Víctor Julio Baltodano Zúñiga1
Ana Lorena Camacho Camacho2
Carlos Armando Martínez Arias 3
I- A MANERA DE INTRODUCCIÓN: TURISMO Y ESPIRITUALIDAD
“…Renovarse, cambiar, ser otro del que fuimos y luego contemplar la huella que dejamos perdida en el sendero que un día recorrimos…”
Marchena, Julián (1965:36)
Los seres humanos han encontrado diversas formas para disfrutar sus periodos de descanso y recreación con el fin de recibir todo aquello que el espacio y lugar donde asisten contribuya con su bienestar biopsicosocial, económico y espiritual. Existe en muchos turistas la necesidad de encontrar momentos de relajación donde la conexión mente-espíritu-alma –corazón trascienda la experiencia de vivir. Hay una carencia interna que los seduce a buscar lugares donde se sienta, se observe la fe, y la esperanza, en otros/as personas. Hay un contagio que no se ve, pero se escucha y rumora los beneficios que brinda, es a partir de esas sensaciones y curiosidad de mirar este tipo de “realidades” que muchos se aventuran a visitar monumentos religiosos, iglesias, monasterios, hacer peregrinaciones, ya sea para dar gracias a Dios o para pedir un favor, un ejemplo es el culto que se le brinda a la Virgen de los Ángeles, constituyéndose este acto en la característica más importante de la religiosidad costarricense; así mismo, los santuarios, turnos, ferias donde se exalte santos, vivencias espirituales, testimonios de vida, curaciones, milagros, son llamados que permite la búsqueda de lo desconocido.
Larry Dossey (2004) manifiesta que uno de los grandes problemas que carcome la sociedad es que hay con una gran cantidad de personas espiritualmente desnutridas y hambrientas de sentido, los problemas cotidianos los sumerge en situaciones caóticas que les genera estrés, cansancio, todo les agobia, hay un sinsentido de sus vidas, la pasión por admirar la belleza que los rodea está adormecido. Esa búsqueda interior hace que miles de turistas, unos por fe, otros por esperanza y muchos por incredulidad recorren lugares religiosos. Ese contacto con lo desconocido les motiva a reflexionar y mirar la vida desde otra perspectiva, con visión holística, tanto científica como espiritual al mismo tiempo, donde se integre el conocimiento humano, la cultura de la sabiduría, la ciencia, el arte, tradiciones y espiritualidad.
La búsqueda del orden interno en cada ser humano es el viaje de descubrimiento en el misterio de la vida, es un encontrarse y celebrarse que implica ver, escuchar, sentir y experimentar. Esa experiencia humana tangible e invisible a la vez, es parte esencial de aprender a vivir. Leonardo Boff (2002) indica que el espíritu es la fuente del significado y el significado es la raíz de nuestra vida. La espiritualidad va más allá de ilusiones, creencias y condicionamientos culturales. Cada experiencia humana de vida que se obtiene provoca una conmoción profunda del sentido de la comunión de todas las cosas entre sí, de la forma en que recibimos la realidad.
Entra en juego la armonía entre el sentimiento y la razón, trasciende el proceso permanente de reflexión y búsqueda. Se genera en cada visitante que acude a los sitios religiosos un tipo de terapia del significado. Larry Dossey (2004) expresa que esto es parte del viaje espiritual que puede emprender el ser humano para motivarse y ser creativo. Es nutrirse de valores espirituales en un diálogo permanente del pensamiento individual de cada ser. Ramón Gallegos (2001) hace referencia de que el ser humano como totalidad, es un ser integral con componentes esenciales: corporal, afectivo, cognitivo, social, estético y espiritual.
Investigaciones en esta área indican que la indagación espiritual lleva consigo varios aspectos: proceso de descubrimiento de sí mismo, búsqueda de un orden interno, proceso de liberación, afloramiento de la conciencia, para el cultivo del significado y propósito de la vida diaria. Ese encuentro con lo sagrado como experiencia individual, natural y directa trasciende la esencia de todo lo que existe. Mónica Cosachov (2000) en su libro Entre el cielo y la tierra: Un viaje por el mapa del conocimiento, invita a vivir la vida danzando, como bailarines. Expresa que se deber vivir un encuentro profundo con el ser creativo, liberando potencialidades interiores, quizás desconocidas.“… la espiritualidad tiene que ver con ese tipo de experiencias, no con doctrinas, ni con dogmas, ni con ritos, ni con celebraciones que no son más que caminos institucionales que pueden servirnos de ayuda a nuestra espiritualidad pero que en sí no son espiritualidad..”
Entrar en la crisis de la conciencia, es transformar el sistema de valores actual y trascender la realidad cotidiana, tal y como lo señalan algunos autores. El pasar a este punto, es clave, porque devela una nueva noción de totalidad no fragmentada. Danah Zohar, (2002) en el libro del “Yo cuántico”, indica que el mundo es el resultado de un diálogo mutuamente creativo, entre mente y el cuerpo (lo interno y lo externo-sujeto-objeto). Solo de esta manera conscientes y espiritualmente llenos de esa fe inquebrantable de la capacidad que se posee para cambiar el rumbo de la historia futura, se abre el telón para demostrar y convencer de la realidad de hacer una metamorfosis, donde el saber individual, pase al saber compartido, los miedos y los temores queden sepultados por siempre y aflore un único idioma, melodioso y armonioso, dispuesto a abrir un diálogo permanente y continuo, donde la escucha sea mutua, para que juntos se busque ese ideal de vida , cien por ciento llena de espiritualidad (gozo en el alma, paz y alegría en los corazones) y en mayor convivencia con el planeta. Una vida de asombros, viajes, y como apunta Dossey (2004:458), “como un viaje en curso que continúa aun después de la muerte, puede conducir a un mayor sentido de unión con el universo, puesto que se extiende en el futuro. La convicción de que nos encontramos en un viaje espiritual, y que tenemos tiempo para llegar a nuestro destino, puede motivarnos a pensar ahora (social, internacional e individualmente) para acercarnos a lo que queremos ser en el aquí y en el ahora”
Boff (2002:93) plantea que con la espiritualidad se encuentra el camino para la transformación de nuestras vidas y de las relaciones con el cosmos. “La presencia de la espiritualidad es el camino necesario para la contemplación del Absoluto, instancia superior y misteriosa y, sin embargo, facilísima de ver o de sentir siempre a nuestro lado, tan simple como atravesada por el velarse y revelarse…es tener el inconsciente repleto de un eslabón cósmico con Dios…” La complejidad de la vida es apasionante, llenarla de estremecimientos, esperanzas, emociones, placer, cambio, aprendizajes y siembra de ilusiones en los seres vivos, constituye en la evolución de esta era planetaria, un proceso de desaprender y aprender para trascender por los caminos inciertos.
Eso hace que cada pueblo reciba a los turistas para ofrecerles lo autóctono, las particularidades que en ellos se destaca es admirado por las personas que los visitan, desde edificaciones que tienen sus historias hasta los procesos que se desarrollan en sus tradiciones y costumbres, ejemplo celebraciones de la Virgen de los Ángeles en la provincia de Cartago, la festividad de Nuestra Señorita la Virgen de Guadalupe, en Nicoya y el Santo Cristo de Esquipulas en Santa Cruz, Costa Rica.
II- GLOBALIZACION Y TURISMO RELIGIOSO
Cuando se aborda el tema del turismo, no se puede dejar por fuera que este está incluido, en el caso de Costa Rica, dentro del sistema capitalista, y la globalización, como un momento dentro de este, está dirigida a propiciar la reproducción del capital mediante este nuevo eje de acumulación. Es necesario anotar que el capitalismo muta 4 y oscila entre la entropía y la negentropía. Es decir, una vez que llega al límite en algún eje de acumulación, inmediatamente, emerge otro, u otros, que permiten seguir manteniendo la tasa de ganancia a nivel mundial.
En el caso de Costa Rica no ha sido la excepción y una vez que los sectores agrícolas entran en crisis, es decir, llegan a su límite, surge como gran salvador el turismo, y en cierta medida, las maquiladoras electrónicas. Este carácter mutante del capitalismo, que “evoluciona” hacia la globalización, pone su mirada en las regiones que cuentan con ventajas comparativas para ciertas actividades. Es así como surgen una gran cantidad de productos turísticos, como el turismo rural, el de salud, el científico, cultural, religioso, etc. En el caso del turismo religioso, que es el nos ocupa, ha empezado a tener un desarrollo, a partir del mercado interno.
Con el desarrollo de la revolución científico tecnológica se creía que los aspectos religiosos de las personas iban a ir disminuyendo, es decir, se caminaría hacia un estado más secularizado. Pero, con la extensión de la televisión y la red Internet, esta proposición ha ido quedando de lado. Más bien, se ha dado un incremento de la diversidad de religiones más allá de las institucionalizadas. En otras palabras, asistimos a la integración de nuevos saberes de religiones proveniente de oriente y de África, que han estado excluidas del análisis y en el pensamiento occidental. Ramírez (2008, s.p) apunta que:
Este reavivamiento religioso aparece con una búsqueda de formas novedosas, las religiones históricas institucionalizadas no dan respuestas a las necesidades, insatisfacciones e inseguridades que vive hoy la mayoría de la población mundial. Estas "nuevas" expresiones religiosas distan de lo comúnmente practicado en el mundo occidental y se acercan a formas orientalistas o de origen africano, invaden áreas de la religiosidad con propuestas menos formales y alejadas de complejidades institucionales. Esta tendencia muestra una extensa heterogeneidad de manifestaciones donde aparecen los llamados Nuevos Movimientos Religiosos, el neopentecostalismo, grupos carismáticos, de origen africano, orientalistas, el New Age o Nueva Era, sectas apocalípticas, y formas espiritistas. Gran cantidad de nuevos grupos religiosos han surgido en estos últimos 25 años o se han reactivado, como los Niños de Dios, Hare Krishna, Luz Divina, Verdad Suprema, Iglesias de la Cienciología y otros que suman miles.
Muchas de estas religiones reciben turistas, que las fortalecen, pero también reciben personas que vienen, por un período corto, a expandir las mismas. Las zonas de mayor pobreza de América Latina, y Costa Rica no es la excepción, son aprovechadas por las mismas para imponer marcos de creencias que configuran muchas veces una transculturación. Asimismo, se da la existencia de sectas retrogradas que se aprovechan de los más necesitados y les inculcan creencias que no están acorde con una ecología de saberes, sino que funcionan como una plataforma ideológica del capitalismo más puro. Una de ellas es la Teología de la Prosperidad cuyo eje central es la sacralización de la riqueza material y la preferencia de Dios por los ricos. Su poder económico crece cada día más y les posibilita ser dueños de medios de comunicación y hasta de universidades. El problema de las mismas es el fundamentalismo. Sin embargo, hay emergencia de otras formas religiosas:
Dentro de esta contradictoriedad religiosa emergen grupos religiosos que se proyectan como movimientos sociales, multiplicados -sobre todo- en los primeros cinco años del siglo XXI, por reivindicación de sus derechos y que muestran la deslegitimación del sistema capitalista. En América Latina pueden encontrarse asociados al renacer de religiones precolombinas y de origen africano. Estas manifestaciones han desempeñado un papel de reacción ante las problemáticas del mundo de hoy que van desde la resistencia al neoliberalismo y defensa de la identidad hasta los impactos medioambientales. (Ramírez, 2008, s.p).
Lo que sí es claro es que la globalización, al no ser esta solamente económica, también ha comprendido las religiones, y las mismas han creado sus negocios. Pero, además, han posibilitado, que otras personas creen negocios no necesariamente ligadas a la búsqueda del enriquecimiento por medio de las religiones, sino a propiciar un turismo religioso menos ideológico, más sincero, más neutro. Más espiritual, en última instancia.
III- UN CULTO MARIANO NACIONAL EN COSTA RICA: NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES
3.1 Nota previa
En la línea en que se ha venido exponiendo, en el sentido de que el turismo también es aprendizaje, conocimiento, ecología de saberes es que se quiere exponer el tema de uno de los cultos marianos más importantes de Costa Rica: el peregrinaje que cada 2 de agosto se lleva a cabo a la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles, en la ciudad de Cartago. Por supuesto, que este tema no se puede abordar tomando como marco la racionalidad cartesiana ni newtoniana sino de un enfoque alternativo y en este caso bajo el enfoque complejo propuesto por Santos (2009) de un pensamiento posabismal que no divida la realidad entre lo que existe desde el punto de vista científico y todo lo demás, lo invisible, lo no existente, desde el método científico. Se debe tener claro que, con la llegada de los españoles, también llegó un cúmulo de valores de la cultura europea, dentro de ellos, la religión. Este carácter europeo de la conquista ha impregnado en América Latina un eurocentrismo de los estudios sociales y la separación apuntada por Santos (2009).
En Costa Rica el turismo religioso quizás no sea tan fuerte como en España, Italia, Israel o el mismo México, pero es una veta que se está abriendo cada vez más. Existen en las calendarizaciones oficiales y no oficiales fiestas y eventos muy ligados a la actividad religiosa, a fiestas patronales y actividades espirituales, en otros casos, que incentivan a las personas a visitar diferentes lugares.
El culto a Nuestra Señora de Los Ángeles es el más antiguo e importante, referente a la fe católica, que se profesa en mayoría en Costa Rica. De acuerdo con Oreamuno (2010:1) “a nuestra madre Santísima se le venera con el nombre de NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES, ya que al verificarse el hallazgo un dos de agosto, día en que la Orden Franciscana venera a su patrona como Santa María de los Ángeles.” Por supuesto, que como toda tradición, en un inicio se le dio otros nombres hasta adoptarse el actual: “El primer nombre que recibió es el de Virgen Morena por su color, posteriormente por haber sido hallada en la Puebla de los Pardos se le llama la Virgen de los Pardos, luego en 1782 el pueblo de Cartago la proclama como su Patrona y se le da el nombre de Reina de Cartago y pocos años después ya se le confiere su título o nombre que lleva hasta la actualidad NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES (Oreamuno, 2010:1).”
La aparición de la imagen de la Virgen de Los Ángeles data del año 1635 cuando un 2 de agosto, se le presentó, según la tradición, a una joven llamada Juana Pereira, una parda pobre de la época.
La aparición a una persona humilde tiene su significado ya que para la época colonial había una segregación de los blancos con los indios y mestizos. Todo aquel que no fuera blanco tenía prohibido ingresar a la ciudad, y el límite era señalado por una cruz de piedra. Es decir, se repite la tradición de las apariciones a personas humildes tal como a excluidos, desvalidos, etc. Lo anterior se clarifica en la siguiente cita:
Juana Pereira, una pobre parda (se desconoce si era, india, mestiza o morena), se ha levantado al amanecer para, como todos los días, buscar la leña que necesitan en su hogar. Es el 2 de agosto, fiesta de la Virgen de los Ángeles, y la luz del alba que ilumina el sendero entre los árboles, le permite a Juana descubrir una pequeña imagen de la virgen sencillamente tallada, como de una cuarta de grande, (20 centímetros) visiblemente colocada sobre una gran roca en la vereda del camino. Con alegría, la mujer, recogió aquel tesoro, sin imaginar que otras cinco veces más lo volvería hallar en el mismo sitio, pues la imagen desaparecía de armarios, cofres. En una ocasión, sorprendida fue en busca del cura de Cartago, a quien con asombro le contó la historia y le entregó la imagen; el sacerdote tomó la figura y la guardó en una caja, con el fin de analizarla con cuidado una vez que tuviera tiempo. Al día siguiente la imagen ya no estaba dentro de la cajita. Cuando Juana fue al monte a buscar leña como era su costumbre, nuevamente allí sobre la misma piedra, se encontraba la imagen oscura. Juana corrió donde el cura y este, acompañado de otras personas, fue hasta el breñal, desde donde condujo a la imagen en procesión hasta la iglesia parroquial depositándola en el sagrario parroquial, para regresar tenazmente a la roca donde había sido encontrada. Era la quinta vez que la Virgen se manifestaba de esa manera y comprendieron que allí en ese lugar debería homenajearse a la Virgen construyéndole un templo. (Sitios de Costa Rica, 2010:1)
Como puede inferirse la aparición se dio en la zona fuera de los límites de dominio de los blancos, lo cual puede interpretarse como un aliento, un consuelo para los desposeídos y excluidos.
3.2 Celebración en torno a la aparición de la Virgen de Los Ángeles
Tal como se ha expresado, el 2 de agosto de cada año se celebra la fiesta más grande del catolicismo en Costa Rica. Es una fiesta nacional apoyada por el Estado mediante declaratoria de feriado obligatorio. Miles de personas se desplazan hasta la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles, en la ciudad de Cartago a agradecerle por favores concedidos, a presentar sus exvotos, a solicitar su intercesión, o simplemente por tradición de realizar la denominada “romería”. A ella concurren aproximadamente dos millones de personas, y viajan hasta la Basílica a pie, a caballo, en bus o en automóvil desde diversas partes del país pero también de otros países5 . “Durante el camino se reza y se ora, también se canta y se cumplen las promesas. El viaje es agotador, pero los fieles con su gran espíritu de gratitud, hacen sus peticiones y cumplen la penitencia como acción de gracia o como una muestra de amor a la Señora”.(Sitios de Costa Rica, 2010: 1)
Es una fiesta de vieja data, considerada la más antigua de todas. “La imagen apareció un 2 de Agosto de 1635, fecha cuando los religiosos celebran el día de los Ángeles. Por este motivo se le llamó Nuestra Señora de los Ángeles. El padre Baltasar de Grado, cura párroco de entonces fue el que inició y promovió esta celebración, y antes de morir dejó una donación para mantener viva la tradición” (Sitios de Costa Rica,2010:1).
La importancia para el costarricense, no solo se centra en la romería en sí, sino que existen otras series de actividades donde también se participa, donde se mezcla la fe religiosa con elementos recreativos, turísticos y de negocios. Hay que tomar en cuenta que la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles es un Santuario Nacional, y como tal recibe muchos feligreses y turistas de diversa índole. Sin embargo, el centro siempre es la religiosidad:
1 y 2 de agosto de cada año: el país entero y hallen de sus fronteras se vuelca y se desplaza a la casa de la Negrita; la gran romería, la Solemne Eucaristía, pero aparte de estas grandes manifestaciones de amor y devoción, vivimos durante esos días una serie de actos y festejos en honor a nuestra Patrona y Reina: la novena, la vestición, la serenata, las pasadas entre otros, asimismo durante todo el año la basílica es visitada por cantidad casi incontable de fieles devotos, ¿ cuánta devoción de amor en torno al culto a la Reina de los Ángeles? También es importante resaltar que el único templo en el ámbito nacional declarado basílica menor es el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles (1935), así como otra serie de hechos y prerrogativas que se dan por estar la imagen sacrosanta de la excelsa Patrona de la nación. Por eso El Santuario Nacional y Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles es el centro y el corazón de la fe de los costarricenses.(Oreamuno, 2010:1)
El elemento principal que mantiene esa religiosidad, además de la fe, es la capacidad de la Negrita, que los fieles le endosan, de conceder milagros. Lo anterior se refuerza con la creencia curativa que el feligrés le imputa al agua que emana de una fuente que está dentro del Santuario. Esa agua es considerada como “bendita” y muchas personas no desaprovechan la oportunidad para traer un poco de ella y mantenerla en sus casas como fuente de bendiciones y para sanaciones donde la fe y la curación en la intimidad son los elementos principales.
En el año de 1982, de julio a noviembre-, los doctores Kurt y Anne Boyne de la Flemming Foundation, se interesaron por investigar los poderes curativos del agua que fluye por la Basílica de los Ángeles. He aquí sus afirmaciones: la curación espiritual o por fe, encara el problema de la enfermedad situada la experiencia del paciente dentro de un orden trascendental. No establece diferencias entre males físicos, emocionales, sociales o espirituales, en singularidad o colectividad. Todos son importantes. El estado de salud de una persona se transforma mediante la oración y el ritual. Según los expertos, dicha transformación crea un significado nuevo a partir de la situación o las causas que provocaron la enfermedad. Los que han logrado curaciones de este tipo hablan de una sensación de intenso bienestar y fortalecimiento integral de cuerpo y espíritu obtenida durante el proceso de oraciones o asistencia con acerada fe a las Eucaristías o sacramentos que casi siempre van ligados a las promesas. Es preciso señalar, informaron los señores Boyne, que en la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles, las sanaciones espirituales o por la fe, suceden de manera íntima, en una conexión especial de cristiano con Dios, sin que tenga que ver con espectáculos de masas, manipulaciones sugestivas dirigidas por expertos predicadores o producto de histerias colectivas. (Sitios de Costa Rica, 2010:2)
Ahora bien, es importante tomar en cuenta que en esta expresión de la colonialidad y del eurocentrismo, no hace diferencia de razas, sexo, nivel educativo, etc; sino que confluyen las más diversas denominaciones de costarricenses. Es por lo mismo, que la convocatoria es masiva, ya que no solo impera la fe, sino la diversión de los más jóvenes, la curiosidad de algunos, el negocio de otros y el mantener la tradición de las familias más tradicionales.
3.3 Algunos testimonios que mantienen viva la tradición
Es importante anotar que el agua de esta fuente ha sido un elemento aglutinador y su poder curativo está asociado a la Virgen de Los Ángeles. Miles de personas no solo aprovechan el agua para llevar a sus casas, sino que también lavan su cuerpo en busca de sanación. Existen muchos testimonios de personas que aseguran haber sido curadas de sus males gracias a la Virgen de Los Ángeles y al poder de ella, manifestado entre otras cosas, mediante el “agua bendita” de la fuente pero también mediante las oraciones. Los doctores Boyne, citado por Espinoza, Castillo y Monestel (2010:1), remiten a varios casos a los cuales ellos dieron seguimiento en los años 80:
Juan Carlos Hidalgo Oreamuno, ingeniero agrónomo, 55 años de edad, autoproclamado «ateo». Un diagnóstico médico reveló, tras una operación normal de cáncer prostático, un cuadro metástasis (expansión de células cancerosas en otras partes del cuerpo) y una posibilidad de vida de un año y medio a partir de la operación. No se le sometió a tratamientos de quimioterapia o radio. A los cuatro meses de la cirugía su estado general decayó y su movilidad vino a menos. A insistencia de su esposa, Isabelita Rojas Meneses -de muy fuerte carácter- accedió a una visita a la Virgen de los Ángeles viajando de Panamá, donde Hidalgo trabajaba con la empresa del Canal, regresaron a Costa Rica y el 2 de agosto realizaron la romería de San José a Cartago. Asistieron a la misa al aire libre, visitaron la gruta de piedra y tomaron varias botellas de agua de la fuente para llevar de regreso a Panamá. Hidalgo le confesó a su esposa que ver a tanta gente subiendo la Iglesia de rodillas, humillados, llenos de esperanza y a veces llorando, le conmovió. Algo comenzó a inquietarle por dentro. Tomó el agua de la fuente durante un mes y sintiendo que retomaba fuerza y optimismo, se sometió a una serie de exámenes médicos y de laboratorio. Primero se le dijo que la expansión cancerosa «se estabilizó», luego que no había «avance» y ocho meses después que no existían vestigios de la enfermedad.
Estos tipos de testimonios, que nacen del pueblo, son los que mantienen viva la tradición del peregrinaje hacia la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles. No es la propaganda oficial sino los mismos feligreses los que van dando testimonios. Es, como se estudia en mercadeo, una promoción boca a boca. Es la más efectiva y la de mayor credibilidad. Por supuesto, que no es interés en este trabajo profundizar con la búsqueda de otros criterios médicos, sino mostrar que existe una expresión del pueblo que sigue viva, que se manifiesta en su identidad y en su religiosidad. Cuestionar esto sería una falta de respeto a quienes viven de lleno su fe y sienten en ella una fortaleza que les da sentido a su vida.
Otro caso estudiado por los doctores Boyne fue el de Carmen Mayorga de Polinaris, una maestra viuda de 72 años quien fue afectada de niña por la polio.
Fue afectada por la polio en los años cuarenta, cuando solo el Dr. Montes de Oca en San José y el Dr. Ortiz Martín en Cartago, conocían algo más que la mayoría sobre la enfermedad. Salió de una semi-parálisis pero con el pie izquierdo «vuelto hacia adentro». Fueron años terribles. Hizo su promesa y cumplió la tradición y el ritual en la Basílica de los Ángeles, viajando en romería desde Turrialba a Cartago (una experiencia tremendamente dolorosa para ella) y tres meses después, sin notar nada extraordinario, su pie volvió a la normalidad.”(Espinoza, Castillo, Monestel, 2010:2)
Afirman Espinoza, Castillo y Monestel (2010:2) que los doctores Boyne siguieron el caso y probaron que hubo una secuela de la poliomielitis deformante, chequeada y documentada en los años cuarenta por el Dr. Montes de Oca y el Dr. Ortiz, así como por otros médicos y que había «ocurrido algo inexplicable» desde el punto de vista médico, “pero absolutamente «normal» desde el punto de vista espiritual o de la fe. Así es como operan las curaciones espirituales o el poder de la fe en la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles.”
Un último caso que se quiere presentar es el de una señora llamada Sonia Fuentes quien padeció y fue sanada de un cáncer de Cérvix y su hijo Hárold Góngora, quien sanó de Meringitis Viral.
Para Sonia Fuentes, la devoción a María ha de alimentar el compromiso con el plan de Dios, porque es ella la colaboradora de la encarnación, quien ciertamente quiere que asuman un compromiso de oración: «mientras iniciaba mi proceso de curación en el Hospital San Juan de Dios, en donde los exámenes médicos iban y venían, también arraigaba en mi corazón una gran fe, porque yo sabía que ese trago amargo lo iba a superar con la ayuda del Señor. Lo recuerdo como si fuera ayer, cuando me fui a la Iglesia del Carmen, donde el Pbro. José Manuel Peña, estaba dando la Eucaristía, y yo me dispuse a recibir la comunión, cuando en ese momento el P. Peña citó la Palabra del Señor “Oro y Plata no tengo, pero te devuelvo tu salud”, en ese momento comprendí que esas palabras eran para mí, entonces alabé a mi Señor y a nuestra Virgencita, porque sabía que era una respuesta a mis oraciones».
Según nos contó doña Sonia, su caso fue comentado por los pasillos del Hospital San Juan de Dios y su médico el Dr. Alvaro Camacho Fernández, quedó muy impresionado, cuando se convenció de que el Cáncer de Cérvix, había desaparecido: «seguí el tratamiento que los médicos me recomendaron, pero yo siempre mantuve que ya estaba sana». En esta misma familia, las «curaciones», volvieron a ser el tema entre familiares, amigos y la comunidad entera del Barrio del Carmen de Cartago, el pasado mes de junio.
En esta ocasión al hijo menor de doña Sonia, Harold Góngora Fuentes de 24 años de edad, se había enfermado producto de una Meringitis Viral, y los médicos ya habían cumplido con lo que humanamente podían hacer: «al igual que mi madre, he pasado por un momento muy difícil, en el cual sin duda alguna los valores que mi madre ha sabido inculcarme: de amor, fe y esperanza en nuestro Señor y en nuestra Madre Santísima, se han acrecentado con más fuerza en mi vida», dijo el joven. Hoy, puedo dar mi testimonio de sanidad. Estuve inconsciente, según me cuenta mi familia, que se unió en una hermosa cadena de oración, en donde sacerdotes, laicos , amigos, en sí gran parte de la comunidad que conoció de mi caso estuvo unida, para que Dios, me diera la oportunidad de seguir viviendo. En realidad tengo un gran sentimiento de paz, gozo, alegría, un amor más intenso por nuestro Señor y nuestra Madre Santísima, porque han hecho en mí el «milagro de la vida». Yo no tengo palabras para expresar lo que siento, sólo sé que esta familia profesa una inmensa fe, como el bastión más importante en nuestra vida de fe y testimonio, y un gran amor por la Virgen de los Ángeles.”(Espinoza y otros, 2010:2).
Estos testimonios presentados llevan un común denominador: la sanación mediante la intercesión de la Virgen de Los Ángeles. Es normal que haya referencia a males que “ya no tienen cura”, que están en la fase terminal, y donde se da una sanación que no tiene explicación. Es entonces cuando salen a relucir, como respuesta, la fe del paciente, las cadenas de oraciones y haber puesto en mano de la Virgen de Los Ángeles la vida de cada uno de ellos.
Son estos mensajes dados por las mismas personas lo que ha hecho que la tradición y la invocación a la “Negrita” se mantenga vigente por casi cuatrocientos años, máxime en un país altamente católico como el costarricense. Los testimonios se van heredando de generación en generación y acentuados por un sistema educativo que tiene gran influencia del catolicismo, y este a su vez, es una expresión de lo que Quijano (2000) ha llamado la colonialidad del poder. Esta persiste aún hoy en día ya que es “uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala societal. Se origina y mundializa a partir de América” (Quijano, 2000:341). Más, sin embargo, no se entra en este análisis, solamente se enuncia como un elemento importante para desarrollar en posibles investigaciones entre la colonialidad del poder y las manifestaciones religiosas en América Latina.
IV- DOS FIESTAS RELIGIOSAS IMPORTANTES EN LA REGION CHOROTEGA DE COSTA RICA.
4.1 Nota previa
La región Chorotega comprende toda la provincia de Guanacaste más los cantones peninsulares y Upala. En ella se asentaron principalmente los Chorotega que habitaban la Gran Nicoya. “Son originarios de grupos náhuatl-pipil-nicarao, que efectuaron migraciones hacia 1000 y 1100 d.C., provenientes de Tula, México. Hablaban lenguas del tronco lingüístico oto-mangue. Fuera de Costa Rica, radicaron en la parte occidental de Nicaragua, en la costa de Honduras, en El Salvador, Chiapas y Oaxaca. También se les conoce con los nombres de cholultecas, mangue, dirián y orotiña.” (U.C.R, 2011, p.1).
Eran grandes agricultores principalmente de maíz y frijoles pero también cultivaron chile, ayote, cabuya, cacao, tabaco y gran cantidad de árboles frutales. Se destacaron en la cerámica y tallado en piedra, produciendo artículos culturales (incensarios, metates, pebeteros, efigies de dioses) y domésticos.
En cuanto a sus costumbres el colonizador Gonzalo Fernández de Oviedo los describe de la siguiente forma:
Los indios de Nicoya y de Orocí son de la lengua de los Chorotegas, é traen horadados los bezos bajos, é puestos sendos huesos blancos redondos del tamaño de medio real ó más, como lo hacen los indios en la Nueva España. Son flecheros é valientes hombres, é llámanse cristianos desde que Gil González anduvo por allí; pero yo creo que hay pocos de ellos que lo sean. Son idólatras é tienen muchos ídolos de barro é de palo en unas casillas pequeñas é bajas que les hacen dentro del pueblo, allende de sus casas principales de oración, que llaman teyopa en lengua de Chorotegas y en la de Nicaragua archilobo.” (G. Fernández de Oviedo) (U.C.R, 2011:1)
Muchos de los dioses que tenían los chorotegas fueron destruidos por los colonizadores en su afán de introducir al “Dios verdadero”, pero junto a ellos, también fue destruida la estructura social, la población y gran parte de su cultura. A respecto Quijano (2000:378) apunta que:
(1) En todos las sociedades donde la colonización implicó la destrucción de la estructura societal, la población colonizada fue despojada de sus saberes intelectuales y de sus medios de expresión exteriorizantes u objetivantes. Fueron reducidos a la condición de gentes rurales e iletradas. (2) En las sociedades donde la colonización no logró la total destrucción societal, las herencias intelectual y estética visual no pudieron ser destruidas. Pero fue impuesta la hegemonía de la perspectiva eurocéntrica en las relaciones intersubjetivas con los dominados. (3) A largo plazo en todo el mundo eurocentrado se fue imponiendo la hegemonía del modo eurocéntrico de percepción y de producción de conocimiento y en una parte muy amplia de la población mundial el propio imaginario fue, demostradamente, colonizado.
Esa referencia a la colonialidad sobrevive hoy en la región Chorotega, pero junto a ella también tradiciones ancestrales que lograron mantenerse en el imaginario de una sociedad que ha tratado de preservar expresiones religiosas, conocimientos, acervos culturales de los chorotegas. Más, la influencia de las religiones institucionalizadas ha sido fuerte por lo que imitando a los chorotegas los guanacastecos tienen sus festividades donde mezclan la influencia católica con la influencia de los ancestros.
La religiosidad popular, tiene como punto de partida, clarificar que el símbolo religioso según Carvajal (2010), constituye una respuesta a las necesidades espirituales y posibilita a las personas, el ejercicio de una o varias dentro de un grupo socialmente estructurado, que lo asume. El símbolo religioso está ligado a las divinidades, a lo sagrado y a todo aquello que trasciende lo humano. Por esta razón, la simbología religiosa promueve una identificación con lo divino, con lo santo, lo cual corre el riesgo de convertir en idolatría.
Este culto, afirma Carvajal (2010), a lo sagrado, a los santos, y a las actividades relacionadas con los mismo, como las peregrinaciones, fiestas patronales y particularmente las celebraciones de la cofradía de la Señorita de la Virgen de Guadalupe y la festividad del Santo Cristo de Esquipulas, adquieren un carácter institucional, que a lo largo de la historia han permitido la continuidad de estas tradiciones religiosas en las comunidades de Guanacaste.
En el caso de Nicoya, según Herrera (2010:235), “la creencia de los chorotegas en sus dioses formaba parte de su realidad como mediador entre el poder sobrenatural y su pueblo, la realización de rituales y cultos en honor a sus dioses era un hecho; los indígenas tenían casas de oración, en lugar de Santísimos, y celebraban rituales en épocas de cosecha”. Luego se da una habitación y la consolidación de las parroquias, entre las más antiguas la de Nicoya 6, que según Carvajal (2010), data del 1600. Esta cohabitación entre las tradiciones indígenas Chorotegas, y las impuestas por los colonizadores españoles, se expresan en muchas tradiciones religiosas y paganas, que se unieron para dar lugar a celebraciones, que aún hoy, son parte de la tradición religiosa, y tomada como fiesta local, apoyada por la iglesia católica. Este es el caso de la "Danza de la Yegüita y la Virgen".
4.2 La festividad de Nuestra Señorita La Virgen de Guadalupe
La festividad de Nuestra Señorita La Virgen de Guadalupe, se organiza alrededor de la cofradía, la cual existe una en Nicoya. Estas son “congregaciones o hermandades que forman algunos devotos y promesanos con autorización competente para ejecutar obras de piedad” (Arauz, 2003:15). Las principales actividades alrededor de la festividad de Nuestra Señorita La Virgen de Guadalupe son las siguientes: la contadera de días, la Pica de Leña, la atolada, la levantada de la ramada, La Víspera, la procesión de la pasada, La Solemne Misa y la procesión, la procesión de las candelas, entre otras. Cada una de estas actividades tiene un significado muy especial que son disfrutados por los pobladores y todos los que llegan a observar la tradición. Cada año son más los turistas, sobre todo nacionales, que se suman a la celebración y comparten con el pueblo nicoyano.
De acuerdo con la tradición las actividades empiezan el primero de noviembre con la contadera de días, la que se realiza por medio de granitos de maíz, hasta culminar el 12 de diciembre propiamente con la celebración del día de la Virgen de Guadalupe. Ese día, y en algunas actividades previas, se reparte de forma gratuita, café, rosquillas, bebidas criollas, principalmente chicha y chicheme. El maíz es muy importante ya que representa uno de los productos de la cultura chorotega.
En cuanto a la contadera de días, afirman Arauz y Rodríguez (2005:32), tiene, como propósito “nombrar a los cofrades que por algún motivo quedaron sin designar en la asamblea del año anterior, el 12 de diciembre. A estos miembros les corresponde organizar la popular “danza de la yegüita” y todas las tareas para ese festejo como nombrar a la jefa de cocina, y buscar a las jarreras, alguaciles, “nisquezadoras” (cocineras) del maíz, mantenedores y a los encargados de vestir a la muñeca y a la yegüita”. La “contadera de días” continúa Arauz y Rodríguez (2005), es una forma de realizar el conteo –utilizando granos de maíz blancos, amarillos y morados– para determinar las fechas de la “pica ‘e leña”, “la atolada”, “ la levantada de la ramada”, “las vísperas” y la gran celebración para la Señorita Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre. “El origen de la “contadera de días” se remonta a una práctica generalizada entre los indígenas ante la ausencia de almanaques. Ellos sacaban cuentas con granos de maíz a partir del 30 de noviembre en un conteo regresivo que tiene su punto máximo el día 14, fecha límite para realizar la “pica ‘e leña”. Si el 14 es un día diferente del sábado, automáticamente se busca el más cercano, considerando siempre la cuenta regresiva. La tradición se celebra desde 1544.” (Arauz y Rodríguez, 2005:31).
Esta costumbre es ancestral y fundamental para la festividad pues con esa madera se preparan los alimentos que se repartirán el 11 y 12 diciembre en las fiestas de su patrona, la Señorita Virgen de Guadalupe. Arauz y Rodríguez apuntan que “desde las 4 a. m., varias mujeres nicoyanas se encargarán de encender las cocinas de leña en la casa de la Cofradía de la Virgen, para preparar el desayuno a los hombres que picarán la madera. En una finca ubicada unos tres kilómetros al sur del centro de Nicoya (según la tradición siempre debe ser cerca del Cerro de Las Cruces), los picadores deben culminar su faena antes del mediodía, en que ingresará a la ciudad el desfile de boyeros con carretas llenas de leña” (2005: 30).
La Danza de la Yegüita es otras de las actividades centrales de esta celebración y representa al dios de los aborígenes. De acuerdo a la tradición hubo un hecho que dio origen a la aparición de la yegüita y fue que después de la procesión del 12 de diciembre dos indios gemelos se emborracharon y comenzaron a pelearse a machetazos, se imploró a la “Virgencita” y apareció un caballo alazán que, a patadas y mordiscos, separó a los peleadores. Esto fue visto como un milagro y desde esa época se conmemora. De acuerdo con Arauz y Rodríguez (2005:40)
La yegüita representa al dios de los aborígenes de la zona de aquellos tiempos y la virgen representada por una muñeca hermosamente vestida. Se hacen procesiones por todas las calles de la localidad, donde se llevan imágenes en hombros de las estatuas de los santos tradicionales de la iglesia, entre ellos San Antonio, San Isidro y las representaciones de la Virgen de los Ángeles y la Virgen de Fátima. Todo el séquito va detrás de un hombre montado en una yegua hecha de palo y otro hombre con una muñeca alzada en sus manos, los cuales bailan y danzan al son de los tambores, representando la unión entre las dos creencias y la unidad espiritual entre los españoles y los aborígenes de la zona. Esta es una fiesta tradicional de la zona, y se hacen grandes exposiciones de comidas y trabajos indígenas, acompañados de misas y juegos de pólvora, durante toda una semana, donde se oficia misa en el templo tradicional y reliquia nacional, así como en el templo nuevo de Nicoya. Esta tradición es muy popular, y al paso del séquito, los presentes se persignan y elevan plegarias por sus pecados. El sacerdote de la zona, participa activamente de las fiestas y de la procesión por las calles de la ciudad, siendo así la expresividad de un pueblo nicoyano en su religiosidad.
Tal como se ha anotado, en esta festividad, cohabitan elementos de la cultura chorotega y los aspectos religiosos introducidos por los colonizadores españoles que fueron fortalecidos por la misión evangelizadora de los sacerdotes enviados por la iglesia. Hay que recordar que desde el punto de vista de la generación del conocimiento todas las actividades de los aborígenes fueron consideradas por la cultura europea como sin valor, eran simplemente creencias, idolatrías y magia incomprensible. Es decir, la línea abismal de la que habla Santos (2009) que divide la realidad en dos universos, el universo de “este lado de la línea” y el universo del “otro lado de la línea”. Este último, desaparece de la realidad, es decir, el conocimiento de los aborígenes no es posible ni considerarlo verdadero ni falso, simplemente no existe.
E inclusive, en concordancia con lo que se ha venido expresando, se llegó hasta cuestionar la existencia humana de estas poblaciones. Santos (2009:166)) anota que “la extrañeza completa de dichas prácticas llevó a la negación de la naturaleza humana de los agentes de las mismas.” Y más adelante el mismo Santos (2009:166) apunta que “en la base de sus refinadas concepciones de humanidad o dignidad humana, los humanistas alcanzaron la conclusión de que los salvajes eran subhumanos.”. Nótese aquí que la discusión de los europeos no era sobre la cultura, el conocimiento o las tradiciones de los aborígenes sino que entraban en un sistema de estructuración social donde el clasificador, el europeo, partía hacia debajo de su propia condición. La discusión iba más allá: los europeos somos humanos, cultos, civilizados y los aborígenes salvajes, incultos, incivilizados. Dice Santos (2009:166): “¿Tienen alma los Indios? –era la cuestión. Cuando el papa Pablo III respondió afirmativamente en su bula Sublimis Deus de 1537, lo hizo por el convencimiento de que la población indígena tenía alma como un receptáculo vacío, un anima nullius, muy similar a la terra nulli7 s. El concepto de vacío jurídico que justificó la invasión y ocupación de los territorios indígenas”.
4.3 La festividad del Santo Cristo de Esquipulas en Santa Cruz, Guanacaste
La ciudad de Santa Cruz fue fundada en 1782 en lo que se conoció como el paraje Diriá en honor al cacique del mismo nombre. Actualmente es conocida como la ciudad folklórica, sus fiestas son fiestas típicas nacionales y la marimba como el instrumento nacional.
De acuerdo a la tradición el Cristo Negro de Esquipulas fue encontrado en Santa Cruz. Cerca de lo que es hoy el Parque Bernabela Ramos lo había dejado escondido un guatemalteco que negociaba con los milagros del santo, y que era perseguido por las autoridades. La imagen la encontraron unos peones de doña Bernabela y la llevaron a su patrona y se hizo una ermita en el lugar. Sin embargo, no se señala ni fecha ni momento cuando aparece dicho Cristo 8.
Todos los años se celebra en enero las festividades del Cristo de Esquipulas. Gran parte de la cultura de Guanacaste tiene huellas de esta tradición y devoción religiosa tales como fiestas, comidas, las montas de toros y las fiestas cívicas o religiosas. Estas fiestas cívicas, son originales y no forman parte de costumbres extranjeras heredadas. La Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (U.C.R) (Escuela de Historia, 2010:1) describe la procesión de la siguiente manera:
Este día domingo era el primero de tres días de fiestas en Santa Cruz. La tarde anterior una imagen del Santo que había hecho una vuelta en los campos, vecinos, fue llevada dentro de la iglesia, seguida por una gran procesión, principalmente de mujeres, cuyos rebozos de brillantes colores, de varios tonos de rojos, amarillos y verdes hacían un vívido contraste con el fondo de las casas pintadas de blanco y la iglesia y las coloridas y polvorientas calles. La procesión del domingo era distinta, de carácter no religioso y consistía en la banda local de instrumentos de cobre, una carreta decorada jalada por dos bueyes, con un dosel bajo el cual estaba sentada la Reina, con un paje de servicio. También muchachos y hombres con máscaras y vestidos de payasos. Los viernes y los sábados la plaza era cerrada por un cerco de troncos y ramas de árboles, con postes sembrados sobre el suelo y las barreras ajustadas a ellos mediante bejucos. Esta construcción era para los toros que era una de las principales atracciones.
Comenzándose cada uno de los 3 días de fiesta a la una de la tarde. Dos plataformas elevadas, se construían también en el lado norte de la plaza. Cerca de 15 toros fueron traídos a la población y un encierro cerrado se construyó para ellos solos dentro de la plaza, próximo al terreno aledaño a la iglesia donde era enlazados y llevados solos dentro de la plaza por un jinete. El toro era amarrado en una esquina de la plaza mientras se ajustaba en sus lomos una de cuerpo.
Hombres con "pedazos de tela o cuero" no siempre de color la sacudían o sostenían frente a la cabeza del toro.
Esta mentalidad religiosa y sus festividades, forman parte arraigada de la tradición y la cultura popular cuya esencia hay que buscarla en la religiosidad popular a los santos que vinieron del Nuevo Mundo con los españoles. En Guanacaste aún se conserva la cultura del maíz y sus festividades. La tradición de la peregrinación, rosarios y velas se registran en distintos distritos y poblados de Santa Cruz. Pero quizás donde se da con más devoción y tradición es en la comunidad de Arado en Santa Cruz.
Los rezos y velas, los rosarios y oraciones son acompañados de bebidas y comidas de maíz tales como chicheme, tamales y rosquillas. A veces estas velas se festejan con marimbas y guitarras, pero no se baila. La procesión de Cristo Negro, los ritos, las misas, lo mismo que la monta de toros, los bailes, las comidas , bebidas tienen mucho de la antigua fiesta de pueblo, cuando los toros sabaneros llegaban de la hacienda La Girona de Francisco Cubillo Incer, la más grande de Santa Cruz, en la primera mitad del este siglo.
Toda esta festividad religiosa conlleva el pago de promesas que las personas hacen al Santo Cristo de Esquipulas: “Vengo a pagar una promesa por salud. El Cristo concede muchos milagros a sus fieles”, dijo Guillermina Ramírez.(La Nación, 2008/01/15). O conlleva disfrutar de la tradición: “Antes, esto era más alegre; falta música”, reclamó José Jaén, quien a sus 92 años hizo el viaje sobre su caballo” (La Nación, 2008/01/15). Pero la fiesta también era la expresión de la necesidad de socialización de un pueblo con otro y de sus propios pobladores: “Generalmente el Santo era llevado por los vecinos de cada pueblo hasta donde se topaban con los de la siguiente comunidad. El principal atractivo del rezo, para la mayoría, era la comedera de rosquillas con tanelas y la bebedera de chicha, así como la posibilidad de ver de cerca a un ser amado, aunque fuera a hurtadillas. Muchos noviazgos y matrimonios surgieron al calor de estas demandas y rezos”.(Escuela de Historia, U.CR,2010:1)
En la celebración del Santo Cristo de Esquipulas es importante resaltar " el baile de los indios promesanos", que acompañan al Cristo en las procesiones, misas y demás rituales. Este baile lo realizan vecinos de Santa Cruz y de algunos distritos especialmente Guaitíl o Socorro de Cuajiniquil. Este baile representa a indígenas de la región que llegan ante Cristo para venerarlos y pagar tributo o diezmo como en la colonia.
Esta danza junto con el de la “Yegüita " en las festividades de la Señorita de la Virgen de Guadalupe en Nicoya, son las únicas que pueden encontrarse en la región dentro de las culturas populares de tradición mestiza. Las danzas, la música y otras expresiones populares, se encuentran también en toda la provincia y son las que más han merecido el interés de los folcloristas e investigadores de lo popular y turistas.
Ahora bien, desde el punto de vista turístico, estas festividades son esperadas ya que la concurrencia es alta, sobre todo de turistas nacionales, siendo este su mayor segmento de mercado. En el caso de Santa Cruz, al ser declarada Ciudad Folklórica y el Santo Cristo de Esquipulas su patrono, las fiestas se convierten en nacionales, atrayendo a gran cantidad de personas de todo el país. Asimismo, la tradición religiosa y taurina es de fama internacional lo que se conjuga con la tradición gastronómica y musical que ayudan al éxito de la festividad.
V- CONCLUSIONES
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
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1 Candidato a doctor en Ciencias Sociales. Exdirector Académico del Campus Nicoya de la Universidad Nacional, Costa Rica. Actualmente profesor de la Universidad Nacional y de la Universidad de Costa Rica.
2 Candidata a doctora en Mediación Pedagógica. Directora Académica del Campus Liberia de la Universidad Nacional, Costa Rica.
3 Licenciatura en Educación Religiosa y Maestría en Administración Educativa. Docente del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica.
4 No es nuestro objetivo estudiar los límites del capitalismo a partir de sus mutaciones, solamente señalamos algunas.
5 Se ha identificado varias nacionalidades sin embargo los nicaragüenses son los que lo hacen en mayor cantidad, quizás por tener un ligamen más cercano con Costa Rica, país que limita al norte con Nicaragua y acoge a casi medio millón de personas de esa nacionalidad. Algunos testimonios de nicaragüenses se pueden ver en el Nuevo Diario de Nicaragua: Romería de nicas hasta Cartago por la “Negrita”. En: http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2007/07/30/nacionales/55015
6 De acuerdo a una placa oficial inserta en la iglesia colonial de Nicoya esta se construyó en 1644.
7 De acuerdo con la bula “los indios son verdaderamente hombres y…no solo son capaces de entender la Fé Católica, según nuestra información, ellos desean extremadamente recibirla”. “Sublimis Deus” está en http://www.papalencyclicals.net/paul03/p3subli.htm, y a ella se accedió el 22 de setiembre de 2006. (Santos, 2009:166, nota 12).
8 Se cree que la tradición data de aproximadamente 200 años. http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/enero/15/aldea1384854.html
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