Iliana Guadalupe Salazar Biester
RESUMEN
El presente documento tiene como objetivo darnos un panorama que nos acerque a comprender sobre la influencia de la familia en niños con NEE; es por esto que como maestrante en Educación especial se pretende dar a conocer factores así como agentes internos y externos que posibilitan la integración social en niños con NEE puesto que son seres únicos con características y necesidades de atención diferenciada, es por esto que el nicho familiar asume un papel muy importante en la integración social del niño, siendo estos agentes de cambio tanto en la vida de los pequeños como en la misma sociedad.
PALABRAS CLAVE:
Familia, Factores, Integración, Atención Diferenciada, Nicho Familiar.
INTRODUCCIÓN
Al referirse a niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE) se toman en cuenta a aquellos con padecimientos tales como discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, así mismo a aquellos que manifiestan trastornos graves de conducta o que se encuentran en situaciones sociales o culturales desfavorecidas. Son niños que por sus características personales tienen mayores dificultades para adaptarse a su contexto académico; ejemplos de ello podrían ser niños con síndrome de Down, retraso madurativo, niños superdotados, con dificultades de aprendizaje, etc.
Es por esto que, lo idóneo sería incluir dentro de esta categoría tanto las necesidades individuales que puede tener un niño en un momento dado y que el profesor pueda solucionar con algún cambio ya sea estructural o metodológico, las necesidades que van más allá por su afectación y que requieren de un trabajo multidisciplinar que necesite de la intervención de otros profesionales, como las adaptaciones curriculares, de las personas que se encargaran de orientar de alguna forma a las familias.
Aun así debe de tomar en cuenta que a pesar de nuestras intervenciones es bueno tener en cuenta que existen NEE más complejas y de carácter crónico que en muchas ocasiones necesitan que se canalicen a escuelas especiales para poder ayudar a las familias en la dinámica de integración de sus hijos ya que en ocasiones estos mismos no cuentan con la información suficiente como para poder ofrecer un atención de calidad a su hijo, en ocasiones las primeras respuestas de las familias son de mucha confusión, frustración, miedo, negación, pero sobre todo mucha incertidumbre, se hacen frecuentemente la pregunta de “¿Y ahora qué hago?”. Se encuentran sin información y sin recursos, por lo que la primera reacción es la desesperanza. Una de las primeras cosas recomendables es la búsqueda de información y la toma de contacto con los profesionales adecuados.
DESARROLLO
Como bien se sabe la familia es el núcleo de personas que cumple una función de sustento y educación de los miembros del agregado familiar, es por esto que el rol que juega la familia es fundamental ya sea para la protección, estabilidad, la conformación de valores, así mimo es motor y freno de acciones diversas, la cual genera orgullo, sentido de pertenencia y es fuente de satisfactores que forman parte del vivir cotidiano. Sin embargo, ante la presencia de un miembro con cualquier tipo de discapacidad, la familia, si no ha asimilado el hecho, se vuelve un tanto más vulnerable y las expectativas familiares cambian, produciéndose una serie de sentimientos complejos, contradictorios y difíciles de explicar.
La familia constituye la primera instancia de aprendizaje para el niño (a) la cual cumple ese rol de forma conjunta con la escuela, siendo esta última la responsable de entregar espacio y momento adecuado que permita la participación activa de la familia, para motivarse e integrarse a la comunidad educativa de forma activa.
No puede existir una educación de la escuela y otra educación del hogar como dos campos separados que se ignoran mutuamente o que se miran con recíprocas reservas. Es por esto que es muy importante tomar en cuenta el eje universal educativo en el que se toma en cuenta al alumno – familia – escuela para una mayor integración los cuales llegan a impactar en la vida del niño (a) en su aspecto emocional, afectivo y cognitivo favoreciendo así su integración.
El programa de Educación Especial del Mineduc, señala que familia es: “Un grupo de personas que permanecen emocionalmente unidas y que están ligadas por lazos de proximidad cotidiana, que puede estar formada por el padre, la madre y los hijos e hijas, sólo por uno de los padres y sus hijos, o de una manera distinta y que, a su vez, puede formarse por padres jóvenes o mayores, naturales o adoptivos” (MINEDUC, 2002).
El poder Participar en las acciones educativas del niño (a) implica la posibilidad de incidir, decidir, opinar, aportar y disentir, por ello, al hablar de participación, es necesario remitirse al tema del poder, pues para participar se debe contar con el poder para que la voz de quien habla tenga un “status” que permita ser escuchada y cuyas ideas, opiniones y acciones tengan la posibilidad de influir. (UNESCO, 2004)
Por ende, el participar no es asistir a reuniones en las cuales el rol de la familia es escuchar o realizar actividades que los docentes proponen tal como las han planificado, aportar con los recursos requeridos o solamente trabajar voluntariamente en cierto programa educativo.
La Educación Especial “Valora la opinión de la familia sobre el proceso de integración escolar, su dificultad, acierto, y está segura de su participación para lograr avanzar hacia metas de mayor calidad”. (Minada, 2005).
Es por esto que la familia se fortalece para seguir jugando un rol relevante como agente activo en el proceso educativo del niño. Aunque existe una idea errónea de desvinculación entre familia y docente, a menudo el maestro encargado de un programa se siente coartado con un padre/madre que opina y que quiere incidir en ámbitos que él considera su campo. En si no ve la importancia de dicha relación, o bien, teme involucrar a la familia por no estar preparado para realizar alguna actividad que responda adecuadamente a expectativa y forma de participación.
Es por esto que es indispensable que el docente a cargo promueva la incorporación de la familia con un niño (a) con discapacidad en tarea conjunta, desde su propia experiencia de vida en el acompañamiento del compromiso escolar generando un cambio de ideas dentro de una sociedad escolar integradora donde se construye sobre la participación y los acuerdos de todos los agentes educativos que en ella constituyen. Considerándose al proceso de aprendizaje del alumnado como la consecuencia de su inclusión en el centro escolar.
La familia juega un papel primordial, más aún si uno de sus miembros presenta una discapacidad Intelectual, puesto que es ella quien proveerá al niño la estimulación y oportunidad necesaria para conocer el mundo que le rodea compensando el déficit con amor y dedicación, y así superar barrera y lograr meta que se propone. Con una sociedad inclusiva se trata de lograr el reconocimiento del derecho que todos tienen tanto a ser reconocidos, como a reconocerse a sí mismos como miembros de la comunidad educativa a la que pertenecen, cualquiera que sea su medio social, su cultura de origen, su ideología, el sexo, la etnia o situaciones personales derivadas de una discapacidad física, intelectual, sensorial o de la sobredotación intelectual.
Uno de los aspectos más importantes en la educación de estos niños es conseguir una adaptación adecuada y que logren desarrollar la autonomía personal necesaria que les permita llevar una vida independiente, laboral y personalmente satisfecha y, en definitiva, feliz. Para poder llevar a cabo este objetivo, es necesario proporcionar al niño un ambiente adecuado y potenciador de sus cualidades y capacidades y prestar especial atención en poner a su disposición recursos que implementen sus carencias; por otro lado, la prevención y el trabajo temprano juegan un papel fundamental en ello. Es muy importante que todo este desarrollo se produzca en un contexto en el que no haya una sensación de fracaso y frustración por su parte. Es muy deseable que los padres desde el principio mantengan una actitud normalizadora, no ocultando el problema e informando de él en el colegio o a vecinos y familiares con el objetivo de un mayor entendimiento y aceptación, y por último, no dramatizando ni sobreprotegiendo al niño sino motivarle e ir ajustando su contexto proporcionándole retos que le permitan ir desarrollando y sacando el máximo partido a su potencial.
CONCLUSIÓN
Todas las personas, sean cuales fueren sus características personales, tienen mayores posibilidades de desarrollarse como tales y prepararse efectivamente para la vida, si participan en los grupos y contextos comunes de la sociedad. Poder lograr este derecho conlleva necesariamente a que todas las personas diferentes, abandonen sus condiciones y formas de vida separadas de la comunidad, y se incorporen activamente en todos los ámbitos de la vida social, es por esto que la familia tiene la tarea de estimular a su hijo (a) desde temprana edad y en toda su etapa de desarrollo, promover la asistencia a la escuela para adquirir su escolaridad e inserción en la sociedad.
Es así, como a través de la interacción de su hijo/a, la familia provee una mayor experiencia que puede influir en el crecimiento, desarrollo y a la vez intervenir positivamente en el proceso de aprendizaje. Como se mencionó anteriormente es fundamental tener presente el eje universal educativo en el que se toma en cuenta al alumno – familia – escuela ya que lo primordial es que a su alrededor se encuentre con el apoyo, el respaldo y los medios necesarios para construir una vida plena ya que si la educación es importante en personas sin ningún tipo de dificultad añadida, en el caso de los niños con necesidades especiales cobra una mayor relevancia. Es necesario tomar conciencia de que su desarrollo personal está vinculado a las oportunidades que la sociedad, escuela y familia les brinde, por lo que es tarea de todos conseguir una adaptación e integración en todos los niveles.
El problema no radica en asumir una postura pesimista, sino en la mejor manera de ver y de apreciar la vida con más optimismo porque los problemas que surgen en la cotidianidad no deben constituir momentos de insatisfacciones personales. La vida hay que enfrentarla con valor, porque es ella la que cada día nos lleva al camino de la felicidad; por lo que debemos de aprovechar cada momento para ver el lado positivo de las cosas.
BIBLIOGRAFÍA