MANUAL BÁSICO PARA AGENTES DE DESARROLLO LOCAL Y OTROS ACTORES

Arizaldo Carvajal Burbano

4. SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS EN DESARROLLO LOCAL

"Cuántas veces nos habremos encontrado con compañeros que tienen una gran experiencia de trabajo de muchos años, pero que nunca la han podido evaluar ni sistematizar. Con ello han permitido que otros caigan en sus mismos errores y no han permitido que otros aprendan de sus avances".

"Para la sistematización de prácticas, comencemos haciendo sistematización de nuestras expectativas, de nuestras tareas, de nuestras esperanzas, de nuestras ilusiones". Ricardo Zúñiga

"Maestros innovadores, profesionales prácticos y trabajadores comunitarios acuden hoy a la sistematización como estrategia para reconstruir, comprender y transformar sus prácticas" Aportes No. 44

La sistematización de experiencias es un proceso significativo en desarrollo local. De ahí la importancia que un agente de desarrollo local y otro actor que trabaje en este campo maneje unas herramientas teóricas y metodológicas que le permitan adelantar –con la comunidad- este trabajo.

La práctica nos ha mostrado el poco interés o disposición hacia la sistematización de experiencias. Muchas veces porque las instituciones no están interesadas en ello; otras porque se cae en un activismo tal que no nos queda tiempo para reflexionar, organizar y escribir. O sencillamente porque desconocemos los elementos teóricos y metodológicos para hacerlo.

Pero, afortunadamente, en la actualidad la sistematización está adquiriendo gran importancia y significado. Más que una "moda", es una toma de conciencia de los aportes de la sistematización a la práctica social, a la construcción de conocimientos a partir de experiencias concretas que realizan los diversos actores en los diferentes procesos: desarrollo comunitario, intervención con familias, grupos, etc.

Hay que insistir en la importancia de la sistematización como producción de conocimiento, como una teorización de la práctica vivida. Pero es un conocimiento que tiene una utilidad práctica: reflexionar sobre nuestras experiencias para mejorarlas y que otros aprendan de estos procesos. ¿Y QUÉ ES SISTEMATIZAR UNA EXPERIENCIA?

No siempre que nos referimos a la sistematización de experiencias estamos hablando el mismo lenguaje. La sistematización no es un concepto unívoco. Una definición de diccionario -y el sentido común- nos dice que sistematizar equivale a ordenar, organizar, clasificar. Algunos piensan inmediatamente en computadores, en la obtención de datos para elaborar cuadros, etc. Pero la cuestión es más compleja. Sabemos que "lo que no se construye sobre bases conceptuales sólidas, después se derrumba fácilmente". Oscar Jara, al referirse a los dilemas de la sistematización de experiencias, inicia con el referente a la forma cómo concebimos la sistematización, donde se tienen dos opciones:

1). Como sistematización de datos (sistematización de información).

2). Como sistematización de experiencias.

Añade que el significado más usado comúnmente es el primero: hace referencia al ordenamiento y clasificación de datos e informaciones, estructurando de manera precisa categorías, relaciones, posibilitando la constitución de bases de datos organizados, etc.

La segunda opción es menos común y más compleja: se trata de ir más allá, se trata de mirar las experiencias como procesos históricos, procesos complejos en los que intervienen diferentes actores, que se realizan en un contexto económico-social determinado y en un momento institucional del cual formamos parte.

Sistematizar experiencias significa entonces entender por qué ese proceso se está desarrollando de esa manera, entender e interpretar lo que está aconteciendo, a partir de un ordenamiento y reconstrucción de lo que ha sucedido en dicho proceso.

Por lo tanto, en la sistematización de experiencias, partimos de hacer una reconstrucción de lo sucedido y un ordenamiento de los distintos elementos objetivos y subjetivos que han intervenido en el proceso, para comprenderlo, interpretarlo y así aprender de nuestra propia práctica (Ibid).

La sistematización es vista como: proceso teórico; proceso de reflexión; proceso de conocimiento; conceptuar; interpretación/explicación de la experiencia; construir sentidos; interrelación con la realidad; ordenamiento de la experiencia; método; construcción de estrategias operativas; orientar otras experiencias; comunicar la experiencia.

Encontramos definiciones que destacan (Puerta):

• La sistematización como recuperación de saber. • La sistematización como forma de organizar las experiencias y poderlas comunicar. • La sistematización como procesos de teorización. • La sistematización como evaluación de las prácticas sociales. • La sistematización como mejoramiento de las propias prácticas.

Son aspectos particulares de la sistematización y con ellos podemos integrar una concepción del término.

Es un deber académico explicitar la concepción de sistematización que vayamos a utilizar. Tratando de ser coherente con lo anterior, entiendo la sistematización de experiencias como:

Un proceso teórico y metodológico, que a partir de la recuperación e interpretación de la experiencia, de su construcción de sentido y de una reflexión y evaluación crítica de la misma, pretende construir conocimiento, y a través de su comunicación orientar otras experiencias para mejorar las prácticas sociales.

En todo caso, debe quedar claro que sistematizar es algo más que recuperar una experiencia; es teorizar la práctica vivida; es producir conocimiento a partir de la experiencia. En otras palabras, "sistematizar es hacer una lectura teórica: es referir una experiencia colectiva a un modo de comprenderla. Y una lectura teórica es siempre una traducción a un modo de ver las cosas, es una interpretación" (Zuñiga). Sí, sistematizar es mucho más que "ordenar": es interpretar, es atribuir un sentido.

Además, "la sistematización es un esfuerzo analítico que implica mirar la práctica con una cierta distancia, reflexionarla, hacerse preguntas en torno a ella, no haciendo obvias las actividades cotidianas" (Kisnerman). Es el desafío de construir nuevas propuestas. Y la sistematización hace parte de nuestra vida cotidiana, de nuestras reflexiones, de nuestras experiencias, sean de trabajo social o no.

Me parece pertinente anotar lo que expresa Jara en el sentido que sistematizar no es (Jara, tres posibilidades…):

• Narrar experiencias (aunque esto sea útil para sistematizar, se debe ir mucho más allá de la narración).

• Describir procesos (aunque es necesario hacerlo, se debe pasar del nivel descriptivo al interpretativo).

• Clasificar experiencias por categorías comunes (puede ser una actividad que ayude al ordenamiento, pero no agota la necesidad de interpretar).

• Ordenar y tabular información sobre la experiencia.

• Hacer una disertación teórica ejemplificando con algunas referencias prácticas (porque no sería una conceptualización surgida de la interpretación de esos procesos).

El desafío está "en no quedarnos sólo en la reconstrucción de lo que sucede sino pasar a realizar una interpretación crítica. El eje principal de preocupación se traslada de la reconstrucción de lo sucedido y el ordenamiento de la información, a una interpretación crítica de lo acontecido para poder extraer aprendizajes que tengan una utilidad para el futuro" (Jara). En otras palabras, es el que seamos capaces de pasar de lo descriptivo y narrativo a lo interpretativo crítico. Esto no es fácil, pues no tenemos la costumbre de teorizar, no hemos desarrollado suficientemente nuestra capacidad analítica y muchas veces nuestra formación nos ha empujado a simplemente ser consumidores pasivos de los conocimientos que otras personas nos querían transmitir.

Por ello, muchas veces se confunde sistematización con narración, descripción, relato de lo ocurrido. En el mejor de los casos, se piensa que se trata de reconstruir históricamente la experiencia vivida. Si bien estos aspectos son importantes, en realidad son sólo el punto de partida para lo clave de la sistematización, que es el interrogar a la experiencia para entender por qué pasó lo que pasó. No sólo ver las etapas de lo que aconteció en la experiencia, sino, fundamentalmente, entender por qué se pudo pasar de una etapa a la otra y qué es lo que explica las continuidades y las discontinuidades, para poder aprender de lo sucedido (Ibid).

La interpretación crítica en la sistematización no es una mera explicación de lo que sucedió, para justificarlo. Al contrario, es una comprensión de cómo se pusieron en juego los diferentes componentes y factores presentes en la experiencia, para poder enfrentarla ahora con una visión de transformación. Por ello, la interpretación no se puede reducir solo a la particularidad de lo que hicimos directamente, sino que deberá relacionar nuestra práctica concreta con el contexto, los desafíos vigentes, las otras fuerzas en juego, etc., para entonces, pretender comprender más profundamente los aspectos relevantes de nuestra experiencia.

Siempre tengamos presente algunos principios básicos de la sistematización de experiencias:

A TODA SISTEMATIZACIÓN LE ANTECEDE UNA PRÁCTICA Para sistematizar necesariamente tiene que antecederle una práctica, un hacer, una intervención, un programa o proyecto desarrollado o en proceso. En otras palabras, el construir un OBJETO DE SISTEMATIZACIÓN implica necesariamente involucrar: • El problema que se afronta y el proyecto "solución" del mismo en acción • La práctica del grupo o equipo profesional/institucional • La práctica del grupo popular ("intervenido").

LAS PREGUNTAS PLANTEADAS DEBEN SER RESPONDIDAS POR LA EXPERIENCIA. Delimitada la experiencia a sistematizar, ésta debe ser interrogada. Recordemos que las preguntas deben resolverse dentro de la experiencia. Si no, nos encontraríamos con preguntas de investigación. LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS NO ES UNA SOLA VOZ La sistematización de experiencias implica una narración/recuperación/descripción de la experiencia. Una narración de todos los actores que participaron en la experiencia o práctica.

LA SISTEMATIZACIÓN IMPLICA UNA INTERPRETACIÓN Y UNA EVALUACIÓN CRÍTICA DE LA EXPERIENCIA O PRÁCTICA Hemos visto que interpretar es ir más allá de la descripción, aunque este aspecto es importante. Hay que construir sentidos de la experiencia. Y se requiere también una evaluación crítica, mirando sus aciertos, errores, sus resultados, etc.

Es común encontrar en varias "sistematizaciones" la recuperación de la práctica desde una sola voz: la del actor institucional, del estudiante en práctica, etc; en otras –en el mejor de los casos- hay una buena recuperación-descripción de la experiencia, sin ir más allá; y donde se hace –si es que se hace- una "evaluación complaciente" de la práctica.

La sistematización como producción de conocimiento tiene sus reglas, sus espacios; unos principios básicos.

Dimensiones de la sistematización (CEEAL)

Es importante la claridad que hay que tener sobre el concepto de sistematización, ya que esto va a incidir en la visión del proceso y en sus aspectos teóricos y metodológicos.

LA IMPORTANCIA DE SISTEMATIZAR EXPERIENCIAS

La importancia de la sistematización en cualquier campo del trabajo social –y otros- es innegable. Como lo expresa Jara, personas con gran experiencia en desarrollo comunitario y por no sistematizar han permitido que otros caigan en sus mismos errores y no han permitido que otros aprendan de sus avances, de su experiencia.

Se resaltan aquí varios aspectos planteados por María de la Luz Morgan sobre la importancia de sistematizar:

• En primer lugar, sistematizamos para comprender y, en consecuencia, mejorar nuestra propia práctica.

• Revertir esos nuevos conocimientos en nuestra acción.

• La difusión de la sistematización permite que otros profesionales, inmersos en realidades parecidas y enfrentando problemas similares, puedan aprender de nuestra experiencia, posibilitándoles no partir siempre de cero y no repetir los errores que podemos haber cometido.

• Por otra parte, la sistematización nos permite, a los profesionales en la acción enfrentar un riesgo que se nos presenta frecuentemente: caer en el activismo y la repetición mecánica de ciertos procedimientos. En la medida que la sistematización nos obliga a reflexionar constantemente sobre nuestro trabajo, a repensar permanentemente en el sentido que tiene nuestro quehacer, nos ayuda a reconocer sus avances y límites, superando así las posibles desviaciones.

• Otra interpretación que se relaciona con los motivos y, al mismo tiempo, con los productos de la sistematización, se refiere a nuestras posibilidades de aporte a la producción de conocimiento científico.

En ese sentido, sistematizamos nuestras experiencias para aprender críticamente de ellas y así poder (Jara, dilemas)

 Mejorar nuestra propia práctica.  Compartir nuestros aprendizajes con otras experiencias similares. La sistematización nos proporciona sugerencias, intuiciones, pistas, provocaciones, desde sus propios aprendizajes, que incentiven a otras experiencias, pero que en ningún caso hablamos de una replicabilidad mecánica. Ese intercambio de saberes es muy importante. Pero es importante que sea un intercambio de aprendizajes ya interpretados y no un intercambio descriptivo de narraciones.  Para contribuir al enriquecimiento de la teoría.

En otras palabras, según el mismo Jara, la sistematización de experiencias (Jara, memoria):

 Produce nuevos conocimientos.  Nos hace objetivar lo vivido.  Pone en orden conocimientos desordenados y percepciones dispersas.  Espacio para compartir y confrontar las interpretaciones de los sujetos.  Contribuye a mejorar las experiencias.  Contribuye a enriquecer las teorías  Contribuye a identificar las tensiones entre Proyecto – Proceso: cambios, opciones, factores decisivos.  Contribuye a construir el sentido.  Proceso político-pedagógico  Permite construir capacidades y transformar las relaciones de poder

En el campo del trabajo con comunidad, donde la iniciativa y creatividad de la comunidad y del facilitador se manifiestan, se ponen en práctica nuevas técnicas, nuevas metodologías, se hacen novedosos intentos por conseguir la participación de la comunidad en trabajos colectivos, de ahí la importancia de sistematizarlos y evaluarlos (Sánchez y Carrillo).

La sistematización es de gran utilidad para la comunidad y para las instituciones que fomentan el desarrollo comunitario. Es de beneficio para la comunidad, porque ésta, con la sistematización, evidencia y percibe más claramente los logros de su acción colectiva, se estimula su capacidad de análisis para comprender el proceso de trabajo seguido y su habilidad para investigar su realidad.

Para los funcionarios, la sistematización a través del ordenamiento, organización e interrelación de los elementos da una visión a nivel macro de su orientación filosófica, metodología utilizada e implicaciones y proyecciones a corto y largo plazo (Ibid).

Es así como la sistematización, en la medida en que produce un conocimiento nuevo, desde una intervención que articula la práctica profesional y la práctica de los grupos populares, aporta a una revisión crítica de los conceptos con que venimos operando, y puede entrar en un diálogo fructífero con los marcos teóricos vigentes, enriqueciéndolos con nuevos contenidos procedentes de la realidad específica en que trabajamos (Morgan).

Para Ramírez del CEPECS, son propósitos de la sistematización:

-Recuperar crítica y reflexivamente la experiencia. -Fortalecer la visión y el accionar de la experiencia o del proyecto mediante propuestas retroalimentadoras que amplíen tanto su horizonte de análisis, como la dinámica de su implementación. -Brindar elementos que enriquezcan la reflexión teórica y metodológica que le es propia al proyecto que desarrolla.

La sistematización debe permitir una relectura de la experiencia, tenemos que aprender más de lo que sabíamos de ella, trascendiendo las apariencias, teorizándola. Sólo así podemos aprender de ella. Para que todo esto sea posible, la sistematización debe traducirse en un producto socializable, que se pueda difundir y dar a conocer, es decir, en un documento escrito.

Zuñiga habla de tres demandas básicas implícitas que se le hacen a la sistematización:

a) Parecería que la principal es una necesidad profesional, de capacitarse para actuar como agente de intervención social, de tener una herramienta de trabajo profesional.

b) La sistematización implica frecuentemente el describir, explicar y defender una acción a quienes tienen de hecho, el derecho de controlarla, porque son responsables institucionales o financieros de ella (...). Esta demanda está cercana al sentido que los trabajadores sociales le dan al "informe" -pero con expectativas de mayor riqueza de contenido-. De esta manera, el trabajo del sistematizador es producir un "discurso de justificación", que describa, explique, justifique y defienda la acción (...). Informe destinado a demostrar el valor de una acción en los términos que le imponen los controles externos.

c) La otra expectativa es la de facilitar la capacidad de un colectivo de tomar conciencia, comprender y evaluar su propia acción, para apropiársela.

Estas expectativas las llama, respectivamente, de formación profesional, de competencia informativa, y de desarrollo de autonomías colectivas.

Es importante resaltar el carácter transformador de la sistematización. "No sistematizamos para informarnos de lo que sucede y seguir haciendo lo mismo, sino para mejorar, enriquecer, transformar nuestras prácticas".

La siguiente historieta de Quino nos resume la importancia de la sistematización:

Pero, ¿qué es un objeto de sistematización? ¿Cuáles son las dimensiones de la experiencia que privilegiaremos para este proceso de conocimiento? En principio, es el interés de la persona que está sistematizando lo que orientará esta búsqueda.

El objeto de la sistematización "es el proceso que se desarrolla a partir de un problema que afecta a un grupo, donde intervienen la práctica profesional y la práctica del grupo popular, con el fin de transformar esa situación".

En consecuencia, para poder delimitar el objeto de la sistematización debemos, en primer lugar, tener claro cuál es el problema que se intenta enfrentar colectivamente, cuál es la práctica que el grupo realiza para enfrentarlo y cuál es nuestra intervención profesional.

PRACTICA QUE EL GRUPO REALIZA PROBLEMA INTERVENCION PROFESIONAL En resumen, el objeto de sistematización nos muestra qué se quiere saber de la experiencia. Y deben quedar claramente expuestos:

• El problema de intervención

• Los sujetos involucrados

• La intervención profesional

• La delimitación temporal

• La delimitación espacial

¿QUIEN SISTEMATIZA?

Carlos Crespo, siguiendo un esquema aplicable a la investigación participativa, habla de tres modalidades de quien sistematiza:

1. "Sistematización popular": como un trabajo de producción de saber que, propuesta y dirigida desde los movimientos populares, incluya la participación comprometida y asesora de agentes de mediación.

2. Sistematización "participante": propuesta desde el interior de una práctica que asocia políticamente agentes de mediación y agentes populares.

3. Sistematización "agenciada": propuesta y realizada por un programa que, definido y conducido institucionalmente desde fuera del movimiento popular, puede integrar sujetos populares y traer beneficios para él.

Cuando nos preguntamos ¿Quién sistematiza? –añade Crespo- debemos superar posiciones manipuladoras y, a la vez, un cierto "romanticismo basista", buscando una síntesis superadora que permita definir "democráticamente" roles, acciones, apoyos específicos, articulándolos dentro de estrategias comunes.

Algunos autores expresan que sólo pueden realizar un trabajo de sistematización quienes han participado directamente en la experiencia (aunque pueden tener un apoyo y un acompañamiento externo). No puede ser hecha por agentes completamente externos. Se supone que quienes han adelantado la experiencia lo han hecho con un mismo sentir, pensar y actuar (Mario Peresson). Nadie puede hacer la sistematización en nombre de o en lugar de sus actores principales.

Para Ramírez, el quién sistematiza provoca respuestas que giran alrededor de dos criterios: unos de origen práctico, otros que se articulan a un tipo de concepción. La situación anterior es un hecho que depende de la relatividad de los contextos y coyunturas en que se mueve el trabajo, pero que en el fondo se sostiene en una propuesta opcional: los agentes que sistematizan hacen parte del equipo participante del proyecto, o estos son ajenos a la experiencia.

Si reconocemos que la sistematización como creación de saber contribuye a que los sectores sociales participantes en procesos de promoción y educación popular ganen en protagonismo, en la resolución con eficacia tanto de sus necesidades cotidianas como históricas, tendremos que aceptar el hecho de que a este sentido apunta más una sistematización realizada por los mismos protagonistas de la experiencia (Ramírez).

El apoyo externo –cuando se solicita- debe acompañar y asesorar el trabajo. Tiene un papel importante como opinión crítica, como punto de confrontación, como apoyo.

Cuando un proceso ha sido realmente participativo, la sistematización debería ser también participativa, donde tanto los actores internos como externos son los principales protagonistas.

Jara habla de cuatro posibilidades:

 Desde los actores, en forma participativa  Sistematización formal al concluir la experiencia  Una sistematización que se hace sobre la marcha  Una sistematización con miras al mercado

Sin embargo – añade-, no podríamos usar estas categorías como el único criterio de clasificación, porque hay modalidades que combinarían varios de ellos y hay, seguramente, muchas otras posibilidades más: regular o irregularmente, una sola experiencia o varias a la vez, en función de crear una nueva estrategia o para mejorar la existente, etc. Este dilema sólo lo podemos enfrentar con una gran capacidad creadora y no esperando ninguna receta: significa que tenemos que tomar opciones ante una gran variedad de modalidades posibles. La única "receta" es que la modalidad depende de las circunstancias, el tipo de institución, el objetivo específico que queremos alcanzar, el tipo de experiencia que queremos sistematizar, el nivel de participación de los diferentes actores involucrados, etc. Se trata, pues, de tomar opciones y de impulsar un estilo propio de sistematizar adecuado a las condiciones reales.

ELEMENTOS METODOLÓGICOS PARA LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS

Existen diversos modelos o métodos para sistematizar experiencias. El problema no es cuál es el mejor o el peor, sino cuál es el más pertinente para la experiencia concreta que vayamos a sistematizar.

Marfil Francke y María de la Luz Morgan señalan que un método es, por definición, un instrumento, una herramienta que nos ayuda a hacer mejor las cosas o a llegar más fácilmente a donde nos proponemos.

Por ello, no existen métodos universales ni únicos. Debemos optar entre las diversas propuestas con que contamos, a partir de una definición clara de lo que pretendemos lograr. Es decir, antes de empezar a "aplicar" determinado método, debemos asegurarnos que es el más adecuado a nuestros objetivos: no pensemos en el método antes de estar seguros que el producto que queremos es una sistematiza¬ción.

Puesto que el método es una herramienta, también debe adecuarse a la materia sobre la cual va a operar y al estilo de quien lo va a usar. No existe un método de sistematización, válido para todas las experiencias, sino orientaciones y lineamientos generales que deben ser re-creados según el tipo de práctica y las condiciones de quien va a sistematizar.

No hay que reducir el método solo a la parte instrumental. Un método es un camino a seguir, que tiene sus "sustratos" epistemológicos, teóricos; sus paradigmas. El método se elige acorde a la experiencia a sistematizar, su objeto, sus intencionalidades, sus paradigmas o enfoques teóricos, el tipo de sistematización, el quién la realiza, etc. De ahí la coherencia que debe existir entre sistematización y metodología.

Antes de empezar con el proceso metodológico de la sistematización –el cómo realizarla-, creo que es conveniente tener en cuenta unas "condiciones previas" de una sistematización de experiencias. Podríamos decir que es la "fase `preparatoria". Atención:

• Conciencia real de la importancia de la sistematización • Mirar que la experiencia se pueda sistematizar (se pueda delimitar un objeto de sistematización) • Analizar que la sistematización sea posible (que se pueda recuperar, que haya apoyo institucional, etc). • Conformación de un equipo de sistematización

Una vez que seamos conscientes que la sistematización sí es posible realizarla, procedemos a trabajar la "fase de desarrollo de la experiencia" (delimitación del objeto, definición del marco teórico y metodológico, recuperación y descripción de la experiencia, análisis, evaluación, escritura del informe y publicación).

Según Corvalán:

La sistematización como producción e incremento de saber es fundamentalmente un proceso metodológico mediante el cual los protagonistas se preguntan por la naturaleza, características y resultados de sus acciones, recuperando una relación con ellas a través del saber que producen; como práctica metodológica supone una "serie de pasos de construcción de datos, de categorización e interpretación de la información de la realidad, para ir dando respuestas a preguntas que se han formulado desde un marco de análisis mayor".

Para Jara, en el dilema de qué metodología utilizar, qué pasos dar, cuáles técnicas usar, etc., no hay recetas y hay una multiplicidad grande de posibilidades. Lo que si tenemos que tener claro es los criterios por los cuales vamos a escoger una determinada metodología o una técnica específica para aplicarla con un particular procedimiento.

Estos criterios debemos tomarlos en cuenta en dos sentidos (Jara):

• La secuencia global del proceso, que debe cuidar que tenga coherencia global en conjunto. • Las herramientas, que pueden ser casi infinitas y para cada momento del proceso. (Para hacer registros, recuperación histórica, hacer análisis, síntesis, para comunicar, para socializar, etc.)

En cualquier caso, no debemos perder de vista la INTEGRALIDAD del proceso: que cada herramienta utilizada sirva para alcanzar la visión y el objetivo de conjunto. "No debemos engolosinarnos con las técnicas de moda o con una que nos gusta más, sino ser capaces de utilizar las que mejor se adecuen a las circunstancias".

Hay que señalar la importancia de ver la coherencia entre paradigma/enfoque y metodología. El movernos en un enfoque empírico-analítico, o crítico social o histórico-hermenéutico, implica elegir un camino, un método; sin desconocer que también podemos transitar por paradigmas diferentes –si lo requiere el objeto de sistematización definido-, pero siempre manteniendo la coherencia.

Veamos algunas metodologías que nos pueden aportar al sistematizar experiencias en desarrollo local. Vuelvo a insistir que estas metodologías deben tomarse como referencias para que cada persona o grupo de sistematización construya su propia metodología, con imaginación, con creatividad y coherencia. 1. METODOLOGIA DE OSCAR JARA

Oscar Jara hace una interesante propuesta de sistematización en "cinco tiempos":

1) El punto de partida 2) Las preguntas iniciales 3) La recuperación del proceso vivido 4) La reflexión de fondo 5) Los puntos de llegada

1. El punto de partida: vivir la experiencia Haber participado de la experiencia Recomendación: Llevar un registro de lo que ocurre durante las experiencias

2. Las preguntas iniciales  ¿Para qué queremos sistematizar?  ¿Qué experiencia(s) queremos sistematizar?  Qué aspectos centrales de esa experiencia nos interesa sistematizar?

Definir el objetivo de la sistematización  Para qué queremos hacer esta sistematización  Tener clara la utilidad de esta sistematización Recomendaciones:  Tomar en cuenta la misión y la estrategia institucional  Tomar en cuenta los intereses y las posibilidades personales.

Delimitar el objeto a sistematizar Escoger qué experiencia vamos a sistematizar Delimitar el tiempo y el espacio de la experiencia Recomendación: No es necesario abarcar toda la experiencia

Precisar el eje de la sistematización  Precisar el enfoque central y evitar la dispersión  Saber qué aspectos nos interesan más Recomendación: pensarlo como un hilo conductor que atraviesa la experiencia

3. La recuperación del proceso vivido:  Reconstruye de forma ordenada lo que sucedió, tal como sucedió.  Clasifica la información disponible.  Identifica las etapas del proceso. Recomendaciones: -Organizar la información de forma clara y visible. -Basarse en todos los registros posibles.

4. La reflexión de fondo. Por qué sucedió lo que sucedió? Es el momento más importante: La interpretación crítica: -análisis -síntesis -ver las relaciones, tensiones y contradicciones.

Interpretación crítica:  Analiza cada componente por separado  Pregunta por las causas de lo sucedido  Observa las particularidades y el conjunto, lo personal y lo colectivo.

Recomendaciones: -Buscar entender la lógica de la experiencia -Buscar comprender los factores claves -Confrontarse con otras experiencias y teorías.

5. Los puntos de llegada:  Formular conclusiones  Comunicar los aprendizajes

Formular conclusiones  Pueden ser formulaciones teóricas o prácticas  Son las principales afirmaciones que surgen del proceso Recomendaciones:  Pueden ser dudas o nuevas inquietudes.  Son puntos de partida para nuevos aprendizajes.  Son contribuciones de la experiencia para el futuro.

Comunicar los aprendizajes Elaborar diversos productos de comunicación Es fundamental volver comunicables las enseñanzas de la propia experiencia Recomendaciones:  Se deben compartir los resultados con todas las personas que participaron en la sistematización.  Recurrir a formas diversas y creativas.

2. EL MODELO DE SISTEMATIZACIÓN DEL PESEP

El Programa de Investigaciones sobre Experiencias Significativas de Educación Popular de Adultos (P.E.S.E.P.) del Grupo Interuniversitario de Trabajo en Educación Popular (G.I.U.), conformado por grupos de profesores de las Facultades de Educación de las Universidades de Antioquia, Cauca, Pedagógica Nacional, Surcolombiana y del Valle, ha elaborado una metodología de sistematización teniendo en cuenta el enfoque cualitativo, participativo y hermenéutico:

El objeto de estudio del PESEP es indagar sobre la significatividad de un conjunto de experiencias de educación Popular, tratando de comprender su lógica interna, desde adentro, desde la perspectiva de sus propios actores. El enfoque desde el cual se estructura el proceso de sistematización de estas experiencias es cualitativo, participativo y hermenéutico, lo cual lo ubica en el terreno de las sociologías interpretativas, que consideran que el conocimiento de la realidad social se constituye a partir de las interpretaciones que los actores asignan a la misma.

A continuación presentan los elementos centrales de los diversos enfoques:

Lo cualitativo

-este enfoque se corresponde con el reto de observar la realidad desde los participantes mismos; desde sus expectativas, deseos, imaginarios y realizaciones concretas. Los interrogantes del estudio tienen como horizonte la subjetividad que opera intersubjetivamente, tratando de darle sentido y significatividad a la experiencia- -este enfoque permite auscultar las miradas particulares de los participantes en las experiencias, sobre lo que colectivamente construyeron, desde sus imaginarios y realizaciones concretas, demandas investigativas para las cuales el enfoque positivista-cuantitativo se queda corto pues sólo logra observar las experiencias desde afuera, con criterios preformulados por los investigadores e inscritos en parámetros de objetividad. -en el enfoque cualitativo la objetividad es el acuerdo entre sujetos, el juego de intersubjetividades: la subjetividad de los investigadores y la de sus interlocutores, los actores de la experiencia.

Lo participativo

Lo participativo se refiere a la posibilidad de que los actores de la experiencia realicen una relectura de la misma; a la perspectiva del diálogo entre los investigadores y los participantes, entre los participantes mismos y entre éstos y diversas fuerzas sociales relacionadas con la experiencia. -entendiendo el enfoque participativo de manera amplia, éste desborda el proceso mismo de la investigación, al promover entre los actores el estímulo a su creatividad y a su capacidad para participar no solo en procesos de investigación sino también en negociaciones con diversas fuerzas sociales, toma de decisiones comunitarias y, en general, lo que tiene que ver con la vida colectiva.

Lo hermenéutico

El carácter participativo de la metodología necesariamente nos ubica en una perspectiva dialógica: diálogo de lógicas entes sujetos. La comprensión hermenéutica asigna a los intérpretes el papel de interlocutores de un diálogo en el que la realidad está mediada por el lenguaje, constituida en el lenguaje mismo, no como recurso para acceder a los hechos sino como elemento vinculante entre lo objetivo y lo subjetivo, que construye y da forma a la experiencia. Una experiencia que no existe por fuera del relato de los actores, sino que es construida en el proceso mismo de relatar. -el enfoque hermenéutico se relaciona así con la búsqueda de comprensión de la lógica interna de las experiencias, en la interpretación de sus actores. Estas interpretaciones son asumidas en toda su riqueza y complejidad, contradicciones y ambigüedades, a fin de dar cuenta de la experiencia como suceso histórico y socialmente constituido que se transforma en el proceso mismo de ser interpretado.

En esta metodología la sistematización se asume como "aquel proceso que permite dar cuenta de la racionalidad interna de las experiencias estudiadas y del sentido que tienen para sus actores. Es un proceso de comprensión de sentidos en contextos específicos, en los cuales las diversas interpretaciones buscan legitimación. Proceso colectivo de recreación e interpretación participativa de las experiencias que implica la lectura y comprensión de los imaginarios implícitos de los diversos actores". El proceso de sistematización En este enfoque de sistematización se toma como unidad de análisis cada uno de los relatos de los participantes. Estos relatos son leídos de tres formas:

• De manera extensiva, para identificar los núcleos temáticos y la periodización endógena de la experiencia. • De manera intensiva, para construir los ejes y los campos semánticos, es decir la relaciones de sentido y sus desplazamientos. • De manera comparativa, para identificar las perspectivas de los distintos tipos de actores, lo cual da cuenta de la constitución de esa perspectiva y de la relación entre los actores.

Se establece así una estrategia que articula la reconstrucción, la interpretación y la potenciación de la experiencia como fases que se traslapan (en interfases no lineales) y que se pueden esquematizar así.

 

Lecturas Intensiva Extensiva Comparativa Reconstrucción Macro-relato Interpretación Potenciación

La reconstrucción

Se ha entendido como la confrontación de los diversos sentidos que existen en las lógicas en juego. Tiene una dimensión descriptiva y otra interpretativa. Se intenta entender, reflexionar y comprender. Es un proceso de re-elaboración del sentido de las vivencias de los actores, construido a partir de los relatos acerca de la experiencia, los cuales son asumidos como unidades de contexto, es decir como expresiones que incluyen todos los elementos que constituyen el sentido. En esta fase de la investigación interesa más el juego de interpretaciones que la "fidelidad de lo ocurrido".

La interpretación

Es el proceso que busca construir un argumento de sentido y una comprensión global de la experiencia, poniendo en juego el modo como las categorías significativas, derivadas de los relatos, son asumidas tanto por los investigadores como por los actores de la experiencia. En cierto sentido el aspecto central de la sistematización es la interpretación y por eso es necesario explicar la perspectiva desde donde estamos interpretando como un ejercicio de construcción teórica.

La sistematización como labor interpretativa implica la construcción de principios de legibilidad desde donde se reconstruyen movimientos de sentido al interior de distintas interpretaciones de la experiencia.

La potenciación

Implica penar la experiencia como recurso y como espacio de legitimación de los sujetos sociales y de la experiencia colectiva. A los primeros, les ofrece la oportunidad de reencontrarse, de recrear sus saberes y valores, de afianzar sus posibilidades de leer la realidad, de construir memoria, de desarrollar su capacidad de negociación y de fortalecer su identidad y autoestima. A la experiencia educativa le ofrece prospectiva y opciones culturales alternativas. La potenciación promueve el desarrollo local y da pistas para visualizar el futuro, al confrontar lógicas diferentes y contribuir a caracterizar los diversos sujetos sociales con proyectos de vida. La potenciación concreta la opción ética de la sistematización, de crear nuevas condiciones para el desarrollo cultural y socioeconómico de comunidades.

Esta fase no debe verse como un último paso de la metodología sino como un elemento constitutivo de todo proceso; de esta manera la potenciación no responde sólo a la necesidad de proyectar la experiencia, o darla a conocer, sino sobre todo, de posibilitar que sus propios actores conflictúen sus versiones, interpreten y pongan en juego los diferentes sentidos para comprender, a partir de la diferencia y la negociación, en el consenso (¿o en el disenso?), la riqueza y el potencial de la experiencia.

El papel del macrorelato en la investigación

En este modelo los relatos se asumen como unidades de análisis y desde ellos se intentan comprender las interpretaciones que constituyen la experiencia. El relato funciona como conector del recuerdo con el presente y, en cuanto construcción colectiva, logra la sanción grupal de ciertas interpretaciones acerca de lo ocurrido en la experiencia, de modo que pueda operar como mito legitimador de la práctica cotidiana en la experiencia.

Los relatos son unidades de sentido porque hacen relación a los interlocutores, a las condiciones de interlocución, porque son dichos por alguien, contados a alguien y en determinados ámbitos de validez. Los relatos de los relatos, los macro-relatos, no son sólo argucias técnicas del investigador sino que ofrecen una oportunidad para la síntesis.

José Hleap añade que todo el esfuerzo comprensivo sobre las perspectivas de cada actor en la interpretación de la experiencia, todo el trabajo de reconstrucción de la misma, cobra sentido como una manera de establecer la dinámica efectuada en la experiencia, en tanto ámbito de legitimación de ciertas prácticas entre los participantes.

En otras palabras, esta es una metodología que rescata la investigación cualitativa, fundamentalmente la etnografía, y la investigación participativa.

3.PROPUESTA METODOLOGICA DE MARIA DE LA LUZ MORGAN

La propuesta de María de la Luz Morgan del Centro Latinoamericano de Trabajo Social (CELATS), también es una buena referencia para aquella persona que quiere sistematizar. Los pasos propuestos –expresa la autora- no deben ser tomados a manera de "receta" rígida y fija, sino como una orientación que debe ser adecuada a cada experiencia particular. "En la medida que vayamos poniendo en práctica la sistematización, probablemente estaremos en condiciones cada vez mejores de re-crear esta propuesta, enriqueciéndola con nuevos aportes y adaptándola a nuestros objetivos y estilos de trabajo". Pasos en la sistematización:

1. Primera Recuperación y Ordenamiento de la Experiencia

2. Delimitación del Objeto de la Sistematización

3. Segunda Recuperación de la Experiencia (desde el objeto)

4. Operacionalización de las Preguntas y recopilación de la Información (Análisis)

5. Síntesis

6. Exposición 1. Primera Recuperación y Ordenamiento de la Experiencia

Para poder sistematizar, lo primero que tenemos que hacer es recuperar todo lo que ya sabemos de la experiencia.

Esta recuperación debería considerar, por lo menos, los siguientes aspectos:

a) El contexto Hay que tener en cuenta los aspectos que afectaron directamente a la experiencia. Sugiere mirar el siguiente cuadro:

FECHA CONTEXTO INSTITUCIONAL CONTEXTO LOCAL CONTEXTO NACIONAL

b) Los objetivos de la experiencia Se pretende mirar lo que perseguían lograr los sujetos que participaron en la experiencia (tanto de los agentes profesionales como de los sujetos con los que trabajaron).

Hacer el siguiente cuadro:

FECHA ACTIVIDADES REALIZADAS OBJETIVOS DE CADA ACTIVIDAD ACTORES METODOLOGIA O FORMAS DE ACCION RESUL-TADOS PREGUN-TAS O INTERRO-GANTES

Advierte que la columna de preguntas es de gran importancia, que debemos recuperar la capacidad de hacer preguntas. Entre los objetivos de hacer preguntas está el intentar recuperar las inquietudes que se han presentado en el curso de la experiencia; aspectos que no entendemos, son oscuros o confusos: algo que nos pareció exitoso; sobre fracasos; dudas en relación a los sujetos.

c) El desarrollo del proceso

2. Delimitación del Objeto de la Sistematización

Debemos especificar, lo más precisamente posible, qué queremos conocer sobre la experiencia.

El objetivo a lograr en este momento es señalar cuál es el problema alrededor del cual hemos ordenado el proceso que queremos sistematizar, quiénes y cómo son los sujetos afectados por ese problema y con los cuales hemos trabajado, y cuál ha sido nuestra intervención profesional para enfrentar, junto con ellos, el problema.

(Recordemos que habíamos definido que el objeto de la sistematización es el proceso que se desarrolla a partir de un problema que afecta a un grupo, donde intervienen la práctica profesional y la práctica del grupo popular, con el fin de transformar esta situación.).

Pasos que permiten ir aproximándose a la delimitación del objeto de la sistematización:

a) Definición de los objetivos de la sistematización.

b) Recuperación y ordenamiento de los interrogantes que surgen de la experiencia. Revisar la columna de preguntas. Ver cuáles siguen siendo válidas para la sistematización. Discriminar las preguntas de sistematización de aquellas que se refieren a otro tipo de procesos de conocimiento (investigación, evaluación). Es importante recordar que para saber si un interrogante corresponde o no a un proceso de sistematización, debemos preguntarnos si se refiere a la experiencia y puede ser respondido por ella, a través de una profundización en la reflexión.

c) Definición del problema que ordena la sistematización. Es el eje central.

d) Primer nivel de conceptualización.

e) Precisión de las preguntas. Explicitar lo más claramente que sea posible, qué queremos saber.

f) Formulación del objeto de la sistematización.

3. Segunda Recuperación de la Experiencia (desde el objeto)

Se trata de sentar las bases para avanzar en la producción del nuevo conocimiento. Sin embargo, no debemos hacer un informe global de toda la experiencia. La orientación que nos permite discriminar qué aspectos debemos recuperar y cuáles no, está dada por el objeto de la sistematización.

El esquema sugerido para el desarrollo de esta reconstrucción es el siguiente:

a) Dónde y cuándo tuvo lugar el proceso. Es dar cuenta del escenario en el cual se ha desarrollado la experiencia. Debemos procurar ir más allá de la simple descripción, incorporando también elementos del contexto socio-económico y político, en la medida que han afectado al proceso y a los sectores populares involucrados en él.

b) Quiénes participaron en el proceso. Es caracterizar a los distintos actores que han participado en el proceso: populares, profesionales, institucionales.

c) Desarrollo del proceso. Para esta reconstrucción puede ser útil ordenar los hechos según las acciones realizadas (por los diversos actores), cómo se realizaron y sus resultados. Sin embargo, lo más importante es dar cuenta del proceso real, con sus avances y retrocesos, con las diversas contradicciones que van surgiendo, los problemas que se debe enfrentar, sus logros y fracasos, el encadenamiento entre los hechos que van generando nuevas situaciones, etc.

No debemos referirnos sólo a los éxitos sino también a los fracasos, ya que muchas veces es de una reflexión sobre éstos de donde podemos obtener las mejores lecciones.

4. Operacionalización de las Preguntas y Recopilación de la Información (Análisis)

Este paso tiene por objetivo encontrar, en la experiencia, los elementos que permitan responder a las preguntas que orientan la sistematización.

5. Síntesis

El proceso de concreción se realiza relacionando la información que recuperamos en el paso anterior.

Es llegar finalmente a encontrar la respuesta a las preguntas centrales o eje de la sistematización, respuesta claramente fundamentada desde la realidad y basada en toda la información recuperada en el análisis.

6. Exposición

Este paso tiene igual importancia que la sistematización propiamente tal, y su objetivo es dar a conocer a otros los nuevos conocimientos adquiridos. Es el momento de la exposición de los resultados de la sistematización.

Podemos considerar dos tipos de exposición de los productos de sistematización:

a) Una para el sector profesional con el cual nos interesa compartir, confrontar, comparar, intercambiar, los nuevos aprendizajes.

b) Otra para los sectores populares con los cuales se desarrolló la experiencia. Es hacerlos partícipes de los nuevos conocimientos adquiridos para que ellos los puedan usar en beneficio del avance en su proceso de enfrentamiento de los problemas que los afectan, a la vez que se van constituyendo como sujetos.

Para poder sistematizar se requiere contar con un método, es decir, con una orientación que nos indique qué pasos debemos seguir para lograrlo. Sin embargo, desde ahora debemos tener claro que existe una diferencia importante entre el proceso seguido para realizar la sistematización (en tanto reflexión sobre la experiencia) y el "esquema" de redacción del producto final (...) El objetivo fundamental en este momento no es conocer sino comunicar, de la manera más clara, sencilla y sintética posible, lo que nosotros hemos aprendido.

Una advertencia final: el proceso de conocimiento no acaba nunca, y los resultados de la sistematización no son más que un paso, que será enriquecido o reemplazado, tarde o temprano (y mientras más temprano, mejor), por nuevos avances.

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