El desarrollo y transmisión de la cultura tiene como vehículo, la escritura, pero en un inicio se desarrolló por medio de jeroglíficos y la escritura cuneiforme, es decir, se ocuparon figuras o símbolos para representar ideas, lo cual significaba un alta complejidad tanto para escribirlas como para entenderlas, quedando la ciencia y la cultura reservada para un grupo selecto de la población, Orly Goldwasser considera: los jeroglíficos egipcios y la escritura cuneiforme de Mesopotamia, con sus curiosos personajes en forma de cuña, cada una requiere un conocimiento de cientos de signos. Para escribir o incluso leer un jeroglífico o la familiaridad con la escritura cuneiforme de texto obligatorio de estos signos y las complejas reglas que regían su uso. Por el contrario, un sistema de escritura alfabética utiliza menos de 30 signos, y la gente necesita sólo unas cuantas reglas de lectura relativamente simples que se asocian estos síntomas con los sonidos. Este gran invento, tuvo una notable implicación social y cultural. Con el alfabeto, la escritura salió de la "jaula de oro" del mundo de escribas profesionales. La escritura ya no era su monopolio (Goldwasser, Mar/Apr 2010), los egipcios tienen el honor de haber sido el pueblo que mejor desarrolló las jeroglíficos, y de tal aportación otros pueblos crearon el alfabeto. Todos coinciden en que la invención del alfabeto hizo posible el desarrollo de las ciencias más avanzadas, al dejar testimonio de cómo realizar las actividades y ser el vehículo de transmisión para la población en general, ya que al permitir que muchos más miembros de la sociedad pudieran aprender a leer y escribir, el acceso al conocimiento ya no era tan limitado y la ciencia puedo expandirse, la escritura alfabética permitió que grandes segmentos de la población pudieran participar de la cultura y la administración de sus respectivas sociedades; así de la escritura tenemos el calendario que permite determinar las estaciones y las fechas de la cosecha, la filosofía, la ciencia y hasta la democracia, pero, ¿quién inventó el alfabeto? ¿Era realmente los fenicios de lengua semítica?, ¿los griegos?, ¿quizás los hebreos?, estudios recientes nos hacen pensar que es una herencia hebrea – semítica.
El texto que hace suponer esta afirmación, fue grabado en una pared de roca de un pequeño paso que conduce a la cresta que divide el Wadi Nasb del Wadi Lihyan en el sur del Sinaí, en una antigua región minera de Egipto, desde la llanura costera de Serabit el- Khadem, este valle se encuentra al este de la costa de los lugares tradicionales para el Monte Sinaí en Jebel Serbal, Jebel Musa o Safsaf Ras. El descubridor original de esta inscripción, fue el legendario Sir Flinders Petrie durante una expedición por la zona en 1905, él refería que había una inscripción egipcia y fue fechada en el año 20 del reinado de Amenemhet III de la XII dinastía. En la misma roca, existe una inscripción en hebreo con las letras aleph, ayin y mem, pero existe además otra, situada a dos metros a la izquierda de la inscripción egipcia. Como ya lo habíamos mencionado, Shea sostiene que esta segunda inscripción en hebreo, nos habla del cuñado de Moisés y lo liga con el éxodo mismo, sugiriendo que fue escrito por alguien de las personas bíblicas de Israel y no mucho después de haber dejado Egipto, en concreto, mientas acampaban en el Sinaí. Las evidencias arqueológicas en la misma área donde la inscripción fue encontrada, son favorables a la teoría de Shea para demostrar que acamparon, explotaron y fundieron bronce en la zona, pero lo que me interesa destacar es la fecha en la que se supone ocurrió; Shea reconoce que existe un debate en torno a estas inscripciones, las discusiones giran si esta escritura fue desarrollada en el siglo XIX en el tiempo de la duodécima dinastía, o bajo la decimoctava dinastía en los siglos XVI ó XV a.e.c. Orly Goldwasser, considera que fue en Serabit, donde el alfabeto fue inventado por los cananeos en la Edad del Bronce Medio, a la mitad del siglo XIX a.e.c., probablemente durante el reinado de Amenemhet III de la dinastía XII (Goldwasser, Mar/Apr 2010).
Por ello otros investigadores consideran, que en efecto, el más antiguo alfabeto de la cual todos los otros alfabetos en el mundo se derivan, se inventó en Canaán a finales del siglo XVII ó XVIII a.e.c., el cual se conoce como el alfabeto proto-cananea. Y coinciden en señalar, que la inscripción grabada en la roca tiene dos símbolos claros: en la parte superior, la cabeza del buey, símbolo de la alef, en la parte inferior del bastón torcido, símbolo de la lamed, ambas letras corresponden al alfabeto hebreo (Biblical Archaeology Review, Jul/Aug 1984).
Powell Barry considera, que los primeros experimentos de un alfabeto ocurrieron con los pueblos cananeos alrededor de 1700 a.e.c. y que las inscripciones proto- Sinaí del desierto de Egipto, se pueden fechar alrededor del 1550 a.e.c., y que cerca del 1400 a.e.c. ya se tiene bien definido una escritura: fenicia, hebrea, aramea, y árabe, en cambio la evidencia arqueológica sugiere que la invención del alfabeto griego ocurrió alrededor de 800 a.e.c. (Powell, Winter 1998). Christopher Rollston, se mantiene de acuerdo con la postura de que fue en Canaán donde se inventó el alfabeto a principios del segundo milenio a.e.c., pero que el alfabeto hebreo no deriva de manera directa del primer alfabeto sino del fenicio (Rollston, May/Jun 2012). De todas formas, los hebreos junto con los otros pueblos semitas, han aportado al mundo el alfabeto como un medio de transmisión de la cultura, siendo los griegos quienes lo mejoraron y llevaron al resto del mundo.