Luis Joaquin Ducon Fonseca
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (137 páginas, 808 kb) pulsando aquí
La dinámica del comercio exterior, con la puesta en marcha del ferrocarril, su extensión hasta Popayán, y al norte del Valle (Ver Mapa del Valle Gráfica 2) a zonas de producción cafetera, hacen que se incremente la oferta exportable, en especial de café, pues se reafirma ahora que la operación en tiempo y en pesos es más económica por el puerto de Buenaventura.
A nivel mundial el cese del conflicto bélico denominado la Primera Guerra Mundial (1914-1918), vuelve a activar los mercados de productos primarios de los países industriales. A su vez se reactivan los suministros de manufacturas por parte de los mismos.
El Relator, periódico de la época en mayo de 1930 escribe: “Vino luego la congestión de carga en el puerto, durante el año de 1926 y las enormes pérdidas por la congestión del comercio”.
El muelle que había sido construido por el departamento no daba abasto para la exportación de carga. En la bahía se veían barcos cargados, que mes a mes esperaban turno para atracar al muelle, o por medio de chatas trataban de deshacerse de la carga”
El auge de la exportación cafetera de 1919, a 1924 desborda totalmente la capacidad del nuevo muelle.
Según J. A Ocampo por la isla transitaba el 22.9% de las importaciones y exportaciones del país, y el 14,8% del grano (café) enviado al exterior.
El final, es que el departamento no puede cumplir con los compromisos del empréstito, por lo cual este, traslada los activos a la nación y, ésta a su vez pagando la deuda.
Se hace imperiosa nuevamente la necesidad de la ampliación del puerto, ésta vez la nación contrata a la empresa Raymond Concrete Pile Corporation, quien después de un reconocimiento de terreno, deciden que la mejor forma es aplicarse sobre los planos y propuestas por Pearson and Son Limited.
Por esta época, Colombia recibe la indemnización por el despojo de Panamá (Veinte y cinco millones de Dólares US$ 25.000.000.oo), parte de estos dineros se utilizan en obras de infraestructura en el territorio nacional, un porción va para el ferrocarril del Pacífico y el muelle de Buenaventura que son parte vital del sistema de comercio exterior en cuanto al transporte y movilización de carga, ahora adscritos al Ministerio de Obras Públicas.
En el articulado de la ley No 15 de septiembre de 1926, en uno de sus apartes se lee: “Ampliación del muelle de Buenaventura con malecón y terraplenes…como la realización de una parte de los planos de la casa Pearson, y Pilles concreto Company… cuyo cumplimiento ha de dar por resultado la formación del área urbana de la isla de Buenaventura para la completa dotación de edificios nacionales para la aduana, para el muelle, y para el ferrocarril, todo el proyecto está a cargo de los Ferrocarriles del Pacífico”.(11)
Se advierte, como el dinero del llamado por Colombia, el robo de Panamá, por fin se está llegando después de cuatro siglos a tener la nación un puerto sobre el océano Pacífico, que pueda dinamizar el transporte y la logística de las crecientes necesidades de importación y exportación del sur occidente colombiano.
Tomando nuevamente el relato de Valdivia “Para la fase inicial, la empresa se compromete a abrir por dragado y mantener un canal de acceso de 35 pies de profundidad por debajo de la baja marea media, el material del dragado se usará para un relleno detrás del muro de contención del muelle el nuevo terraplén se extenderá en unas veinte hectáreas llamadas “área urbana” donde luego la nación localizará los edificios nacionales necesitados”.
Es decir el puerto de Buenaventura es terreno ganado al mar, mediante rellenos, y a su vez estos terrenos son unidos a la parte continental mediante un puente.
En el artículo 11 de la ley se escribe: “El gobierno pagara a la Compañía, como remuneración por sus servicios y labores un honorario igual al 8% de las sumas que se inviertan en cumplimiento de este contrato”.
El 6 de mayo de 1930, después de múltiples tropiezos y dificultades, se entrega el nuevo muelle malecón en concreto reforzado con 65 pies de ancho, 2.376 pies de largo, cuatro bodegas, a prueba de incendio con capacidad para 16.000 toneladas de café, obras ferroviarias complementarias, en un perímetro de 20 hectáreas robadas al mar, y un nuevo puente en concreto que une la isla a la parte continental, y se empieza a dar forma a una ciudad puerto futura. Las obras tuvieron un costo aproximado de $4. 250.000 pesos oro. En leyes posteriores se prolonga el muelle malecón, tomando como base los planos de la compañía inglesa Pearson.
Un nuevo poder hace su presencia y es el dinero correspondiente a la indemnización de Panamá, le da trabajo a compañías Americanas y es administrado por ellos, mediante la misión Kemmerer, contratada por el gobierno nacional para reordenar, y sacar al país del atraso económico.
Hasta 1959 los puertos en Colombia son dependencia directa del Ministerio de Obras Públicas y Transporte y esto incluye, el puerto de Buenaventura.