EVALUACIÓN DEL RIESGO DE INVERTIR EN LA AUTOMATIZACIÓN DE RIEGO POR GOTEO EN UN INVERNADERO, APLICANDO SIMULACIÓN MONTECARLO

EVALUACIÓN DEL RIESGO DE INVERTIR EN LA AUTOMATIZACIÓN DE RIEGO POR GOTEO EN UN INVERNADERO, APLICANDO SIMULACIÓN MONTECARLO

Pablo Iván Romero de La Rosa
Horacio Bautista Santos
Fabiola Sánchez Galván

Instituto Tecnológico Superior de Tantoyuca

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CAPÍTULO 2.

MARCO TEÓRICO

En el presente capítulo se abordan las teorías, leyes y principios en los cuales se fundamenta esta investigación, enfocándose a la evaluación de un proyecto de inversión.

2.1 CONCEPTOS BÁSICOS EN LA FORMULACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE INVERSIÓN
2.1.1 LOS PROYECTOS DE INVERSIÓN: PARTE ACTIVA DE UN PLAN DE DESARROLLO.
Desde el momento en que los países entran en una etapa de desarrollo económico acelerado, basados en las técnicas más modernas de producción, del manejo de sofisticadas herramientas, y del empleo racional de los recursos productivos, aparece la necesidad de determinar la conveniencia de las inversiones que deben realizarse.

2.1.2 CONCEPTOS Y OBJETIVO DE “PROYECTO DE INVERSIÓN”.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “en su etapa de estudio, el proyecto es un conjunto  de  antecedentes  que  permiten  juzgar  las  ventajas  y  desventajas  que  presenta  la asignación de recursos (llamados también insumos) a un centro o unidad productora donde serán transformados en bienes o servicios”.
El Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES) define “…en su significado básico, el proyecto es el plan prospectivo de una unidad de acción capaz de materializar algún aspecto del desarrollo económico o social. Esto sugiere, desde el punto de vista económico, proponer la producción de algún bien o l a prestación de algún servicio, con el empleo de una cierta técnica y con miras a obtener un determinado resultado o ventaja económica o social. Como plan de acción el proyecto suponte también la indicación de los medios necesarios para su realización y la adecuación de esos medios a los resultados que persiguen. El análisis de estas cuestiones se hace en los proyectos no s olo del punto de vista económico, sino también técnico, financiero, administrativo e institucional”.
“En general, la realización de un proyecto supone una inversión, es decir, una utilización de recursos, con la postergación del consumo inmediato de algún bien o s ervicio para obtener un consumo incrementado de los mismo u ot ros bienes y servicios, que se producirán con esa inversión”.

Cortázar (1993) concluye que: “un proyecto de inversión es la unidad mínima económica de planeación, formada por un conjunto de actividades concatenadas, que se suceden, complementan y deciden entre sí, la última de las cuales es parte importante para la toma de decisiones sobre la inversión”.
En todos los casos, puede decirse que el objetivo básico de los estudios de un proyecto es evaluarlo, es decir, calificarlo y compararlo con otros proyectos de acuerdo con una determinada escala de valores, con el fin de establecer un orden de prelación que conduzca a la obtención de un bien o servicio.

2.1.3   ANTECEDENTES  DE   LOS   PROYECTOS  DE   INVERSIÓN  EN   AMÉRICA LATINA.
La formulación y evaluación de proyectos de inversión es una técnica relativamente reciente. Dicha técnica está dentro de la programación de inversiones y forma parte de los planes económicos.
La Segunda Guerra Mundial permitió que algunos países latinoamericanos como Argentina, Venezuela, Brasil y México, tuvieran una economía dependiente de las necesidades de consumo de bienes primarios, principalmente de Estados Unidos, ya que cuando este país ingreso al conflicto bélico, desvió casi todo su potencial productivo hacia la fabricación de productos militares, y permitió que otras naciones lo abastecieran de materias primas, artículos elaborados y semi-elaborados que requería para mantener su posición beligerante.
El auge económico que se presentó en Latinoamérica de 1941 a 1945, no pe rmitió vislumbrar la necesidad de racionalizar ni orientar las inversiones hacia el sector económico industrial para fortalecerlo y apoyar el desarrollo de otros sectores, ya que estos sectores estaban seguros de su labor. Con base en lo anterior y a p esar  de que en algunos países capitalistas desarrollados se inició una metodología para la formulación y evaluación de proyectos de inversión, en América Latina aún no se tomaba en consideración ninguna forma para determinar la factibilidad técnico- económica futura, de las inversiones que realizaban los sectores privado y público.
En México –concretamente en Monterrey, Puebla, Guadalajara y Distrito Federal- se elaboraron documentos de proyección para asegurar las inversiones realizadas principalmente por empresas estadounidenses y europeas.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial y con el retorno de los ejércitos a sus países, se volvió a iniciar la producción en cada nación, esto ocasionó una repercusión económica que afectó drásticamente   a l  os   países   latinoamericanos   que   dependían   de   sus   exportaciones;   en consecuencia, las empresas pequeñas, medianas o ambas, que formaron en esa época desaparecieron o fueron absorbidas por las grandes empresas.
Por lo anterior, el avance económico mexicano de 1962 a 1982 incluyó los primeros intentos de capacitación en lo que se refiere a la formulación y evaluación de proyectos de inversión, a través del  Programa  Nacional  de  Capacitación  Tecnoeconómica  (PNCT)  (área  de  proyectos  y programas de inversión) de la Secretaria de la Presidencia, en coordinación con la Organización de la Naciones Unidas, que comenzó a funcionar normalmente a mediados de 1973. El PNTC se constituyó en la base esencial para la integración y operación de los términos metodológicos del Programa de Inversiones para el Desarrollo Rural.
La aparición del Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID), de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), etc., promovió la creación de nuevos documentos, formas y tipos en el manejo de elementos para formular y evaluar proyectos de inversión; asimismo se adoptó otra terminología de conceptualización variada, se generaron inquietudes en los estudios de los distintos campos que conforman a un pro yecto, pero todo ello sin olvidar la base: el documento elaborado por la ONU.
Posteriormente el Centro de Estudios Monetarios para Latinoamérica (CEMLA), promovió un documento importante que se refería al análisis de proyectos desde el enfoque empresarial; dicho documento fue editado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En  la  actualidad  se  pretende  que  la  formulación  y  evaluación  de  proyectos  de  inversión contemple los lineamientos que requiere el proceso de planeación mexicano, con el fin de que apoye la descentralización de la vida nacional y promueva la utilización racional de los recursos en niveles y sectores políticos, sociales y económicos.

2.1.4 TIPOLOGÍA DE PROYECTOS.

De acuerdo con Sapag y Sapag (2008), se pueden distinguir dos tipos de proyectos de inversión: Según la finalidad del estudio de lo que se va a ev aluar, pudiendo ser: estudios para medir la rentabilidad del proyecto, estudios para medir la rentabilidad de los recursos propios y estudios para medir la capacidad del propio proyecto para enfrentar los compromisos de pago asumidos en un eventual adeudamiento.
Según el objeto de la inversión si lo que se persigue es crear una nueva empresa o si se quiere evaluar un cambio o mejora en una empresa existente.
Cortázar (1993) menciona que se debe hacer la clasificación de los proyectos según sea el destino de los recursos y los beneficios que se planeen al respecto. La Tabla 1 resume la idea anterior.

Debido a l as características de los proyectos, se obtendrán de ellos satisfactores tangibles o intangibles; esto es, bienes o servicios que satisfagan las necesidades sociales, de acuerdo con el sector económico al cual dirijan su actividad.

Conforme al plan de desarrollo nacional previsto, será el sector que se escoja para dirigir las inversiones (sin que se descuiden los otros sectores), y considerar para ello la formulación y evaluación de proyectos.

2.1.5 PARTICIPACIÓN DE LAS INVERSIONES EN EL DESARROLLO NACIONAL. Según Cortázar (1993) l as inversiones son tan importantes en la economía de un país que es difícil concebir un modelo de desarrollo en el que no intervenga la acumulación como base para lograr las transformaciones económicas sustanciales.
Si bien el crecimiento económico se considera como una serie interconectada de cambios cuantitativos, el desarrollo es el salto cualitativo que se basa en el crecimiento y que absorbe los adelantos logrados en éste.
Los proyectos de inversión como unidad económica de la planeación deben generar resultados positivos que permitan crear, desarrollar o fortalecer la planta productiva nacional como base
fundamental para el logro de otros objetivos, sean políticos, económicos o sociales.