Desde la aparición del hombre sobre la tierra, la necesidad de subsistencia lo impulsa a desarrollar actividades que, en muchos casos, tienen un carácter colectivo y necesitan formas elementales de organización. En la obra El Capital Marx señala: “Todo trabajo directamente social o colectivo en gran escala, requiere en mayor o menor medida, una dirección que establezca un enlace armónico entre las diversas actividades individuales y ejecute las funciones generales que brotan de los movimientos del organismo productivo total, a diferencia de los que realizan los órganos individuales. Un violinista se dirige el mismo, pero una orquesta necesita un director.” (Marx, 1973, pág. 286).
Sin embargo, el hombre primitivo no es capaz de realizar generalizaciones abstractas desarrolladas, como para transformar sus experiencias prácticas en conceptos y principios administrativos. La aparición de la propiedad privada, la división de la sociedad en clases y el intercambio de productos, crean necesidades administrativas nuevas. La creación de órganos de dominación como el Estado y el ejército, requieren el desarrollo del pensamiento administrativo. Las condiciones que se crean a partir de la Revolución Industrial del siglo XVIII propician la aparición de la administración como esfera relativamente independiente de la actividad del hombre y el surgimiento de distintos conceptos, principios y teorías administrativas.
El proceso administrativo adquiere un perfil definitivo en los finales del siglo XIX y principios del siglo XX. A partir de su desarrollo, se observa que la administración además de ser un problema empresarial tenía que ver con los esfuerzos humanos que unen en una organización a personas de diversos conocimientos y habilidades. La misma se aplica a hospitales, iglesias, organizaciones de arte, agencias de servicio social de todo tipo, universidades, entre otros (Tristá Pérez, Administración Universitaria, 2001, pág. 6).
En el caso específico de las universidades, surge la necesidad de una administración universitaria. En ese sentido, las funciones generales del proceso administrativo como planificación, organización, mando y control, se integran a la academia. El diseño, realización, y evaluación curricular comienza a verse como hechos psicopedagógicos o sociológicos y como hechos administrativos. Lo mismo sucede con los procesos que conducen a la generación de nuevos conocimientos y con el desarrollo de actividades docentes y curriculares (Tristá Pérez, Administración Universitaria, 2001, pág. 7).
La necesidad de cambio que exige el momento actual en la universidad requiere la implementación y perfección de un modelo de gestión educativa del proceso de enseñanza aprendizaje. El término gestión, semánticamente, es la administración, orientación o conducción de un quehacer, de un área del ser humano o de un sistema teórico administrativo. Técnicamente, es el conjunto de operaciones y actividades de conducción de los recursos (medios) para lograr los propósitos establecidos (fines) (Restrepo González, El concepto de gestión, 2010, pág. 2).
En el área de la educación, la gestión educativa se entiende como el conjunto de operaciones, actividades y criterios de conducción del proceso docente-educativo. Una buena gestión educativa demanda realizar durante todo el proceso, las acciones que son necesarias para lograr los objetivos educativos (Mora, 1999, pág. 3). Es una disciplina que data de los años 80 en América Latina y busca aplicar los principios, técnicas y métodos generales de la administración al campo específico de la educación. Su objeto es el estudio de la organización del trabajo en el campo de la educación (Casassus, 2000, pág. 2) y comprende la vertiente académica y la administración educacional.
Mundialmente, la administración educacional se abre paso en la constante actualización de los educandos en los avances de la pedagogía, la didáctica y la administración de los procesos1 que en ella se desarrollan (Ruiz Calleja, Díaz Domínguez, Alfonso Alemán, González Pérez, & González Fernández, 2008, pág. 44). El profesor además de adquirir una preparación profesional, científica y didáctica, necesita aprender a proyectar la administración de los procesos universitarios que se desarrollan al interior de las universidades para garantizar la calidad de los mismos (Tunnermann Bernheim, 2008, pág. 6).
A pesar de los avances de la administración educacional en Cuba, plantea Carlos Álvarez de Zayas (Álvarez de Zayas, La escuela para la vida, 1998, pág. 12) que en los últimos tiempos se constata un conjunto de deficiencias e insuficiencias que determinan cierto nivel de ineficacia en el proceso docente-educativo. Los criterios generalizadores a los que el autor arriba a partir de la observación del proceso docente-educativo, le permiten llegar a la conclusión que los problemas se manifiestan en: la administración del proceso docente-educativo; la integración del proceso docente-educativo con el proceso productivo y la formación del educando a partir del proceso docente.
En la carrera de Derecho de la Universidad de Cienfuegos se presentan deficiencias con la vinculación del componente teórico y el componente práctico, motivadas, entre otros aspectos, por una incorrecta administración educacional de las asignaturas curriculares. Por tales motivos, y con el propósito de alcanzar la formación teórica práctica del estudiante, se introduce en el Plan de Estudio C perfeccionado2 de la carrera de Derecho la práctica laboral3 en cada año académico.
Durante los últimos 30 años, la práctica laboral atraviesa por diferentes etapas, en correspondencia con el nivel de desarrollo alcanzado por las Facultades de Derecho, Departamentos de Derecho e instituciones del sector jurídico. En la década de los noventa, entra en vigor un nuevo diseño curricular, el Plan de Estudio D, que incorpora la Disciplina Principal Integradora como vía para articular y formalizar el conjunto de conocimientos y habilidades profesionales necesarias para cada asignatura.
Se modifica además, la antigua práctica laboral en la asignatura Ejercicio Jurídico (EJ) 4 organizada a lo largo de los cinco años de la carrera con el objetivo de lograr la adecuada integración de la actividad práctica con el resto de los componentes docentes5 del proceso formativo del estudiante. El Plan de Estudio D ofrece autonomía a las Instituciones de Educación Superior para diseñar su EJ sobre la base de las características propias de cada territorio.
Con independencia de que existen universidades como la de Sancti Spíritus, Pinar del Río y Holguín y centros como el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación, el Instituto Superior Pedagógico y el Centro de Pedagogía Universitaria y Didáctica para la enseñanza del Derecho; quienes trabajan por perfeccionar la vinculación del componente práctico con el académico, todavía no se logra la coherencia y el enfoque sistémico requerido en su administración educacional.
Situación problémica.
En la Universidad de Cienfuegos, los resultados de los instrumentos aplicados en años anteriores a estudiantes, profesores y juristas del territorio, los informes de las visitas del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) a la carrera de Derecho y los resultados de la encuesta de formación del profesional, muestran que a pesar del esfuerzo realizado, no se logra el funcionamiento exitoso de la asignatura EJ. Existe una situación compleja y no definida para la planificación, organización, mando y control del mismo, es decir, para la administración educacional que demanda la actividad.
Las instituciones jurídicas donde son ubicados los estudiantes, están incapacitados para asimilar la cantidad creciente de los mismos y mantener la ejecución, motivación, calidad y control de la actividad realizada. Se evidencia un divorcio relativo entre la universidad y los organismos del sector jurídico como parte de un ejercicio integrador y complementario.
Durante el desarrollo del EJ no se diseñan acciones en función de la preparación del estudiante en cuestiones jurídicas de menor envergadura pero necesarias e importantes para su formación profesional. No se establece con claridad las tareas para lograr las metas a alcanzar lo que provoca falta de motivación del estudiante y el reclamo incesante de los organismos implicados, en aras de concebir una fórmula que permita el desarrollo exitoso de la actividad.
Existe inadecuada selección del personal que ejerce como tutor y poca experiencia de ellos en aspectos metodológicos, pedagógicos y de formación académica. Consta un incorrecto control por parte de la universidad e instituciones jurídicas involucradas; no se definen las vías de comunicación de la información, y las funciones de la administración educacional6 son frecuentemente desconocidas e ignoradas.
Por tales motivos, resulta necesario trabajar en la administración educacional de los EJ y concentrar los esfuerzos en la categoría “saber hacer”, para que los estudiantes aprovechen el tiempo de permanencia en las entidades laborales en aprender a confeccionar instrumentos jurídicos y a ejecutar acciones propias del ejercicio profesional.
En atención a lo antes expuesto se identifica como:
Objeto de estudio.
La administración educacional.
Campo de acción.
El Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos durante los años 2010 a 2013.
Problema científico.
¿Cómo puede concebirse la administración educacional de la asignatura Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos?
Objetivo General.
Proponer la forma en que se concibe la administración educacional de la asignatura Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos.
Objetivos específicos.
Hipótesis:
La administración educacional de la asignatura Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos se concibe al aplicar de forma satisfactoria las funciones administrativas de planificación, organización, mando y control a la misma.
Variables:
Métodos:
Del nivel teórico:
Del nivel empírico.
Los datos obtenidos en las encuestas se procesan mediante el programa estadístico SPSS.
Estructura de la investigación.
La investigación se encuentra estructurada en tres capítulos. El Capítulo I constituye el referente teórico sobre la administración, la gestión educativa y la administración educacional. Consta de cinco epígrafes.
El Capítulo II se refiere al componente laboral en la formación del jurista. Caracterización del Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos. Resultados de los instrumentos aplicados. Consta de cuatro epígrafes.
En el Capítulo III se propone una guía de administración educacional del Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos y el procedimiento para ejecutar la misma. Consta de dos epígrafes.
Aportes y novedad.
La propuesta de guía de administración educacional del Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos y el procedimiento para ejecutar la misma garantizan la uniformidad de la concepción de la asignatura para cada año. La administración educacional del Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos tiene un carácter racional y se encamina al logro de objetivos definidos. Con tal fin se requiere tener conciencia de las necesidades del estudiante y de las entidades del sector jurídico en las que son ubicados; así como la valoración de la posibilidad de cumplirlas.
La guía permite conocer los recursos humanos y materiales de que disponen las instituciones y la universidad, así como ordenar y armonizar los mismos en función de las exigencias del territorio. La correcta organización del Ejercicio Jurídico asegura condiciones organizativas para el cumplimiento de habilidades en el estudiante y la racionalidad, interconexión, continuidad y ritmicidad de la administración educacional. La asignatura Ejercicio Jurídico provee a los estudiantes de habilidades prácticas para transitar con éxito sus primeros pasos en la vida profesional, tiene que ser visto como el reflejo de la formación teórica y científica del estudiante, y nunca como sustituto pedestre de esa formación.
1 Los procesos que se desarrollan en la universidad son: proceso docente-educativo, proceso investigativo y proceso extensionista.
2 Modelo académico encaminado a brindar un alto contenido científico a los estudiantes de Derecho concebido bajo el principio de ¨enseñar derecho y no sólo legislación¨.
3 El artículo 114 de la Resolución 210 de 2007, Reglamento del trabajo docente y metodológico del MES; establece que la práctica laboral es entendida como la forma organizativa que propicia un adecuado dominio de los modos de actuación que caracterizan la actividad profesional y, a la vez, al desarrollo de los valores que aseguran la formación de un profesional integral, apto para su desempeño futuro en la Sociedad.
4 Asignatura organizada a lo largo de los cinco años de la carrera de Derecho e introducida en el Plan de Estudio D.
5 Componente curricular y componente investigativo.
6 Se entiende por funciones de la gestión administrativa educacional la planificación, organización, mando y control, funciones propias de la administración que son aplicadas a la gestión educativa.