Cognitiva: Conocimiento de los estudiantes de los contenidos y dimensiones en los que se basa la educación sexual alternativa y participativa, los objetivos y funciones que ejerce en el individuo, la pareja, familia y la sociedad.
Afectiva: Interés que muestran los estudiantes por la preparación en la educación sexual y nivel de satisfacción mostrado en el desarrollo de las actividades.
Procedimental: Preparación y desarrollo de actividades para potenciar la educación sexual y utilización de métodos y procedimientos para potenciarla desde las actividades extracurriculares en correspondencia con los espacios creados para su desarrollo en la Sede Universitaria Municipal.
La dimensión cognitiva al efectuar el análisis de los instrumentos para conocer los niveles de sus conocimientos con respecto a la educación sexual, se evidencia la necesidad de acometer acciones para fortalecer las necesidades cognitivas de los estudiantes con actividades que potencien el desarrollo de la educación sexual, alternativa y participativa como vía para su preparación en la actividad sociocultural.
En la dimensión afectiva se corroboro el poco interés y motivación mostrado durante el análisis de los instrumentos para aplicar entonces actividades dirigidas a satisfacer sus necesidades cognitivas en estos temas cuyos beneficios contribuirán a potenciar el desarrollo de una cultura general integral indispensable para su desempeño como profesionales.
En lo procedimental quedo abierta la puerta de entrada a la preparación, desarrollo y aplicación de las actividades extracurriculares en los diferentes espacios a utilizar para potenciar el desarrollo de la educación sexual en los estudiantes de la carrera Estudios Socioculturales utilizando los métodos y procedimientos adecuados a cada una de ellas para tratar los contenidos orientados y evaluarlos con posterioridad a la aplicación de las actividades (anexo No 11).
De los datos recogidos como resultado de los instrumentos descritos con anterioridad se determinan los que se sitúan a manera de ilustración en la siguiente tabla (anexo 12). Evaluación de los indicadores según las dimensiones, cognitiva es evaluada de mal por las carencias diagnosticadas que proceden a alcanzar al 100% de los estudiantes, la afectiva y procedimental evaluadas de regular debido a los resultados obtenidos por algunos estudiantes que muestran interés en potenciar su desarrollo en la educación sexual.
Después de un análisis exhaustivo de los indicadores se llega a la determinación de los valores cualitativos de los veinte estudiantes que constituyeron la muestra de esta investigación y que se exponen en la siguiente tabla: (anexo No 13).
La actividad extracurricular es una forma de organización del proceso pedagógico, cuyas características y potencialidades se han sistematizado en la teoría pedagógica cubana.
Para concebir estas actividades han resultado de interés las reflexiones presentadas en el VIII Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos, inspectores y personal de los órganos de las direcciones provinciales y municipales de educación y de los institutos superiores pedagógicos (1984), al asumirlas como: “Aquellas actividades organizadas y dirigidas a un objetivo de carácter educativo e instructivo que realiza la escuela con los alumnos en el tiempo extraclase, y permite la utilización racional de su tiempo libre.
Para Galperin. (1983) La actividad está formada por componentes estructurales y funcionales. Al consultar a Leontiev este define la actividad como: ´´ el proceso de interacción sujeto-objeto, dirigido a la satisfacción de las necesidades del sujeto, como resultado del cual se produce una transformación del objeto y del propio sujeto.´´ (Leontiev, 1987: 58).
La concepción de la actividad es un aspecto medular en la teoría histórico – cultural, desarrollada por A. N. Leontiev en la que se deja claro que es en la misma donde se forman y desarrollan los procesos psíquicos y las cualidades de la personalidad. Está conformada por dos componentes: los intencionales y los procesales. Los primeros le dan intención, dirección, orientación y finalidad a los segundos, que constituyen la manifestación y expresión del propio proceso.
El término no es exclusivo de la psicología, como tampoco lo es el de personalidad. Por ello se impone la caracterización de la personalidad desde el punto de vista psicológico.
Se le llama actividad a aquellos procesos, mediante los cuales el individuo, respondiendo a sus necesidades, se relaciona con la realidad, adoptando determinada actitud hacia la misma. Esta no es una reacción ni un conjunto de reacciones. En forma de actividad ocurre la interrelación sujeto- objeto, gracias a la cual se origina el reflejo psíquico que media esta interrelación. De este modo es un proceso en que ocurren transiciones entre los polos sujeto- objeto en función de las necesidades del primero.
Las actividades teórico- metodológicas, constituyen procesos subordinados a objetivos o fines conscientes, por lo tanto existe necesariamente, a través de actividades teóricas. Los componentes estructurales de la actividad son: su objeto, su objetivo, su motivo, sus operaciones, su proceso y el sujeto que la realiza.
El motivo, expresa el por qué se realiza, el objetivo indica para qué se lleva a cabo, el objeto es el contenido mismo de la actividad, las operaciones, se refieren al cómo se realiza y el proceso a la secuencia de las operaciones, que el sujeto lleva a cabo.
Los componentes funcionales son: la parte orientadora, la parte de ejecución y la parte de control, las que se encuentran interrelacionadas íntimamente.
La parte orientadora: Está relacionada con la utilización por el sujeto del conjunto de condiciones concretas necesarias para el exitoso cumplimiento de la actividad dada. Antes de realizar cualquier actividad, es necesario haber comprendido previamente: con qué objetivo se va a realizar (para qué), en qué consiste, cómo hay que ejecutarla, cuáles son los procederes que hay que seguir (operaciones), en qué condiciones se debe realizar (en qué tiempo, con qué materiales), incluso, es necesario saber en qué forma se va a realizar el control.
Todo esto conduce a la formación de una imagen de la actividad, de su objeto y resultados, que sirve de guía, de orientación para su posterior ejecución y control. Por lo tanto, esta parte tiene que incluir, todos los conocimientos y condiciones necesarias en que se debe apoyar la ejecución y el control así como la motivación para su realización.
La parte de ejecución: Consiste en la realización del sistema de operaciones, es decir, a través de la parte de ejecución, el estudiante pone en práctica todo el sistema de orientaciones recibidas. Es la parte de trabajo, donde se producen las transformaciones en el objeto de la actividad, ya sea material (tomar notas,) o psíquico (identificar la pertenencia de un objeto a un concepto dado, planificar las influencias educativas, seleccionar métodos de investigación).
La parte de control: Está encaminada a comprobar si la ejecución de la actividad, se va cumpliendo de acuerdo con la imagen formada y si el producto se corresponde con el modelo propuesto o el resultado esperado. El control permite hacer las correcciones necesarias, tanto en la parte orientadora como en la ejecución.
Si analizamos su complejidad, es fácil darse cuenta que resulta imprescindible que en la misma estén presentes todas sus partes, ya que sin ello no puede ser cumplida. Siempre se requiere una orientación que garantice al estudiante saber cómo va a ejecutarla y cómo puede conocer y valorar la calidad de la tarea realizada, tanto en su proceso de ejecución, como en sus resultados. Las necesidades y los motivos de la actividad de la personalidad constituyen un aspecto sumamente importante en el estudio de esta última. Por esta razón, serán tratadas con mayor detenimiento en este mismo capítulo.
Al analizar su estructura, se encuentra que esta transcurre a través de diferentes procesos que el hombre realiza guiado por una representación anticipada de lo que espera alcanzar con dicho proceso. Las acciones a través de las cuales ocurre no se cumplen aisladamente de las condiciones en las que la actividad se produce, pues si la acción es un proceso encaminado a alcanzar un objetivo o fin consciente, las vías, procedimientos, métodos, en fin, las formas en que este proceso se realiza variarán de acuerdo a las condiciones con las cuales el sujeto se enfrenta para poder alcanzar el objetivo.
Esas vías, procedimientos, métodos, formas mediante las cuales la acción transcurre con dependencia de las condiciones en que debe alcanzar el objetivo o fin, se denominan operaciones. La actividad existe por medio de las acciones y a su vez, se sustentan en las operaciones.
El lugar de la génesis de las acciones y las operaciones en la estructura de la actividad es diferente. Las acciones, surgen por la subordinación del proceso a determinados objetivos, que es necesario vencer para su culminación exitosa mientras que las operaciones, se originan por las condiciones en que se desenvuelve, que dictan las vías, los procedimientos a seguir en su ejecución.
Se plantea, que con la orientación no basta para lograr el desarrollo de habilidades, se requiere poner en práctica esa orientación, la que puede incluso modificar la imagen previamente formada, a través de la retroalimentación que se logra por medio del control.
Es por ello que se afirma que existe unidad indiscutible entre todos los componentes funcionales de la actividad. Realizando un análisis más profundo, se destaca como el componente rector de este microsistema, es la parte orientadora, de la cual depende la calidad de la ejecución y el control. Todo esto debe ser tenido en cuenta por el encargado de dirigir las actividades teóricas de los estudiantes y por tanto, de garantizar la calidad, tanto en la orientación como en la ejecución y el control.
Esto evitaría el formalismo de la asimilación de los conocimientos que caracterizan la enseñanza tradicional, la que se limita a trasmitir conocimientos, pero no enseña a operar conscientemente con estos para la solución de problemas reales, por lo que los contenidos no llegan a ser comprendidos ni realmente asimilados por los alumnos, que se limitan a su repetición mecánica. (González Maura, V y otros. 2001:92.)
El autor asume el criterio de Fátima Addine Fernández (2004:274) que precisa que toda actividad se caracteriza por estar dirigida hacia un objetivo que en una concepción sistémica representa el resultado anticipado de la actividad.
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