CAPÍTULO IV
Consideraciones metodológicas
La metodología utilizada para realizar el diagnóstico de las condiciones ambientales de los sistemas de barrancas, las condiciones demográficas y socioeconómicas, la presencia y coordinación interinstitucional, las consideraciones a grupos vulnerables y de género, así como la gestión y consenso del programa, consistió en la delimitación de dos círculos con radio de 1 000 metros cada uno en una imagen de Google Earth (un círculo en la porción norte para la Barranca Arroyo Plan de la Zanja y Barranca Arroyo Santa Cruz, y un círculo en el sur para la Barranca El Huizachal), recorridos por las barrancas, observación directa de las condiciones ecosistémicas, topográficas, edafológicas, hidrológicas, biológicas, demográficas y socio-económicas; uso del equipo Differential Global Position System (DGPS), tomas fotográficas, identificación general de especies y aplicación de entrevistas a 25 personas mayores de 18 años, esto con la finalidad de conocer su percepción sobre las barrancas y obtener datos primarios de las condiciones demográficas y socioeconómicas reales. Con base en esta metodología se obtuvieron los siguientes resultados de diagnóstico y problemática en los ambientes del ANP.
Análisis ecosistémico
En las barrancas que conforman el ANP existe fuerte presión sobre los recursos naturales, principalmente hacia el suelo, la vegetación y la fauna silvestre. Esta situación está vinculada con los procesos de erosión, procesos de crecimiento demográfico y urbanización, pérdida, modificación y fragmentación del hábitat natural de los animales silvestres, práctica de la agricultura en suelos con vocación forestal, cría de animales domésticos e ingreso de perros y gatos ferales que provocan el desplazamiento o eliminación de los animales silvestres propios del ecosistema de las barrancas. La interacción de estos problemas provoca que los animales silvestres busquen otros refugios en las barrancas, y por lo tanto, disminuye la diversidad animal en los ecosistemas del Valle de México.
Se observaron plantas y animales silvestres propios de los ambientes de las barrancas, pues en realidad, algunas de ellas, como los anfibios, reptiles y mamíferos, no pueden desplazarse fácilmente a otros ecosistemas, toda vez que, para salir de éstos, deben pasar por ambientes totalmente urbanizados. Las tres barrancas se encuentran delimitadas (confinadas) por asentamientos humanos, empresas, vías de comunicación, establecimientos comerciales y de servicios; factores que impactan significativamente en la protección y conservación de los componentes de los sistemas de barrancas.
En el caso de las aves, éstas encuentran en los ambientes de las barrancas, hábitats favorables para su alimentación, reproducción, crecimiento y desarrollo. También es importante referir que las especies migratorias, encuentran en las barrancas las condiciones temporales para su subsistencia, además, incrementan la biodiversidad en el contexto regional y estatal.
Desde un enfoque ecosistémico, las barrancas del ANP son sistemas importantes, ya que su estructura, organización y funcionamiento favorecen la continuidad de los procesos ecológicos. Cada componente forma parte de la estructura, y por lo tanto, también desempeña una función. En este sentido, al afectar un componente del sistema, éste influye para que en todo el sistema ocurran alteraciones, desde luego, es conveniente tener presente que los sistemas pueden soportar determinados niveles de impacto, pero al final, éstos, serán impactados en su organización y funcionamiento.
En futuros estudios sobre los ecosistemas existentes en las barrancas del ANP, sería importante analizar las condiciones y relaciones entre los componentes de las barrancas y los procesos ecológicos que ocurren, tanto en su interior como en los límites, esto con la finalidad de determinar con mayor precisión a qué tipo de ecosistema corresponde, ya que por las condiciones de intercambio de materia y energía, así como su confinamiento en el contexto de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y los Municipios Conurbados del Estado de México, las barrancas pueden ser consideradas como ecosistemas aislados.
Con base en el razonamiento anterior, y desde luego, sustentado en las observaciones directas en campo, los componentes de los ecosistemas de las tres barrancas han sido impactados negativamente por las actividades antrópicas que se realizan en los entornos adyacentes. Como señala Conesa (2003), los impactos que ocasiona una actividad económica pueden ser positivos o negativos, adversos significativos o adversos no significativos, benéficos significativos o benéficos no significativos, temporales o permanentes, mitigables o no mitigables.
En las barrancas del ANP, los impactos ambientales también están asociados con sus límites administrativos, principalmente con los de las zonas urbanas y las vías de comunicación. De manera general, los límites naturales, los cauces, los caudales, el suelo, el paisaje y los componentes biológicos han sido impactados negativamente; esto se refleja en la disminución de la superficie de las tres barrancas, contaminación del agua, procesos erosivos, presencia de residuos sólidos orgánicos e inorgánicos y olores desagradables.
Aún con la influencia de las actividades humanas y los impactos referidos en párrafos anteriores, los ecosistemas de las barrancas son relevantes ecológicamente, pues todavía desempeñan funciones importantes, tanto para los animales silvestres como para la sociedad local. Los elementos biológicos representativos se encuentran en las porciones más profundas y en los límites con las edificaciones contiguas, principalmente los de régimen de propiedad privada.
Con base en las técnicas de trabajo de campo aplicadas directamente en los ambientes de los sistemas de barrancas y espacios geográficos adyacentes, esto vinculado con las actividades económicas y los fundamentos teóricos, metodológicos y legislativos, fueron identificados los factores que inciden directa e indirectamente en las condiciones actuales del ANP: