Teniendo en cuenta clásicos como Deming, Juran y Crosby y sus aportes relacionados en el cómo se puede alcanzar la Calidad Total, una secuencia de principios o pasos que ellos proponen.
Por su parte la norma (ISO 9000:2005) entiende para la gestión de la calidad, ocho principios con el fin de conducir a la organización hacia una mejora en el desempeño:
Como se puede apreciar desde las propuestas más clásicas hasta las más modernas, existe un núcleo común “mejora continua” el cual ha estado presente en el desarrollo de lo que se entiende hoy como Gestión de la Calidad Total (GCT). La mejora continua supone la mejor forma de mejorar la calidad, garantizando el control de los procesos en función del producto o del servicio y manteniendo transformaciones que permitan satisfacer las exigencias del cliente en la medida que cambian sus necesidades.
Para Harrington (1991) existen diez requisitos fundamentales que hacen exitoso el proceso de mejoramiento en las organizaciones.
La calidad total supone la consecución "cero defecto" rompiendo con el concepto tradicional de los márgenes de error permitidos, dirigiéndose a respetar los compromisos haciendo las cosas bien desde la primera vez y asegurando un trabajo de equipo que permita la reducción de los defectos y mejorar la satisfacción de cada individuo, lo cual va encaminado a alcanzar la mejora continuada en el desempeño de las diferentes tareas (Muñoz, 1997; citado por Ayuso, 2004). Asociado a la búsqueda del cero defecto, en las últimas décadas del pasado siglo se ha introducido el concepto de Seis Sigma. Que se refiere a la filosofía y los métodos que utilizan compañías como General Electric y Motorola para eliminar los defectos en sus productos y procesos (Chase, Jacobs y Aquílano, 2005).
Pretende medir y mejorar la calidad, satisfaciendo las necesidades de los clientes con niveles mínimos de defectos, corrigiendo los problemas antes de la terminación del producto o servicio.
En base a esto podemos decir que el Seis Sigma en una técnica de mejoramiento de la calidad con una meta de reducir el número de defectos a 3.4 partes por millón, cuyo objetivo principal es lograr casi la perfección mediante el mejoramiento del desempeño, colocando a la empresa en los primeros niveles del ámbito mundial (Gutiérrez y Salazar, 2004).
En la actualidad se debate si la Gestión de la Calidad es una teoría de la gerencia o una filosofía de gestión, no obstante es innegable que en los últimos años se ha venido consolidando en el ámbito empresarial (Albacete, Fuentes y Matías, 2001; Anderson, Rungtusanatham y Schoroeder, 1994; Feigenbaum, 1991; Imai, 1989; citados todos por Dzul, 2009).