Los signos de interrogación (¿?) y exclamación (¡!) son dos: el de apertura y cierre, que se colocan al principio y al final del enunciado respectivamente. En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el signo de apertura, que no deberá suprimirse a imitación de otras lenguas. Estos signos encierran enunciados que, respectivamente, interrogan o exclaman. Los primeros se emplean para delimitar enunciados interrogativos directos; los segundos, demarcan enunciados exclamativos e interjecciones. Ejemplos:
¿Has traído los libros que te pedí?
¡Cómo me alegro de que estés aquí¡
1 Estos dos últimos usos están fuera de la curva melódica, es decir, no emplean la subida y bajada bruscas que caracterizan a los enunciados en los que se emplean estos signos.
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1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores) Este libro es producto del trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER). Libro gratis |
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