En 1989 se festejaron dos acontecimientos importantes para todos los socialistas en el mundo: era el año del bicentenario de la Revolución Francesa y el centenario de la Segunda Internacional. Pero 1989 no era solo un año de celebraciones, el mundo estaba viviendo un periodo de grandes cambios: el agotamiento del Keynesianismo, el auge de neoliberalismo y la crisis del llamado socialismo real del este europeo1, que desembocó en la derrumbe del sistema socialista mundial, en ese contexto se desarrolló entre el 20 y el 22 de junio de 1989 en Estocolmo, Suecia, el XVIII Congreso de la IS. Para este congreso se elaboró un documento base, llamado, Declaración de Estocolmo, donde en un esfuerzo por reafirmar su identidad la IS declaró:
El socialismo democrático es un movimiento internacional por la libertad, la justicia social y la solidaridad. Su meta es un mundo en paz, en el que puedan realizarse estos valores fundamentales, en el que cada individuo pueda vivir una vida plena desarrollando su personalidad y sus capacidades, y en el que los derechos humanos y civiles estén amparados en una sociedad democrática2.
En esta declaración se abordaron diversos tópicos: la paz mundial, la globalización y las nuevas tecnologías y su proyección futura. Amplio fue el debate sobre los problemas medioambientales, en relación con ello, la Internacional Socialista presentó en Estocolmo su estrategia sobre seguridad ecológica, donde se instó a un accionar coordinado pues se habría avanzado mucho si se pensara a nivel global y se actuara a nivel local en forma razonable3, señalaron que la protección del medio ambiente era un problema global, pues la destrucción del mismo no respeta fronteras y que era menos costoso y más responsable que reconstituirlo; Las soluciones mejores y más económicas de la crisis ecológica serán las que transformen las pautas de producción y consumo para que no llegue a producirse deterioro del entorno.4
Otros aspectos abordados en esta declaración fueron: la desigualdad de la mujer, el uso de las nuevas tecnologías para potenciar el desarrollo y la lucha contra el subdesarrollo, en esta última sobresale la iniciativa sobre las relaciones norte-sur impulsada por Willy Brandt.
Esta Declaración sustituyó a la Declaración de Frankfurt:
…el congreso de la Internacional Socialista celebrado en Estocolmo en junio de 1989 aprobó, tras largas deliberaciones, una nueva declaración de principios que ofrece una visión realista sobre un mundo en paz, justo, democrático e intacto en su s fundamentos naturales...5
El “socialismo real europeo” estaba en crisis, los socialdemócratas se vieron como la fuerza idónea para enfrentar al capitalismo, señalaron que con esta declaración de principios, estaban revindicando su papel en la configuración del mundo para el siglo XXI.
Al analizar el Programa de la IS y el Programa de Berlín del SPD, algo se hizo evidente, ni una ni otra organización esperaba, ni estaba preparada para los cambios que se darían a partir de la caída del muro, por ello antes de abordar el análisis del Programa de Berlín es necesario referir brevemente estos hechos. El Muro de Berlín, cayó en la noche del 9 de noviembre de 1989 para sorpresas de todo el mundo, así comenzó el camino hacia la reunificación alemana. Solo diecinueve días después de la caída del muro y cinco días antes del inicio del congreso del SPD, el Canciller Helmut Kolh presentó en el Bundestag su plan de diez puntos, para la unión paulatina del país. El 3 de diciembre 1989 se efectúo en Berlín el congreso del SPD, donde fue aprobado el Nuevo Programa Básico del partido, conocido como Programa de Berlín, este se comenzó a elaborar a partir del congreso del SPD en Essen, en 1984 y recibió particular atención en el congreso de Nüremberg de 1986. Cuando se aprobó el programa, nadie podía imaginar aún el fenómeno que había desatado la caída del muro y toda la cadena de acontecimientos que esto desencadeno y que cambiaron de manera radical a Europa y al mundo, por su parte el gobierno Federal reconoció, que no estaba en sus planes en esos momentos enfrentar un suceso como la reunificación, por lo que no es de extrañar que en el programa tampoco se hizo referencia a este hecho ni al inicio del desmoronamiento del socialismo en el este de Europa6. El nuevo programa fue más radical, sobre todo en los planteamientos sobre la política económica, fue evidente la participación determinante de la izquierda en su elaboración. Con el Programa de Berlín los socialdemócratas alemanes pasaron a la ofensiva, al proponer una profunda renovación de sus postulados clásicos, los elementos esenciales del programa fueron los siguientes:
La socialdemocracia es un proyecto de reformas permanentes dentro del sistema capitalista(...)parte del concepto del fracaso del neoliberalismo, sobre todo por no poder frenar la elevación de los índices de desempleo, por no tener una política distributiva que frene el empobrecimiento. La necesidad de la organización y el control social en la producción y uso de tecnologías y de sus efectos. La renuncia al uso civil de la energía nuclear. La protección del medio ambiente colaborando para ello con los movimientos civiles y las organizaciones internacionales7.
Otros de los aspectos destacables del programa fueron la necesidad de la cogestión obrera, de la jornada de seis horas al día y treinta semanales, Esta reducción garantizaría la reducción de la jornada laboral, otorgando más tiempo libre pero sobre todo contribuirá al pleno empleo8 También en el programa se mencionó la necesidad del internacionalismo: Es real el internacionalismo del capital y los intereses. La transnacionalidad de la ecología, la economía y la tecnología plantea a la humanidad la necesidad de organizar su solidaridad también transnacionalmente9 El SPD retomó el pacifismo que tantos grupos sociales habían enarbolado y señaló la importancia de: La distensión, el desarme, la eliminación de las armas nucleares, tácticas y químicas, en las dos Alemania y en todo el continente europeo. Decían Las fuerzas militares deben ser un mecanismo de defensa «carentes de capacidad ofensiva.10
El SPD se propuso: liderar las reivindicaciones obreras, la colaboración con los movimientos sociales, retomar la democracia económica, hacer suyos la defensa del medioambiente y cambios profundos en la sociedad alemana; a pesar de lo cual no logró llenar el vacío dejado por Willy Brandt; ni Oskar Lafontaine, ni Rudolf Scharping, sus candidatos a las federales de 1990 y 1994 respectivamente, pudieron sacar a Kohl del gobierno, a eso debemos sumar que en esas elecciones participaron por vez primera los electores de la parte oriental, para los cuales el SPD era en primer lugar, un opositor a la reunificación pues ellos creían que este proceso traería consecuencias negativas si se realizaba de forma acelerada y por otra parte al partido que durante años había mantenido relaciones con el SED (PSUA) Había además divisiones internas, que denotaban una crisis de liderazgo; las figuras más prominentes y que lideraban las distintas facciones dentro del partido eran Oscar Lafontaine, el carismático líder del ala izquierda y su presidente a partir de 1995, llamado la “conciencia social” del SPD11, Rudolf Scharping presidente del partido entre 1993 y 1995 y de su grupo parlamentario entre 1994 y 1998 y Gerhard Schröder el popular presidente del Estado de Baja Sajonia y líder del ala derecha.
A partir de la caída del muro, se puede hablar de un antes y un después de la economía alemana, el 1ro de Julio de 1990 se produjo la unión monetaria, en principio la tasa de conversión fue 1 a 1. Varios factores propiciaron esto: en primer lugar el interés del Canciller en usar el proceso de reunificación, como móvil central de su campaña para la reelección y en segundo lugar los interés de los sindicatos, quienes temían que los alemanes del este se convirtieran en mano de obra barata y por demás calificada. El 3 de octubre de 1990, al amparo de artículo 23 de la Ley Fundamental, la RDA fue absorbida por la RFA, que asumió desde ese día todas las responsabilidades económicas, políticas y sociales del territorio que se le incorporó. El derrumbe del campo socialista (a pesar de criterios como los de Willy Brandt, quien afirmaba que la desaparición de la URSS no había afectado a los partidos socialdemócratas), no fue solo: el fin de la guerra fría, la desaparición del equilibrio bipolar y la transición del capitalismo al socialismo, en la naciones del este europeo; en realidad provocó un debilitamiento de las organizaciones de izquierda. El referente en materia social al que las naciones industrializadas de Europa trataron de contrarrestar con el Estado de Bienestar, desapareció, esto favoreció a la derecha que además se encargó de hacer ver que los procesos reformistas de corte socialista, no eran viables y que el capitalismo era invencible. Las fuerzas de izquierda se replegaron, se retractaron, se desarticularon y se desprestigiaron; se produjo un giro casi generalizado al centro y en algunos casos un giro total a la derecha, los sindicatos se debilitaron, el neoliberalismo tenía luz verde, por lo que la clase obrera y los movimiento sociales, vieron en medio del desconcierto como empeoraba su situación y como los logros de tantos años de lucha fueron cayendo:
La democracia social, como gemelo histórico del comunismo, ganó terreno desde el anticomunismo de la guerra fría y a partir de las reivindicaciones de justicia social que encarnaron sobre todo los partidos socialdemócratas a lo largo de este período. No resulta sorprendente que el final del Este comunista como el "otro negativo" afectó de manera desproporcionada a la democracia social, y la empujó hacia el centro político, un espacio ya ocupado por muchos otros partidos. En el pasado, reivindicaba el haber domado al capitalismo, y haber mediado con éxito entre un sistema económico basado en la maximización de los beneficios y en la desigualdad estructural y un sistema político y que se enorgullece de aportar igualdad y justicia para todos.12
Para concluir este acápite me referiré brevemente al XIX Congreso de la Internacional Socialista, que se efectuó en Berlín entre el 15 y el 17 de septiembre de 1992. En él se aprobó un documento que se refería a las minorías y los derechos humanos, está declaración seria la plataforma básica a los partidos miembros de la Internacional Socialista, sobre toda materia que se refiera a derechos de las minorías.13
La declaración, que tiene 25 puntos, en su introducción planteó:
En un mundo que desde el punto de vista técnico se torna cada día más pequeño, las diferencias culturales, los atavismos étnicos y los vínculos nacionales se transforman tanto en ventajas como en riesgos. Tras la Guerra Fría, tanto la necesidad de hacer cosas en conjunto como el ímpetu de pueblos y minorías por separarse o incluso por crear nuevas fronteras, constituyen las dinámicas que han alcanzado un alto grado de aceleración. La mayoría de las pugnas y guerras de los años 90 -todas ellas de catastróficas consecuencias para millones de personas- van vinculadas a tensiones de carácter cultural, étnico o de tipo religioso.
En un mundo en el que se advierte la necesidad de establecer responsabilidades a nivel mundial, y por lo mismo, de satisfacer aspiraciones culturales o religiosas tanto a nivel local como regional, la IS tiene la obligación de afrontar este desafío y de proponer pautas.14
Las resoluciones de este Congreso, confirmaron el programa de política global de la Declaración de Principios de Estocolmo, en 1989. Pero la esencia del mismo, fue sin dudas el tema de las minorías, este tema ya había sido abordado en sus declaraciones de principios de 1951 durante su refundación y fue abordado nuevamente en 1989. Pero esta vez toda la declaración gira en torno a ese tema, sin minimizar la importancia del mismo, llama la atención, que esta declaración no propuso una estrategia para su accionar en los próximos años, ante los cambios acelerados que se produjeron en Europa después de la caída del muro de Berlín y la descomposición del sistema socialista.
1En el mismo mes en que la IS celebró su Congreso en Estocolmo (junio de 1989), el Partido Obrero Unido de Polonia (POUP) perdió en las legislativas contra los representantes de Solidaridad. Evelio Díaz Lezcano. Breve historia de Europa contemporánea (1914-2001). La Habana, Editorial Félix Varela, 2008. Pág. 454.
2Declaración de principios. XVIII Congreso de la Internacional Socialista, Estocolmo, junio de 1989. http://www.internacionalsocialista.org/
3Willy Brandt. El Futuro del Socialismo Democrático. http://www.ps-santafe.org/
4Declaración de principios. XVIII Congreso de la Internacional Socialista, Estocolmo, junio de 1989.
http://www.internacionalsocialista.org/
5Willy Brandt en El Futuro del Socialismo Democrático. http://www.ps-santafe.org/
6En los últimos meses de 1989 se sucedieron una cadena de hechos en Europa del este, que condujeron inevitablemente al desmembramiento del Sistema Socialista Mundial: en octubre se celebró un congreso extraordinario del Partido Obrero Socialista Húngaro (POSH); en noviembre se formó un gobierno de coalición en Checoslovaquia, donde participaron junto al Partido Comunista de Checoslovaquia (PCCH), el Foro Cívico donde se agrupaban todas las organizaciones anti socialistas; también en noviembre dimite Todor Yivkov, Secretario General del Partido Comunista Búlgaro (PCB) lo cual provocó cambios en el Buró Político y el Secretariado del PCB, así como la incorporación de diferentes organizaciones al escenario político, en todos los casos se derogaron los artículos constitucionales que daban a los respectivos partido comunistas el papel rector de la sociedad, el 22 de diciembre cae el gobierno de Nicoleau Ceausesco, en Rumania. Ver en Evelio Díaz Lezcano en Breve historia de Europa contemporánea (1914-2001). La Habana, Editorial Félix Varela, 2008. Págs. 460, 469, 475 y 482.
7Partido Socialdemócrata Alemán: Nuevo Programa Básico. Fundación Friedrich Ebert, Madrid, 1989.
http://digital.csic.es/handle/10261/263 http://www.fes-madrid.org/
8Ídem.
9Ídem.
10Ídem.
11Ingo Niebel. 15 años de reunificación alemana. 4/10/2005. http://www.rebelion.org
12Brigitte H. Schulz. La mundialización, la unificación y el estado de bienestar en Alemania. http://www.eumed.net/
13Declaración del XIX Congreso de la Internacional Socialista, Berlín 15-17 de septiembre de 1992. Minorías y los Derechos Humanos. http://www.internacionalsocialista.org/
14Ídem.
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