Para tener una idea cercana del método científico que se aplica en educación es necesario acercarse a la comprensión del concepto de conocimiento por tanto éste implica una correlación entre objeto y sujeto. El sujeto sufre una modificación durante el acto del conocimiento mientras que el objeto puede o no sufrir modificación, dependiendo del contexto en el que se desarrolla el acto de conocer.
Después de los dos elementos del conocimiento descritos, el tercer elemento del conocimiento es la operación cognitiva y se trata de un proceso principalmente psicológico, necesario para que el sujeto se ponga en contacto con el objeto y pueda obtener algún pensamiento acerca de dicho objeto. Esta operación cognitiva dura un momento, mientras que el pensamiento obtenido permanece en la memoria del sujeto y puede ser traído a la conciencia nuevamente con una segunda operación mental.
En la medida que se conoce un objeto queda una huella interna en el sujeto, en su memoria, y consiste en una serie de pensamientos, que nos recuerdan el objeto conocido. De modo que el cuarto elemento del conocimiento lo constituyen los pensamientos: expresiones mentales del objeto conocido. Es un contenido intramental a diferencia del objeto que es extramental. De manera que, provistos de pensamientos obtenidos por medio de la interacción entre sujetos y objetos, estamos en condiciones de ejercitar el acto de pensar. Reflexionar, pensar, consiste en enfocar la atención hacia los objetos intramentales previamente obtenidos y combinarlos a fin de obtener otros nuevos. Una vez que se ha explicado las cuatro categorías del conocimiento se lo define como: El fenómeno en donde una persona o sujeto capta un objeto y produce internamente una serie de pensamientos o expresiones del objeto. De esta forma, es la operación por la cual un sujeto obtiene expresiones mentales de un objeto.
Lo cualitativo
El enfoque cualitativo está asociado a la descripción e interpretación de los fenómenos educativos, en sus significados e intenciones de las acciones humanas desde la perspectiva de los propios agentes sociales. Se sirve de las palabras, de las acciones y de los documentos orales y escritos para estudiarlas tal y como son constituidas por los participantes lo que le hace ser subjetiva. El investigador cualitativo intenta penetrar en el interior de las personas y entenderlas desde dentro, siendo al mismo tiempo sujeto y objeto de la investigación.
Lo cuantitativo
El enfoque cuantitativo está asociado a la búsqueda y posibilidad de alcanzar la verdad y objetividad acerca de los fenómenos de los objetos de estudio, ubicó a este enfoque en la mirada y técnica hegemónica en los siglos XIX y gran parte del XX, no sólo en las ciencias naturales sino también en las ciencias sociales. Esto no se debió exclusivamente a los aspectos políticos-ideológicos que participaron y conforman los diversos campos disciplinares que confluyen en las ciencias sociales, se debe también a su carácter riguroso del control, la búsqueda incesante y metódica de los científicos que operan en este enfoque, así como a los hallazgos relevantes que para las sociedades occidentales se construyeron desde este paradigma.
La metodología cuantitativa históricamente asociada al positivismo no ha perdido validez. La mantiene plenamente como método de conocimiento y descripción de realidades sociales (obviamente que también en las ciencias naturales); lo que ya no se busca con ella es crear leyes predictivas del comportamiento humano como se intentó durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, tampoco puede creerse que sea el camino privilegiado y excluyente de acceso a la verdad como aún pregonaba el Círculo de Viena hacia 1930.
Lo cualitativo – cuantitativo
En el desarrollo histórico de la investigación educativa se distinguen etapas en las que los énfasis metodológicos han estado puestos en unos casos en la descripción de los fenómenos educativos y en otros, en la cuantificación de los mismos; recientemente se ha destacado la predominancia de investigaciones cualitativas, basadas en la creencia de que su enfoque se aproximaba de “manera más profunda” al objeto de estudio. Sin embargo, existen innumerables ejemplos de investigaciones que integran y complementan distintos enfoques en la medida que complementan la construcción del objeto de estudio, sus hallazgos y resultados son aportes importantes para la teoría educativa.
La realidad concreta de la investigación educativa va demostrando cada vez más la insuficiencia de ambos enfoques al ser tomados por separado; ya que los procesos sociales y los comportamientos humanos implican tanto aspectos simbólicos (significaciones y sentidos), como elementos medibles, ya sean números, tamaños, tipos, etc. Finalmente queda claro que ni las observaciones localizadas, ni la frecuencia y magnitud de los fenómenos lograrán una aproximación objetiva, que podría considerarse completa. El objetivo de la investigación educativa debe ser, intentar la verstehen Weberiana, es decir, la comprensión de lo humano. Y entre la generalización/focalización y lo cualitativo/cuantitativo producir la misma condición epistémica: ambas son complementarias inseparables, puesto que lo general sólo se da en unión con lo particular.