Guadalupe Piñeyro
Fernanda Di Meglio
Fernando Piñero
di_megliofernanda@hotmail.com
La industria automotriz mundial, presenta importantes cambios y modificaciones tanto en su organización productiva como también en su composición, características y estrategias adoptadas. Asimismo, estos aspectos tienen una notable incidencia en el ámbito nacional-regional como local para el crecimiento y progreso de la industria automotriz.
De esta forma, como consecuencia de un ambiente internacional marcado por dos procesos que se encuentran estrechamente vinculados entre sí, como la globalización y la regionalización, sumado al rol desempeñado por el auge y desarrollo estratégico de las inversiones extranjeras directas (IED) a través de las empresas transnacionales (ET), los distintos países inmersos en grandes bloques económicos regionales, buscan establecer políticas comerciales comunes para lograr coordinar determinados sectores de suma importancia y relevancia para sus economías.
El escenario descripto ha ocasionado tanto para Argentina como para Brasil, la necesidad de establecer una política automotriz del MERCOSUR, con el sólido objetivo de desarrollar una industria competitiva para ingresar en los mercados internacionales. Cabe destacar que dicha política sucesivamente ha sido reformada, creando un entorno conflictivo y competitivo, como también enfatizando aún más las asimetrías estructurales existentes de la industria automotriz entre los dos países mencionados.
De esta manera, un tema de suma importancia y la principal dificultad para obtener una integración más profunda en el MERCOSUR lo representan las asimetrías existentes entre los socios del bloque económico regional. Teniendo en cuenta a Bouzas (2003), podemos diferenciar entre las asimetrías estructurales y asimetrías de política o regulatorias. Así las asimetrías estructurales se producen como consecuencia de ciertos factores, tales como el tamaño económico, grado de desarrollo, posición geográfica, etc, determinando la capacidad de las economías de favorecerse de una mayor integración económica. Mientras que las asimetrías de política indican las diferencias en las políticas públicas y poseen importancia en un proceso de integración debido a que pueden originar consecuencias de derrame a través de las fronteras. Las asimetrías estructurales repercuten sobre la capacidad de las economías para favorecerse de una superior integración de los mercados. Puesto que la transformación de los factores (tamaño económico, dotaciones factoriales, etc) que establecen las asimetrías estructurales no se producen instantáneamente, más bien son lentas en el tiempo, sí se observan dinámicas de polarización, se propagan incertidumbres políticas insostenibles.
Sin embargo, según Bouzas (2005), la simple presencia de asimetrías no justifica mediaciones de los gobiernos para modificarlas. Estas mediaciones se justifican cuando se pretende difundir superiores condiciones estructurales en los socios pequeños para conseguir disfrutar de los beneficios del proceso de integración y también cuando las asimetrías de política originan externalidades negativas sobre los integrantes del bloque económico regional.