EL TRABAJO SOCIOCULTURAL COMUNITARIO. FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS, METODLÓGICOS Y PRÁCTICOS PARA SU REALIZACIÓN
Rafaela Macías Reyes
1.2 Exigencias, problemas y características del trabajo sociocultural
- Asumir como vital para el desarrollo sociocultural de la comunidad la criticidad de los sujetos implicados, lo que permite que los actores sociales se incorporen a partir de sus consideraciones, de su espíritu creador y dinámico lo que le permitirá asumir la diversidad de puntos de vista, criterios y consideraciones de los comunitarios. Como expresa Paulo Freyre “El diálogo es una exigencia existencial… el encuentro que solidariza la reflexión y la acción…” [Compilación;2008:89]
- Trabajar desde la comunidad interactuando con cada uno de sus miembros detectando la capacidad proyectiva, el nivel de comprometimiento con las acciones que se desarrollan y la satisfacción de las necesidades socioculturales.
- Accionar en función del logro de la cientificidad en el trabajo sociocultural, que significa implantar procedimientos, métodos y técnicas acordes con la complementariedad metodológica, como apuntan en su texto de metodología los autores Hernández Sampieri, Roberto; Carlos Fernández- Collado y Pilar Baptista Lucio (2006) analizan aspectos esenciales para comprender la complementariedad metodológica que estos autores identifican como formas mixtas, al respecto apuntan: El matrimonio cuantitativo-cualitativo puede ayudarnos a poner en práctica lecciones aprendidas en ambos enfoques, nos mantienen cerca del fenómeno estudiado, nos provee de un sentido de entendimiento más completo (una especie de “cubismo metodológico”).
- Respetar la diversidad de tradiciones y características culturales producidas en el desarrollo histórico social.
- Lograr el autorreconocimiento por la comunidad de sus potencialidades, de la necesidad de su transformación sociocultural y de que pueden a partir de sus propios esfuerzos lograr ese cambio.
- Lograr el desarrollo de relaciones de colaboración y ayuda mutua entre sus miembros, entre distintas comunidades y entre la comunidad y la sociedad en general. El trabajo sociocultural comunitario debe constituir una escuela de colectivismo y democracia socialista y un freno a las tendencias individualistas y utilitarias.
- Reforzar los sentimientos de identidad cultural y pertenencia como vías de valoración y apropiación de lo universal, lo nacional y lo local, frente a las tendencias globalizadoras.
- Crear expectativas positivas objetivas de desarrollo social y personal que contribuyan al bienestar y equilibrio emocional de las personas que viven en la comunidad (en especial niños, adolescentes y jóvenes) como factor que impulse su participación social activa y comprometida
- Reforzar los valores fundamentales destacando los de la ideología de la mayoría en contraposición con la ética del tener en detrimento de la ética del ser, es decir que el ser humano vale y es reconocido ante todo por lo que posee y no por lo que es y hace. El egoísmo, el individualismo y el consumismo, son rasgos fundamentales del capitalismo.
- Lograr la autogestión de la comunidad, logrando que la acción y movilización tengan sentido de comunidad, barrio, localidad a partir de la identificación y el respeto a los valores comunitarios, a través de las organizaciones de masas, instituciones y organismos, en el Poder Popular para la búsqueda de soluciones concretas (Proveyer Cervantes, et al.,sf:7)
- Atender especialmente los rasgos de la sociedad actual: a) la complejidad; b) la conflictividad y c) la sistematicidad.
Problemas vinculados al trabajo sociocultural indican que aún cuando hay resultados en la labor sociocultural no se han logrado los niveles necesarios para que en el área de América Latina y el Caribe se pueda plantear que existe una sistematización que expresa la atención que reciben las comunidades desde los entornos estatales, esos problemas en líneas generales se manifiestan en:
- Insuficiencias en el conocimiento de las comunidades con relación a su memoria histórica y su patrimonio cultural;
- no se han alcanzado en su totalidad los resultados deseados en la formación de las jóvenes generaciones, en tanto hay limitaciones en la transmisión de valores;
- la contradicción que es evidente entre el creciente número de alternativas culturales (proyectos, programas, estrategias, sistema de acciones) diseñadas para el desarrollo sociocultural de la sociedad, y su no correspondencia con los resultados alcanzados que se manifiestan en las expresiones conductuales indebidas en una parte de la población;
- deficiencias en los instrumentos que se utilizan para evaluar los resultados de la aplicación de la política cultural, los que privilegian el aspecto cuantitativo;
- resulta deficiente la coordinación entre las instituciones, organismos y organizaciones para desarrollar el trabajo sociocultural a nivel comunitario lo que determina que no se alcance el nivel en el impacto de la labor que se desarrolla;
- falta de una preparación adecuada y del seguimiento de esa superación de los líderes y agentes comunitarios para desarrollar el trabajo sociocultural que exige una actualización en los aspectos teóricos y metodológicos;
3.-Un adecuado ambiente cultural constituye el medio idóneo para que cada ser humano logre su pleno desarrollo espiritual, permite fomentar la solidaridad humana en sentido general, vista como la capacidad de convivencia armónica entre las personas y entre los grupos sociales. Sólo a través de la cultura puede alcanzarse la riqueza espiritual que es la premisa indispensable de la eficiencia en todos los aspectos de la vida incluyendo el desarrollo moral, psíquico, emocional, social y físico.
5.-La no utilización a plenitud de las potencialidades socioculturales que poseen las comunidades para lograr la solución de los problemas que las afectan y alcanzar los niveles de desarrollo cultural a que se aspira.
El trabajo sociocultural comunitario intensiona la dirección hacia el desarrollo y perfeccionamiento del modo y condiciones de vida, por el mejoramiento del medio ambiente físico, sociocultural, todo lo cual conduce al incremento del nivel y calidad de vida de los miembros de la comunidad. Es esencial para su realización la coordinación e integración de las actividades, los esfuerzos y recursos de los diferentes organismos, organizaciones e instituciones, para lograr los objetivos más importantes de la comunidad.
Aunque en el transcurso de los análisis se han dado algunos conceptos cabe agregar que también el trabajo sociocultural comunitario, puede ser comprendido como la potenciación, estimulación y desarrollo del protagonismo comunitario, la búsqueda en la comunidad de sus propios agentes de transformación. La incentivación de los valores culturales y sociales endógenos que contribuyan a su desarrollo, ello no desestima el papel del agente externo que puede orientar el proceso de cambio de la comunidad.
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, y coincidiendo con criterios de las autoras Mirtha Yordi García y María Teresa Caballero Rivacoba en su obra “El desarrollo social y el trabajo comunitario. Teoría, metodología y prácticas cubanas”, es posible hacer referencia a algunas de las características del trabajo sociocultural comunitario que posibilite comprender con mayor hondura sus especificidades y naturaleza:
- Histórico-concreto: el principio de historicidad y concreción se manifiesta en la ubicación epocal de la labor sociocultural comunitaria.
- Participativo: La participación popular, con carácter activo y consciente, constituye el pilar fundamental sobre el cual descansa el trabajo sociocultural comunitario, es condición indispensable para el éxito de lo trazado a nivel macrosocial [Yordi y Caballero; 2009:116]. No se puede participar en abstracto, sino en algo concreto, tomar parte o intervenir en alguna actividad o tarea en la consecución de un objetivo, en la realización de un proyecto, de un sistema de acciones.
- Medible: Se refiere fundamentalmente a los resultados que deben ser evaluados de forma sistemática, con la posibilidad de ajustar, modificar o consolidar lo proyectado, para ello es indispensable junto a la organización y planificación del trabajo sociocultural, la determinación de un sistema de indicadores cuantitativos y cualitativos que permitan comprobar las transformaciones que se operan en el marco comunitario.
- Pertinente: Forme parte consustancial de la estrategia de desarrollo social de cada territorio, el trabajo sociocultural no puede ser improvisado, tiene que ser coordinado en el que todos los actores sociales y las instituciones aporten al desarrollo sociocultural.
- Sistemático, programado y controlado: No debe reducirse a un número de transformaciones y cambios que se operan de forma coyuntural, la sistematicidad en su ejecución, el rigor en el cumplimiento, la elaboración objetiva a partir de la situación concreta de la comunidad, garantiza que lo programado responda a las necesidades de la comunidad.
- Endógeno propio de cada comunidad o territorio: Partir de los intereses y necesidades así como de las potencialidades internas, la comunidad como protagonista, fuente de iniciativas y actor principal en la selección de alternativas, en la organización, planificación ejecución, evaluación y sistematización de las acciones en función del desarrollo de la comunidad.
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