En el primer semestre del año 2.010, los profesores del área de auditoría y control en el proceso de transformación curricular que se está llevando a cabo en el programa de Contaduría Pública de la Universidad de la Amazonía se reunieron con el fin de dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué se enseña en el área de auditoría? ¿Cómo se enseña? y ¿Qué se debería enseñar? en estas discusiones se pudo concluir que los estudiantes no ven la articulación del control con la contabilidad y la sociedad; carecen de una fundamentación conceptual del control, desconociendo las características epistemológicas del área.
Así mismo existe una dispersión en temáticas existiendo tanto programas como profesores que orientan la asignatura, se encuentra una enseñanza más centrada en lo instrumental que en el conocimiento, y por último se pudo identificar que en la enseñanza de esta área los estudiantes no tienen una claridad conceptual y teórica entre la auditoría y el control.
Esta confusión obedece a que identifican la auditoría como el fin, desconociendo como esencia el control; tal confusión es frecuente al identificar auditoría y control. Al ser dos tópicos completamente diferentes: la auditoría es un método, entre muchos otros que ayuda al control. Al respecto, Mantilla (2003:4-5), manifiesta, epistemológicamente hablando, existe una tensión dialéctica entre el control (lo general, el objetivo) y la auditoría (lo concreto, el método). Esto quiere decir, que la auditoría no es un fin en sí misma, sino un medio para. De esta manera, se puede entender que la evaluación del control debe darse en términos de poder (político, económico, cultural, social, religioso, militar, técnico) que se ejerce, y que la auditoría debe hacerse en términos de su eficacia (resultados, desempeño), es decir, si permite o no control real, esto es, el logro de las metas señaladas.
De acuerdo a lo anterior, al no existir una claridad epistemológica, metodológica y teleológica por parte de los estudiantes y de los mismos profesores se presenta tensiones entre lo que se enseña y lo que se debería enseñar; cómo se enseña y cómo se debería enseñar y por último, en determinar cuál es el propósito en lo que se debería enseñar para educar a los estudiantes.
Es por este motivo, que esta falta de claridad puede obedecer al desconocimiento y dominio por parte de algunos profesores de las corrientes dominantes del campo de la auditoría y el control y a la no enseñanza de las teorías de las escuelas del control latino (continental) y el control anglosajón (consuetudinario). La latina, centrada en un Estado fiscalizador en donde le interesan sus impuestos y legisla en torno a estos ejerciendo a través del derecho el poder.
Para nuestro caso en la profesión de la Contaduría la Revisoría fiscal como ente fiscalizador del Estado; la anglosajona su interés principal prima en lo privado, en defender la libre empresa, las agremiaciones, las entidades de certificación y porque no decirlo a las aseguradoras. Principios del neoliberalismo y de la globalización. Al respecto López (2008:7) señala, la vertiente anglosajona, contraria a la latina que impulsa un Estado interventor, propende por el Estado mínimo y la libertad total de empresa en donde el control es el ejercicio del poder autónomo del capital en el que no se acepta la intervención del Estado, al que considera debe dedicarse a garantizar el ejercicio de la democracia mediante el funcionamiento del sistema electoral, debe propender por la protección de la vida, honra y bienes de los asociados, la protección de fronteras, administración de justicia, mantenimiento de la soberanía nacional, administración y control del Estado. Las demás actividades las desarrollará el sector privado. Esos son los postulados del liberalismo económico clásico, que regresan bajo la etiqueta de neoliberalismo.
Al haber un desconocimiento por parte de los estudiantes y de los profesores entre las luchas de poder existentes entre estas dos teorías que transcienden desde lo cultural, hasta llegar a lo jurídico, lo económico, lo político, las agremiaciones y también en lo académico. Es por esta razón que resultado de estas las luchas entre estas dos corrientes teóricas se ha generado divisiones en la profesión de la Contaduría. Una de ellas podría determinarse como la creación de los Colegios Colombianos de Contadores Públicos defensores de los intereses Nacionales, de la Revisoría fiscal, de la investigación contable con un enfoque teórico y los Institutos Colombianos de Contadores Públicos defensores de los intereses de las firmas internacionales de auditoría, de la enseñanza con enfoque práctico y del control Anglosajón.
Estas pujas por el poder entre las Asociaciones se trasladan en distintos escenarios regulativos académicos y socio-políticos observándose en la aparición de leyes que benefician a los unos y a los otros y más recientemente con resultados muy claros como la Ley 1314 del 2009 “Por la cual se regulan los Principios y Normas de Contabilidad e Información Financiera y de Aseguramiento de Información Aceptados en Colombia, se señalan las autoridades competentes, el procedimiento para su expedición y se determinan las entidades responsables de vigilar su cumplimiento”. La cual le da un gran espaldarazo a los intereses del Instituto Colombiano de Contadores Públicos y por ende a la vertiente Anglosajona.
Es por este mismo que al desconocerse en el proceso de enseñanza de la auditoría y el control los referentes teóricos que iluminan la disciplina, se desconoce el saber sabio, y queda en manos de los profesores la autonomía de que enseñar y como enseñar. Motivo por el cual existen tantos programas del área y de formas de enseñar como profesores la orientan. Esto indudablemente genera graves problemas en el proceso de enseñanza debido a que se prima lo instrumental “hacer” sobre el conocimiento “saber saber” se enseña a cómo hacer una auditoría, se enseñan normas de auditoría generalmente aceptadas (NAGAS) y leyes pero se desconocen la teorías “saber sabio”. Prima lo impuesto por la norma jurídico y lo instrumental ¿el cómo? pero no prima el ¿por qué y el para qué?
En este orden de ideas Ordoñez (2008:9), señala “Los profesores enseñan contabilidad de modelo legal jurídico y desconocen las elaboraciones teóricas de su disciplina: forman en el desconocimiento de los fundamentos teóricos disciplínales a sus estudiantes confunden teoría o fundamentos teóricos contables con marco legal y jurídico del ejercicio contable”. Estos problemas de confundir los medios, la norma y lo jurídico con las teorías pueden ser en parte a que los docentes han sido formados en forma empírica, han aprendido lo que saben experimentado en su desarrollo profesional, repiten lo que saben y lo que han aprendido fundamentados en un marco legal y normativo.
Es por este motivo, que en las conclusiones obtenidas fruto de estas primeras reuniones se observa que la formación del contador en el programa de Contaduría Pública no ha cumplido otra función que la de formar profesionales a través de una enseñanza técnica especializada para un mercado que requiere personas profesionales en el hacer y no en el saber. Allí es donde debe trascender el contador profesional traspasando la frontera entre el hacer y el saber.
Además de lo anterior, los planes de estudio que soportan la formación del contador público en la Universidad de la Amazonía los cuales se constituyen a través de contenidos que obedecen más a requisitos de la demanda social y económica del trabajo contable que a la perspectiva contable y de integración de los saberes, de las labores académicas, pedagógicas, didácticas, éticas, humanas y sociales.
Por otro lado, se presenta una desactualización en los contenidos temáticos de los cursos de formación del área de auditoría. Esta área debe centrarse en recoger los elementos teóricos, prácticos y procedimentales del control en sus diferentes tradiciones (latino y sajón). La importancia en el desarrollo de la profesión radica en la característica intrínseca de la contabilidad como lógica que desarrolla procesos de control de la riqueza económica y social, que permitiría desarrollar temáticas en aseguramiento, teoría del control sajón y latino, auditoría financiera basada en riesgos, auditoría administrativa, auditoría continua, auditoría de cumplimiento, revisoría fiscal, instrumentos de control permanente, control interno, control operacional, evaluación del desempeño, normas internacionales de auditoría, entre otras.
Al respecto, Gómez (2006) manifiesta “Los temas asociados al currículo y al pensum han sido tópicos preponderantes de la discusión de la educación contable en Colombia y plantea que en los estudios de (Rojas, 2002; Gracia, 2002; Ariza, 2002; Cardona & Zapata, 2006;) se señala una evolución de los contenidos de los pensum, que marca tendencias y que permite la caracterización de diversos perfiles de los contables en el país.
Así mismo, plantea que el tema más contemporáneo de estos problemas ha sido la irrupción de criterios internacionales que, al amparo de la visión predominante de la globalización, buscan homogeneizar la formación contable a nivel mundial. Las propuestas con mayor resonancia han sido las del grupo ISAR de Naciones Unidas y los International Educación Standards – IES – de la Federación Internacional de Contadores-IFAC. [……] Otros autores han abordado los problemas de la pedagogía y la didáctica, señalando las profundas debilidades que en tales campos muestran los programas, facultades y esencialmente los profesores que enseñan en Contaduría (Por ejemplo Calvo Aida, Zapata Miguel y Upegui Maria Eugenia)”.
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