I. Presentación
Vida cotidiana, cultura y poblamiento del campus Ciudad Universitaria de la UACJ 2010-2013: entre la inhóspita lejanía, la estética arquitectónica y la vulnerabilidad académica. Es un estudio que se aproxima a la vida cotidiana de la comunidad universitaria que coloniza con su presencia, resistencia y negociación los espacios y prácticas institucionales en CU, un campus académico ultraperiférico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Se trata de una aproximación intencionada que busca comprender los significados que se construyen e intercambian día a día en esta creciente comunidad universitaria, durante el periodo de poblamiento 2010-2013, a la luz de condiciones situacionales como: lejanía, aislamiento, privación urbana y clima extremoso por una parte; infraestructuras inacabadas y equipamiento en una segunda toma, mientras que la oferta educativa, horarios, y la solvencia (o insolvencia) académica completan el plano escénico de la ocupación universitaria; en esas condiciones singulares se entrecruzan culturas, ambiente y el clima institucional, en un entramado simbólico de prácticas y significados que posibilitan, pero también constriñen la construcción de relaciones, interacciones, afectos, cohesión e identidad, y la formación profesional.
El elemento central del estudio es la comprensión de lo que significa ser estudiante desde las rutinas y regularidades que constituyen su vida cotidiana excluyendo por su diversidad los rituales áulicos. El estudio asume como foco la vida cotidiana de los estudiantes de CU sin definiciones previas, sin muestras representativas y sin asociar actuaciones y dedicación con rendimiento académicos. Pero sí intenta pergeñar trazos, claves y patrones que pautan las actuaciones, afectos y prácticas del estudiantado que nos den pistas para la comprensión de sus razones, temores, necesidades, frustraciones y aspiraciones. Se trata de un estudio que recorre la superficie socio-institucional, atento a los significados y sentidos de vida que están construyendo los estudiantes en su etapa universitaria. El estudio es una aproximación al mundo privado e ignorado de las vicisitudes, las necesidades bio-culturales y la vida emocional de las y los estudiantes de Ciudad Universitaria. Entendiendo lo privado (privación) como aquello que ha sido desprovisto de voz y de visibilidad pública, de aquello que al carecer de nombre, no es nombrado, aquello que no es parte de informes, estadísticas, ni de proyectos PIFI y por lo tanto carente de atención. Intento con este estudio -como sugiere Rockwell (2009)- hacer visible lo no visible y documentar lo no documentado.
El estudio, tiene como hilo conductor la vida cotidiana de la comunidad de CU por ello presta atención a los servicios y espacios institucionales fugaces y cambiantes que la universidad construye y va abriendo a la comunidad, porque en esas infraestructuras inacabadas, ellos instalan sus cuerpos, afectos e interacciones. Espacios cuyo poblamiento y ocupación alientan las dinámicas de dispersión, territorialidad o identificación de nichos en los que se construyen y reconstruyen afectos y lealtades, la aceptación, o el rechazo. Espacios que abrazan y acogen o que rechazan y expulsan. El estudio cobra sentido no solo como caso, sino en virtud de que la creación de campos universitarios ultraperiféricos se va convirtiendo en práctica común en las universidades mexicanas (p.e, Campus “Las palmas” de la UABC a 40 kilómetros de Tijuana y Campus “Arteaga” de la Universidad Autónoma de Coahuila a 15 kilómetros de la Ciudad de Saltillo)
La narrativa densa de corte etnográfico se integra con pinceladas gruesas y algunos detalles que le brinden textura. Pero los elementos centrales y la profundidad se encuentran en las voces de los protagonistas. Las imágenes de los escenarios institucionales en los que acontece la cotidianidad son parte integral del proceso descriptivo y un intento por mantener la lectura de un documento acerca de una cotidianidad cuya comprensión no admite ser resumida. En las rutinas, regularidades y rituales de la cotidianidad se incluyen: trayectos, transporte, horarios de clase, espera y alimentación pero también las interacciones y relaciones que con ellas se propician. El estudio incluye referentes territoriales entendiendo al territorio como entidad espacio-cultural limitada y como espacio conceptual caracterizado por una praxis específica. En ese espacio antropológico y arquitectónico se diferencian: los comportamientos coreográficos o de tránsito; las interacciones recíprocas de distinta intensidad que ocurren en los corredores, halles, vestíbulos, patios, canchas e intersticios; de las actuaciones en escenarios y ambientes específicos como: la biblioteca, las salas electrónicas, las cafeterías y el ciberespacio. Se trata comprender la vida de los estudiantes en los espacios y servicios institucionales desentrañando: carga emocional, significado, confort, equipamiento o proximidad como factores que potencian o desalientan su poblamiento y disputa; espacios que se convierten en lugares o en “no lugares” (Augé, 2008) que se comparten, se recorren se habitan o por el contrario se abandonan y evitan. La cartografía de la vida cotidiana en CU recorre también los territorios perdidos, usurpados, arrebatados, proscritos y estamentales.
La diversidad de territorios que transitan y pueblan los estudiantes conduce de manera inevitable al concepto hábitat, un medio discontinuo casi portable que se estira desde el lugar de donde se procede, donde se habita, por donde se transita y los lugares donde se ejerce la ocupación. Con hábitat me refiero a la diversidad del espacio vital: recintos, edificios, intersticios, rutas, trayectos e itinerarios cotidianos en los que cada estudiante construye significados, sentidos de vida y relaciones que ocupan su vida (Heidegger, 2009).
CU es un hábitat diferente y singular en sí mismo, pero esa singularidad es distinta para cada estudiante, para cada género, para cada una de las carreras, para cada estamento, para cada profesor. Porque en este hábitat común, lleno de solapamientos territoriales y co-estancias, cada miembro de la comunidad vive, puebla y habita (Duque, 2008) los espacios de diferente manera, con diferente intensidad y con distintos afectos. El hábitat CU en este estudio comprende todos los recintos, instalaciones, patios y espacios institucionales a los que es posible ingresar libremente. Recordando en cada paso que se trata de un hábitat escindido de lo urbano y envuelto por un medio agreste y hostil que precipita las interacciones y afectos al interior de los edificios a los corredores y las áreas sombreadas. El hábitat común amalgama los territorios en los que fincan su cotidianidad, aquellos que exploran en busca de nuevos territorios que ocupar o lugares donde ocultarse. En los territorios compartidos que los estudiantes ocupan con sus cuerpos y actuaciones construyendo sus vidas, atisbando a los otros, inventariando sus sueños, temores e incertidumbres, realizando tareas y abonando afectos. El hábitat es la totalidad de microespacios y territorios continuos, elongados o fracturados en los que se espera, trabaja, descansa o estudia, los lugares en donde se atan y desatan complicidades, afectos, acuerdos, lealtades y miedos.
1.1. Foco de la investigación
El estudio centra su atención en la vida cotidiana de la comunidad que hace de CU parte de su hábitat, indagando sobre las razones prácticas (Bourdieu, 2007) y la sintaxis afectiva que rodea sus elecciones y su admisión en el campus CU de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Explora a partir de componentes geográficos, equipamientos urbanos e infraestructuras universitarias cómo las distancias, medios, transporte y horarios de clase y servicios inciden en la permanencia, uso e interacciones en los espacios universitarios. Ingresa a la vida cotidiana buscando entender cómo transcurre y cómo viven los estudiantes su día a día en un campus académico distante y apenas haciéndose. Preguntando de qué forma el entramado de las condiciones comunes y singulares contribuyen en configurar el modo de vida de los estudiantes pobladores del campus.
Del foco de estudio se hacen dos tomas escalares solapadas; una abierta, amplia (socio-económica, geo-histórica y urbana) que describe las características del contexto matriz (una ciudad convulsionada y dispersa) en el que se inserta de la comunidad universitaria. Y otra toma de cuadro, de dimensiones restringidas (antropológica-psicoambiental-proxémica) para esclarecer desde el cruce de culturas, el cuerpo y los afectos del individuo-agente: los trayectos, territorios, prácticas, significados e interacciones que los estudiantes universitarios construyen al interior de los edificios, en los espacios comunes de tránsito y encuentro, en intersticios, corredores y sombreados y en los equipamientos universitarios -a la mano- que integran el hábitat en el que ejercen la ocupación de estudiantes.
1.2 Objetivos
1.3 Preguntas para un problema complejo
Las preguntas que guían la búsqueda naturalista y etnográfica están incompletas porque intentan dejar espacio a las interpretaciones que emergen de las prácticas, significados y sentidos de la vida cotidiana de y desde los estudiantes. No se intenta identificar variables, pero si poner en relieve las relaciones, circunstancias y condiciones que contribuyen a singularizar la ocupación de estudiante en el entorno institucional poco estructurado de CU.
¿Cómo inciden la magnitud de las diversas especies de capital, el habitus y las estructuras motivacionales en la vida cotidiana de los estudiantes universitarios?
¿Cómo impacta la lejanía de CU en las prácticas, rutinas, expectativas y autopercepción de los estudiantes de ese campus universitario?
¿Cómo contribuye el hábitat institucional: edificaciones, equipamientos, servicios y condiciones geoespaciales del campus universitario en las actividades, vida afectiva, ocio, recreación y rituales de alimentación del estudiantado de CU?
El nivel de estructuración de las culturas: institucional y académica en Ciudad Universitaria ¿alientan o inhiben las relaciones e interacciones y participación del estudiantado?
¿Qué condiciones y ocupaciones personales propician modos de vida singulares entre los estudiantes?
¿Qué expectativas, afectos y temores construyen y expresan los estudiantes de su vida cotidiana y universitaria?
1.4 Propósitos
El estudio tiene como punto de partida el supuesto que el contexto espacial y material y las culturas institucional y académica no sólo son el escenario en donde transcurre parte de la vida de los estudiantes, sino que además de ser un importante componente cultural del currículum universitario al que están atados: calidad, identidad y desarrollo personal, cívico y social; el contexto espacial, material y simbólico constituido en hábitat, forma parte de la densa red de significados que dan sentido y soporte a la vida cotidiana de los estudiantes.
Los propósitos del estudio son:
Con ello se pretende: