Freddy Alejandro Martinez Perez
Jesus Alejandra Mendoza Morales
RESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo identificar que es la dislexia, así como saber cuáles son las causas que la ocasionan e identificar cuáles son las dificultades que se presentan en el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de esta condición, en el alumno.
Los problemas de aprendizaje que afectan a los niños en edad escolar, constituyen una preocupación para muchos padres de familia, ya que afecta el rendimiento escolar y las relaciones con sus pares.
Hay que considerar que cada individuo tiene un ritmo propio en el cual ellos asimilan los aprendizajes, y los interioriza. Según algunas estadísticas, la dislexia afecta en mayor o en menor grado de la población escolar. Afecta en igual medida a niños que a niñas, la dislexia es un” trastorno especifico del lenguaje, de origen constitucional, caracterizado por dificultades en la descodificación de palabras, que refleja habitualmente insuficiente capacidad de procesamiento fonológico”.
PALABRAS CLAVE:
Dislexia, dificultad, enseñanza, aprendizaje, trastorno.
INTRODUCCION
A continuación se desarrollará un tema que se presenta con frecuencia en el ámbito escolar y social. Las dificultades de aprendizaje se hacen presentes en cualquier ámbito y más en el ámbito educativo. Muchas ocasiones se presentan estas dificultades en el aprendizaje de los niños y es necesario saber qué tipo de dificultad presenta y poder apoyarlo. Para comenzar entendemos como aprendizaje a la construcción progresiva de organizaciones cognitivas que se van estructurando a través de intercambio con el medio ambiente y de la experiencia que el sujeto vive en dicho medio.
El aprendizaje es un proceso mediador basada en la interacción recíproca, entre aspectos biológicos, cognitivos, emocionales, ambientales y conductuales, relacionado con adquisición y uso de la información y el conocimiento.
Cualquier alteración que esté presente en las condiciones internas del sujeto, en términos de su estructura neuro-biológica y psicológica, sin afectar su integridad cognitiva; así como interferencias en su realidad ambiental: familiar, social y comunitaria, pueden ocasionar dificultades en su proceso de aprendizaje.
Existe un problema conceptual no resuelto al referirse a la definición de las dificultades de aprendizaje, desviaciones en el desarrollo de los niños en el área de aprendizaje escolar son denominadas más usualmente como dificultades de aprendizaje. Por ejemplo en el sector educacional, en Cuba, durante la década de los 80, este trastorno fue más conocido como retardo en el desarrollo psíquico.
La definición de dificultades de aprendizaje ha sido un verdadero problema en el que se han enfrascado numerosos especialistas, los que de diversas posiciones teóricos-metodológicas han ofrecido diferentes aproximaciones en las que no hay aún una comprensión y delimitación que exprese un total consenso de criterios.
DESARROLLO
El aprendizaje, como proceso, es un hecho biológico, psicológico y social donde intervienen las potencialidades del sujeto, la motivación para aprender, la calidad de los servicios educacionales, el comportamiento de los mecanismos neuropsicofisiológicos de los procesos de sensopercepción, imaginación, memoria, pensamiento, el desarrollo de la atención, de la psicomotricidad, del lenguaje, de la comunicación que se establece con la familia y el entorno, es por ello que al afectarse cualquiera de estos eslabones se desorganiza el proceso de aprendizaje del sujeto y aparecen las dificultades de aprendizaje.
En 1965 Bárbara Bateman plantea: “los niños con dificultades específicas de aprendizaje son aquellos que presentan una discrepancia educativa significativa entre su potencial intelectual estimado y su verdadero nivel de desempeño, relacionada con desórdenes básicos en los procesos de aprendizajes los cuales pueden estar acompañados o no por una disfunción demostrable del sistema nervioso central y no son secundarios a un retraso mental generalizado a una desventaja cultural o educativa, a perturbaciones emocionales o severas o a una perdida sensorial”. Un niño con dificultad de aprendizaje suele tener un nivel normal de inteligencia. Es un niño que le cuesta seguir instrucciones, concentrarse y portarse bien en la escuela y en su casa. El niño que presenta este problema simplemente no puede hacer lo que logran los demás compañeros con un mismo nivel de inteligencia. Ya que se le dificulta captar, procesar y dominar la información y las tareas para desarrollarlas de manera autónoma.
Los padres de familia y maestros deben de estar pendientes a señales de niños que presentan esta dificultad de aprendizaje. La principal señal que presenta un niño con dicha dificultad es entender y seguir tareas e instrucciones dadas por el profesor o con sus padres de familia en el contexto familiar.
Le cuesta recordar lo que alguien le acaba de decir, tiene dificultades para distinguir entre la derecha y la izquierda al identificar palabras, o presenta una tendencia a escribir las palabras, letras o los números al revés.
Le falta coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse las agujetas. Pierde con facilidad, su material de la escuela y sus cosas, no comprende el tiempo, ayer, hoy, mañana.
Se define como dislexia al trastorno especifico, estable y parcial del proceso de lectura que se manifiesta en la insuficiencia para asimilar los símbolos gráficos del lenguaje. La dislexia se define como un trastorno del neurodesarrollo que genera problemas en el aprendizaje y el uso del lenguaje, la lectura, y la escritura, ya que se ven afectadas las áreas básicas del proceso fonológico y de codificación de palabras aisladas.
De una forma sintética, los disléxicos tendrían problemas para la decodificación fonológica, lo que significa que les cuesta encontrar correspondencia entre los elementos básicos del lenguaje escrito (grafemas) y los elementos básicos del lenguaje verbal (fonemas).
Los niños con dificultades de aprendizaje (dislexia) presentan características como las siguientes:
El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual y deletreo pobre, entre otros.
TIPOS DE DISLEXIA
Dislexia fonológica o indirecta.
Se corresponde con el mal funcionamiento de la ruta fonológica, es decir, de la vía indirecta que utiliza la conversión grafema-fonema para acceder al léxico. Este tipo de dislexia dificulta la lectura de palabras largas y poco frecuentes y de palabras funcionales e imposibilita la lectura de pseudo palabras, donde suelen cometer muchos errores visuales que provocan lexicalizaciones, es decir, leen “espada” cuando pone “espaca”.
También presentan numerosos errores morfológicos o derivativos en los que mantienen la raíz de las palabras pero cambian los morfemas. Se observan mayor número de errores en la lectura de las palabras función que en palabras de contenido. Presenta mejores resultados en la lectura de palabras familiares tanto regulares como irregulares.
Dislexia superficial.
Conlleva el mal funcionamiento de la rutavisual, léxica o directa, por lo que el sujeto no presenta grandes dificultades en la lectura a través de la conversión grafema-fonema de palabras regulares. Si tendrá problemas a la hora de leer palabras irregulares, (por ejemplo de la lengua inglesa), tendiendo a regularizarlas, por lo que normalmente comenten numerosos errores de omisión, adición o sustitución de letras.
Presentan un nivel mejor en tareas de lectura de pseudopalabras en comparación con los disléxicos fonológicos. Tienen mayores problemas con la ortografía arbitraria y suelen confundir las palabras homófonas, ya que sólo se guían por la información auditiva.
DISLEXIA MIXTA O PROFUNDA
Se caracteriza por presentar déficits en ambas rutas, lo que provoca que se comentan errores semánticos, es decir, que se lean unas palabras por otras que no tienen ningún parecido visual pero sí semántico.
A parte de los errores semánticos presentan dificultades para leer pseudopalabras, palabras función, verbos y palabras poco frecuentes, cometiendo numerosos errores visuales y derivativos a la hora de leer y presentando dificultades para acceder al significado. Para diagnosticar la dislexia es necesario realizar una evaluación previa de todos los procesos, conductuales y cognitivos, implicados en la lectoescritura, cuyos resultados deben cumplir los criterios establecidos por el DSM-IV, de exclusión, discrepancia y especificidad.
Además, para defender el diagnóstico de dislexia evolutiva, se tendrán en cuenta otros aspectos importantes como los antecedentes genéticos y el tipo de intervención específica que ha recibido el sujeto.
El problema de la dislexia es que no se puede diagnosticar a temprana edad, ya que debemos observar una discrepancia del nivel de lectura de dos años como mínimo, y no es hasta los 8 o 9 años, cuando esto se puede contrastar. A pesar de ello, el diagnóstico no es tan importante como la prevención, por lo que desde edades muy tempranas se pueden detectar ciertas peculiaridades que, aunque no nos den la certeza para establecer el diagnóstico, nos pueden guiar para llevar un seguimiento y/o intervención preventiva que paliará significativamente los efectos de una posible dislexia futura o que simplemente beneficiará el desarrollo y aprendizaje de los sujetos. Esto lo corroboran algunos estudios que destacan la eficacia de la intervención precoz con programas preventivos ante los primeros signos de dislexia, (Torgensen, Wagner, Rashotte y Conway, 1997).
Tampoco se puede establecer un diagnóstico precoz porque es necesario llegar a los 7 u 8 años para poder diferenciar si se trataba de un retraso o de una alteración, pues durante los primeros estadios de la adquisición de la lectura las dificultades mostradas por niños que presentan un retraso lector y por niños que tienen una alteración en el neurodesarrollo son similares, a pesar de que en el primer caso sólo existe un enlentecimiento de la maduración cerebral, que le permitirá al sujeto alcanzar un desarrollo normal pero más tardío, mientras que el término “alteración” implica una estructuración y/o funcionalidad anómala del desarrollo neurológico que le impedirá al niño lograr un desarrollo dentro de la normalidad, presentando una desviación del desarrollo.
Es fundamental la intervención precoz a pesar de no haber establecido aún el diagnóstico.
La experiencia de numerosos profesionales y diversos estudios, (Schneider, Ennemoser, Roth y Küspert, 1999; Sahywitz, 1998), han comprobado que la intervención temprana en habilidadesmetalingüísticas, especialmente con programas de entrenamientofonológico, beneficia significativamente el desarrollo lecto-escritor, tanto de sujetos que se encuentran en riesgo, como del grupo normativo, por lo que es muy recomendable trabajar ciertas habilidades desde la escuela infantil.
Además, está probado mediante diversos estudios, (Torgensen et al. 2006), que la intervención específica en dislexia tiene resultados más positivos si se lleva a cabo antes de los 8 ó 9 años.
Esto nos lleva a pensar que sería fundamental incluir este tipo de programas preventivos durante la ecuación preescolar, al igual que se han implantado en Estados Unidos con excelentes resultados, pues a través de la prevención se podrían paliar, en gran medida, las dificultades que pueden presentar algunos niños disléxicos en años posteriores.
Aunque no se pueda establecer un diagnóstico precoz de la dislexia, si es posible detectar casos en riesgo gracias a los antecedentes genéticos y a que sabemos que, a pesar de que existe una gran heterogeneidad entre los perfiles cognitivos de los sujetos diagnosticados con Dislexia, se estima que el 87% de los sujetos diagnosticados de dislexia presentan un problema a nivel fonológico, lo que permite detectar sujetos en riesgo de dislexia con test de conciencia fonológica para la edad preescolar como la “Prueba de Segmentación Lingüística PSL” , incluida en el libro “Conciencia Fonológica y Aprendizaje de la lectura: Teoría, evaluación e intervención” de Jiménez, J. y Ortiz, M.
A nivel psicológico hay que tener en cuenta que el diagnóstico de la dislexia no se debe concebir como una etiqueta que estigmatice al individuo ni como una excusa para eximir ciertas responsabilidades, pues en ocasiones, algunos niños/as disléxicos lo utilizan como pretexto para no realizar determinadas tareas. En cambio, el diagnóstico de la dislexia es una excepcional herramienta para paliar precozmente las dificultades que este síndrome conlleva, por tanto la familia y el niño disléxico deben conocer detalladamente qué es la dislexia, qué supone para el individuo y cómo hay que trabajar para superarla.
Esto hace recomendable explicar “La Dislexia” como una característica personal que dificulta la realización de determinadas tareas, pero nada más. Por tanto, la dislexia debe tratarse simplemente como “una mala habilidad en la lectoescritura”, que hace que tengamos que esforzarnos más y con diferentes métodos para poder superarlo, sin verlo como un hándicap y resaltando, siempre, las demás habilidades del individuo. Lo más importante es realizar un diagnóstico detallado y exhaustivo, que nos ofrezca un perfil de rendimiento específico, con el fin de establecer estrategias de intervención adecuadas a cada niño y llevar a cabo programas de intervención y prevención lo antes posible. En este caso los resultados serán mucho más eficaces que si se realiza un abordaje terapéutico sobre el trastorno plenamente establecido. Igualmente los aspectos emocionalesserán menos significativos si se consiguen evitar las frustraciones derivadas de una mala capacidad lectora durante todo el periodo escolar.
Además el diagnóstico nos dará información sobre el mecanismo responsable del problema lectoescritor, fundamental para dirigir el tratamiento a la recuperación de dicho mecanismo, pues como argumentan Cuetos y Valle, (1998), no existen programas de intervención válidos para todos los sujetos disléxicos.
Tratamiento de la dislexia
La dislexia puede ser tratada, y los resultados que se obtienen suelen ser muy positivos. Para ello es fundamental conseguir un diagnóstico a tiempo y conocer con precisión el tipo de dislexia que sufre el paciente. En niños hasta los nueve años, el tratamiento asegura una recuperación total o casi total. Después de los 10 años resulta más complicado el aprendizaje de determinados parámetros y, por tanto, suelen requerirse terapias más largas.
El tratamiento de la dislexia debe ser completamente personalizado y adaptado a la edad y síntomas del paciente; cada niño sufrirá diferentes carencias y requerirá que se haga especial hincapié en distintos aspectos. La manera de superar la dislexia consiste básicamente en aprender a leer y escribir de nuevo, adaptando el ritmo de aprendizaje a las capacidades del niño.
Este es un trabajo muy duro para un niño de cualquier edad, y es muy fácil que pierdan el interés rápidamente o que se den por vencidos. Por ello, es primordial en todos los casos crear interés, motivar, y llevar a cabo la terapia con actividades que no resulten tediosas.
Los pedagogos y profesionales tienden a enfocar el tratamiento de una forma u otra en función de la edad:
Niños en educación infantil: normalmente aún no están aprendiendo a escribir, de modo que se insiste en prevenir dificultades futuras con ejercicios que activen la conciencia fonológica (rimas, dividir palabras en sílabas, etc.).
Niños de seis a nueve años: a la tarea de aumentar la conciencia fonológica va a sumarse el trabajo lector. Se insistirá en un incremento de la lectura y lectura en voz alta, siempre tratando de proporcionar textos atractivos que despierten el interés del niño. Niños mayores de 10 años: a esta edad es difícil corregir carencias en la conciencia fonológica. Lo mismo ocurrirá con la lecto-escritura, de modo que la terapia se centrará en tratar de encontrar técnicas y trucos que faciliten la comprensión de textos.
CONCLUSION
Tomando en cuenta la idea central de este artículo, como afecta la dislexia en el proceso de aprendizaje de los niños. Se llega a la conclusión de definir la dislexia, como una dificultad específica, independiente de la inteligencia, un niño puede presentar dislexia si es muy listo o no.
La dislexia va de la mano de la cultura y la generalización de la enseñanza. La dificultad de aprendizaje (dislexia), no se da de manera genética, si no que se determina por la poca habilidad lectora, (cantar, bailar o tocar el violín). La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo. Y afecta el proceso de aprendizaje, ya que el nivel de desempeño que presenta un niño que presenta esta dificultad, es más bajo que el resto de sus compañeros. El ritmo de aprendizaje de estos niños es más lento y por lo tanto todas las actividades que se le dejen.
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