ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

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La caída del reino de Judá.

En contraste a la caída de Israel, al reino de Judá no le tocó ser aniquilado, pero se convirtió en tributario de Asiria y mantuvo su independencia nominal durante alrededor de otros 135 años (Microsof Encarta 2008. 1993 - 2007, 2008), la duración de este reino fue  un poco más 400 años, si tomamos en cuenta al periodo de la Monarquía unida, aunque como reino de Judá su duración fue del 930 al 587 ó 586 a.e.c., también fue gobernado por  19 reyes o 20 si tomamos en cuenta un periodo menor de un año de Jehoahaz (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 135), a los súbditos de este reino, como ya lo habíamos señalado, pasaron a llamarse judíos y ante el exterminio o asimilación del reino del norte, se le consideran los sucesores del reino de Israel. El rey de Judá durante el proceso de conquista Asiria y parte de la desaparición del reino de Israel fue Ajaz o Ahaz, quien falleció en el 727 a.e.c., la sucesión y toma del poder correspondió a su hijo Hezekiah o Ezequías (727 – 697 a.e.c.), durante el reinado de su padre, Judá permaneció sometida a Asiria, pero tal situación generaba un descontento en el pueblo, los libros de Isaías y Miqueas plantean tal descontento, por lo que resultaría lógico que fuera el mismo sentimiento de aquellos que conservaban su fe original, debemos recordar que la población de Judá era más conservadora y se había mantenido menos contaminada a las influencias de sus vecinos, reaccionando de manera más vigorosa a las intromisiones extranjeras, tal situación hizo eco en el joven monarca, por lo que empezó una política para independizarse de los asirios, los registros nos llegan tanto del texto de la Tanaj como de los propios asirios. Con el fin de independizarse el rey Ezequías realizó algunos preparativos, entre ellos secar las fuentes de agua para que los asirios no tuvieran acceso a las mismas cuando llegaran, como lo señala 2 de Crónicas 32:3, además de preparar el famoso túnel de Siloam, diseñado probablemente para mantener un flujo y depósitos de agua en la ciudad, en dicho túnel se encontró en 1880 una inscripción no pública sino privada (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 189), en un lugar prácticamente inaccesible, por lo que dicha inscripción no revela el carácter oficial de la construcción, sino el sentimiento de orgullo de los trabajadores o del propio ingeniero de la obra, la narración de la inscripción cuenta el momento en que los obreros se encontraron en el túnel, trabajando en el mismo con la emoción y el triunfo de ver concluido el trabajo con el agua fluyendo por el mismo, se considera que no es una inscripción oficial porque no tiene el objetivo de alabar al Rey por la obra, sino el orgullo de aquellos que han concluido un trabajo bien hecho, que implicaba un alto grado de dificultad por la distancia, profundidad y por el calculo que permitiría la unión de los trabajos y además la gravedad o grado de inclinación que permitiera el flujo continuo del agua, por lo que la inscripción revela la alegría por el éxito del proyecto, la emoción y orgullo que solamente pueden tener aquellos que participaron activamente en dicha obra (Parker, Jul/Aug 1994). Además de la obra de la magna obra de ingeniería que aún se mantiene en pie sus restos, los judíos ampliaron las murallas y es probable que cuando estuvieron cercas los asirios secaron las fuentes de agua, además de preparar armas e iniciaron una reforma religiosa que les permitiera recuperar su fe y encontrar ese factor de cohesión y confianza para construir un reino para la eternidad, basados en la promesa hecha a Abraham y la confianza que la casa de David, tendría presencia por los siglos. Ezequías procedió entonces, a remover diversos objetos de culto que la asociación con sus vecinos había permitido ligar a su religión, de los cuales ya hemos relatado en líneas que anteceden, la confusión con Baal, la consorte de Di-os, entre otros, pero quizás el más importante de estos objetos de culto destruidos, fue la imagen de bronce de una serpiente señalada en 2 de Reyes 18:04, que le llamaban Nehushtán, Vered Regev maestra de hebreo, señala que la palabra Nehushtan viene del hebreo Nachash que significa serpiente (Regev, 2012), la cual era adorada ya que se decía había sido hecha por el mismo Moisés, atento al relato de números 21:9 y que había permanecido desde tiempos inmemoriales en el Templo, considerando que esta imagen había sido hecha por el propio Moisés, el arqueólogo Jane Cahill, considera que la idea de su destrucción se debió principalmente al deseo de desterrar, cualquier iconografía de los faraones egipcios, ya que es de sobra conocido las imágenes de serpientes con los egipcios, por lo que se postula la hipótesis de que Ezequías no deseaba ser ligado al imperio faraónico, de hecho la Tanaj refiere la intervención de Egipto en la revuelta en contra de Asiria, el reino de Judá no se unió con ellos por lo que al decir de Cahill, amén del fervor religioso, también se deseaba demostrar la independencia de Israel con Egipto (Shanks, The Mystery Nechushtan, Mar/Apr 2007). Ezequías no limitó sus esfuerzos a Judá, también trató de persuadir a la población que aún quedaba del extinto Estado de Israel, según 2 de Crónicas 30:1-2, Bright considera que no se puede dudar de esta afirmación, ya que la política de Ezequías no tenía como único fin la independencia de Judá, sino que implicaba también una reafirmación de los derechos dinásticos y el deseo relatado en Isaías 9: 1-7 de la unión entre el Israel del norte y el del sur bajo el trono de la casa de David, así como la unificación religiosa y la revitalización de Jerusalén como santuario nacional de todo Israel. Albright considera también la introducción de otro elemento que propició cierta felicidad, en el grupo más amplio, pobre y vulnerable de la población, ya que al parecer en este periodo, se introdujo un sistema gremial, copiado de los modelos fenicios, concebido para impedir la explotación de los artesanos  (Bright, 2003, págs. 373, 375).
Una vez preparado el reino, tanto militarmente, con obras de ingeniería, introducción de normas que impedían la explotación y con un fervor religioso renovado, así como un buen ambiente de confianza y una relativa prosperidad, el reino se Judá se encontraban listos para revelarse al rey Asirio. Durante el reinado de Shalmaneser V y Sargón, no se produjo ningún rompimiento abierto con Asiria, de hecho se comprueba cierta fidelidad con el reino asirio, ya que en la rebelión de Ashdod, propiciada por Egipto, en contra de Asiria en el 714 a.e.c. (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 184), o quizás en el 713 a.e.c. (Shanks, Assyrian Palace Discovered in Ashdod, Jan/Feb 2007), Ezequías rehusó participar en la misma, por lo que no sufrió el ataque de Sargón, quien sitió Ashdod y la tomó aplastando la revuelta en el 712. Enviando al exilio a sus ciudadanos como lo había hecho con los Israelitas, convirtiendo la ciudad en parte del imperio asirio con reyes títeres. Sin embargo, a la muerte de Sargón y el reinado de Senaquerib (705/4-681), Ezequías, creyendo que había llegado el momento oportuno, rehusó formalmente el pago del tributo, pero tal situación tuvo un costo elevado, de acuerdo a los registros y relieves de Senaquerib en las paredes del palacio de Nínive, fueron rodeadas y capturadas 46 ciudades fortificadas del reino de Judá, alrededor del 701 a.e.c., la inscripción cuneiforme que se conserva y narra estos sucesos, dice más o menos lo siguiente: Yo arrasé el gran distrito de Judá e hice que Ezequías  su arrogante y orgulloso rey, se arqueara en sumisión … sitiando y conquistando 46 de sus ciudades fortificadas… (Borowski, May/Jun 2005), sin embargo Senaquerib fue incapaz de tomar Jerusalén, la Tanaj en 2 de Reyes 19 y en Isaías 36 - 37, nos cuenta que un milagro salvó a la ciudad, podemos creer o no en el milagro, pero lo cierto es que la preparación de Ezequías para la guerra solo sirvió para salvar Jerusalén, es muy probable que dicha preparación significara un gran obstáculo para la toma de la ciudad, por lo que el rey asirio se conformó con el pago de un tributo, además de que es posible que una fuerza de ataque egipcia estuviera presente en la zona, lo que complicaría mantener dos frentes con un ejército ya agotado después de múltiples batallas, los milagros siempre llegan con una explicación lógica. Pero si la preparación para la guerra sirvió para Jerusalén, lo ocurrido en las otras ciudades es otra historia, la gran mayoría fueron arrasadas y la población tomada presa, por lo que el costo de la rebelión contra los asirios, fue grande. A la muerte de Ezequías en el año 697 a.e.c., su hijo Manases subió al trono, pero el reino de Judá era ahora un pequeño Estado y vasallo del rey de Asiria, por lo que no debemos extrañarnos que la Tanaj se refiera en malos términos a este rey.
De manera paulatina el reino asirio empezó a decaer, varias incursiones a Egipto con resultados de la toma y pérdida del poder lo fueron debilitando, pero su principal problema surgió muy cerca de su territorio original, Babilonia, si bien ya con anterioridad había causado algunos trastornos, en el 652 surgió una gran revuelta, que fue aprovechada por grupos árabes que intentaban liberar las rutas comerciales, aunque la revuelta babilónica fue sofocada en el 648, asiria se encontraba en un punto de vulnerabilidad, lo que quería aprovechar Manases para dejar de ser vasallo asirio y preparó una serie de reparaciones y fortificaciones a la ciudad. A la muerte de Manases su hijo Amón que reinó del 642 – 640 a.e.c. fue asesinado, por lo que a la edad de ocho años ascendió al trono su hijo Josías, de acuerdo a 2 de Reyes 21 y 22, su periodo estuvo marcado por una renovación religiosa y aunado al hecho de que asiria se sumió en una guerra civil y la pérdida de control de la rebelde Babilonia, el reino de Judá quedó prácticamente independiente, el renovado Judá con sus reformas religiosas, inició el re control de líneas perdidas pudiendo ampliar el reino y tomar algunas zonas del antiguo reino de Israel, que estaban en control asirio, como Samaria, Galilea e incluso alcanzar la costa mediterránea, creando un pasillo hasta el mar, como lo indica una fortaleza construida por él en la costa, al sur de Jope (Bright, 2003, pág. 414).
Por su parte Nabopolassar (626 – 605 a.e.c.) de Babilonia, había logrado unir viejos enemigos de los asirios para combatirlos, Caldeos, Arameos y Elamitas, por lo que alrededor del año 616 a.e.c., se inicia por el norte y el oeste el avance en contra de los asirios, al mismo tiempo los Medos dirigidos por Ciaxares (625 – 585 a.e.c.) (Bright, 2003, pág. 413), empezaron su propio asalto al norte de Asiria, por lo que los asirios se vieron atacados por varios frentes y puestos en una situación precaria y al borde del colapso. Un poco antes de la caída total de Asiria, los asirios reciben una ayuda inesperada, los egipcios cruzaron el territorio de Judá para asistir a los Asirios o tomar ventaja apropiándose de sus territorios, por lo que debían de cruzar por el territorio de Judá, ante el avance del ejército egipcio el rey Josías los enfrentó y perdió la vida. Los egipcios, que según Bright llegaron en el 616 (Bright, 2003, pág. 413), pero que Horn y McCarter consideran lo hicieron en el 609 a.e.c. (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011), tuvieron un relativo éxito en su incursión, pudieron dañar a Judá y atrasaron la caída de Asiria. Al parecer Horn y McCarter, cuyas fuentes son las crónicas babilónicas, tienen razón en la fecha en que arribaron los egipcios, ya que si hubieran llegado al inicio de las hostilidades, es probable que hubieran logrado un equilibrio en las fuerzas de combate, ya que los asirios no pudieron resistir a los Medos y a la coalición encabezada por Babilonia, por lo que en el 614 los Medos logran capturar la antigua capital de asiria Ashu o Asur, ante este triunfo importante, parece ser que ya era conocido el viejo refrán que reza: los enemigos de mis enemigos son mis amigos, ya que se genera la unión estratégica entre Medos y Babilónicos para tomar en el 612 a.e.c., después de un asedio de tres meses, la capital imperial de asiria Nínive. Los restos del ejército asirio ya muy diezmado, se retiraron a Jarán o Harán, haciéndola su capital provisional, la cual tomarían Medos y Babilonios muy probablemente en el 609 a.e.c., (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 199) o en el 610 a.e.c. (Bright, 2003, pág. 413), dando con ello fin al imperio asirio.
Los egipcios una vez derrotados de su intento de apoyar a los asirios, se retiraron de la zona asiria, pero lograron mantener el dominio de Siria y Palestina por algunos años; ya había hecho mención que en el viaje rumbo a Asiria, Josías había perecido al hacer frente al ejército egipcio, en su lugar fue nombrado rey su hijo Joacaz o Jehoahaz, 2 de Reyes 23: 31 – 35 nos da cuenta de que este Rey solamente reinó un breve periodo de tres meses, siendo depuesto por el Faraón Egipcio Necao quien nombró como rey a otro hijo de Josías, Eliaquín quien cambió su nombre por el de Joaquín, y se convirtió en vasallo egipcio quedando el reino como tributario de los egipcios del 609 al 605; pero no solamente Judá quedaría como tributario egipcio, de hecho toda Palestina y Siria quedaría en este breve periodo en manos egipcias. Pero entre el 608 ó 606 a.e.c. los babilonios capitaneados por Nabopolasar, salieron a campaña seguramente para asegurar su posición contra el ejército egipcio situado al oeste del Éufrates (Bright, 2003, pág. 424), los enfrentamientos durante este periodo, fueron precisamente en la zona del río, las victorias se dieron en ambos bandos sin que ninguno lograra un triunfo definitivo, hasta que en el 605 el príncipe babilónico Nabu – Kudurri – usdur, mejor conocido por el nombre que nos llega de la Tanaj Nabucodonosor o Nebuchadnezzar, toma la zona y derrota a los egipcios, con la salida de los egipcios del panorama y la desaparición de todas las fuerzas asirias, el territorio fue dividido entre Medos y Babilonios, los primeros tomaron el centro de asiria y los territorios del norte, los babilonios el resto de Mesopotamia y los territorios del oeste, incluyendo la zona de Judá (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 201).    
Mientras egipcios y babilonios se enfrentaban, el rey Joaquín seguía siendo vasallo del faraón y enfrentaba un clima de tensión, derivada de la carga económica del tributo que se pagaba a faraón, y la falta de sensibilidad, para ordenar en época de crisis económica, la construcción de un nuevo palacio ordenando el trabajo forzado, la voz de Jeremías es la que da cuenta de esta situación al señalar: ¡Ay del que edifica su casa y no en justicia, y sus salas y no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! Jeremías 22: 13, la de por sí caótica situación del pago de gravámenes a los egipcios, la carga de construir un nuevo palacio, el maltrato a los trabajadores, la vergüenza de la derrota a manos de los egipcios, la imposición de un rey títere por parte de los dominadores y el abandono de la religión tradicional, resquebrajaba la cohesión del pueblo y generaban la franca oposición, preparando el camino de la insatisfacción que conduciría a la derrota final y caída de Judá.
Nabucodonosor, una vez que derrotó a los egipcios, no pudo continuar con su campaña en Palestina teniendo que posponerla brevemente, ya que su padre y rey de babilonia Nabopolasar había fallecido, siendo el sucesor de la corona, acudió a tomar posesión de la misma en agosto del 605 a.e.c., pero al parecer el luto es poco conocido tratándose del deseo de poder, ya que Nabucodonosor menos de un año después de su coronación, regresó a su campaña de conquista de Siria y los territorios del resto de los antiguos dominios asirios, con la derrota previa de los egipcios la resistencia fue casi nula, pero sí se presentaron algunos enfrentamientos. La ciudad filistea de Ashkelon es prueba de ello, esta gran metrópoli fue sitiada y destruida por completa, la fecha de esta destrucción está fechada en lo que hoy sería el mes de diciembre del 604 a.e.c., la forma en que fue saqueada, el pillaje y la saña con que se realizó, se demuestra en el esqueleto de una mujer de edad mediana de alrededor de 35 años, que estaba en cuclillas entre las vasijas de almacenamiento, los análisis actuales demuestran que su cráneo fue brutalmente golpeado con un objeto contundente, en este caso la antropología y la arqueología se unen para dar testimonio y corroborar que las evidencias demuestran la conquista de la zona por Nabucodonosor y lo que Lawrence Stager ha denominado La Furia de Babilonia, ya que la destrucción en Ashkelon demuestra una destrucción total y rabiosa (Stager, The Fury of Babylon: Ashkelon and the Archaeology of Destruction, Jan/Feb 1996 ), al parecer este actuar iracundo buscaba un efecto intimidante para lograr la sumisión de los reinos presentes en la zona. Entre ellos el reino de Judá que no tardó en mostrar sumisión a los babilonios y convertirse en sus vasallos por tres años del 604 al 602. Con la zona controlada, en el 601 ó el 600 a.e.c., Nabucodonosor marchó contra Egipto y chocó con Necao cerca de la frontera, en una batalla encarnizada, en la que ambas partes sufrieron graves daños, pero los egipcios soportaron el ataque, de acuerdo a Herodoto, el enfrentamiento fue muy probablemente en Migdol (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, págs. 202 - 203), en el fuerte enfrente del cual los Israelitas acamparon previo al cruce de Yam suf, y que Hoffmeier 4.7, nos ilustra que era un fuerte parte de un complejo de protección formado por fuertes y canales artificiales que se unían al río y llenos de cocodrilos como se aprecian en los relieves de Karnak.
Ante la aparente derrota de Nabucodonosor y su retiro a Babilonia, el faraón Necao aprovechó la ocasión para retomar la costa sur de palestina capturando Gaza, ante tales evidencias y considerando que había declinado la fuerza Babilónica, Joaquín se rebeló, el libro de 2 de Reyes 24: 01, así lo señala: En su tiempo subió Nabucodonosor rey de Babilonia, al cual sirvió Joaquín tres años; volvióse luego, y se rebeló contra él, aparentementeJoaquín consideraba una alianza con el Faraón Necao, tal situación consistiría en el error fatal del reino. El primer intento intimidante ocurriría en el 600/599 a.e.c., cuando envío contra Judá contingentes babilonios disponibles en la región, junto con bandas de guerrilleros caldeos, sirios, moabitas y amonitas, hechos narrados en el libro de 2 de Reyes 24: 02, pero el verdadero ataque babilónico vendría en el invierno del 598 según Bright o del 597 según Horn y McCarter (Bright, 2003, pág. 427), (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 203), los eruditos mencionados coinciden que al inicio del ataque murió Joaquín, probablemente víctima de una traición, siendo reemplazado por su hijo Jehoiachin o Jeconías de 18 años de edad, pero reinó tan solo tres meses de acuerdo a 2 de Reyes 24:08 - 14, ya que la ciudad se rindió el 16 de marzo del 597 a.e.c., fecha en la que coinciden Bright, Horn y McCarter, el Rey y toda la familia real junto con los altos oficiales, lo principal del ejército y los ciudadanos más importantes, fueron deportados a Babilonia, entre 8,000 ó 10,000 personas, la Tanaj nos da ambos números en 2 de Reyes 24:14 – 16, lo que queda claro es que el Rey de Babilonia nombró como rey títere a otro hijo de Josías, Matanías a quien cambió el nombre por el de Sedecías. Con tan humillante derrota y prácticamente sin un ejército, se esperaría que Sedecías fuera dócil y colaborativo con los babilonios, pero el reinado de Sedecías que duraría alrededor de diez años, estaba condenado a desaparecer, Sedecías no era el más apto para guiar los destinos de Judá, además de que su posición era considerada como vil títere de los babilónicos, ya que su sobrino Jeconías seguía siendo considerado por muchos su rey legitimo, Bright nos da cuenta de que al parecer los propios babilónicos lo consideraban el rey verdadero, ya que textos descubiertos en Babilonia dicen que Jeconías era un pensionado de la corte de Nabucodonosor y le llaman el rey de Judá (Bright, 2003, pág. 428), y los judíos de Babilonia fechaban los años a partir del exilio del rey Jeconías, por lo que resulta lógico suponer que la situación no era del agrado de Sedecías, si a ello le sumamos que de nueva cuenta los egipcios seguían con sus aspiraciones de conquistar la zona y habían iniciado con algunos triunfos, Sedecías decidió aliarse con los egipcios, 2 de Reyes 24:20 nos señala: … Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia, al parecer tal evento ocurrió en el año 589, la reacción de Babilonia fue enviar a su ejército, el cual llego a Jerusalén en enero del 588 según Bright, o en enero del 587 según Horn y McCarter (Bright, 2003, pág. 430), (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 205), los babilonios sitiaron las ciudades de Judá y Jerusalén, el sitio se vio interrumpido cuando la ayuda egipcia llegó, por lo que los babilonios levantaron temporalmente el sitio de Jerusalén para enfrentar a los egipcios,  a los que aparentemente derrotaron ya que se reanudó el asedio sobre Jerusalén.
El reino de Judá fue sometido por los babilónicos en el verano, julio probablemente, los años de la caída de Judá varía según los autores, para algunos fue en el 587 a.e.c. (Bright, 2003, pág. 429) para otros en el 585 a.e.c. (Eggers Brass & Derendinger, 2010, pág. 72) otros más señalan el 586 a.e.c. (Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel), (Bard, 2006, pág. 8), (Stager, The Fury of Babylon, 2009, pág. 1) (Horn & McCarter, The Divided Monarchy: The Kingdoms of Judah and Israel, 2011, pág. 205), y algunos el 598 a.e.c., pero es poco probable que fuera en una fecha tan lejana (Microsof Encarta 2008. 1993 - 2007, 2008), ya que la primera toma de Jerusalén por Nabucodonosor no constituyó la caída definitiva del reino de Judá. En lo que todos coinciden, es que la conquista fue realizada por el rey Nabucodonosor II, cuando los babilonios rompieron los muros de la ciudad y la penetraron, aunque Sedecías logró huir fue alcanzado y tomado preso, la bondad con la que fue tratado su sobrino Jeconías estuvo ausente, los babilonios mataron a los hijos de Sedecías en su presencia y después le arrancaron los ojos. Un poco después el jefe de la guardia de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén y, cumpliendo órdenes, incendió la ciudad y arrasó sus muros y destruyó el templo. Algunos de sus oficiales, eclesiásticos, militares y civiles y los ciudadanos principales, fueron llevados ante Nabucodonosor y ejecutados, según lo señalado en 2 de Reyes 25: 18 – 21. La tradición judía ubica ese hecho en el 9 de Av (Jewish Virtual Library, 2011), es decir, en el día nueve del mes de Av del calendario judío, curiosamente en este día fueron destruidos los dos templos, el primero por los babilonios y el segundo por los romanos en el año 70 de la era común, razón por la que este día resulta de duelo para el judío y se recuerda aún el día de la boda, razón por la que se rompe una copa durante la celebración del matrimonio, hecho que para los gentiles resulta común observar en las películas y que se explica por el deseo judío de nunca olvidar este hecho. Nabucodonosor instaló un gobernador en lo que aún quedaba de la población, pero al ser visto como colaboracionista de los babilonios fue asesinado junto con su pequeña guardia, entre ellos algunos representantes babilónicos.
El exilio a Babilonia constituye la primera gran diáspora judía, pero los judíos no habían escrito sus últimas páginas en la historia, en el territorio de Judá aún quedaron los más pobres de la población, la cohesión lograda por la religión y cierta renovación religiosa durante el cautiverio, mantuvo a los que quedaron y los que estaban en la dispersos, unidos, por lo que tras el cautivo babilónico Judá volvería a resurgir.