Escritor, pedagogo, editor y promotor cultural. Nace en Almanza, España. Hijo único de una modesta familia en el que el padre laboraba como ferroviario. Cursó estudios de magisterio en Albacete y Alicante. Hizo el servicio militar en África y continuó su formación en la selectiva Escuela de Estudios Superiores de Magisterio de Madrid, donde terminó como número uno de su promoción. Frecuentó el ateneo y asumió los ideales pedagógicos del krausismo plasmados en la Institución Libre de Enseñanza. Su primer destino como maestro es Villablino (León), como director de un centro de la Fundación Sierra Pamble y dependiente de la I.L.E.; allí se casó con María Cuyás, alumna de la misma escuela, pero de una promoción posterior. En 1929 ambos obtienen plaza como inspectores de enseñanza primaria en Lérida. Allí se vincula con la pedagogía de Célestin Freinet y tras un fugaz paso por Huesca terminaron destinados como inspectores en Barcelona. Allí colaborará con la recién creada Sección de Pedagogía de la Universidad de Barcelona y divulga la pedagogía de Freinet. Publica La imprenta en la escuela (1932), primera obra impresa sobre estas técnicas en lengua no francesa. En 1936 es nombrado inspector-jefe y participa en el proyecto del Consejo de la Escuela Nueva Unificada que estructuraba todos los niveles educativos desde preescolar hasta la Universidad. Tras la caída de la república española huye a Francia en enero de 1939 junto a su amigo, el filósofo José Ferrater Mora. La familia de Freinet le acogió, pero la Segunda Guerra Mundial le obliga a. viajar a Cuba por su posición antifranquista, como uno más de los miles de emigrantes que se vieron obligados a partir hacia el exilio, tras el fin de la guerra civil española. Su amigo el dramaturgo Alejandro Casona le consigue pasaje para nuestro país. Al amanecer del domingo28 de mayo de 1939, a bordo del Flandre, arriba al puerto habanero, dejando en Barcelona a su familia, con la que no se reencontraría hasta una década más tarde, el 15 de enero de 1949. En octubre de 1941 comienza a publicar la revista Ronda (a dos manos con Ruth Robés Masses), con varias secciones destinadas a estimular la creación y motivación de los infantes. No se le convalidan sus estudios y méritos profesionales, por lo que se ve obligado, con gran voluntad, a reiniciar su carrera y se doctora en 1952 en la Universidad de Oriente en Santiago con la tesis titulada La inspección escolar. Trabaja entonces como asesor del Ministerio de Educación. Elaboró textos para el aprendizaje del idioma, colaboró con la revista Bohemia y mantuvo una columna semanal en el periódico Información. Su producción literaria resulta ampliamente conocida en Cuba y otros países latinoamericanos con más de cuarenta títulos, sin contar varios centenares de artículos periodísticos y prólogos de libros. Antes de 1959 emprende varios proyectos. Entre ellos se destacan los que desarrolla con su compatriota, el profesor universitario Francisco Alvero, en tiempos de indolencia y de indigencia institucional, que acompañaron a la niñez como fuentes de educación y de enriquecimiento del espíritu, como sus Oros Viejos, sus Lecturas ejemplares, así como sus versiones y adaptaciones de numerosas leyendas que constituyen por entonces, textos de lectura en la primaria cubana. El presidente Fulgencio Batista le destituye a inicios de la década de los 40 del pasado siglo, de su puesto en el Ministerio de Educación, pero le contrata la UNESCO y es destinado a la Escuela Internacional de la Organización de Estados Americanos en Rubio, Venezuela. Regresa a Cuba poco antes del triunfo de la Revolución Cubana. A principios de 1959, Armando Hart, recién designado ministro de Educación, le hizo venir de Santiago de Cuba para conformar el equipo de asesores y de funcionarios que cooperarán a los nuevos planes educacionales como la Campaña de Alfabetización. Almendros es nombrado Director General de Educación Rural. Sobre aquel período fundacional, dejó su testimonio en un texto de 1963: La Escuela Moderna: ¿reacción o progreso? Desde este puesto impulsa la publicación de libros de lectura para niños en los que supo conjugar el atractivo de la Historia con la calidad literaria y la intencionalidad educativa. Son numerosos los libros infantiles que escribió. El aprendizaje de la lengua como instrumento de comunicación es uno de los temas que más le preocupa. Se desempeña en Cuba en otras importantes funciones como: director de la Editora Juvenil (de 1962 a 1967); asesor de la Sección de Enseñanza del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y asesor en la Dirección de Formación y Perfeccionamiento del Personal Docente, del Ministerio de Educación Brinda su valiosa colaboración en la redacción de programas de estudio, orientaciones metodológicas y textos para la nueva red de Escuelas Formadoras de Maestros Primarios en nuestro país. Dedicó a la educación cubana 35 años de su actividad creadora, con aportes importantes a la enseñanza de la lengua materna, la literatura infantil, la obra martiana, la organización escolar y la preparación de los maestros. Más tarde, y desde ese oficio de editor, sumaría sus esfuerzos a la creación del actual sistema editorial en Cuba, desde la Editora Juvenil mientas su fraterno amigo Alejo Carpentier se orientaba en igual empeño, al frente de la Editorial Nacional de Cuba, antecedente del Instituto del Libro. Entre sus numerosas obras que acompañaron en su educación a varias generaciones se pueden mencionar: Pueblos y leyendas (1929) rebautizado más tarde en Cuba por él como Oros Viejos; Había una vez (1946); 30 escenas de animales (1951); Lecturas ejemplares. Aventuras, realidades, fantasías (1955); A propósito de La Edad de Oro de José Martí. Notas sobre literatura infantil (1956); La Escuela Moderna: ¿reacción o progreso?, 1963; Nuestro Martí (1965); Fiesta (1967); Leer (1971); Ideario Pedagógico de José Martí; La imprenta en la escuela; La escritura script; La idea de la Matemática universal en la obra de Descartes y La inspección escolar. Unos meses antes de morir, prepara el libro de lecturas para las Escuelas Camilo Cienfuegos, al tiempo que se sumaba a los noveles investigadores y compartía con todos su experiencia, en los Seminarios Juveniles de Estudios Martianos. Fallece el domingo 13 de octubre de 1974, en el hospital Calixto García, en el postoperatorio de una intervención prostática.
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