formato:

Raúl Calixto Flores (2018): “Investigaciones y prácticas pedagógicas en educación inclusiva”, Biblioteca virtual de Derecho, Economía y Ciencias Sociales (febrero 2018). En línea:
//www.eumed.net/2/libros/1704/educacion-inclusiva.html

Introducción

La educación inclusiva responde a los principios de la diversidad, equidad e interculturalidad, tomando en cuenta las necesidades emocionales, académicas y sociales de los alumnos; este tipo de educación tiene el propósito de  reconocer y valorar las diferencias entre los alumnos para construir un conocimiento compartido. Sin embargo, en la práctica,  en las escuelas, en las aulas, en las relaciones cotidianas del grupo en muchas ocasiones, no responden a este propósito (Rodrigues, 2006).
Esta situación plantea numerosos retos para la formación y actualización de los docentes; los cambios en los planes y programas en la formación docente inicial deben de ir acompañados de una sensibilización y mejor preparación de quienes la deben de poner en práctica, pero también a los tomadores de decisiones de  la política educativa, ya que en muchas ocasiones, los diseños de nuevos planes  programas adolecen de un conocimiento de la realidad escolar.
La educación inclusiva requiere no solo la creación de aulas inclusivas, sino de escuelas inclusivas, en el que papel de todos los integrantes de la institución, resultan relevantes para lograr las interacciones sociales, el trabajo colaborativo y la atención a la diversidad del alumnado.
En las escuelas se ha de fomentar un medio que propicie la inclusión del alumnado, sin distinciones y/o señalamientos, las prácticas deben fomentar la pertenencia, facilitando la amistad y la colaboración (Soodak, 2003); con lo cual se propicia el desarrollo de la autonomía y del autoconcepto y el desarrollo de la ciudadanía.
La educación inclusiva en las escuelas implica una serie de cambios en la política educativa, en la que se propicie una mejor atención a la diversidad. Entre estos cambios es necesario fortalecer la formación de las competencias investigativas  de los futuros docentes.
En este capítulo se alude al desarrollo de las competencias investigativas, que por lo general quedan en un segundo término, a pesar de la importancia que tienen para atender diversas situaciones educativas de la futura práctica profesional de los estudiantes normalistas,  como lo es la inclusión educativa.
La educación inclusiva se refiere al proceso de incrementar y mantener la participación de todas las personas en la sociedad, escuela o comunidad de forma simultánea, procurando disminuir y eliminar todo tipo de procesos que lleven a la exclusión (Booth, 2003). En este sentido pretende contribuir a ofrecer iguales oportunidades de educación a las personas, pero también crear las condiciones sociales para  que las personas puedan participar en igualdad de condiciones.
La inclusión/exclusión educativa se observa de forma cotidiana, en donde interactúan los docentes con estudiantes de distintas ideologías, origen, apariencia, religión, preferencia sexual, género, edad o necesidades de aprendizaje, entre otras formas de diversidad más. El docente ha de estar preparado para reconocer el derecho de todas las personas para acceder a una educación de calidad; sin embargo  no siempre es así, ocurren una serie de interacciones docentes-alumnos  que favorecen, limitan o restringen la inclusión.
Los  futuros docentes han de poseer una serie de competencias que favorezcan la inclusión educativa; en este marco el presente capítulo tiene el objetivo de compartir los resultados de un diagnóstico educativo con tres grupos de estudiantes de una escuela de educación normal del Estado de México, que entre sus tareas futuras se encuentra la docencia en las escuelas primarias.
I. La formación docente inicial
El proceso de  formación de docentes ha sido  analizado por diversos autores, entre otros por  Tenti Fanfani (2010) y Esteve (2010). A partir de estos autores se puede reconocer que la formación docente inicial, tiene diversos retos pedagógicos, que es necesario atender. En este sentido Tenti Fanfani (2010) refiere que:
La racionalidad técnico instrumental del oficio debe ser fortalecida para potenciar las capacidades del docente en la solución de problemas complejos e inéditos de la enseñanza y el aprendizaje. Pero es preciso acompañar esta dimensión racional técnica del oficio con elementos de tipo afectivo, asociado a la vieja idea de la vocación (p. 141).

Es fundamental formar en los futuros docentes un sentido de identidad de servicio a las necesidades y problemas de los alumnos;  pero también favorecer el desarrollo de las  competencias necesarias para  mejorar su labor. Es por ello que se requiere revisar la formación docente inicial con la cual se puedan atender las necesidades de aprendizaje de los alumnos.
Frente a una situación anterior en la que el profesor daba una clase expositiva, con un nivel de conocimientos marcado de antemano,  porque se suponía una cierta homogeneidad entre los alumnos según el grado escolar, la situación actual hace que la mayor parte de los profesores se enfrenten a un grupo de alumnos realmente muy diferentes entre sí. (Esteve, 2010, p.  48).

En las escuelas de educación básica pueden encontrarse estudiantes de diferentes culturas y formas de pensar o bien con diversas capacidades físicas o variadas creencias religiosas, el futuro docente ha de estar preparado para desarrollar una inclusión educativa.
En el diseño curricular del  plan de estudios se reconoce la importancia de las competencias didácticas relacionadas con la educación inclusiva:
Propicia y regula espacios de aprendizaje incluyentes para todos los alumnos, con el fin de promover la convivencia, el respeto y la aceptación. 
Atiende a los alumnos que enfrentan barreras para el aprendizaje y la participación a través de actividades de acompañamiento. 
Atiende la diversidad cultural de sus alumnos, para promover el diálogo intercultural. 
Promueve actividades que favorecen la equidad de género, tolerancia y respeto, contribuyendo al desarrollo personal y social de los alumnos. 
Actúa oportunamente ante situaciones de conflicto en la escuela para favorecer un clima de respeto y empatía. 
Promueve actividades que involucran el trabajo colaborativo para impulsar el compromiso, la responsabilidad y la solidaridad de los alumnos. (SEP, 2012).

En cuanto a las competencias profesionales relacionadas con la investigación, se enlistan las siguientes:
Utiliza recursos de la investigación educativa para enriquecer la práctica docente, expresando su interés por la ciencia y la propia investigación. 
Utiliza medios tecnológicos y las fuentes de información disponibles para mantenerse actualizado respecto a las diversas áreas disciplinarias y campos formativos que intervienen en su trabajo docente. 
Aplica resultados de investigación para profundizar en el conocimiento de sus alumnos e intervenir en sus procesos de desarrollo. 
Elabora documentos de difusión y divulgación para socializar la información producto de sus indagaciones. (SEP, 2012).

El enfoque de competencias es el que da el sustento a la formación inicial de los futuros docentes. Éstas se entienden como:
… al desempeño que resulta de la movilización de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, así como de sus capacidades y experiencias que realiza un individuo en un contexto específico, para resolver un problema o situación que se le presente en los distintos ámbitos de su vivir. (SEP, 2012).

Sin embargo, en la formación docente inicial se trabajan con los futuros docentes las competencias didácticas y muy poco las competencias investigativas.
Con las competencias investigativas los futuros docentes podrán hacer uso de diversos recursos para alcanzar las competencias didácticas, favoreciendo así, la autonomía y la autogestión pedagógica. El futuro docente, no debe solo responder a la racionalidad instrumental, en su formación profesional se ha de transformar en un profesional autónomo, autogestivo y propositivo.
Sin embargo, en la mayoría de las instituciones formadoras de docentes, se minimiza la tarea investigativa de los formadores de docentes, repercutiendo en la formación de las competencias investigativas de los estudiantes normalistas; existe la negación en las políticas educativas de crear las condiciones requeridas que impulsen la investigación educativa en las escuelas de educación normal.
Las instituciones formadores de docentes o escuelas de educación normal en México centran su atención en la formación de las competencias didácticas; a pesar de la importancia de la formación para la investigación, “la cual se entendió más como apoyo para mejorar el desempeño profesional de los estudiantes” (Ducoing, 2003, p. 24). La formación para la investigación, “se vincula a la formación de y para la investigación, así como lo refiere a la enseñanza”  (Ducoing, 2003, p. 51), pero que no se concreta en la formación docente inicial.
A partir de estas consideraciones, se delimita el problema de estudio que dio origen al diagnóstico que se presenta en este capítulo ¿cuáles son las competencias investigativas que poseen los futuros docentes de educación primaria para atender la inclusión educativa?
II. Las competencias investigativas
En 2007 surge el Proyecto Tuning para América Latina, en el cual se enuncia a la “capacidad de investigación” como parte fundamental de las competencias genéricas que se deben de considerar dentro de los programas de formación profesional de la educación superior, asociada con calidad de los futuros egresados (Informe Final Proyecto Tuning América Latina, 2007 p. 236).
La formación inicial para la investigación de los futuros docentes ha estado relegada por muchos años; la formación de competencias investigadas no han sido consideradas como relevantes para la práctica docente.
Los futuros docentes pueden encontrase sensibilizados para llevar a cabo la inclusiva educativa pero carecen de herramientas para crear ambientes de aprendizaje incluyentes, para ello  es importante la formación en competencias didácticas, pero también lo es en la formación de las competencia investigativas. 
La pedagogía construye y propone diversas formas de delimitar conceptualmente los alcances de la educación, es así como emergen los modelos de formación fundamentados en las competencias, entendidas como:
…actuaciones integrales para identificar, comprender y resolver situaciones y problemas del contexto personal, social, ocupacional, laboral, profesional, económico, ambiental y/o artístico integrando el saber con el saber conocer, el saber hacer y el saber convivir, en el marco de la idoneidad y el compromiso ético. (Tobón, 2009, 67). 

Las competencias comprenden comportamientos observables y habituales, implican la transferencia de los aprendizajes adquiridos.
En las competencias docentes se encuentran las competencias didácticas y las competencias investigativas.
Las competencias didácticas permitirán a los futuros docente realizan de manera adecuada sus actividades en el aula y las competencias investigativas, le permitirán identificar causas, consecuencias y posibles alternativas de solución a los problemas escolares que se le presenten.
Entre las competencias didácticas se encuentran la capacidad de gestionar situaciones diversas de aprendizaje en el aula de enriquecer actividades de enseñanza-aprendizaje, la de motivar e implicar con metodología activas al alumnado y la de planificar. (Alegre, 2010). Estas competencias pueden desarrollarse en la formación docente inicial, con las cuales los futuros docentes puedan desarrollar estrategias de acuerdo a las características y condiciones de los alumnos, construyendo ambientes de aprendizaje favorables para atender la diversidad.
Las competencias investigativas les permitirán a los futuros docentes identificar las necesidades de atención a la diversidad, y  atender diversas situaciones, como las que se presentan con la inclusión educativa.
En cuanto a las competencias investigativas, se entienden como:
Las competencias investigativas del ser, el hacer y el conocer. Aprender a ser involucra el desarrollo de valores como el  compromiso, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la participación, la autonomía, el amor propio, la coherencia, el trabajo en equipo y la sana convivencia, entre otros. En el hacer se observa, analiza, interpreta, deduce, comprende y se construye conocimientos, se realiza la investigación a partir de una realidad concreta. Y en el saber, se adquieren conocimientos acerca de la investigación científica, cómo se formulan problemas, hipótesis, redacción de objetivos viables y medibles, trabajo de campo, técnicas e instrumentos, análisis que permita realizar investigación de calidad. (Pérez, 2012, p.13).

Las competencias investigativas  se refieren al conjunto de procesos relacionados con: observar, preguntar, registrar, analizar, interpretar y comunicar datos. Todos estos procesos son aplicados en el diseño, desarrollo de proyectos de investigación.
Es por ello necesario el fomento de estas competencias en la formación inicial de los docentes.
III. Proceso de diagnóstico
El diagnóstico “…constituye uno de los elementos fundamentales de la estructura básica de la intervención  social” (Ander-Egg, 1994, p. 188); el diagnóstico debe representar un proceso que permita explorar e identificar los elementos o aspectos relevantes de la realidad de una situación. Un diagnóstico comprende una serie de actividades que tiene por objetivo develar el estado en que se encuentra una situación. Los propósitos del diagnóstico están claramente definidos, se vinculan con la posibilidad de articulación que genera el conocimiento obtenido, con una propuesta o un proyecto, que puede ser el de un proyecto de investigación (Calixto, 2008).
El diagnóstico es considerado como una investigación exploratoria, por medio de la cual se observa críticamente una situación educativa y sus relaciones (externas e internas); para tal efecto  utiliza una gran diversidad de herramientas dependiendo de la profundidad deseada en los aspectos que se quieren conocer; en el diagnóstico que se presenta en este escrito, se delimito en un solo grupo, al cual se tuvo acceso de una escuela formadora de docentes del Estado de México; con tres grupos del séptimo semestre; constituyendo así la muestra de estudio  30 estudiantes, de los cuales tres son hombres, y los 27 restantes son mujeres.  Los resultados no son generalizables, pero dan cuenta de las competencias investigativas que poseen los jóvenes normalistas. Es un estudio de caso, ya que el diagnóstico, se centra en una población específica. Las técnicas utilizadas fueron la encuesta y la entrevista cualitativa; la encuesta empleó una escala de estimación con un total de 30 reactivos, elaborada a partir del jueceo con tres investigadores educativos y su pilotaje con una muestra de estudiantes del séptimo semestre de la Universidad Pedagógica Nacional; con la escala, se identifica las  posiciones que asumen los estudiantes en torno a las competencias investigativas. Con la entrevista cualitativa se obtuvo información directamente del informante, se utilizó para ello un guion semi-estructurado de preguntas, con el cual se estableció el diálogo; ambos instrumentos fueron aplicados a los estudiantes, con lo cual se pueden identificar las competencias investigativas que han sido promovidas en su formación académica.

IV. Resultados 
De acuerdo a Muñoz y Munevar  (2001), las competencias investigativas son aquellas necesarias para que los educadores logren interpretar, argumentar, proponer alternativas, preguntar y escribir a partir de la experiencia pedagógica de acuerdo a la problemática que caracteriza el aula y la escuela, permitiéndoles adquirir capacidades para aplicar conceptos básicos, métodos y técnicas de investigación, y en el caso de los docentes, adecuarlos a las situaciones cotidianas de la vida escolar. Las competencias que se proponen en este escrito comprenden los procesos señalados (diseño-desarrollo),  sin embargo, existen otras clasificaciones. Para Pérez (2012) las competencias investigativas son las referidas al saber, saber hacer y ser. Las primeras referidas a las competencias cognitivas, las segundas vinculadas a un propósito en la vida; y las terceras cuando se refieren a las  actitudes fundamentales
Por su parte, Goleman y Boyatzis (2013), proponen competencias relacionadas con las competencias investigativas, se conforman con el conocimiento y dominio personal, la gestión de relación y las cognitivas y razonamiento. Por su parte Levison y Salguero (2009), identifican competencias organizativas, comunicacionales y colaborativas.
A partir de las competencias anteriormente señaladas se proponen como categorías de análisis para los estudiantes de la licenciatura competencias investigativas de dos tipos: diseño y  desarrollo de una investigación.
Las competencias investigativas de diseño, son todas las actitudes,  capacidades, conocimientos y habilidades que se ponen en  juego para hacer el plan de acción y lograr un protocolo de investigación; y las que se refieren a las competencias investigativas de desarrollo se refieren a todas las prácticas en que se manifiestan   las actitudes,  capacidades, conocimientos y habilidades para concluir el proceso de investigación y presentar un informe.
Las competencias para el diseño que se proponen son: aplicar una perspectiva epistemológica, identificar el tema y plantear el problema de investigación, argumentar la justificación, plantear los objetivos de la investigación, elaborar el estado del arte en la investigación, construir un marco teórico o los  referentes teóricos, Identificar unidades de análisis, construir o proponer categorías de análisis, seleccionar el tipo de estudio, métodos y técnicas, diseñar una muestra de estudio, validar los instrumentos de estudio, plantear el proceso de análisis de información, diseñar el protocolo de investigación; y efectuar la actualización de referencias.
Y entre las competencias para el desarrollo de una investigación son: leer y escribir con claridad en forma eficaz; observar, registrar y elaborar notas de campo; aplicar el pensamiento crítico, creativo e innovador; gestionar el desarrollo de la investigación; buscar, seleccionar y analizar  información; dominio de interpretación, argumentación y proposición; comprensión de la lógica y razonamiento inductivo y deductivo; realizar deducción, inducción o generalización; comprender el proceso de investigación; dar significado a la información con recursos semánticos o sintácticos; sistematizar, organizar, jerarquizar e integrar información; aplicar con rigor el método, técnicas e instrumentos de investigación; analizar, comparar y sintetizar; tomar de decisiones en forma asertiva; y redactar avances del informe e informe final.
En los resultados de la encuesta  con los estudiantes de la licenciatura en educación primaria, se encuentra el reconocimiento diferenciado de las competencias investigativas, tomando en cuenta las experiencia de formación, e la trayectoria académica que han tenido en seis semestres, y con las cuales trabajarán al egresar con niños y jóvenes que cursan la educación primaria en el próximo ciclo escolar.
Se observa en los resultados de las carencias de las competencias para el diseño de la investigación; los resultados se presentan en porcentajes de  estudiantes: el 93.33% no logran identificar las perspectivas epistemológicas de investigación; el 66.66% no poseen las competencias para identificar el tema y plantear el problema de investigación; el 59.99% no han aprendido a argumentar la justificación o importancia de un trabajo de investigación;  el 79.69% no logra realizar el estado de arte de la investigación; el 90% no logra delimitar las unidades de análisis de una investigación; el 86.66% no logra construir o proponer categorías de análisis; el 90% no logran diseñar una muestra de estudio; el 93.32% tiene problemas en cuanto a los procesos de validación de los instrumentos; y el 76.66 no logra concretar el diseño de un protocolo de investigación.
Una tendencia favorable se observa en cuanto que el 53.66% logra plantear los objetivos de una investigación;  el 86.66% identifica los elementos de un tipo de estudio; y el 76.36% puede actualizar las referencias utilizando el formato APA.
Respecto a las competencias para el desarrollo de la investigación, los resultados son diferentes, en cuanto a que se observan más altos en un mayor número de competencias.
Los resultados se muestran en porcentajes: el 39.69 logra escribir con claridad los avances de un informe; el 60% puede observar, registrar pueden registrar sus observaciones; el 76.86% logra gestionar el desarrollo de la investigación; el 96.66 puede buscar y seleccionar información;  un porcentaje muy alto, 86.66% comprende el proceso de investigación; el 33.03%, sistematiza, organiza, jerarquiza e integra información; y el 89.99% toma decisiones de forma asertiva.
Aspectos no tan favorables se registran en otras competencias, el 56.66% no logra aplicar el pensamiento crítico, creativo o innovador; tampoco el 89.99% no logra dominar la interpretación, argumentación y proposición; el 86.66%, no llega a comprender la lógica y razonamiento  inductivo y deductivo; el 86.66% tiene problemas al realizar la deducción, inducción o la generalización; el 76.36, tampoco logra dar significado a la información con recursos semánticos o sintácticos; el 69.69% no logran aplicar con rigor el método, técnicas e instrumentos de investigación; y también el 69.99% tiene problemas en cuanto al análisis, comparación y síntesis.
Al momento de dialogar con los estudiantes, surgen varias preguntas, las más frecuentes respecto a la investigación educativa son: ¿indagar es investigar?; ¿cómo investigar en educación?, ¿para qué es útil la investigación en mi práctica?; ¿sólo nuestros profesores pueden investigar?, ente otras.
Los tres principales problemas que identifican los estudiantes para realizar una investigación son no lograr una redacción, clara, fluída y congruente; no contar con los elementos necesarios para delimitar un tema, problematizar o delimitar un problema de investigación; y no poseer con los recursos teóricos-metodológicos para iniciar un proyecto de investigación.
Entre las estrategias que sugieren para lograr una mejor formación en investigación educativa refieren que es necesario que desarrollen las competencias y/o habilidades necesarias, para buscar, seleccionar, organizar, sistematizar y analizar información; también que es necesario; obtener los apoyos fuera de las clases necesarios para mejorar la redacción;  y desarrollar una mayor seguridad en  uno mismo, auto-motivarse, en el sentido de que poseen o pueden desarrollar las competencias para hacer una investigación.
En cuanto  a la educación inclusiva: ¿es lo mismo incluir que integrar?; la educación inclusiva se puede investigar?; ¿para qué sirve investigar las formas de aprendizaje de los alumnos o los problemas que poseen para aprender?, ¿cómo puedo detectar las diferencias de aprendizaje entre los alumnos?, entre otras.
La mayoría de los estudiantes mencionan que no poseen las competencias y las  habilidades para investigar temas de educación inclusiva; como tampoco tienen las herramientas para identificar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes; y no han adquirido las competencias para realizar un diagnóstico para identificar las condiciones familiares, personales o del contexto que influyen en el desempeño de los estudiantes.
Los estudiantes confunden la inclusión con la integración, la investigación con la integración, el método con el diseño metodológico, los propósitos de la investigación educativa con los objetivos de la intervención educativa. Por lo general los estudiantes no conocen los procesos inherentes a la investigación educativa, y no están motivados para realizar una investigación, más bien se encuentran interesados en el diseño de propuestas de intervención, sin un fundamento investigativo.
También es frecuente la creencia de que solo los estudiantes de la licenciatura en educación especial deben conocer las implicaciones de la educación inclusiva, confunden las características de la población que se puede trabajar en la educación inclusiva, ya que consideran que solamente comprenden a personas con necesidades diferentes de aprendizajes, con problemas cognitivos o discapacidad motora; y una gran mayoría no se encuentran sensibilizados para generar acciones para la inclusión.  Los resultados obtenidos, resaltan la importancia de la formación de las competencias en los futuros; tal como lo refieren Federman, Quintero y Munévar (2001), las competencias investigadores permitirán Proponer soluciones a los problemas detectados, utilizando adecuadamente los conceptos y métodos de investigación.
De acuerdo a  Muñoz y col. (2001), las competencias investigativas son aquellas necesarias para que los educadores logren interpretar, argumentar, proponer alternativas, preguntar y escribir a partir de la experiencia pedagógica de acuerdo a la problemática que caracteriza el aula y la escuela. La educación inclusiva es una problemática que amerita desarrollar en los futuros docentes las competencias investigativas, para poder abordarla, ya que se dirige a todos los alumnos y a todas
las personas.  La práctica docente debe proporcionar la posibilidad de que cada alumno aprenda cosas diferentes, sino más bien que las aprenda de diferente manera (Barrio, 2009).
A  modo de conclusiones
Los estudiantes de la licenciatura en educación primaria, en el trayectoria formativa no cursan alguna asignatura que aborde de forma específica a la investigación educativa, es hasta el octavo semestre, cuando se contempla un espacio curricular denominado “Trabajo de titulación”, en el que se desarrollan actividades orientadas a la elaboración de un portafolio, un informe de prácticas o de investigación. Si en las asignaturas que conforman la malla curricular del plan de estudios, el formador de docentes no fomenta la investigación, difícilmente los futuros docentes desarrollarán las competencias investigativas. De igual forma si no se practica la educación inclusiva, difícilmente el estudiante lograra desarrollar las competencias requeridas para generar estrategias que propiciar la inclusión educativa. El formador de docente, debe incidir en los estudiantes para que aprendan de forma colaborativa, pude motivar a los futuros docentes para que desarrollen las competencias didácticas e investigativas necesarias para brindar apoyo y generar el reconocimiento y atención a la diversidad.
La educación inclusiva requiere que los futuros docentes posean la competencias investigativas necesarias para ofrecer múltiples oportunidades para que los alumnos de educación primaria desarrollen todas sus potencialidades. Se observa que en el plan de estudios existen vacíos sobre la naturaleza, perspectivas, métodos, recuperación y análisis de información en los futuros docentes; por otra parte desconocen los fundamentos de la educación inclusiva, existen imprecisiones sobre las necesidades educativas especiales, la diversidad e inclusión. En los actuales programas de estudio de la licenciatura en educación primaria, la educación inclusiva de una forma tangencial. Se ha de tener presente          que el acceso a la educación de calidad es un derecho humano para todos,  sin que sea una limitante las diferencias o características de cada persona.
De acuerdo a Pérez (2012), el desarrollo de competencias investigativas implica saber utilizar el conocimiento en forma adecuada, afianzando habilidades para observar, preguntar, argumentar, sistematizar, a fin de crear o gestionar el conocimiento, sobre la base del interés, la motivación hacia la investigación, el desarrollo de sus capacidades y la realización personal del estudiante. Es decir son competencias básicas que los futuros docentes han de poseer para trabajar la educación inclusiva, o la educación ambiental o toda educación en el que se encuentran en juego los derechos humanos de tercera generación.
Sin embargo, en las escuelas de educación básica, los docentes no abordan la educación inclusiva,  a pesar de contar con una gran  diversidad de  niños y jóvenes; por ello se requiere que en las escuelas de educación normal se formen las competencias didácticas y las competencias investigativas, para atender los problemas derivadas de la segregación, marginación o exclusión.
Las competencias investigativas son necesarias para que los futuros docentes identifiquen como aprenden los alumnos, detecten las posibles diferencias culturales y/o preferencias y diseñar actividades escolares incluyentes, atiendo a la diversidad existente en la comunidad donde desarrollará su práctica profesional.

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Recibido: Diciembre 2017 Aceptado: Febrero 2018 Publicado: Febrero 2018



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