Luis Joaquin Ducon Fonseca
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Las relaciones comerciales se remontan al Imperio Español cuando éste ejercía su poder en el mundo, su posesión de Filipinas, su presencia en el Japón. Es así como se sabe que de Manila, salían y llegaban flotas marítimas regulares a la colonia de México por el puerto de Acapulco; y de allí se trasladaban mercancías a Veracruz, con destino a los puertos de la metrópoli.
Este tráfico se mantuvo durante trescientos años hasta la independencia de sus colonias y el ocaso del imperio español, se pueden afirmar que se pierde la comunicación entre Latino América y Asía. Colombia no tiene ni los recursos, ni los medios para buscar en la región asiática algún comercio.
Durante la hegemonía del imperio inglés, el comercio de Inglaterra con Asia es por la vía Océano Índico y salir al Océano Atlántico, rodeando África y de forma importante con su colonia: India. En este punto es interesante destacar que Asia ha sido repartida entre las potencias coloniales europeas, sustituyendo en algunos lugares la influencia española. La ex colonia inglesa, los Estados Unidos a raíz la conquista del oeste, con su anexión de nuevos territorios ya sea por compra o guerra, llega al Océano Pacífico y se establecen los contactos con Asia, en este caso de la parte este de los Estados Unidos y especialmente por el estado de California.
Con el advenimiento de la nueva potencia: los Estados Unidos de América, se queda con la colonia de Filipinas.(5) Se restablece en algo el comercio con Asia, pero esta vez por parte de los Estados Unidos.
2.2. Relaciones de Colombia con los países del Asia Pacífico.
Fundamentalmente Colombia ha mantenido su estrategia de comercio exterior con su ex metrópoli, luego con Inglaterra y Francia por los vínculos que se forjaron en la independencia y con el resto de Europa, es decir a través del Océano Atlántico se comunicó con el resto del mundo (6). Y cuando el eje se desplazó a los Estados Unidos igualmente fueron importantes los flujos por los puertos del Caribe (Cartagena, Santa Marta, Barranquilla), solamente cambia un tanto la orientación cuando se hace más económico la exportación por Buenaventura, se ve al Pacífico pero solamente como puerto de embarque y recepción, pero en dirección a Europa y a los Estados Unidos, en su costa este. (Ver mapa # 2)
Solamente desde principios del siglo XX, Colombia mantiene relaciones comerciales con los países asiáticos de la parte sur, aunque insignificantes por su volumen, y así será hasta bien entrado el siglo XX cuando se consolida un foco en la exportación de café a Japón y de allí empieza a fluir inmensa cantidad de bienes y servicios después de la restauración del Japón en los años sesenta, a raíz de su destrucción en la Segunda Guerra Mundial.
Se dieron sin embargo visitas de colombianos a oriente y descripciones y contactos de posibles relaciones comerciales. La figura testimonial más relevante es la de Nicolás Tanco Armero (7), comerciante de mano de obra China para diferentes labores en Cuba y en el Perú.
En este aspecto es de destacar que las relaciones de Latino América con las economías de oriente vinieron fundamente por el aparte de la mano de obra de ciudadanos chinos, tal como la utilizada en la apertura del canal de Panamá, la minería peruana y la zafra de las Antillas, posteriormente con las diferentes migraciones a Latinoamérica de japoneses a Perú, Brasil, Colombia; chinos a Panamá y USA; así a diferentes países, por la calidad de la mano de obra y su laboriosidad.
Cabe destacar que ya desde la colonia se veía como una ventaja cualitativa la ubicación de Colombia como punto estratégico entre los mares del Norte y del Sur “Entre las cabeceras del Río Atrato y las del San Juan, el primero que desemboca en el mar del Norte el otro en el del Sur hay una cordillera tan estrecha en ciertos parajes que convida naturalmente a abrir comunicación entre estos dos ríos y por consiguiente a los dos mares”.(8) Dentro de las diversas disculpas de por qué Colombia le dio la espalda a su océano Pacífico se tejen muchas versiones y aquí citamos una de ellas, a título de ejemplo: Con la disolución de la Gran Colombia (1830) se perdió uno de los puertos en el Pacífico: Guayaquil; luego con la separación de Panamá (1903), perdió otro puerto Panamá, por tanto el ánimo de los nacionales no resistía una pérdida mas, por ello dejó a la deriva su destino en el Pacífico. Siendo como haya sido, el mundo continuó y en algún momento se tenía que volver los ojos, al Pacífico (en la pena había construido su puerto de Buenaventura).
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, con los resultados de la misma, de acuerdo a lo dispuesto por las potencias triunfantes: USA y URSS, con sus diferentes sistemas político- económicos surge una nueva confrontación esta vez por las áreas de influencia, la disputa de la Guerra Fría toma otras dimensiones, surgen el conflicto de Corea (en la cual participó activamente Colombia enviando personal militar), la intervención de USA en el Japón, que cambia la relación político administrativa. El desenlace de la confrontación interna China, a favor del socialismo. La creación de Taiwán, el conflicto de Vietnam y de Indochina.
Pero dejando de lado el transfondo político, es interesante lo que sucede en el campo económico y tenemos el resurgir de un Japón económicamente poderoso como en sus mejores momentos de la restauración Mejí (9), gran productor de bienes de calidad, bajo costo, la irrupción de los denominados tigres asiáticos: Taiwán, Hong Kong, Corea del Sur, Singapur.
La gran expansión de la economía de los países asiáticos, la creación del movimiento de los países alineados y la realidad tozuda dio como resultado para los gobiernos de Colombia la creación en 1987 del Consejo Colombiano de Cooperación en el Pacífico, el cual se creó con dos finalidades: a) La exploración y explotación de los recursos de nuestra costa y b) Una mayor proyección de Colombia hacia los países que conforman la cuenca del Pacífico. (Ver anexo No 1.); como un organismo explorativo y consultivo y que marcara un derrotero a la ya de por sí errática política exterior.
En este sentido, hay que tener en cuenta que quien dirige o hace la política exterior colombiana, es la cancillería o Ministerio de Relaciones Exteriores, que es un organismo de carácter jurídico-político y no enmarca en sus funciones de promoción de la política comercial de Colombia. Es por ello que los organismos que promueven este tipo de labores: el Ministerio de Comercio Exterior, Proexport entre otros, compiten por los mismos espacios y recursos que la cancillería. Ésta falla del servicio exterior colombiano, de tiempo atrás denota, ha venido corrigiéndose, modernizándose para entender que las relaciones entre países en el nuevo orden mundial son relaciones de intercambio y de comercio (10), no sólo de diplomacia.
Los avances en los medios de transporte, las comunicaciones han acortando las distancias y unido los continentes, ya no podemos hablar hoy de grandes distancias, de meses o semanas de viaje. El lejano oriente ya no es lejano; es ahora el cercano occidente, y el gran Océano Pacífico es la vía de comunicación con unos países y culturas diferentes, que se han desarrollado de manera vertiginosa en las últimas décadas y son grandes proveedores de bienes y servicios con una gran productividad y que están cambiando la forma de entender los grupos y bloques comerciales, las relaciones bilaterales. Su pragmatismo en las relaciones con otros se centran el comercio y menos en la diplomacia.
En las últimas décadas, los gobiernos colombianos han entendido en parte la dinámica del Pacífico, ampliado significativamente su presencia diplomática y de gestiones en el Pacífico, tomando como base su experiencia con el Japón. Específicamente a partir de la década de los setenta se extendieron estos vínculos a Corea, Tailandia, Indonesia, China, Singapur, Malasia, Australia, Nueva Zelandia y otros en los cuales Colombia abrió embajadas u oficinas comerciales.
En el cuadro siguiente, se relacionan los países con los cuales se mantienen relaciones y las fechas de inicio de las mismas.
Las iniciativas concertadas entre el gobierno, la academia y la empresa privada, empiezan a dar resultados positivos, ha aumentado el volumen y valor de los intercambios, notándose grandes déficits para Colombia, debido a su escasa oferta exportable se espera en un futuro un mejor balance (Ver Cuadro # 2). Igualmente se avizora inversiones de la región Asía Pacífico en Colombia, a su vez que mayores intercambios técnicos, científicos y culturales.
Seguidamente, se analiza de forma pormenorizada, los movimientos de intercambio de Colombia con cada uno de los países de la región Asía Pacífico, sean estos de la APEC o no.