1.1.3.3. INTEGRACIÓN EUROPEA

Finalizada la Segunda Guerra Mundial con los resultados funestos para los países Europeos, vencedores y vencidos tomaron la afirmación de Philippe Lamour, de “Haced Europa y no la guerra” junto con la petición formulada por Wiston Churchil de 1946: “Nunca más la guerra entre nosotros”, es decir se requería un proceso que ayudara a sanar las heridas, superar los resquemores, zanjar la cuestión Franco – Alemana y plantear de una vez por todas un mecanismo que llevase a una Europa unida, una integración.

Se tomaron entonces como inspiración los trabajos del Ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean Monnet, que en 1950 lanzó una propuesta concreta de unión basada en una filosofía de paso a paso; según la cual Europa no se hará de golpe, ni en una construcción de conjunto, sino mediante realizaciones concretas y que estableciera las bases comunes de desarrollo económico.

Es así como en 1952 surge la creación de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) a través del tratado de Paris, sus seis miembros: (Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo).

En 1957, los mismos seis estados firman otros dos tratados internacionales conocidos como el tratado que crea la comunidad económica Europea (CEE) y base para lograr el mercado común cimentado sobre cuatro postulados: Libertad de circulación de mercancías, trabajadores, servicios y capitales y con unas políticas comunes sobre agricultura transporte y la competencia.

El otro tratado, EURATOM (Comunidad Europea de Energía Atómica), creado para cimentar las condiciones necesarias para la creación y crecimiento sostenido de el desarrollo de la industria nuclear.

Dada la poca experiencia en el mundo y de lo novedoso de los tratados, se crea un gran expectativa por los resultados y de las novedades se puede destacar que se conciben como procesos abiertos, tanto hacia adentro como hacia fuera.

En 1973 los seis estados se trasforman en 9, con la adhesión de el Reino Unido, Dinamarca e Irlanda. Para 1995 Ya son 15 los miembros de la comunidad con la inclusión de Grecia, España y Portugal, Austria, Suecia y Finlandia.

Hungría, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Estonia Malta, Chipre, también se adhieren a la Unión Europea en el 2004 para finalizar, si así puede llamarse, en el año 2007 con Rumania y Bulgaria, posteriormente con el arribo de los países del sur de Europa, la posible inclusión de Turquía y de países que alguna vez hicieron parte de la difunta URSS.

Ya en el plano estatutario se hicieron modificaciones de los instrumentos legales, generando el Acta Única Europea de 1986, El tratado de Maastricht, El tratado de Ámsterdam (1997), El tratado de Niza (2001), hasta llegar al Tratado de Lisboa.

Es fundamental observar que es una construcción de mas de 50 años, un sin número de obstáculos, incomprensiones, sin sabores de diversa índole por cuanto lo que en el fondo subsiste para cada uno de los miembros ya existentes o adherentes es “que cada uno de los estados voluntariamente se desprenda de una parte sustancial de sus competencias para atribuírselas a un ente superior a ellas.” (10)

En el año 2002, con la creación de una moneda única y un Banca Central Europea, parecía que los pasos propuestos en la teoría de los esquemas de integración llegaban a su punto culminante desde el punto de vista económico y llegaba ahora un estado superior, proponiéndose una constitución para Europa, denominada Tratado Constitucional, buscando un ciudadano europeo, tras cinco décadas de integración económica podía el continente afrontar con mayor confianza los retos de la nueva geopolítica mundial, especialmente luego del colapso del socialismo , representado por el derrumbe de la Unión Soviética y su zona de influencia la cortina de hierro. Es decir, la Europa Oriental.

El poder hegemónico de los Estados Unidos, ahora súper poder; avasallador, prepotente, con una Europa unida, le podría presentar contrapeso en el equilibrio del poder mundial puesto que era un lugar común que, Europa en cinco décadas de ausencia de conflictos, había avanzado económicamente, pero su poder político y militar no había avanzado en igual medida.

Desde el punto de vista de la integración económica, Europa había probado la validez de las teorías y en la práctica convalidar la efectividad de la integración.