ÉLITES DEL PODER ECONÓMICO EN MÉXICO

Iago Santos Castroviejo

La ley del gran número y la ley del pequeño número: que entendemos por élite

En su libro sobre el poder y la sociedad económica, Jean Lhomme se inclina a considerar como “factores del poder económico”, es decir, “las causas que hacen y deshacen el poder” a 1) el número; 2) los recursos; 3) la organización. Estos serían los factores materiales, o sea, la fuerza. Además, 4) la conciencia, un factor inmaterial. Quizás el número presente más problemas de interpretación. El número sirve de soporte a la fuerza; pero el gran número para ser eficaz parece tener que combinarse con el pequeño número “el de los equipos, de los dirigentes de un cártel, de un sindicato”. Precisamente lo que nos hace surgir muchas perplejidades al estudiar el poder es esta combinación del gran número, que da soporte a la fuerza, con el pequeño número, que la controla y dirige.
Commons señala como, en la acción colectiva del gran número, que es la acción que se desarrolla cuando la gente se persuade de considerar su interés común y para eso busca controlar la acción individual y conformarla a las reglas, es precisamente el pequeño número el que la conduce activamente: “la acción colectiva está organizada por un pequeño número de líderes, escasamente 5 a 10% de la membresía” (Commons, 1970, p. 76): los gerentes de las corporaciones, los líderes de los sindicatos, “la maquinaria” de los partidos políticos.
La “Ley del pequeño número” fue propuesta por Friederich von Wieser como problema esencial del poder: son los muchos los que pueden sostener la fuerza, pero son los muy pocos los que ascienden al poder.
Elite para nosotros es pues este pequeño número involucrado en la acción colectiva. La definimos, con José Loureiro dos Santos, como una parte muy restringida de la población (menos de un 0.5%) que concentra una cantidad elevada de recursos (5 a 10 veces más). Se corresponde a aquel pequeño número de Commons o de Von Wieser.
Para nosotros aquí, en México, estaría formada por los consejeros de administración de las empresas de cierta dimensión, por los accionistas, por algunos altos funcionarios con responsabilidades en la dirección de la economía y por algunas otras tramas económicas
Las redes aquí estudiadas consisten en las 127 empresas emisoras en la Bolsa Mexicana de Valores a 30 de junio de 2011, sus 1683 administradores y sus 247 accionistas de control. Los recursos económicos que concentran pueden consistir en los 4,4 billones de pesos de capital cautivo1 poseído por estos accionistas; o bien 9,4 billones de pesos en que consiste el valor bursátil de estas emisoras, pues están controladas por ellos. O bien, las organizaciones económicas fundamentales de la economía mexicana.
O sea, una minoría de un 0,1 por mil de la población controla una proporción de los recursos económicos muy considerable.
Hay otros segmentos minoritarios de la población que concentran gran cantidad de recursos económicos. En primer lugar la empresa pública mexicana que no cotiza en bolsa, desde luego Pemex, pero no solo ella. En segundo lugar empresas multinacionales que no cotizan en la BMV. En tercer lugar las administraciones públicas, que tienen confiada la soberanía (el poder último e irrestricto, o, en la concepción de Commons “acción colectiva para el control de la violencia”) sobre los asuntos económicos; en cuarto lugar otras muchas empresas importantes que no cotizan en bolsa. En quinto lugar las tramas ocultas (por razones de ilegalidad, negocios delictivos, ocultación…)
Entendemos que las 2 redes de gobernanza empresarial que aquí estudiamos (los nucleados por las empresas que cotizan en la BMV) son una parte muy importante de la elite económica.

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