Hay dos líneas complementarias que logran una visión adecuada del proceso; en primer término, la que conocemos como “de arriba-abajo” y la segunda, como de “abajo-arriba”. Es decir, estas dos líneas establecen el origen de las iniciiativas para la planificación en cuanto estas iniciativas se originen en los órganos centrales de decisión para ser ejecutados en la base de la pirámide o surjan de de la ciudad hacia los órganos de decisión centrales. El método que nos interesa para los fines de esta obra es el de “abajo-arriba”
En este método las iniciativas emergen desde la población-territorio hasta los órganos centrales de decisión en el marco de los altos objetivos nacionales y las líneas estratégicas establecidas por el gobierno central. Este método privilegia el proceso en sí sobre la importancia de del producto, es decir, del resultado. Éste es un avance muy grande en relación a la planificación tradicional cuya evaluación descansaba íntegramente en los resultados y no en el proceso cuyos beneficios no eran tomados en cuenta. Entre los beneficios más importante de esta modalidad, citamos las relaciones que se crean entre los sujetos que participan de la formula-ción del plan: Estado, Empresa y Sociedad Civil; la participación ciudadana directa a través de las opiniones de sus miembros; la coordinación que se establece entre los sujetos, el diálogo que se inicia y consolida entre ellos… en fin todas las actividades que permiten a los sujetos obtener una visión integral de los objetivos y las maneras de alcanzarlos en estrecha colaboración mutua.
Otra de las características de esta modalidad es que propone una visión integral de la problemática y de la imagen que se quiere objetivar, a diferencia de las percep-ciones sectoriales, siempre parciales del tratamiento tradicional. Por otra parte, sin la visión tradicional postulaba un plan preferentemente normativo, la visión “abajo-arriba” prefiere privilegiar lo estratégico.
El DELC toma el modelo anterior y lo complementa con las siguientes propuestas:
Los objetivos deben responder no sólo a los que se aplican a la población-territorio sino que deben estar incluidos en el marco de los Altos Objetivos Nacionales, estableció por el gobierno
Los eventuales beneficios que se logren serán de tipo socio-económico, por encima de los de tipo financiero privado; para ello, es necesario la implantación de un mo-delo de análisis costo-beneficio que de relieve a los objetivos económicos, sociales, culturales y ambientales
La oferta urbana debe tomar en consideración la demanda de la población-territorio, dando a cada una la prioridad que el Comité de Planificación, conformado por el Estado, la Empresa y la Sociedad Civil otorguen a cada uno de esto componentes.
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1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores) Este libro es producto del trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER). Libro gratis |
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