Figura emblemática del cine cubano y de la cinematografía de habla hispana. Uno de los más importantes directores de cine cubano. Fundador del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. Nace en La Habana el 4 de diciembre de 1941. Desde temprano se manifiesta como un joven inconforme y rebelde, y a los catorce años se une a una célula de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Se gradúa de Licenciado en Historia en la Universidad de La Habana. Marcado por el neorrealismo italiano y la nouvelle vague francesa. En el Instituto tuvo la posibilidad de participar en la realización de filmes diversos como productor y asistente de dirección, actividades que le permitieron aprender el oficio de la realización cinematográfica. Con veintitrés años viaja a Europa y se hizo consciente de la necesidad de un acercamiento artístico nuevo, libre de fórmulas comerciales, a la realidad latinoamericana. Su mediometraje Manuela (1966) da muestra de ello. La inquietud intelectual, el humanismo y la exposición sin ambages del pensamiento crítico sobre la realidad forman parte de su visión comprometida de la cultura cubana. Dotado de una vocación comunitaria excepcional, Solás preside el Festival Internacional del Cine Pobre, un proyecto que se propone motivar y promocionar un cine creativo y de bajo presupuesto, alejado de los derroteros comerciales dominantes en la cinematografía internacional. Su obra, en sentido general, parte de una inquietud humanista por la identidad nacional y latinoamericana, en función de los ideales de paz, armonía y justicia social. En su polémico filme, Miel para Oshún (2001), aboga por la unidad entre todos los cubanos, amén de las razas, credos y diferencias políticas. En el año 1962 codirige los cortos Variaciones y Minerva traduce el mar, inspirado el último en un poema de José Lezama Lima. Al año siguiente realiza El retrato, sobre la base del cuento homónimo del escritor cubano Arístides Fernández. Tras el documental Pequeña crónica (1966) realiza Lucía (1968), una de las más importantes películas del cine cubano, latinoamericano y caribeño. En ella, a través de tres cuentos con protagonistas femeninas, éste traza una línea histórica que comienza en la colonia y la Guerra de Independencia de 1895, continúa en la lucha contra Gerardo Machado y culmina en la Revolución de 1959. El tema de la mujer permitía la concepción de argumentos de alto vuelo dramático, al tiempo que posibilitaba la disección de la sociedad cubana en revolución, desde ángulos semejantes. En 1972 realiza Un día de noviembre, aunque su estreno se produjo seis años después. Esta película resulta polémica, pues traslada al seno familiar diversas perspectivas políticas y el enfrentamiento a temas como la emigración y la escasez material. La música, una de las más sutiles del cine cubano es de la autoría de Leo Brouwer. Le sigue un período de intensa realización de documentales: Simparelé (1974), Nacer en Leningrado (1977), y Wifredo Lam (1979). Por ese tiempo realiza también Cantata de Chile (1975), un largometraje sobre el pueblo chileno y sus luchas, construido como una obra coral. Solás realiza en la década del ochenta varias películas históricas. La primera es Cecilia (1981–1982), un largometraje en dos partes, que toma como base la novela Cecilia Valdés o La loma del Ángel, de Cirilo Villaverde. Aunque polémica por el acercamiento libre que el director se permite a una obra clásica de la literatura cubana, sin embargo, la ambientación histórica y la fotografía de Livio Delgado, así como la inclusión de elementos afrocaribeños y la reflexión sobre la sociedad cubana decimonónica, hacen de ella una obra de peso dentro de la cinematografía cubana. Un año después dirige Amada, con la colaboración de Nelson Rodríguez, editor de renombre con quien había trabajado antes. La película tiene como base la novela La esfinge, de Miguel de Carrión. Los años treinta y cuarenta enmarcan el argumento de su siguiente filme, Un hombre de éxito (1986), que constituye el primer filme cubano candidato al Oscar en la categoría Mejor Filme Extranjero. Con la misma, Solás demuestra cómo es posible hacer un cine de alta calidad visual con pocos recursos La película es ganadora del Gran Premio Coral en el VIII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. En esta misma década éste no abandona la realización de documentales, como Obateleo (1988) y Buendía (1989), ambos sobre la cultura cubana. El siglo de las luces (1992) inaugura la década del noventa. En un momento de crisis económica, la película es coproducida entre Cuba, Francia y Ucrania. Basada en la novela homónima de Alejo Carpentier, tiene como protagonista a un joven cubano que vive los efectos de la Revolución Francesa, primero en Europa y luego en el Caribe.. Después de esta serie de películas históricas, Solás volvería a trabajar sobre la realidad contemporánea, en películas como Miel para Oshún (2001) y Barrio Cuba (2005) representaciones dramáticas de diversos conflictos, comunes a una buena parte de los cubanos de principios del siglo XXI. La emigración, la soledad, el reencuentro filial, los conflictos amorosos, el amparo en la religión sincrética, sirven de ejes temáticos para la configuración de los personajes. La obra de Humberto Solás es una búsqueda incesante en la nacionalidad cubana, representada en su cinematografía desde diversos ángulos y épocas, personajes e historias. Fallece en Ciudad de la Habana el 18 de septiembre de 2008.
En eumed.net: |
1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores) Este libro es producto del trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER). Libro gratis |
15 al 28 de febrero |
|
Desafíos de las empresas del siglo XXI | |
15 al 29 de marzo |
|
La Educación en el siglo XXI |