Personaje popular bien conocido en La Habana en la década de los 50 del pasado siglo. Numerosas leyendas fueron creadas en torno a su persona, las que frecuentemente aparecían en la prensa cubana del Siglo XX. Estas inspiraron a artistas, escritores, directores de cine e incluso una biografía (aún inédita), autoría de su médico, Luís Calzadilla. El nombre verdadero del Caballero de París es José María López Lledín. Nace el 30 de diciembre de 1899 en casa de sus padres, en la aldea de Vilaseca, en el término municipal de Fonsagrada, provincia de Lugo, España. Su padre es Manuel López Rodríguez, de 30 años de edad, también nacido en Vilaseca, y su madre Josefa Lledin Méndez, de 30 años de edad, nacida en Nogueira en la misma municipalidad y provincia. Sus padres tenían una pequeña propiedad con viñedos donde producían vinos y aguardiente. Es bautizado en la Parroquia del Salvador de Negueira. Inicia su educación primaria a los 7 años de edad en Negueira y llega a completar la mitad de su educación secundaria. Arriba a la Habana el 10 de diciembre de 1913 a la edad de 12 años a bordo del vapor alemán “Chemnitz”. Pasa a residir con un tío y con su hermana Inocencia, la cual había emigrado a Cuba en 1910. Por un breve periodo, trabaja en una bodega, propiedad de otro gallego, ubicada en la calle Genios. Posteriormente labora como encargado en una tienda de flores, como sastre, en una tienda de libros y en una oficina de abogados. Se conoce que se desempeña además como sirviente de restaurante en los hoteles “Inglaterra”, “Telégrafo”, “Sevilla”, “Manhattan”, “Royal Palm”, “Salón A” y “Saratoga”. Éste confesó al final de su vida, al doctor Calzadilla, que nunca se había casado, pero que tenía un hijo y una hija de una señora que era secretaria de una compañía azucarera y que la madre e hija se habían ido de Cuba. La mayoría de los investigadores acerca de su vida, coinciden en que éste pierde la razón su razón cuando es arrestado en 1920 y remitido a la prisión del Castillo del Príncipe en La Habana, acusado de un crimen que no había cometido. Éste siempre se comporta algo evasivo sobre el origen de su apodo. La versión más aceptada es que su apodo era derivado de una película de cine contemporánea francesa. El personaje principal de esta película era un hombre gentil que tenía la profesión poco envidiable de ser el verdugo de París, una profesión conocida desde los días de la Revolución Francesa con el nombre eufemístico “Monsieur de Paris” (El Caballero de París). Su presencia se hizo habitual en sus largos recorridos por las calles habaneras durante años, vestido con su peculiar indumentaria: una capa raída, una flor en la mano, un libro, su hablar pausado, comportamiento respetuoso con todos y particularmente galante con las mujeres. En 1941 fue internado brevemente en el Hospital Mental de Mazorra, pero es soltado inmediatamente por orden presidencial. En sus últimos años se le encontraba frecuentemente en la esquina de 12 y 23 en El Vedado. Después del triunfo de la Revolución Cubana, los hermanos y hermanas abandonan el país. El 7 de diciembre de 1977, El Caballero de París es internado en el Hospital Psiquiátrico de Mazorra, en las afueras de La Habana, como acto humanitario. La razón fundamental para su internamiento era su estado físico deplorable. Allí es aseado y le suministraron ropa limpia, incluso un traje negro como él solía vestir, y comida. Durante su estancia en Mazorra es sometido a exámenes físicos, exámenes de laboratorio y psicológicos. El diagnóstico de su psiquiatra, el Dr. Calzadilla (que incluye en su libro) es que padecía de parafrenia, algunas veces considerado como una forma de esquizofrenia. Fallece el 11 de julio de 1985 a la edad de 86 años. Inicialmente es inhumado en el cementerio de Santiago de las Vegas en La Habana. Posteriormente sus restos son exhumados por petición de Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana, y transferidos al convento de San Francisco de Asís (ahora una sala de conciertos y museo), su presente lugar de descanso.
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