Estrategias para organizar la enseñanza del curso.
Algunas de las estrategias que permitirán responder a los criterios explicitados como característicos de un aprendizaje significativo, reflexivo y fundamentado, podrían ser:
Taller
El taller constituye una estrategia en la cual, la enseñanza se desarrolla en un ámbito donde se trabaja, se elabora y se transforma algo para ser luego utilizado. Los participantes aprenden haciendo, participando en un proceso de trabajo en el que, mientras reflexionan acerca de la tarea y del producto que están elaborando, aprenden distintos tipos de contenidos (conceptos, principios, procedimientos, información, criterios, maneras de hacer, de actuar).
Esta estrategia facilita la superación de la división entre teoría y práctica, y propicia una actitud crítica y creativa respecto de los conceptos y los métodos empleados.
El taller implica la realización de un proyecto de trabajo grupal en el cual, a partir de la vivencia de situaciones prácticas, se realiza una posterior conceptualización que posibilita que los participantes puedan aprender mediante la construcción cooperativa de conocimientos. Esta forma de aprendizaje, permite el acceso a los conocimientos con una fuerte implicación personal de parte de quien aprende. En el ámbito del taller, el docente se convierte en coordinador del grupo y abandona el lugar de protagonista principal. Se crea así un ámbito de confianza para la revisión de saberes y actitudes.
Durante el desarrollo del taller las actividades formativas pueden estar organizadas en torno a núcleos problemáticos que permitan integrar y articular diferentes contenidos.
Los diversos núcleos problemáticos a tratar, pueden variar con el tiempo y con los diferentes grupos.
Algunas de las actividades a través de las cuales el taller podrá trabajar los núcleos problemáticos, son las siguientes:
El trabajo en grupo
Durante los últimos años, tal como ha ocurrido en los ambientes laborales, las propuestas formativas han transitado desde la formación de carácter individual, a la que se lleva a cabo en el marco de los equipos de trabajo
El trabajo en pequeños grupos favorece el intercambio y el desarrollo de procesos cognitivos, que son parte de las capacidades transversales de cada propuesta formativa. Estas capacidades se relacionan con los siguientes procesos y actitudes:
El ser humano se siente más seguro en un contexto grupal y social, por lo cual, este tipo de modalidad favorece el aprendizaje en los ambientes formativos, y especialmente, en el trabajo con los adultos. El grupo funciona como ámbito de contención, de apoyo, de presión hacia la acción y el compromiso con los objetivos.
El aprendizaje en grupo permite obtener mayor información, incrementar el nivel de compromiso hacia la tarea, producir conclusiones y aumentar los recursos.
Integrar un grupo con un objetivo formativo requiere, como toda tarea, de una planificación.
El trabajo grupal demanda que se cumplan determinadas condiciones, entre las cuales se encuentran las siguientes:
Es importante destacar dos aspectos sustanciales para la conformación de un grupo:
El trabajo en equipo, sin embargo, no debe desdibujar las responsabilidades y los procesos de aprendizaje que, si bien resultan favorecidos en entornos grupales, son de carácter individual.
Las actividades de cierre de curso.
Al proponer las actividades de cierre, algunos de los aspectos a considerar pueden serlos siguientes:
Si en la apertura se presentó una situación problemática o un caso, en el cierre del curso se arribará a la solución encontrada. Si en el inicio del curso se respondió a una encuesta de expectativas, en el cierre puede volverse a las respuestas dadas, ya fuese para ampliarlas o para modificarlas en función de lo aprendido.
Al planificar el curso, será conveniente prever la actividad final desde un principio ya que ésta puede constituir un punto de referencia para planificar las actividades de desarrollo.
La actividad final, si bien es la culminación del proceso de aprendizaje del curso, puede ser propuesta a los participantes desde el inicio y comenzar su elaboración desde el comienzo del desarrollo del curso.
Una buena pregunta que es posible formular al pensar en la actividad de cierre, puede ser: ¿Qué situación vamos a plantear para que los participantes puedan evidenciar el aprendizaje logrado?
La reflexión sobre qué se ha aprendido, por qué se ha aprendido y cómo se ha aprendido, es fundamental en esta fase. El participante ha de tomar conciencia de cuál fue su punto de partida, qué cosas ha aprendido y en qué medida los aprendizajes realizados modificaron y ampliaron los planteamientos iniciales. Por último, ha de ser consciente del proceso que ha seguido su aprendizaje.
Esta fase, aunque se presenta como la última, se repite a lo largo de todo el proceso de aprendizaje. No obstante, conviene llevar a cabo síntesis parciales de aquello que se va aprendiendo.
Una última consideración: en la planificación de las actividades de cierre conviene prever momentos de trabajo y momentos de reflexión individual.
Aunque la dinámica habitual sea interactiva, deben planificarse tiempos de reflexión individual que le permitan a cada persona reflexionar sobre su punto de partida, y que favorezcan la reflexión acerca de qué y cómo se ha aprendido. Es evidente que, en el aprendizaje, las situaciones interactivas son fundamentales. Pero también es cierto que, finalmente, es cada persona individual quien ha de modificar sus esquemas previos y ajustar las explicaciones y los significados subjetivos a los esquemas socialmente establecidos.
Preguntas que se formulará el docente al planificar el desarrollo de esta fase de enseñanza:
Conceptos básicos de aprendizaje.
Pero a todo esto, Usted como docente: ¿Qué entiende por aprender?
Aprender es:” el proceso por el cual se produce un cambio relativamente permanente en la conducta o en los conocimientos de una persona, como consecuencia de la experiencia". J. Pozo; 1989; P10
Lo central del aprendizaje es el cambio caracterizado por los siguientes aspectos:
Debido a que el concepto es muy amplio, solo nos referimos al aprendizaje que se genera en el ámbito de la formación profesional, que es planificado y realizado con la intención de promover determinados objetivos. Es decir, al aprendizaje desarrollado en un contexto en el cual, quien ejerce la docencia debe planificar situaciones para que los estudiantes puedan aprender.
Componentes básicos del aprendizaje.
El proceso de cambio se da en una situación de aprendizaje en la que pueden distinguirse tres componentes básicos:
La enseñanza se refiere específicamente al tercer aspecto, pero debe basarse en los dos primeros. El docente prevé los cambios que espera que los estudiantes logren, y las circunstancias en las que el proceso de aprendizaje se va a desarrollar. En función de ellos, definirá las condiciones necesarias y las estrategias metodológicas que utilizará para que el aprendizaje tenga lugar.
Desarrollar una capacidad supone:
Rasgos que caracterizan un buen aprendizaje.
Todos en algún momento hemos experimentado que hay:
Lo que se pretende al realizar el planeamiento didáctico, es que los estudiantes desarrollen capacidades que les permitan ser competentes en su futuro desempeño profesional.
Algunos de los rasgos que caracterizan el buen aprendizaje son: los siguientes:
Para que le aprendizaje sea válido y que permita integrar, ampliar y superar los conocimientos fruto de la experiencia, es necesario que el aula se convierta en un espacio donde esos conocimientos sean valorizados y se integren, a través de los distintos significados, sobre la base de un diálogo con el docente y con el resto del grupo.
Es decir que el aprendizaje es una construcción personal y es verdadero cuando es significativo para quien aprende. Al decir aprendizaje significativo referimos las siguientes características del aprendizaje: