Ramón Rivera Espinosa
Para Heidegger (1983), construir “es en su ser, hacer habitar. Realizar el ser del construir es edificar lugares por la unión de los espacios. Es solamente cuando podemos habitar que podemos construir…Habitar es, siempre morar o residir entre las cosas. La habitación como cuidado y contemplación, preserva el Quatriparti en aquello en donde los mortales moran; las cosas”; En una reflexión sobre cómo se piensa no solo a ciudad sino como se habita y como se construye. La manera en cómo observamos cómo se habita, con ojo etnográfico hace posible diseñar en función de cómo se necesita la construcción de la casa para habitar, de aquí priorizar in situ el trabajo de campo.En el mito se valora el habitar.
En referencia a la habitación del hombre antiguo, no se considera que habitó exclusivamente en cavernas, debió haber construido diversos tipos de viviendas, recordemos que valoramos y difundimos de aquellas culturas y pueblos de los cuales hemos tomado como prototipo el origen de las civilizaciones, sin embargo, en los espacios que nos interesa, esto no es cierto ya que está el entendido que al ser construidos por materia orgánica fueron consumidos por el tiempo. Lo que nos lleva a afirmar de la importancia de la etnoarquitectura, recuperando la trascendencia histórica, y el método antropológico comparativo, como herramienta necesaria, que posibilita aprender de los rasgos significativos de la vivienda en relación con la vida cotidiana, en el interior de una cultura, permitiendo conocer de las tipologías similares de distintas culturas.